LA UNIÓN EUROPEA Y LA DEFENSA DEL MUNDO. 2ª Parte.

La necesidad del resurgir de la potencia ideológica, intelectual, moral y material de Europa.

Las virtudes son los valores esenciales y cuasi permanentes que aseguran y conforman la propia identidad de un grupo social, de una nación, como grupo social actual más elaborado y consolidado. Las virtudes son aportadas principalmente por las religiones elaboradas y por los discursos de Cicerón y los Diálogos de Platón, dentro de nuestra extensa ideología occidental.

Citamos sólo algunas, que están embebidas y asumidas en el alma humana: El amor y la lealtad a la familia, el deber de defender a ese grupo social contra los enemigos de sus derechos e identidad, el pago de impuestos para sostener las actividades y los servicios comunitarios, el derecho a ser atendido, al menos, en sus necesidades vitales, por su colectivo, son varias de las virtudes de un grupo social.

Los valores son las “cualidades y bondades” humanas, aportadas y estimadas de forma temporal y/o local por algunas sociedades. Y, principalmente, en virtud de su idiosincrasia, condiciones de vida y presiones recibidas desde el exterior. Los valores culturales y sociales suelen ir evolucionando con las contingencias, los desplazamientos y las fortunas de las sociedades humanas.

En Europa se han ido abandonando sucesiva o simultáneamente, poco a poco o más rápido, todo aquello en lo que creyó, al menos, prácticamente, en los últimos siglos de Historia. Y, se ha quedado sin virtudes esenciales prácticas, valga la redundancia.

Una nación es una sociedad de individuos dotada de una auto conciencia socio política. Colaboran a crearla y vertebrarla la historia, la tradición y las costumbres, y la lengua y el sentido moral propios. Y contribuyen en segundo lugar a ello la etnia y el territorio propios, que no siempre existen, especialmente la primera. Así, el territorio de un país no es una nación. Ni lo es la población inarticulada de un territorio bajo un único gobierno. Cuando la nación es amada por sus componentes y existe en ellos el deseo de servirla y defenderla en comunidad, aparece el concepto de la patria. Ambas ideas están interrelacionadas esencialmente. Y, la ausencia del patriotismo o la vergüenza de profesarlo por miembros de una “comunidad socio política”, lleva a la indefensión y a la desmembración de su nación, en mayor o menor grado, formando “grupos de individuos asociados”.

No olvidemos tampoco la función esencial de “mando, gestión, impulso y ejemplo” de los dirigentes sociales de todo tipo, presentes en los hogares las escuelas, las iglesias, los partidos políticos, los cuarteles, los sindicatos, los centros de trabajo, las asociaciones en general, etc.

Éstos son los núcleos de la actividad colectiva de la sociedad, donde se crean los “vínculos humanos” recíprocos de la sociedad superior. Donde se asentarán y florecerán después “la ilusión y el entusiasmo” sociales imprescindibles. En la decadencia social, aquéllos deben acentuar más el ejemplo. Porque, los valores y las virtudes en reconstrucción no pueden verse como algo artificial y remoto, sin conexión real con un código práctico y vivido.

Y no son aceptables como imposiciones de “normas y reglamentos fríos”, dictados desde una “supuesta cúspide moral e intelectual de la sociedad”, cualquier tipo de élites. Los jefes y mandos son los “ejemplos vivos de la sociedad” y de su “discurso práctico” harán sus lecturas y reflexiones todos sus miembros.

Cuando fallan gravemente las virtudes de una sociedad o nación y no hay una primera “reacción anímica centrípeta” en ella, que la haga así reaccionar, ocurre a veces la necesidad de la invención de un enemigo más o menos real, pero, presentable, para la colectividad. En cuanto permita enfrentar esa carencia de contenido y esencia vitales, mediante una cohesión forzada.

No es éste un sistema infalible y seguro. Puede ser una ocurrencia de algún escritor.

Cuando Roma se desmoronaba por sus faltas de empuje, de horizonte social, de vitalidad, los ataque de los bárbaros del este de Europa sólo consiguieron adelantar la decadencia, rematar al enfermo, desmenuzarlo en reinos por etnias y apoderarse de sus territorios patrios.

Cuando aparece el Padre de la Patria Nueva en Venezuela, no se produce una catarsis de la sociedad venezolana y una reacción anticrisis. Ocurre una implosión social, la gran emigración, como salvación para todos en grupúsculos familiares y aparece Maduro, mucho más decadente y sin carisma, que Chávez.

Luego, esta búsqueda del enemigo es un camino contradictorio y peligroso. Es mejor consolidarse y encontrarse, buscando la esencia de la colectividad y luego de la patria.

La recuperación de Europa de sus virtudes esenciales, le llevará a aceptar su posición civilizadora en el mundo. Ésta ha sido fundamentalmente su tarea globalizadora en él a lo largo del Tiempo Histórico. Adicional y complementariamente Europa tiene que intervenir mundialmente como foco de actividad económica, de relaciones humanas, de la diplomacia y de una mejor igualdad en cada sociedad internacional.

LA LOGÍSTICA MILITAR: CONCEPTO, COMPONENTES, TAREAS Y FUNCIONAMIENTO.

Una sociedad va prosperando sana y proporcionalmente en todos los ámbitos humanos. Uno es la defensa nacional, encaminada a la protección de los nacionales del país y a sus derechos nacionales e internacionales.

Empecemos por los problemas más visibles y evidentes, para que un contingente militar funcione, cumpla sus misiones y tareas.

Uno que generalmente es obviado, salvo por los usuarios directos, es la LOGÍSTICA, la DISTRIBUCIÓN o el ABASTECIMIENTO de las unidades de las Fuerzas de Defensa Operativas. Su Concepto es la Entrega de cualquier referencia solicitada en tiempo, en el «punto de recepción» de la «unidad cliente«, en estado correcto de uso y en el número de unidades solicitadas.

Esto ya nos refiere una buena cantidad de exigencias que tienen el servicio correcto de las unidades y la estructura de la cadena logística.

TREN DE CARRETERA PARA TRANSPORTE DE LARGA DISTANCIA

La cadena logística constaría de una serie de almacenes centrales (puede haber dos o tres en un país, por regiones) que recogerían los materiales servidos por los fabricantes directa o indirectamente; otra serie de almacenes de reparto, cercanos geográficamente al destino, donde la manipulación de las referencias por unidades de uso, tiene preponderancia, que realizarían las entregas a los puntos logísticos de las unidades; una flota de camiones de 20-24 Tms, que abastecen los almacenes de reparto; una red de pequeños camiones de tonelaje variable, algunos blindados, para el reparto de los productos a las «unidades clientes«.

Un sistema informático bien al día para la dirección y el control de toda la cadena logística. Un personal suficiente, bien adiestrado y formado, muy motivado, encargado de dirigir, controlar, resolver los problemas y ejecutar las operaciones logísticas con los medios logísticos a disposición.

Una estructura parecida por su funcionamiento, pero con personas como «elementos a manipular» sería la Sanidad Militar. Y que por ello debería ser independiente.

DEFENSA EN SANIDAD MILITAR

Adicionalmente, habría una fuerza de seguridad para defender toda esta estructura no combatiente. Que estaría formada por unidades «mecanizadas de infantería ligera«. Encargadas de unas tareas de escolta, exploración y reconocimiento y rechazo del enemigo atacante. Para esto último utilizaría la contra exploración del enemigo y el rechazo de sus destacamentos avanzados.

LA UNIÓN EUROPEA Y LA DEFENSA DEL MUNDO

Introducción.

La Unión Europea está intentando actualizarse y estructurarse de tal manera que, en el caso de un ataque súbito por un enemigo externo, se encuentre en “condiciones de rechazo” en un plazo razonablemente corto.

El principal problema que enfrenta para realizar esta tarea es la falta de una “estructura de dirección y decisiónEfectiva, Probada y Rápida. Que sea común, entrenada para esa tarea múltiple y con los órganos de dirección y decisión empoderados y respetados.

Para lograr ello hace falta ver y sentir los gastos de defensa nacionales como una necesidad esencial del Estado y la Nación. Ya que ellos suponen también la implicación de la población en la función de la Defensa. Esto es, hay que disponer de armas, de una estructura militar y una doctrina o pensamiento militar ideológico y estratégico y práctico y de un número suficiente de ciudadanos enrolados.

Viendo lo que pedimos y cómo estamos, con la amenaza de un probable giro político económico estratégico en nuestro Aliado Esencial, los Estados Unidos, podemos valorar la ingente tarea que nos acucia.

La Amenaza al gran flanco sur de Europa.

Algo debemos de tener los europeos para que «vecinos y lejanos» de distintas etnias e ideologías, deseen tanto compartir su vida con la nuestra.

Creo que más bien buscan nuestras riquezas materiales. Y, nuestra cultura, incluyendo la religión, también orillada por nuestros regímenes laicos, les trae al pairo.

Los islamistas salafistas yihadistas intentan penetrarnos por el sur. Parece que en este caso van en busca de su «Al-Andalus«, ahora una “mezcla lograda de quimera, verborrea, borrachera de hierbas autóctonas y delirio”. Y, de vengar alguna «afrenta» al Islam, casi siempre inventada o tergiversada, pero, creída ciegamente por sus seguidores rasos.

De momento, el Mediterráneo es nuestro gran foso defensivo: que estorba e impide los «movimientos armados grupales«.

El Apoyo Europeo a los países amenazados de la Franja Sáhara/Sahel.

Hay una inmensa zona del Sáhara y del Sahel, éste es la zona limítrofe entre el desierto y la vegetación exuberante, que comprende el este de Mauritania, el norte de Mali (desde Tumbuctu) y de Burkina Faso, el oeste de Níger, el noreste de Nigeria, la árida Somalia y las zonas montañosas del sur de Argelia, donde los grupos guerrilleros nacionalistas o islamistas comenzaron a asentarse para aislarse, protegerse y adoctrinar.

Hace ya tiempo que, con distintas implicaciones, la Unión Africana y Francia, como antigua potencia colonial de muchos países de la zona, negociaron y establecieron con los países más afectados y dispuestos a recibir el apoyo extranjero, la llegada y el establecimiento en ellos de contingentes armados franceses y de la Unión Africana.

Sus Tareas eran:

El entrenamiento de las fuerzas locales en la guerra de guerrillas y en la guerra moderna, como fuerzas ligeras móviles.

El apoyo al Ejército local en armamentos y equipos.

La lucha directa de parte de los contingentes extranjeros empleando el patrullaje enérgico, el apoyo aéreo a las operaciones que se realicen, las operaciones de cerco y aniquilación de contingentes irregulares importantes. Estas operaciones padecen de un alto grado de fiasco, ya que los guerrilleros capaces entrenados se dispersan en pequeños grupos o parejas y se escabullen o esconden.

La vigilancia temporal de posiciones sensibles de las instituciones y las fuerzas locales y la protección de las autoridades centrales y locales. Está última tarea va a ser el gozne, la bisagra, el fiel de la presencia y la continuación de las tareas europeas, nada menos que en toda la Franja Geoestrategica Africana ya citada.

En Mali tuvieron lugar algunas de las más fecundas operaciones contraguerrilleras de toda la Franja del Sahara-Sahel.

En Mali han estado estacionadas durante muchos años las fuerzas multinacionales de la Unión Africana y de Francia, alcanzando sobradamente los 10 mil efectivos. Como parte de las fuerzas extranjeras y estacionadas al sur de Bamako, la capital, participó un contingente español de élite, con la misión de entrenar en las tácticas y técnicas contraguerrilleras modernas, a las más prometedoras unidades del Ejército de Mali.

LOS NACIONALISTAS DEL AZAWAD

Los militares extranjeros expulsaron hacia 2012 a los guerrilleros regionales de al-Qaeda (pronunciada en inglés, al-Qaida) del Magreb Islámico de sus posiciones en el centro del país, al sur del Azawad, la tierra de los nómadas tuaregs, y evitaron su regreso a los montes Kindal, al noreste de Mali, un santuario para irregulares. El ejército de Mali se había convertido en un proyecto frustrado y defraudador. Los tuaregs y los islamistas lo podían batir o asustar y expulsarlo, pero no tenían capacidad de defender posiciones frente a unidades entrenadas, equipadas y motivadas extranjeras.

En los últimos años, también participaron los militares aliados en detener en Tumbuctú, en el centro del país, a unos mil km al norte de Bamako, el avance del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad, desde el norte de Mali. Los islamistas y los tuaregs nacionalistas unieron sus fuerzas para batir y expulsar al ejército de Malí de Tumbuctú, como había ocurrido años antes. Pero, el Ejército nacional no había mejorado mucho en la última década en sus capacidades militares y en reformarse en las virtudes personales y ciudadanas.

En el mismo tiempo histórico que en Mali, surgieron en la Comunidad de Estados del África Occidental (CEDAO), intentos para crear otra asociación de países centro africanos, siguiendo las pautas e intereses de estos nuevos estados.

Sus características más íntimas, no necesariamente explicitadas, eran:

PRIMERA CUMBRE DE LA ALIANZA DE LOS ESTADOS DEL SAHEL

ceder el Poder por un tiempo “indefinido” a las Fuerzas Armadas nacionales, como único órgano y estructura de poder en los países;

retirar de los países de la Alianza de los Estados del Sahel (AES) a las fuerzas armadas aliadas extranjeras (europeas), en las que veían los jefes militares nacionales, una capacidad militar cualitativamente superior y unos deseos insoslayables de establecer unas democracias en sus países;

el método bonapartista de emplear a las fuerzas nacionales para ocupar el poder firmemente, con el apoyo militar de las fuerzas armadas de los países del AES, apoyándose unas a otras y dejando sin función a los aliados europeos;

la casta militar, los jefes militares detentadores potenciales del poder, lo utilizaron en cada país, pretextando cualquier problema estructural o jerárquico. Y esto creó un espíritu de asociación, de hermandad entre los jefes militares de todos esos países, que perdurará mientras su utilidad ayude a mantenerlos en el poder.

PUTIN SÍ SONRIE A LOS JEFES MILITARES ESTATALES DE LA AES

los jefes militares de cada país de la Alianza de los Estados del Sahel encuentran en los mercenarios rusos de Nueva Hornada, la “post Yevgeny Prigozhin”, a unos colaboradores mucho más útiles y cómodos (“No Problem”) que los franceses y demás fuerzas europeas. A cambio de esas protecciones personales, Rusia está interviniendo en los negocios de esos países, como comisionista y los chinos se presentan como los sabios inversores, que nunca fueron colonizadores en África.

Francia, la nación europea más implicada en la misión de apuntalamiento de las naciones de la Franja del Sáhara/Sahel, accedió bastante rápido a los requerimientos de las Juntas Militares nacionales. Y, cambió drásticamente su Estrategia Nacional sección ÁFRICA. Ahora mantiene acuerdos económicos y de creación de infraestructuras e inversión en energías en Mozambique, Malaui y Zambia. En lenguaje popular, vivo y vívido se podría decir que los gabachos habían cambiado “la Vaca por la chiva”.

(CONTINUARÁ)

LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO (1571) 2ª Parte.

ESPAÑA Y EL IMPERIO OTOMANO

El Choque militar de los dos Imperios mediterráneos de la Edad Moderna

Las armas de infantería de tiro tenso.

Como armas de tiro, los cristianos usaban arcabuces y los turcos, mayoritariamente, el arco compuesto.

Éste era usado desde muchos siglos atrás por los pueblos asiáticos, chinos, hunos, mongoles, turcomanos. El arco era corto y tenía forma sinuosa. Al tensarlo el arquero, tomaba la forma del arco convexo que nos es familiar. La tensión mayor que se producía al forzar hacia atrás ambos extremos del arco, que antes miraban hacia delante, impulsaba la flecha con precisión, fuerza y mayor alcance, de más de 130 ms.

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Los arcabuces y esto fue igual hasta la época posnapoleónica con los mosquetes, tenían un alcance inferior a los 80 o 90 ms.

De manera que en el tiro los turcos tenían una ventaja cualitativa y cuantitativa. Además, por su velocidad de tiro, por la posibilidad de emplear flechas perforantes o envenenadas.

La única razón que justificaba el uso del arcabuz, como arma moderna, era que el entrenamiento del arquero era constante, casi diario e intenso. Los nómadas asiáticos, cuidando sus rebaños, tenían mucho tiempo libre. Y que el aprendizaje de la carga y la puntería del arcabuz era mucho más fácil y permanente.

Los despliegues.

La flota aliada ocupaba un frente lineal de más de 4 millas naúticas. Como era habitual, tenía un cuerpo principal, central, dos alas y una reserva.

En el cuerpo central iba la Real, flanqueada a estribor por la capitana pontificia, al mando de Marco Antonio Colonna, a babor por la capitana veneciana de Sebastián Veniero y a popa por la galera de Luis de Requesens, su lugarteniente.. A sus lados navegaban las otras 60 galeras del cuerpo principal. Esto hacía que no hubiese profundidad en su formación y que no pudiese, por sí mismo, reiterar su esfuerzo contra el enemigo, siendo el principal cuerpo de batalla.

A estribor del centro navegaba Juan Andrea Doria al mando de 54 galeras y a su babor, el ala de Agustín Barbarigo, con 53 galeras.

La reserva, al mando del español Álvaro de Bazán , navegaba a popa del centro y contaba con 30 galeras. Ella tendrá un protagonismo decisivo en las crisis de la batalla. Los cristianos, a diferencia de los turcos, mantenían una fuerte reserva en manos de un jefe capaz y decidido. Lo cual es aconsejable, ya que puede resolver situaciones comprometidas y es uno de los medios del mando para lograr la decisión.

Las 6 galeazas venecianas navegaban delante de la línea de galeras, dos para cada cuerpo.

La Real izaba el estandarte azul de la Santa Liga, decorado con Cristo crucificado, la Virgen de Guadalupe y los escudos de España, Venecia y el Papa.

A efectos de la capacidad de combate desplegada en Lepanto, las dos flotas estaban prácticamente igualadas.

Los turcos contaban con 275 naves, entre galeras y galeotas auxiliares, frente a las 208 galeras cristianas. Esa diferencia quedaba compensada por la mayor artillería de la Alianza, con 1215 cañones frente a las 750 piezas turcas. Y, los efectivos humanos eran casi iguales: 34 mil soldados turcos y 31 mil de la Liga; y 13 mil marineros y 45 mil remeros turcos y 12 mil y 43 mil, respectivamente, de la Alianza.

De los 20 mil soldados de España, sólo algo más de 8 mil eran españoles nativos y los otros eran alemanes e italianos al servicio de España.

La flota turca tenía la misma disposición que la aliada. Al principio, navegaba en formación de media luna, adelantando las alas para un amenazante e improbable desbordamiento de las alas cristianas. Pero, rectificaron y adoptaron el despliegue lineal.

El centro turco lo dirigía la Sultana de Alí Pachá y contaba con otras 87 galeras. Su ala de babor la dirigía Uluch Alí y tenía 61 galeras y 32 galeotas. El ala de estribor, mandada por Mohamed Sirocco, contaba con 55 galeras. Y, la reserva, más débil que la cristiana, dirigida por Amarat Dragut, tenía sólo 8 galeras y 23 galeotas. Su insignificancia la hacía ineficaz para actuar en solitario y, probablemente, sería incorporada al cuerpo principal.

El combate.

Hacia las 11, el viento cambió y empezó a soplar del oeste. Los turcos tuvieron que arriar velas e impulsar a remo sus barcos. Los cristianos izaron velas y dejaron descansar a sus remeros.

Las galeazas fueron adelantadas, ayudadas por algunas galeras, y se desplegaron a media milla naútica por delante de su flota.

Alrededor del mediodía, la flota turca alcanzó la línea de galeazas, que abrieron fuego sobre ella con sus distintos cañones. Los turcos navegaron impávidos hacia la línea de galeras cristianas, sin afectarse por el fuego que les dirigían. Y, acertaron en su táctica.

Pronto quedaron fuera del alcance de las galeazas. Con su fuego éstas consiguieron hundir dos galeras turcas. Y causaron daños a otras más, alteraron el despliegue de la línea turca y se supone que causaron más daño en la moral turca. Unas conjeturas no comprobables.

Pero, más de la quinta parte de la artillería aliada quedaba parada e inútil para el combate, allá en la línea de galeazas.

Ya estaban frente a frente las flotas, navegando ambas rápidamente hacia el encuentro. Los turcos abrieron fuego algo pronto con sus cañones, con los cristianos fuera de alcance. Y éstos esperaron a tener a tiro a los otomanos y les causaron daños no especificados.

Por fin, ambas flotas se embistieron. Los espolones se clavaban en las naves enemigas, la artillería cañoneaba a quemarropa y los tiradores de ambos bandos disparaban sobre sus enemigos embarcados.

El espolón de la Sultana penetró hasta la cuarta fila de remeros de la Real. Quedando enganchadas ambas naves y formando una plataforma flotante de combate de más de 100 ms de largo y unos 10 ms de ancho. Al principio, la Real recibía el apoyo parcial de las dos capitanas aliadas situadas a sus lados y de la galera del lugarteniente de don Juan. Pero, la Sultana lo recibía de 6 galeras de su grupo de combate. En esto, la táctica del turco funcionaba mejor.

Por el resto de la línea de las flotas, el esquema de batalla era el mismo. Los tiradores causaban bajas a sus enemigos y las infanterías intentaban una y otra vez, abordar y conquistar la nave de su rival inmediato.

Una crisis.

Mohamed Sirocco consiguió desbordar el ala de Barbarigo. Gracias a la mayor pericia de sus pilotos, familiarizados con esas costas turcas. A las que se ciñeron al máximo, deslizándose.

Se produjo un combate duro y sangriento. Barbarigo recibió un flechazo en un ojo, del que fallecería poco después. Y, cedió el mando a su sobrino, que también fallecería.

Agostino Barbarigo - Wikipedia, la enciclopedia libre
AGUSTÍN BARBARIGO

La reserva de Álvaro de Bazán intervino entonces, arrinconó a los turcos y los atacó convergentemente. Así, decidió el combate parcial para los cristianos. Mohamed Sirocco fue encontrado agonizante en un rincón de su galera y, para evitarle sufrimientos, fue rematado.

Segunda crisis.

Álvaro de Bazán, verdadero componedor y conseguidor de la gloriosa jornada, reagrupó su fuerza y acudió a apoyar al cuerpo principal, donde la lucha estaba en su apogeo y el resultado, incierto.

Álvaro de Bazán en la ruta del Siglo de Oro - Ciudades en Juego
ÁLVARO DE BÁZAN

Y, atacó por la banda de estribor a la Sultana y su grupo de combate. Intervinieron también en esos momentos la galera de Partau Pachá y 2 galeras más.

Los soldados de los Tercios embarcados se lanzaron entonces al tercer y definitivo asalto de la Sultana. Y arrebataron el estandarte verde y bordado de Alí Pachá. Éste pereció combatiendo con su arco contra los asaltantes. Se dijo que a resultas de varios disparos de arcabuz.

El grito potente y largo de “Victoriaaa” en la Sultana y la muerte del almirante de la flota, actuaron extendiendo “ondas de conmoción” por todo el cuerpo principal turco. Deshechos la cohesión, la motivación y el mando de la flotilla central, era la hora de los capitanes de sus galeras.

Muchos capitanes procuraron huir a Lepanto, para salvar lo salvable. Algunos fueron atajados por las galeras cristianas. El resto se fue rindiendo poco a poco por todo el cuerpo central.

Era la explotación del éxito.

Tercera crisis.

En el sector derecho cristiano, Uluch Alí había logrado envolver la flotilla de Juan Andrea Doria. Éste había intentado rehusar su flanco a los turcos. Pero, sólo consiguió aislarse de la batalla principal.

Varias galeras turcas le atacaron por retaguardia. Diez galeras venecianas, dos del Papa y dos de adláteres auxiliares fueron asaltadas y tomadas por los turcos. Que pasaron a cuchillo a todos los combatientes y marinos, liberando a los galeotes turcos.

Occhiali/Kiliç Ali Pascia | Corsari del Mediterraneo

En eso, Álvaro de Bazán apareció en socorro de Doria. Uluch Alí quedaba ahora, a su vez, rodeado por las restantes naves de Doria y por la masa de galeras de la reserva cristiana. Además, en lontananza aparecía un refuerzo del cuerpo central, que ya había vencido a los turcos en su sector y que acudía en ayuda.

Uluch Alí optó por soltar las amarras a las 8 galeras capturadas, que llevaba a remolque y huir hacia Lepanto. Bazán intentó la persecución directa, sin la desbordante, pero desistió. Porque sus remeros, marinos y soldados estaban agotados con las intervenciones hechas ese día.

Hacia las 4 de la tarde todo había acabado.

Resultados.

La victoriosa flota cristiana había capturado a 130 naves enemigas en distinto estado de conservación (117 galeras y 13 galeotas). Otras 94 galeras turcas se habían hundido y 33 naves consiguieron escapar a Lepanto. Aquí, Uluch Alí las incendió, para evitar que las capturaran los cristianos.

De la flota de Juan de Austria se habían hundido 12 o 15 galeras y casi el doble estaba tan dañado (incluyendo a la Real), que fueron desguazadas cuando llegaron a puerto seguro.

Las bajas resultantes fueron muy altas, como era normal en los combates entre galeras. Donde, una vez iniciados, era casi imposible desempeñarse y retirarse. Y, entre cristianos y turcos, la piedad no existía.

Los cristianos tuvieron 10 mil muertos, de los cuales 2500 lo fueron posteriormente a consecuencia de las heridas y muchos por flechas envenenadas y 21 mil heridos.

Los turcos tuvieron 30 mil muertos y 8 mil prisioneros. Se habla de ahogados, sin más. Y fueron liberados 15 mil galeotes cristianos.

De la precisión de los datos da idea que utilicemos la unidad de millar.

Esa noche, con sus presas y los buques propios más dañados a remolque, la flota aliada atracó en Petala.

Trascendencia de la batalla.

Los cristianos obtuvieron una importante victoria táctica y operativa en Lepanto. La disolución de la Santa Liga en 1573 dejó la victoria estratégica en manos turcas. Porque se quedaron sin rivales explícitos y decididos.

El 7 de marzo de 1573, los venecianos hicieron la paz por separado con los turcos, sin considerar a sus aliados. Un mes justo después, el acuerdo se hizo público.

Don Juan de Austria

En Nápoles, donde se encontraba entonces, don Juan de Austria arrió el estandarte azul de la Liga e izó la bandera de España.

Chipre no fue recobrada por los venecianos. Un conjunto de mercaderes, cuyo interés era la ganancia material.

Los turcos no tardaron en recuperarse del golpe recibido. Hacia los 2 años de Lepanto, la flota había sido rehecha. Un intento previo, con prisas y poco sentido, empleando maderas verdes, falló estrepitosamente.

A los 4 años, invadieron y ocuparon Túnez, dirigidos por Uluch Alí. Hacia los 10 años, ya guerreaban contra Persia, en el otro extremo del Imperio Otomano. El interés de la Sublime Puerta ya no estaba en el Mediterráneo.

Pero, continuaron su labor insidiosa por tierra, para ocupar territorios del sureste del Imperio Romano Germánico. Parados solamente por sus dos fallidos ataques a Viena.

Merece la pena ahora, valorar el esfuerzo de España en el triunfo de la Santa Liga. Vimos que España aportó el 80% de los hombres. La capacidad y habilidad de Álvaro de Bazán y su flotilla de galeras españolas cambió la suerte de los combates de ambas alas en la batalla.

Y, su intervención en el cuerpo central propició el envite final de los Tercios. Que se vieron apoyados por el ataque de flanco de Bazán al grupo de combate de la Sultana. Y la infantería de los Tercios era la fuerza de élite de la Liga.

Por todo ello, podemos dar al menos, un 90% a la contribución de España en el esfuerzo militar de la Liga.

Como siempre, “nuestros pensamientos fueron al quebranto del orgullo y la soberbia otomanos”, al decir de Cervantes.

FINAL.

LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO (1571)

ESPAÑA Y EL IMPERIO OTOMANO

Choque militar de los dos Imperios mediterráneos de la Edad Moderna

Introducción.

El 7 de diciembre se conmemoró el 450 aniversario del triunfo de la Liga Santa (España, Venecia y la Santa Sede civil y algunos adláteres menores) en la batalla naval de Levanto contra la Sublime Puerta.

Los turcos, desde antes de Mehmet II (Mohamed, en turco) al-Fatih (el Conquistador) de Constantinopla y de los restos del Imperio Bizantino, estaban avanzando por tierra (los Balcanes y Hungría) hacia el corazón de Europa Central y del Este, como un río de lava avasalladora, ardiente e imparable. El Imperio Romano Germánico, hasta su frontera con Francia, y Polonia estaban amenazados.

Mehmet II Fatih, Conquistador de Constantinopla
MEHMET II al-FATIH

Por mar, los turcos enseñoreaban el norte de África, desde Egipto hasta Ifrigia y las tierras al sur de Gibraltar, mediante franquicias y patentes de corso a colonias de piratas árabes y berberiscos. Que depredaban y hostigaban el comercio y la navegación cristianos del norte del Mediterráneo y rapiñaban sus islas (Baleares, Cerdeña y Sicilia).

Biografia de Selim II
SELIM II

Amenazando gravemente, en época de Selim II, con ocupar Chipre (véase en un mapa su cercanía insultante a Anatolia).

Prolegómenos.

Solamente el papa San Pío V tuvo el sentido estratégico correcto y sagaz de valorar el peligro otomano para Europa y la Cristiandad. Y puso todo su empeño en conseguir una alianza de países europeos firme, para enfrentársele decididamente ya.

Catequesis de Galicia

En seguida, Pío V encomendó la realización y el éxito de la empresa mundana, imbricada como la uña a la carne con la espiritual, a la Medianera de Todas las Gracias, la Santísima Virgen María.

Por toda la Cristiandad católica, en todas las diócesis y monasterios, se comenzó a fomentar el rezo del Rosario con esa especial y particular intención. Luego, se informaba a Roma de los cientos de miles de rosarios realizados y comprometidos. Este es un hecho que conocí de niño y que creo que está olvidado en la Memoria pública.

Francia no quiso participar en la Alianza Santa por la envidia y el rencor que sentía por España y su Imperio.

A Inglaterra todo se le hacía muy lejano. E Isabel I, la Reina Virgen, es un decir, era la hija de Enrique VIII, el reciente fundador de la cismática Iglesia de Inglaterra.

España estaba muy ocupada con sus inmensas posesiones de América y Europa Occidental. Y los piratas musulmanes no eran mucho más para ella que un tábano chinchante. Chipre, la principal colonia veneciana, le quedaba en el otro extremo del Mediterráneo.

Felipe II | Real Academia de la Historia
FELIPE II

Y el papa tuvo que insistir mucho para convencer a Felipe II de España dónde estaba la amenaza principal para todos.

Venecia se unió a la Santa Alianza por la amenaza inminente de los turcos sobre Chipre, pero también negoció con ellos una solución. Sólo le importaban su soberanía y su comercio, también amenazado por la ruta portuguesa desde el Índico a Europa, bordeando África.

En aquella, pues, participaron solamente España, Venecia y el Estado civil Pontificio.

Los medios de intervención y lucha.

Las galeras, los barcos del Mediterráneo, eran largas y estrechas como una libélula, No se distinguían mucho los de comercio, que tenían que defenderse por sí mismos, de los de guerra, también navegados por los piratas. La altura de la borda sobre el mar era alrededor de metro y medio. Está claro que solamente eran utilizables en mares tranquilos. Y, así, las diseñaron primero los fenicios, cartagineses y romanos.

A proa y a popa tenían un castillete de combate, que se comunicaban por una larga plataforma central. Podían embarcar varias piezas de artillería ligera, colocadas a proa y, a veces, en las bandas. Y llevaban infantería armada con picas, espadas y arcabuces, que era de los Tercios, en el caso de los españoles.

Modelo de la Galera Real - Museu Marítim Barcelona
GALERA REAL, ENARBOLANDO EL ESTANDARTE DE LA SANTA ALIANZA

Con el espolón de proa inmovilizaban al barco contrario, causándole serios daños en el choque. En general, trabadas y detenidas como estaban las galeras, la principal forma de lucha era de infantería. Ésta se protegía de los proyectiles enemigos (balas y flechas, a veces, envenenadas) bajo la protección de las bandas y los castilletes de las naves. Los españoles emplearon también las “empavesadas” o “defensas hechas con lienzos y redes espesas”.

El desarrollo de la acción militar.

La Liga Santa se constituyó en 1571 por un período de tres años.

La flota aliada comenzó a concentrarse en Mesina (Italia). Las naves de guerra eran 208 galeras: 90 españolas, 106 venecianas y 12 pontificias. Y estaban apoyadas por 6 galeazas venecianas, pesadas y muy poco marineras, cuasi castillos flotantes, dotadas: cada una con más de 30 cañones y reforzada también por varios cientos (sic) de arcabuceros españoles !! Cuando no podían usar sus velas, cada una debía ser remolcada por varias galeras, que, a su vez, se turnaban, para no agotar rápidamente a los remeros de la galeaza.

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GALEAZA

La ingeniería naval española marcaba categoría y distancia con las galeras venecianas, algunas casi inservibles, rotas Y, aunque la artillería de la Señoría era muy buena, sus tripulaciones eran escasas y tenían que ser completadas por españoles.

El núcleo duro de la Flota combinada eran los españoles (un 80% de los hombres). Y las distintas flotillas o grupos de combate se componían por naves de las tres procedencias, para evitar indecisiones y suspicacias entre los “aliados”.

A Mesina llegó un legado pontificio portando reliquias de la Vera Cruz. Entregándose una a cada flotilla o división de la Flota aliada.

La nave de Alí Pachá, el gran almirante de los turcos, recibió un gran sanyac o estandarte de seda verde confeccionado en La Meca, con la Media Luna y aleyas o versículos del Noble Corán bordados en él. Seguramente estaría la shasada o profesión de fe musulmana, cuya recitación equivale al bautismo, y alguna aleya belicosa como “Perseguid a los infieles hasta que toda adoración en la tierra sea dada a Allah”.

Para todos se trataba de un enfrentamiento completo, total, militar y de civilización.

El 16 de setiembre de 1571 partió de Mesina la flota aliada en busca de la turca. En su derrota o travesía fue haciendo sucesivas paradas en Corfú, Gomeniza, Cefalonia y Famagusta.

Los turcos conocieron por sus espías la concentración enemiga en Mesina y concentraron su flota de guerra en el puerto de Lepanto, en el golfo de Patras. Alí Pachá reclamó para la flota todos los jenízaros que pudieran aportarle las guarniciones cercanas. Era un infantería de élite, semejante en capacidad a los Tercios de España, orgullosa de su status y privilegios y fanática de su religión y del favor del Sultán.

En total, consiguió unos 2500 jenízaros.

Jenízaros, los soldados-esclavos del Imperio Otomano - Guerreros de la  historia
JENÍZAROS

En las batallas otomanas, cuando aparecía una etapa de indecisión del resultado o de predominio del enemigo, era el momento de emplear a los jenízaros. Éstos atacaban acompañados de sus pífanos y ruidosos tambores, profiriendo sus gritos de guerra y, generalmente, obtenían la decisión.

En esta etapa del enfrentamiento, en la marcha al combate, se desplegó todo el repertorio posible de espionaje y contraespionaje de ambas partes. Que necesariamente se hacía por vigías en tierra y pescadores costeros, que pronto serían sólo turcos, y, más eficazmente, por naves ligeras y marineras de exploración. Capaces de acercarse e incluso, excepcionalmente, penetrar en el despliegue enemigo.

Mientras la flota estaba en Famagusta, el corsario turco Kara Kodja se infiltró de noche con dos fustas pintadas de negro en la bahía, entre los barcos de guerra y auxiliares cristianos. Y, así, regresó a Lepanto con “noticias fehacientes” de que el número de galeras cristianas era bastante menor que el real. Y confundiendo las galeazas con panzudos barcos de transporte de apoyo. Al retirarse de la bahía, apresó a unos soldados cristianos que, debidamente interrogados, le corroboraron en la idea de que el número de tropas enemigas era la mitad del real.

A bordo de la galera Real se celebró un consejo de guerra de Don Juan de Austria con sus jefes de flotillas, para decidir las próximas acciones ante la cercanía del turco. Luis de Requesens y Juan Andrea Doria eran partidarios de rehuir el combate en esos momentos. Álvaro de Bazán y Alejandro Farnesio opinaban que se debía ir al encuentro de los turcos. Por fín, don Juan decidió, diciendo: “Señores, no es hora de deliberaciones, sino de combatir”.

A su vez, los jefes turcos celebraron su consejo de guerra. La flota aliada les cortaba el acceso al mar abierto, situada a la entrada del golfo, y, por otro lado, ya conocían sus efectivos reales. Que acongojaban a algunos comandantes secundarios turcos. Por su parte, también Uluch Alí, el lugarteniente general, y el jefe de las tropas embarcadas, Pertau Pachá, preferían permanecer en Lepanto, protegidos por las fortificaciones terrestres. Sin embargo, el sultán Selim II reclamaba que atacaran. Así, Alí Pachá decidió atacar.

Al amanecer del domingo 7 de octubre de 1571, partió la flota cristiana al combate. Los vigías turcos de la costa comunicaron inmediatamente la maniobra a sus ligeros buques de exploración, que partieron a informar a Lepanto. Allí, los turcos levaron anclas y se dirigieron a toda vela, con viento de popa, con sus remeros frescos para los momentos del combate, al encuentro del enemigo.

El combate.

Hacia las 7 de la mañana, cuando los aliados se internaban en el golfo de Patras, su horizonte se llenó de velas turcas. No obstante, el enemigo estaba a más de 15 millas naúticas y daba tiempo a completar el despliegue de las flotillas.

Las flotas rivales invirtieron el resto de la mañana en desplegarse y aproximarse.

En cada nave, cada cual se ocupaba de sus asuntos de última hora.

Los carpinteros cristianos se afanaban en serrar los restos de los espolones. Don Juan había ordenado serrarlos sólo parcialmente, para que su técnica no fuera detectada por el enemigo y copiada. Así, se quedaba libre la tamboreta delantera, al final de la cubierta de proa, para que su batería ganara más sector de fuego.

Los sacerdotes y frailes (agustinos, franciscanos y jesuitas) que iban a bordo atendían y daban la absolución a los combatientes, los marineros y los remeros.

¿Cómo combatirán?

El comandante turco lo fiaba todo al “choque rompedor” de sus galeras “cabeceras de grupo” con una capitana secundaria cristiana. Quedando ésta quebrada y fijada. Luego, la galera cabecera turca y sus naves subordinadas la atacarían con su infantería de a bordo. Formándose una gran “plataforma flotante de combate”.

La artillería turca tenía una tarea de apoyo secundaria al combate de infantería. Va a tardar mucho tiempo hasta que los cañones de una época sean capaces de hundir un barco de guerra.

Su fuerza decisiva al combate eran los espolones de proa, la infantería embarcada y los jenízaros.

También contaba con las maniobras de sus flotillas de las alas y la reserva de la flota del Sultán, para situarse más favorablemente contra una flotilla cristiana y proceder al choque final.

La estrategia operativa y la táctica de los cristianos eran parecidas a las turcas. No podían diferenciarse mucho cuando ambas se basaban en el choque directo a la vista de los rivales.

Los cristianos estaban más adelantados en los tiempos que los turcos, ya que no confiaban tanto en la importancia pura del espolón y la trabazón de las galeras contrarias. Sino que ya utilizaban el fuego artillero a distancias cortas para quebrantar a los turcos embarcados y romper la alineación de su despliegue.

Ello en preparación para la entrada en combate de las infanterías embarcadas rivales, cuando las galeras se tocasen.

(CONTINUARÁ)