Terrorismo, Guerrillas y Violencia. 2ª Parte.

Los libros y la experiencia son descuidados siempre.

Entonces, por qué Hamas atacó con una vesanía y un odio desatados y feroces a los poblados, cooperativas y pequeños puestos militares del centro y sur de Israel en la madrugada del sábado 7 de octubre de 2023 hasta el día siguiente, en que se retiraron o fueron desalojados.

YAHYA SINWAR, ES EL JEFE POLÍTICO DE HAMAS EN GAZA. ÉL ESTÁ PROBABLEMENTE EXILIADO EN EGIPTO .

Porque no aprendemos de los libros, porque no nacemos con experiencia y, lo que es peor, tenemos que ganarla a pulso. Y, en definitiva, porque la historia se repite y hay que ser muy especial para aprender de la experiencia ajena. Aunque, razonando, lo entendamos bien!!

Pero, hay quien cree que el razonamiento es el camino o medio para equivocarse con Convicción.

Ninguna guerrilla es inofensiva o irrelevante.

Merece la pena ahora dedicarle unos cuantos párrafos a un “conflicto de liberación” guerrillero, que no pudo ganar su guerra. Pero que consiguió llevar el conflicto a una situación de impasse, de tablas, de ausencia de compromiso y pérdida del interés de su metrópoli.

Donde ninguno de los dos combatientes pudo vencer militarmente al otro. Pero, donde los guerrilleros podían soportar más tiempo en armas que su metrópoli. Y el tiempo no les desgastaba política o socialmente a ellos. El gobierno británico se veía acosado por su pueblo y por la opinión pública internacional, para que terminase la guerra. Y, por tanto, para que diese la independencia a su pequeña colonia del Mediterráneo oriental.

En 1925, Gran Bretaña dio el status de “colonia” a la pequeña isla de Chipre, de ascendencia griega. Cuyos nativos tenían “la ilusión y el propósito identitarios” de unirse social y políticamente a Grecia, en un proceso político llamado “Enosis”.

Los chipriotas eran personas buenas, rudas y sencillas, mayormente campesinas y sin formación militar alguna. En 1955, Chipre tenía unos 550 mil habitantes y la isla tenía apenas unos 9282 km2 de superficie.

Su terreno no ofrecía especiales ventajas en una guerra de guerrillas. Tiene dos zonas montañosas, la del Olympau y la del Pentadaktilau, que son transitables por caminos pavimentados por todas partes sobre vehículos a motor.

Por otra parte, tampoco posee grandes y/o tupidos bosques, que acojan a bases guerrilleras, acogedoras, reparadoras protectoras, tranquilas. Donde adoctrinar al pueblo y prepararse para los combates y recomponerse de ellos.

En los principios de su guerra de liberación de China, en los años 30 del pasado siglo, Mao Ze Dong declaró también que “un foco guerrillero necesitaba para prosperar, empezar en lo profundo de un país grande”. Al principio de la rebelión comunista, a finales de los años 20, cuando él y los comunistas estuvieron a mano, el Ejército chino del Kuomintang les daba para el pelo y, además, Chiang Kai Shek estaba asesorado por militares alemanes.

Por fin, en octubre de 1934, los comunistas abandonaron el sur de China y se trasladaron en una Gran o Larga Marcha de 12500 km. y 370 días a Yenan, en la lejana provincia de SiangXi, combatiendo durante su recorrido. Adonde llegaron en octubre de 1935, 8500 guerrilleros y familias, de los 150 mil que salieron de sus bases machacadas del sur de China.

Eran ese descalabro o la aniquilación.

Tablas tácticas y Triunfo Estratégico.

Desde Nicosia se pueden transportar tropas inglesas sobre vehículos a motor a cualquier parte de Chipre en un tiempo máximo de 2 horas. Para la evacuación de heridos o el transporte de un patrulla (un pelotón-) los ingleses contaban ya con helicópteros.

El tamaño constreñido de la isla permitía a los ingleses atacar a fondo cualquier parte de ella y en cualquier época del año.

A primeros de los 50, Georgios Grivas, coronel retirado del Ejército griego, llevó a cabo un reconocimiento personal de Chipre, para valorar las posibilidades de realizar una guerra de guerrillas contra la dominación británica de su patria. En 1954, con 56 años de edad, se trasladó a la isla, donde organizó y condujo la E.O.K.A. ((Organización Nacional de Lucha Chipriota), usando el nombre en clave de “Dighemis”. La lucha se inició el 1 de abril de 1955 y duró 46 y medio meses.

CORONEL GEORGIOS GRIVAS, CON SU FIRMA DE ALIAS.

La estrategia, las tácticas y los métodos o técnicas de la guerra de guerrillas fueron adaptados a Chipre. Y, en eso estriba la razón del éxito logrado en ese teatro de operaciones.

Dos eran las principales acciones ofensivas que utilizaban los guerrilleros: el sabotaje de las instalaciones y medios del gobierno y los ataques por sorpresa, limitados en su potencia y realizados por fuerzas capacitadas para la maniobra, contra las tropas inglesas. Ambas acciones estaban limitadas al principio, debido a la falta de personal instruido y la escasez de materiales. Pronto las minas o, más bien, los artefactos explosivos improvisados (AEI) comenzaron a ser usados bastante.

Una excelente preparación y la completa sorpresa del enemigo, unidas a la conducción hábil de las guerrillas eran las características necesaria para el éxito de las acciones.

Las tropas británicas se encontraron enfrentadas a la lucha guerrillera, irregular, sin la menor preparación para ella. Y no estaban a la altura ni táctica ni organizativamente. Así, necesitaron un largo período de preparación y capacitación, antes de poder atacar a los guerrilleros. Lo cual equivalía a soportar algunos fracasos por un tiempo.

Por ejemplo, los británicos pensaban que los guerrilleros se escondían en las poblaciones. Realmente, se escondían en el campo, las montañas, literalmente “bajo las piedras”.

La exploración británica no sabía detectar los escondrijos guerrilleros. Y, su descubrimiento podía suponer caer en una trampa: recibir fuego desde una posición cercana desconocida, sufrir una explosión en la posición supuestamente ocupada por guerrilleros.

El ejército británico trabajaba por pelotones. Era la unidad mínima táctica, porque podía maniobrar y operar por sí misma en el Microterreno. Y la formaban (esto es un ejemplo sólo de uno grande) una ametralladora ligera con su tirador y uno o dos cargadores/defensores, un lanzador de cohetes antitanques ligeros y un cargador/defensor, un jefe y un segundo jefe y dos equipos de dos hombres cada uno. Unidos y compactados así, marchando y atacando, sólo se hacían más vulnerables al enemigo.

Para levantar y/o atacar a los guerrilleros tienen que actuar los equipos o parejas de soldados, que pueden o no ser mandados por un cabo.

ARZOBISPO MAKARIOS III, PRIMER PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CHIPRE

La sección (platoon, en inglés) o compañía se desdobla en multitud de “pequeñas unidades tácticas”, para extenderse en una zona y cubrirla, mediante la acción sobre el microterreno. Esto es como un zoom y emplean la “unidad de acción” y la distancia de ataque como convenga, según el blanco enemigo.

Para 1959, las fuerzas británicas se habían metido en un atolladero. Les era muy difícil localizar a las guerrillas. Y, tampoco eran capaces de atacarlas y derrotarlas. Pero, las guerrillas estaban ahí, reclamando la Independencia de Chipre y la Enosis o la incorporación a Grecia. Y, ya solamente su presencia armadas y sus pequeños éxitos suponían un tremendo revés político y social para los británicos.

Las guerrillas eran como un gas inodoro, incoloro e insípido, que todo lo permeaba y llegaba a todos los sitios.

Y, la razón central: los ingleses no eran capaces de conocer y preparar una contraofensiva eficaz contra las fuerzas chipriotas.

Y, la prensa británica acreditaba y contrastaba todo esto:

El diario The Observer escribió que las autoridades civiles y militares de Chipre habían declarado que la EOKA era imposible de vencer. A su vez, el mariscal Bernard Montgomery dijo que la EOKA era estratégicamente imbatible. Y el Daily Herald reconoció que un mariscal de campo, tres generales y 40 mil soldados británicos no eran capaces de derrotar a la EOKA.

Los británicos aceptaron conceder la independencia a su colonia y Grivas partió para el exilio en Grecia. Ésta fue una de las condiciones británicas para el Acuerdo de Independencia. Retornó en 1964 y fue nombrado Jefe de las Fuerzas Armadas de Chipre.

FINAL.

LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LAS SORPRESAS TÁCTICA Y OPERATIVA

Prolegómenos.

La sorpresa militar forma parte más del arte bélico y de su creación, que de la ciencia militar, la doctrina, sus reglamentos y los principios o “normas» del buen hacer en la guerra. Desde luego, su ámbito y sus instrumentos los toma de la ciencia militar. La ciencia militar tiene su lógica y su práctica orientada a la teoría aplicada.

La doctrina militar forma el armazón, la estructura, el corazón de todo el desarrollo y la sabiduría que la ciencia militar ha ido elaborando hasta el momento. La doctrina militar de cada estado incorpora la idiosincracia, la historia y la civilización de la nación correspondiente. Las virtudes permanentes y los valores, más temporales, de aquélla se reflejan también en su doctrina militar. Todo esto la canaliza en una dirección y un sentido.

El arte bélico tiene en su concepción y ejecución las características de: la variabilidad; la concepción insólita y singular; la aplicación diferente, inesperada y novedosa y la relativa ingenuidad (naturalidad y frescura) y libertad en sus hechos.

Si nos guiamos principalmente por la ciencia militar, que también conoce el enemigo, los resultados de la dialéctica bélica los obtendremos manteniendo una superioridad en hombres y medios, marchas y maniobras. Y el coste será la atrición de los medios y el desgaste humano en una proporción mayor y siempre indebida, que con el empleo de la sorpresa.

Así, una defensa escalonada en profundidad y con suficientes reservas, probablemente nos prive de muchas oportunidades para la sorpresa eficaz. Pero, casi siempre, actuando en el microterreno, como empleando un zoom táctico, podremos aplicar la sorpresa táctica u operativa, insólita e inesperada.

Desarrollo.

La sorpresa se concreta y materializa en una acción inesperada sobre el enemigo por el fuego y/o el choque. Que, aprovechando la no disponibilidad combativa habitual del enemigo, le hace víctima de un ataque que no está en disposición de rechazar con éxito.

Evidentemente, las unidades a cargo de la sorpresa deben eludir a la exploración, a las avanzadas de combate y a la seguridad enemiga. Encargadas de dar al grueso que las destacó, el tiempo suficiente para adquirir la disponibilidad combativa que le permita el rechazo de su atacante.

Pero, la sorpresa mental no sólo debe ser inesperada para el enemigo. Sino que, para que se pueda aprovechar la totalidad de su potencial y efectos, debe ser también desacostumbrada, especial, infrecuente. Con una tendencia indudable a ser “insólita, nunca vista”. Este carácter insólito, nunca ocurrido, refuerza extraordinariamente el carácter al uso, inesperado y súbito de la sorpresa.

No siempre tenemos a mano la insolitud. Y la sorpresa favorece frecuentemente, al emplear la ley de la acción, al rival más móvil e, incluso, sólo más activo.

Entonces, el empleo y la manipulación de las “apariencias”, las características apreciadas de los eventos y sus circunstancias, nos permitirán establecer y desarrollar una “situación” táctica u operativa nueva. Que, para el enemigo, resulte sorpresiva e insólita. Y que nos dé una victoria insospechada al principio de la situación dialéctica planteada.

Ejemplo táctico con trascendencia operativa.

Veamos un ejemplo de una fuerza extraordinaria actuando como fuerza normal, induciendo al enemigo a un engaño completo, gracias a la manipulación de las apariencias de las circunstancias.

Con el avance de los soviéticos amenazando operativamente Rostov, el 4º Ejército panzer del coronel general Hoth se retiró en enero de 1943 de sus posiciones en las riberas del Sal, estableciendo una línea defensiva al sur del río Manich. Por aquella ciudad pasaba la vía de abastecimientos y de retirada del 1er. Ejército panzer y debía mantenerse abierta, si se deseaba evitar un desastre cualitativamente similar al de Stalingrado. El Sexto Ejército atrapado aquí era la unidad tipo ejército más poderosa de la Wehrmatch. El 4º Ejército panzer recibió la misión de proteger este cuello de botella de las comunicaciones del Grupo de Ejércitos Don.

Erich von Manstein - Wikipedia, la enciclopedia libre
General Erich von Manstein, antes de su toma de la fortaleza de Crimea.

Pronto alcanzaron los soviéticos la confluencia del Manich con el Don. Apoderándose de la pequeña ciudad de Manutchskaya, en su ribera sur y situada a sólo 30 Km en dirección a la desembocadura del Don. Los soviéticos adelantaron entonces destacamentos avanzados en esa dirección. El 23 de enero, la 11ª división panzer y la 16ª división de infantería contraatacaron a las puntas de avance soviéticas y las rechazaron sobre Manutchskaya.

Ahora era vital restaurar el frente al sur del Don y del Manich, expulsando a los soviéticos de esa ciudad. Que constituía una de sus características cabezas de puente, que con enorme habilidad sabían reforzar rápidamente, una vez constituidas.

Hermann Balck - Wikipedia, la enciclopedia libre
GENERAL HERMANN BALCK, UNO DE LOS MÁS FINOS TÁCTICOS DE ALEMANIA

Los alemanes realizaron un ataque directo desde el suroeste el día 24, buscando sorprender a los soviéticos, con la continuidad de las operaciones. Pero se encontraron con el fenómeno citado. Los soviéticos ya habían creado un frente antitanque en esa entrada a la ciudad. Emplazando tanques con sus cascos semienterrados y distribuidos entre los edificios, a lo largo de las calles en profundidad y que eran de muy difícil localización.

La 11ª división panzer, muy veterana y con un magnífico táctico por jefe, el general Hermann Balck, cesó rápidamente el ataque al detectar la importancia de las defensas, sin empeñarse a fondo.

El día 25, el general Balck inició un ataque sobre el sector noreste de la ciudad, que los soviéticos identificaron como el asalto principal, similar al anterior y siguiendo el criterio ortodoxo de “no insistir en ataques fallidos o frontales” (no provechosos). Por ello, trasladaron rápidamente sus medios antitanques (los tanques son los más móviles) al sector amenazado.

Para que ese ataque fuera creíble (manipulación de las apariencias) se empleó en un principio en su apoyo toda la artillería divisionaria. Se trataba, además, de la dirección de ataque más peligrosa para los soviéticos, ya que ésa era la parte de la ciudad más cercana al puente principal de carretera sobre el Manich y su ocupación aislaría la cabeza de puente soviética en la ribera sur. Esto constituirían las “evidencias primarias” de la apariencia.

Probablemente, el ataque en el sector nordeste ya fue considerado por la defensa soviética como un ataque alternativo (una de las posibilidades) y por eso también reaccionó rápidamente al ocurrir.

El ataque alemán principal “virtual” lo ejecutaban tanquetas de exploración y vehículos semi orugas de infantería, para simular la marcha de vehículos mecanizados, ocultos por cortinas de humo. Buscando más esconderlos de las vistas enemigas que proteger su avance por saltos observados. Esto prestaba una “evidencia secundaria” a la credibilidad de las “apariencias”.

Cuando el empeño soviético en la nueva defensa fue apreciado, lo cual confirmaba la alteración del dispositivo original y la atracción ejercida sobre él por el ataque normal “aparente”, el grueso de la artillería divisionaria lanzó un potente golpe de fuego sobre un sector de la zona suroeste de la villa. Una sola batería alemana quedó apoyando el falso ataque principal en marcha.

Meet Hermann Balck – The Trailblazing Panzer General That History Forgot -  MilitaryHistoryNow.com
BALCK RECIBE UNA CONDECORACIÓN DE MANOS DEL FUEHRER, DETRAS EL MARISCAL KEITEL

El grueso de los tanques del 15º regimiento panzer atacaron inmediatamente el límite anterior de la defensa y entraron en la villa. Avanzando por su interior, para atacar por la retaguardia el nuevo despliegue defensivo soviético, especialmente sus tanques. La infantería mecanizada alemana cerró tras ellos después de la irrupción.

La resistencia soviética se desmoronó. Su infantería se dirigió al puente sobre el Manich, siendo perseguida por el batallón de motoristas 61. Las bajas alemanas en la liquidación de la defensa de Manutchskaya fueron, según fuentes propias, de un muerto y catorce heridos. Atribuyéndoseles a los soviéticos entre 500 y 600 bajas y 20 tanques destruidos.

Las INTERFASES de ACCIÓN como Zonas del DESARROLLO TÁCTICO contra el Enemigo. Parte Segunda.

Introducción.

La interfase de acción es un concepto espacial que define la zona y el espacio donde desarrollamos la acción violenta sobre el enemigo y sus medios, siguiendo criterios tácticos adaptados al carácter de nuestros objetivos. El factor de acción eficaz en las interfases de acción es el sistema de armas combinadas o interarmas.

En el ataque penetrante, por ejemplo, la superficie de las interfases se limita cuantitativamente y se seleccionan éstas en la profundidad enemiga, según sus puntos críticos y aquéllos que estorben al avance de nuestras fuerzas, por ejemplo, observatorios y puntos de fuego antitanque. En la defensa, aumentamos cuantitativamente las potenciales interfases en nuestra profundidad y de una forma algo laminar.

La interfase es la que posibilita una acción táctica y la destrucción del enemigo, aplicándole una pura atrición elegida, selectiva y favorable. La ausencia de interfases, por el contrario da una cierta seguridad a cualquier fuerza, concretándose solamente en una amenaza la presencia, incluso cercana, de su enemigo.

La interfase no es sólo lineal o frontal y con la profundidad del alcance de las armas pesadas de infantería y de los tanques, sino que se prolonga superficial y espacialmente por la acción de la artillería indirecta, de los medios de destrucción superficial (artillería reactiva) y de la aviación de combate y de bombardeo. A menor interfase en una zona de operaciones, funcionará más el criterio de maniobra operativa y en una mayor interfase, buscaremos desde posiciones ventajosas y con medios eficaces y sinérgicos (combinadas o interarmas) aniquilar (incapacitar) al enemigo.

La velocidad de intercambio (acciones y efectos) en la interfase es cualitativamente variable y está condicionada por la transitabilidad del terreno y por el carácter de nuestra intención. En el ataque buscamos la fluidez de las acciones tácticas. En la defensa, deseamos añadir un espesamiento a las mismas, que nos ayude a romper al enemigo delante del límite anterior de la posición de defensa y en las distintas emboscadas y bolsas de fuego preparadas, tanto principales y alternativas como suplementarias, preferiblemente antes de su irrupción.

En las interfases existen ciertos puntos críticos, donde nuestra interacción táctica con el enemigo resultará especialmente eficaz. Son sus vulnerabilidades tácticas, sus vacíos de protección o de capacidad de combate o sus medios de defensa descuidados, aunque sólo lo sean durante un tiempo. La exploración de combate es imprescindible para detectarlos y es misión del jefe táctico decidir sobre cuál o cuáles actuar, buscando en la decisión táctica, la trascendencia operativa del mando superior.

La capacidad de combate se aplica sobre una interfase con una profundidad variable en función de las armas. La capacidad de combate posee un valor máximo, útil, relativamente estable para las distintas armas o sistemas de armas, que podemos medir en hombres por metro de interfase de acción.

Para el choque, por ejemplo, no es posible usar más de un hombre por 1,5 ms. de interfase de contacto. Para el fuego de tiradores, considerando una sección de 50 hombres útiles para unos 300 ms de interfase, su valor baja desde 0,6 a 0,15 hombres por m. de frente. La artillería produciría un efecto de cegamiento, de perturbación, de neutralización o de destrucción, añadido a la acción en la interfase, pero complementario de ella y nunca sustitutivo. El fuego de ametralladora no bajaría sustancialmente la proporción, ya que su fuego “equivale” al de un cierto número de infantes, según el terreno y su capacidad de adquirir blancos, en fuego rápido de 20 disparos por minuto y fusilero.

Desarrollo.

Sin embargo, desde las guerras de la antigüedad a las guerras de los años 80, la dispersión ha aumentado desde un valor proporcional de 1 a 5.000 en el campo de batalla o táctico. Para la defensa organizada estática moderna equivale a un batallón de 750 hombres en 3 Km2. La defensa móvil o en ambiente nuclear puede triplicar esa superficie. Esta dispersión ha vaciado el campo de batalla, cubierto ahora por el fuego directo y el fuego indirecto de apoyo, y ha permitido profundizar enormemente el terreno operativo de las grandes unidades, hasta los 50 a 75 Kms.

Una obstrucción, un desfiladero, un río en el que la interfase disminuyese o alterase, limitaría las posibilidades reales del atacante y potenciaría enormemente al defensor. Así, la batalla defensiva del rey Leónidas en el desfiladero de Las Termópilas, sería un ejemplo de contención de fuerzas abrumadoramente superiores, por la limitación absoluta de la interfase de acción entre los ejércitos persa y espartano. Y, no poder aplicarse ésta sobre los centros críticos griegos, por ejemplo, un flanco expuesto, hasta que un pastor sirvió de guía a un contingente persa para alcanzarlo.

Toda esta complicación operativa convierte simultáneamente en improductivas o no activas, a la mayoría de las fuerzas empleadas en una acción en un momento dado.

Existiendo esa limitación práctica al uso de nuestra capacidad de combate disponible, debido a la desproporción espacio táctico/interfase en el combate, surge el tema de conseguir la aplicación máxima de nuestra fuerza.

Para lograrlo debemos de:

Aumentar todo lo posible nuestras interfases favorables con el enemigo, especialmente sobre los puntos débiles y críticos de su despliegue; rotar adecuadamente las unidades en contacto táctico; mantener un espacio de maniobra adecuado en nuestra retaguardia táctica, que permita impulsar las puntas de ataque necesarias o mantener las diferentes interfases defensivas posibles ante la irrupción o la penetración enemigas.

Y emplear a cada arma en la interfase de acción más favorable posible: Así el peso del esfuerzo lo llevará la infantería en los ataques preparados contra un enemigo alistado para el rechazo (por ejemplo, un frente antitanque), en las largas distancias de avance y en los terrenos de reducido dominio por la vista, como los bosques, las zonas urbanizadas y los terrenos quebrados, con los tanques apoyándoles por el fuego y avanzando por saltos cubiertos. Los tanques pueden ir delante en los ataques de encuentro, en los terrenos ligeramente ondulados y si el enemigo tiene un peor alistamiento de combate, pero teniendo cuidado en que la infantería cierre rápidamente las distancias. Para cortas distancias empleamos el ataque conjunto en un mismo sector; ambas armas pueden avanzar desde diferentes posiciones en un ataque convergente en los combates de encuentro y en los envolventes, siendo fundamental la sincronización de ambos. Dentro de la posición enemiga los tanques atacan las posiciones de tiro con su fuego y la infantería va limpiando las posiciones desde sus flancos.

También es posible aumentar estructuralmente nuestras interfases de acción favorables con el enemigo.

Esto se logra en el ataque mediante la ruptura y la penetración en sectores favorables y siempre por el envolvimiento, la inversión de frentes y el cerco y por la persecución frontal y desbordante coordinadas. Los escalones sucesivos del atacante pueden, a su vez, crear una interfase de acción favorable contra un enemigo no suficientemente defendido, por ejemplo, posiciones de artillería o centros de comunicaciones o parques logísticos, y también mediante un ataque de flanco desde su profundidad con unidades mecanizadas o blindadas, sobre un contrataque enemigo contra su penetración.

En la defensa ocurrirá a la inversa. Se evitará la ruptura de la zona de defensa, aunque sea móvil, aumentando en su “recorrido” las posibles interfases desfavorables para el enemigo.

Esto se logra por el escalonamiento en profundidad de los medios activos de defensa y por su colocación preferente en las contrapendientes, en posiciones cubiertas, ocultas, preferiblemente de flanco, alternativas y suplementarias y recibidas por una defensa local de infantería y buscando buenos y entrecruzados sectores de tiro. También por el aumento de las interceptaciones (cortaduras reforzadas, campos minados de rápida colocación, obstáculos naturales más o menos perpendiculares a sus sectores de avance)

(Continuará)

Las Armas y sus Defensas en la Historia. Tercera Parte.

Las caballería ligera mongola , sin arriesgarse nada, ablandó a distancia el despliegue desesperado en cuña de los caballeros y, a continuación, tomando su oportunidad, la caballería pesada cargó para aplastarlos. Sembrando el caos entre sus enemigos y deshaciendo ya la autoconfianza de los húngaros.

Los mongoles seguían sin terminar o cubrir con algún destacamento, el cerco al campamento de carros

Numerosos destacamentos ligeros mongoles salieron, a su vez, en persecución de los huidos. Una parte los presionaba directamente por su retaguardia, para aumentar su conmoción, el caos y su miedo. Mientras, otros destacamentos realizaban la “persecución desbordante”, alcanzándolos desde los lados y alanceándolos o lanzándoles sus flechas desde las monturas.

A lo largo de 50 Km se extendieron, por el camino de vuelta a Pest, los restos de los húngaros, de sus cabalgaduras y de sus equipos e impedimentas. Más de 70 mil caballeros y auxiliares húngaros perecieron en el campo de batalla, en el campamento temporal y en la fuga hacia el suroeste.

Tras la batalla del Sajo, la resistencia húngara colapsó.

Los mongoles atacaron seguidamente Pest y la quemaron. Pero no se atrevieron a cruzar al lado oeste del Danubio en la explotación del éxito, a pesar de las supremacías moral y numérica que gozaban en esos momentos. Batu y Subodai dieron descanso a su ejército y consolidaron sus posiciones al este del gran río. Y así pasó más de medio año, donde el acontecimiento principal relacionado fue una declaración poco animosa de Cruzada contra ellos del Papa, de la que se obtuvo poco en la práctica.

En diciembre de 1241, el Danubio se congeló en esta gran región. Los mongoles aprovecharon para saquear Buda, realizaron un reconocimiento en fuerza en Austria y enviaron un destacamento al sur, hacia Zagreb, en persecución del rey Bela. Y el día 25 asaltaron Gran, la capital húngara y sede de su arzobispado, llevándose consigo todo lo que de valor y antigüedad pudieron.

Un Final portentoso para Europa.

Europa central y occidental estaban maduras para una invasión mongola. Los europeos no tenían un ejército capaz de enfrentarse a esa amenaza, que ya estaba echándoles el aliento en sus nucas.

EL GRAN KHAN OGEDEI

El plan estratégico explicado por Subodai al Khan y a sus generales parecía cumplirse fielmente hasta sus últimas partes. Pero, esto era ya sólo una ilusión, un imposible. Una “apariencia”, que diría Sun Tzu.

El 11 de diciembre de 1241 habían recibido en el cuartel general de Batu y Subodai a un mensajero escoltado proveniente de Karakorum, la capital mongola. Traía las noticias que Ogadai, el Gran Khan, había muerto y que su viuda estaba actuando como regente, hasta que un nuevo emperador mongol fuera elegido y ascendiese al trono.

Los príncipes mongoles presentes estuvieron deseosos de hacer valer sus derechos para la sucesión y decidieron regresar a su capital, llevando consigo a los tumanes imperiales. Batu sabía que sin esas tropas escogidas, no podía mantener en su poder a Hungría, pero creyó que con los reclutas turcomanos, que ya tenían experiencia y habían participado en combates, podría mantener la mayor parte de sus territorios.

Así, los mongoles evacuaron Hungría, sin ser estorbados, acosados o perseguidos por sus enemigos. Aunque detrás dejaron la tierra que fue suya arrasada. Esto fue un símbolo de su idiosincrasia y carácter expoliador hasta el agostamiento, bandido de tierra y depredador absoluto. Y sin la menor capacidad para crear, mantener, desarrollar, extender y legar a sus sucesores, una civilización que mereciera este nombre. Y no dejarles sólo los resultados acumulados de sus tropelías, fianzas, tributos, saqueos y botines y las enseñanzas militares para obtenerlos.

SARAI, LA CAPITAL DEL IMPERIO MONGOL SUBSIDIARIO DE LA HORDA DE ORO.

Batu regresó a su campo base de partida, en Sarai, cerca del Volga y a escasos 100 Km. al norte de Astrakán. Y allí estableció un imperio mongol subsidiario, que fue conocido como la Horda de Oro.

Los mongoles no tendrían otra oportunidad igual para invadir Europa. Tras esta aberrante pesadilla sufrida por los europeos, éstos inventaron toda clase de relatos y mitos, en los que contaban cómo habían derrotado a los invasores “tártaros” (así conocían en general a los mongoles) y les habían obligado a volver a sus tierras.

Este resultado impensable, súbito y ocurrido en los últimos momentos posibles … portentoso, ¿fue cosa del Sino y del Karma de Europa y su Civilización privilegiada?, ¿o era el resultado de una Intervención Divina por intercesión de la Virgen María?

Desde luego, fue humanamente una excesiva e increíble casualidad. Pero la fe tampoco puede aportar nunca unas “evidencias”, porque dejaría de serlo y se convertiría en la realidad comprobable. La Intervención Divina eficaz, en favor de Europa y su civilización, que sin el Cristianismo actuando desde su médula, nunca se parecería a lo que fue y a lo que es, es probable, porque Aquélla nunca es tronante o avasalladora.

OGEDEI, SEÑOR DE ASIA Y SUCESOR DE GENGHIS KHAN

Dios no visitó a Elías en la tormenta de rayos o en el viento huracanado, sino en una tenue y suave brisa. Y, para los esotéricos y los sincretistas, la explicación podría ser “una actuación cósmica de las fuerzas astrales y akásicas, en favor de la Luz, la Paz y la Civilización humana hacia los niveles superiores de la Conciencia Universal”.

También existe una explicación “racional” y común de lo ocurrido, pero que no puede concretar el momento para iniciarse esa retirada oportuna. Los mongoles y las tribus centroasiáticas asociadas estaban creando un imperio euroasiático en la primera mitad del siglo XIII. Pero sus capacidades materiales y sus recursos ideológicos y religiosos no se correspondían con un objetivo tan importante.

Como ya vimos, a los pueblos de los países ocupados, no tenían nada satisfactorio y duradero que ofrecerles. Los mongoles se mantenían en esas tierras ajenas por la amenaza del terror conocido. Como ocurriría con otros tiranos, que pretendieron hacerse “mundiales”, sus colaboradores necesarios eran étnica o ideológicamente similares. Pero la etnia mongola y sus afines eran demográficamente insignificantes, para poder vigilar y defender solos un imperio tan vasto. Todo ello, en las décadas de la invasión de Europa oriental, se había tensado hasta el punto de ruptura sus capacidades militares.

Así, más temprano que tarde, los mongoles hubieran tenido que realizar aquella marcha retrógrada general, para asegurar y consolidar sus tierras del Este de Eurasia. Alejándose del contacto con civilizaciones dinámicas, ideológicas y expansivas, como la europea, con la que las relaciones de vecindad y de primeros intercambios de comerciantes, exploradores y aventureros se hubieran resuelto con el enfrentamiento militar.

(Continuará)

Las Armas y sus Defensas en la Historia. Segunda Parte.

Los ejércitos mongoles.

La caballería del Ejército mongol se dividía en ligera y pesada.

Su arma más distintiva, usada en toda la caballería, era el arco compuesto, en forma de S, que, tensado debidamente, podía lanzar una flecha hasta más de 300 ms de distancia. Su longitud le hacía útil para dispararlo desde una montura.

Los mongoles eran pastores y su ocupación les daba mucho tiempo libre. Así, se entretenían en disparar el arco compuesto. Logrando con ello una gran maestría en su disparo y uso y, muy importante, manteniéndola en el tiempo.

La caballería ligera estaba destinada a hostigar al enemigo en formación, a enviar patrullas por delante de su grueso, para adquirir información y a perseguir y rematar al enemigo roto, en su huida.

La caballería pesada golpeaba en el choque al enemigo; se procuraba que éste estuviese cansado o disperso o en minoría.

Los mongoles no llevaban un tren de asedio suficiente. Vencían al enemigo encastillado con cebos y tretas. Y, ofreciéndole una ventaja deseadísima lo atrapaban.

Desarrollo.

En 1241 unos 100 mil mongoles cruzaron la frontera polaco-ucraniana para atacar Hungría.

Un destacamento de 20 mil hombres, dos tumanes o divisiones mongolas, las órdenes de los príncipes Baidar y Kadan, se encargarán de asegurar que los húngaros no recibirán refuerzos de Polonia, Alemania o Bohemia.

Para ello, derrotan a las concentraciones de fuerzas de esos países en Chmielnik, a unos 18 Km de Cracovia. Atrayendo al enemigo en su persecución, sin previa lucha, a una emboscada, apareciendo los mongoles ante aquél como una partida de incursión que se retiraba a su base.

Y, en Liegnitz, a unos 60 km al oeste de Breslau, emplean una mangudai para engañarlos. Consistía en que un “cuerpo” de ejercito mongol, inferior al enemigo, se empeñaba seriamente en la lucha. Su tamaño era lo suficientemente grande para que el esfuerzo mongol se considerase importante. Con ello iba a atraer mentalmente al enemigo y a apartarlo de cualquier otro pensamiento o posibilidad. Tras una dura batalla, el puro peso del enemigo obligaba al cuerpo mongol a retroceder.

Batu cruza el Sajo con 40 mil hombres por el Puente de Piedra

Lo que era una retirada táctica y nunca realmente desordenada, se tomaba por sus enemigos por una derrota explotable. Su desconocimiento total y permanente del enemigo mongol no le hacía sospechar nada. Y, su deseo de la victoria, acrecentado por el verdadero esfuerzo realizado en el combate inicial, no le dejaba ver más allá.

La persecución anhelante y a toda leche, terminaba dispersando las formaciones cerradas y sólidas de los nobles europeos. En un momento de la persecución, siempre lejos de las fuerzas enemigas que aguardaban, surgía el grueso de la caballería pesada mongola, escondida, fresca y lanzada al choque. Que terminaba por deshacer a los grupos de caballería inconexos, en los que se habían dispersados los perseguidores europeos.

Tras una auténtica cacería, las fuerzas europeas que quedaban en las posiciones iniciales de la batalla, bien se dispersaban también o eran a su vez atacadas por el conjunto de las fuerzas mongolas.

En esos momentos, en menos de un mes de operaciones, 20 mil mongoles (al inicio) habían recorrido unos 650 Km en territorio enemigo y ganado dos batallas decisivas.

Polonia se encontraba batida y conmocionada y los alemanes al oeste del río Oder retrocedían y se disponían a defender sus reinos. Los bohemios, aún intactos, estaban a unos 400 Km de las primeras posiciones defensivas húngaras en el Danubio; por lo que su ejército era operativamente ineficaz para lograr la decisión en el ataque mongol a Hungría.

Para asegurarse de la “intención” de los alemanes, los mongoles realizaron una demostración hacia el oeste, dentro de Alemania. El rey Wenceslao de Bohemia los persiguió. En unos momentos dados, los dos tumanes (-) se desdoblaron en pequeños y escurridizos destacamentos. Y, formando una nube casi invisible para el enemigo, se deslizaron por ambos lados del ejército bohemio y se alejaron hacia el este.

En su retirada para unirse con el grueso del ejército mongol (80 mil (-) hombres), al mando de Subudai Bahadur, el lugarteniente del Khan, los mongoles cruzaron por Moravia, asolando sus poblados, almacenes y campos. Así, crearon un amplio páramo desierto, que protegería aún más el flanco derecho de Subudai, al dejar esas tierras moravas incapaces de sostener por un tiempo a un ejército de paso.

Recreación General Subodai Bahadur

Los restos de las fuerzas de los príncipes Baidar y Kadan consiguieron reunirse con las fuerzas de Subudai para participar aún en su campaña.

El general Subudai había ideado y presentado el plan de invasión y ataque al Khan y sus generales, y, había sido puesto al mando de las fuerzas para realizarlo.

Subudai concentró su ejército en 3 agrupaciones de marcha. Cada una entraría en Hungría por una ruta diferente, a través de los pasos y valles de los montes Cárpatos. Este despliegue aportaba a los mongoles una protección de las sorpresas enemigas y les daba ya un desdoblamiento inicial, preparatorio para las maniobras de sus 3 cuerpos móviles. Los húngaros, por su parte, no se atrevieron a atacar a ninguno de ellos, por miedo a un avance de los otros cuerpos sobre su retaguardia operativa o para ocupar algunas de sus ciudades.

El 3 de abril, Subudai formó sus tres columnas móviles de ataque frente a Pest, en la ribera este del Danubio. Allí estaba el rey Bela de Hungría, con su ejército de 100 mil hombres. Al otro lado del río, unidas por puentes, estaba Buda.

Habiendo destacado también un tumán en Transilvania, para asegurarse que de Rumanía no recibían refuerzos los cristianos, los mongoles eran ahora unos 70 mil (+) hombres. Y, cuanto más tiempo se tomase Subudai en sus cálculos, decisiones y preparativos, más tiempo tendrían otros gobernantes europeos para decidirse y venir a apoyar al rey Bela.

El general mongol aplicó a escala estratégica una de sus estratagemas de combate: su ejército se retiró al este. Usando el “razonamiento”, los jefes húngaros supusieron que los mongoles no se atrevían a luchar contra su ejército más poderoso. Y, espoleados por su inactividad ante el avance no estorbado de las tres columnas mongolas, pidieron iniciar su persecución. Los húngaros no valoraron que Subudai les estaba atrayendo fuera de la protección del Danubio y del apoyo entre los destacamentos y cuerpos del ejército húngaro.

Rey Bela IV de Hungría.

El rey Bela, al mando de la gran mayoría de su ejército, dirigió la persecución contra los mongoles. La retirada mongola fue calculadamente lenta. Tardaron 6 días en alcanzar el río Sajo, a unos 160 Km al noreste de Buda y Pest.

Al oeste del río y en el llano frente a Mohi, la ciudad principal de la zona, el príncipe Batu y Subudai decidieron enfrentarse ya a sus “perseguidores”. El 9 de abril, los mongoles cruzaron una ancha garganta, avanzaron por un brezal, cruzaron un Puente de Piedra y continuaron unos 16 Km hasta los matorrales situados al oeste de las colinas y viñedos de Tokay. En ellos tenían numerosos lugares donde camuflarse y esconderse.

El ejército húngaro, que realizaba una persecución frontal, acampó en el brezal disponiendo sus carros cerrando un círculo, donde instalaron las tiendas, impedimentas y cabalgaduras. A la derecha del campamento temporal estaban los pantanos de la ribera del Tisza, a su frente se extendía el brezal del Sajo y su izquierda la cubrían bosques y pequeñas alturas.

Al amanecer del miércoles 10 de abril de 1241, Batu y unos 40.000 hombres se abalanzaron sobre el puente de piedra desde su lado oriental. Los húngaros lo defendieron con vigor hasta que se vieron obligados a retirarse debido a las bombas incendiarias lanzadas por las catapultas mongolas, ya que se encontraban en un frente muy estrecho.

Ahora vemos con claridad cómo los rivales van asumiendo los roles de vencedor y vencido. Y que esta situación continúa hasta el final. Éstas son algunas de las señales que anuncian y preceden los resultados finales de la dialéctica bélica.

Los mongoles cruzaron hacia la orilla occidental del Sajo, pero durante más de dos horas se vieron terriblemente presionados por las cargas húngaras, y sólo el fuego de sus arqueros les permitía restablecer brevemente su línea defensiva. Poco a poco, el ejército húngaro se desplegó para eliminar la cabeza de puente mongola sobre el Sajo.

De repente, el general Subodai, que también había cruzado al lado occidental a través de un puente improvisado, construido río abajo del Sajo, mientras los húngaros estaban distraídos por la amenaza de la cabeza de puente mongola, apareció con unos 30.000 mongoles en la retaguardia húngara.

Príncipe Batú, fundador de la Horda de Oro

Golpeados y aturdidos, pero, con redaños y experiencia para no caer en el pánico, los húngaros se retiraron en buen orden a su cercano campamento. Pero, los mongoles se lanzaron sobre él, rodeándolo Casi totalmente y cubriéndolo de bombas y flechas incendiarias, que quemaban los vagones de carga, las tiendas y espantaban a las bestias. Sembrando el caos entre sus enemigos y deshaciendo ya la autoconfianza de los húngaros.

Curiosamente (¿o no?), los mongoles seguían sin terminar o cubrir con algún destacamento, el cerco al campamento húngaro de carros por la garganta de acceso de acceso al brezal. Los caballeros húngaros con suficiente coraje moral aún, formaron un cuña para resistir la carga; era la última resistencia firme del ejército húngaro.

Pero, la mayoría de ellos se fueron retirando por la “brecha” existente en el cerco. Huyendo en pequeños grupos, hacia lo que creían que sería su salvación. Y, cayendo realmente en una trampa mortal, que se extendía por todo el recorrido de su huida hacia Pest.

(Continuará)

Las Armas y sus Defensas en la Historia. Primera Parte.

Introducción.

A lo largo de la Historia, los presuntos rivales bélicos han ido perfeccionando sus Armas, Técnicas y Tácticas para vencer a un enemigo que se opone violentamente a la consecución de sus objetivos.

En el Principio,

Apareció el forzudo con un gran palo o garrote, que iba a por su rival vecino. En un momento dado éste, que era casi un alfeñique, se escondió en un matorral, a la vera del camino. Cuando pasó el forzudo, confiado y bien equipado, esperó que dejara su espalda libre y le asaltó sobre una “vulnerabilidad esencial” desprotegida. Y, el “mayorón” cayó exánime al suelo. La Historia no dice qué pasó con los dos personajes de la fábula.

Cuando el número de miembros de los bandos aumentó sobremanera, buscaron instintivamente agruparse. Para atacar y defenderse mucho mejor.

Primero, fue el molote más o menos grande y pronto se buscó ordenar y aprovechar al grupo. Y, nació la falange, un muro de doce, dieciséis filas de hombres armados con largas lanzas o picas, que sobrepasaban varias filas delanteras, bien entrenados en su manejo conjunto a las distancias de choque. Y, protegidos por un gran escudo y piezas metálicas o de cuero fuerte sobre el pecho, la cabeza (casco) y brazos y piernas.

En la Grecia antigua, los espartanos pulieron a tope el instrumento táctico de la falange.

Nadie estaba tan entrenado y protegido como ellos. Y, su sociedad aceptaba y honraba su ethos militari, concretado en la falange. Las madres espartanas pedían a sus hijos, hoplitas falangistas, “vuelve con el escudo o sobre el escudo”. No existía ni la intendencia, ni la sanidad, propiamente dichas. Y las madres imbuían a sus hijos la mentalidad social guerrera de su sociedad.

LA IMPRESIONANTE FALANGE

Pero, he aquí que la derecha de la falange quedaba más desprotegida que la izquierda. Por la forma en que, naturalmente, los hombres protegían su izquierda con el escudo.

Y, en Leuctra, hacia el 344 a. C., Esparta, con mayoría de fuerzas (10 mil hombres) se dispuso a aplastar a Tebas (6 mil hombres). Sin darse cuenta que su modelo de falange había cambiado.

Epaminondas y su pareja, Pelópidas, habían introducido el ”orden oblicuo” en su falange tebana. En su ala izquierda dispusieron un mayor número de fuerzas y las mejores. Entre ellas, una falange formada por parejas de homosexuales, que la llamaban la “Banda Sagrada”. Rehusando, además, su centro y su ala derecha, como es típico del orden oblicuo. Quizás pudo influir en la agudeza y finura de los jefes homosexuales tebanos, la mayor sensibilidad que se dice de los homosexuales.

En el ala derecha espartana estaba el jefe de todas sus fuerzas. Que era así el “núcleo de su resistencia”. Y, ésta fue golpeada y batida por las fuerzas tebanas de su ala izquierda. Y, apareció el “Caedes”, la matanza y el remate del vencido.

Desde lejos, los espartanos de su centro e izquierda también fueron afectados, por la derrota y la afectación de los hoplitas del área derecha. Y, comenzaron a retroceder, sin haber sido vencidos por las armas.

Un año después de Leuctra, Epaminondas recorría la península del Peloponeso, al mando de fuerzas de la recién formada Liga Arcadia. Y, aparecía frente a la ciudad de Esparta, a cuya vista, se decía, nunca habían aparecido fuerzas enemigas.

Las falanges eran demasiado grandes para poder moverse libre y rápidamente frente al enemigo. Actuaban como un “muro de contención”de Fuerza contra Fuerza, donde la sorpresa, la habilidad y la flexibilidad no podían existir. Otra característica de su rigidez técnica es que tenían que combatir en terreno llano, como poco sin ondulaciones, ni obstáculos como afloramientos rocosos o manchas de árboles y matojos, que rompían su continuidad estructural.

Roma encuentra a las falanges griegas.

Los romanos tenían una estructura militar basada en la legión, como gran unidad operativa, de unos 5 mil hombres. Las legiones estaban formadas por manípulos o, mucho después, por cohortes, pequeñas unidades tácticas capaces de moverse y maniobrar en el campo de batalla, ganando la flexibilidad, la habilidad y la sorpresa que no tenían las falanges. Y, sus centuriones, uno a la derecha y otro a la izquierda de la primera fila del manípulo, y sus oficiales eran capaces de dirigirlos así individualmente.

En la batalla de Pidna, en junio del 168 a. C. tuvo lugar una batalla entre los romanos dirigidos por Emilio Paulo y el macedonio Perseo. La falange macedonia atacó con brío a la formación romana de 2 legiones y la obligó a retroceder hacia el campamento fortificado romano. Pero, se trataba de terreno desigual y algo rocoso y la falange, al avanzar, perdió su solidez e integridad.

UN INSTANTE Y UN PUNTO DE LA BATALLA DE PIDNA.

Al observarlo, Paulo dió órdenes a los manípulos (centuriones) para que actuarán sobre la falange enemiga independientemente. Los centuriones tomaron el mando a partir de ese momento. Los manípulos avanzaron y comenzaron a aprovechar la más pequeña brecha en la formación enemiga pseudocompacta, para introducir por allí a sus hombres.

Éstos comenzaron a hacer estragos con los gladius (espadas romanas algo cortas, preparadas para el cuerpo a cuerpo), sobre los indefensos flancos de los hoplitas macedonios, armados con las largas picas.

Pronto, Emilio Paulo lanzó la segunda legión contra el centro de la línea enemiga. Ésta se estremeció y acabó por ceder. Los lanceros griegos ya sólo eran un estorbo, para luchar y para defenderse. Y, los legionarios romanos se lanzaron vigorosamente al ataque. Y, ocurrió el Caedes, la matanza, el hundimiento de la formación en una masa informe, aterrorizada y huyendo individualmente.

Cuando se puso el Sol, Paulo detuvo la explotación del éxito. En el recuento de muertos, resultaron cien romanos y veinte mil macedonios caídos definitivamente.

Los mongoles amenazan Europa Central y del Este.

A primeros del siglo XIII, los mongoles, tribus nómadas del interior de Asia, que dominaban el combate a caballo y que tenían una organización militar muy elaborada y sencilla, aparecieron por primera vez en las fronteras del este de Europa.

Su logística era simple y de abastecimiento sobre el terreno que pisaban, siguiendo en su avance las zonas de grandes pastos y llevando cada jinete varias monturas con él.

Los mongoles parten de su zona estratégica, definida por “el avance y la localización” de sus poblados nómadas, sus yurtas o casas nómadas, tiradas por bueyes, jamás observados, ni sospechados por sus enemigos, y alcanzan la zona táctica con estos. Sus operaciones no necesitan el soporte físico y anímico de la zona operativa, la transición para las fuerzas y sus apoyos, entre la zona estratégica y la zona táctica.

UNA RECREACIÓN DE SUBUDAI BAHADUR, EL MEJOR ESTRATEGA MONGOL.

Delante del frente discontinuo de las posiciones (ciudades) de sus enemigos, existe una zona amplia, desprotegida y vacía, no controlada por nadie, que los mongoles utilizan al máximo para su acercamiento operativo. Sus enemigos, las fuerzas de caballeros pesados feudales y sus infantes lanceros y arqueros, no mantienen en ellas nada que recuerde a los destacamentos avanzados, que exploren de forma móvil y repelan a las partidas avanzadas mongolas de exploración y de combate.

La preocupación mongola hacia el enemigo era generalmente estratégica, pensando en sus “flancos expuestos” al nivel de los países “ocupados”. Aquella estaba originada por su siempre exiguo número, para los objetivos encomendados o buscados.

Y, en la real no invencibilidad táctica de sus fuerzas, si daban con un enemigo organizado, hábil y, sobre todo, sereno.

Gengis Khan en el 1221, tras la conquista del Imperio musulmán de Samarcanda, situado entre los ríos Sir Daria y Amur Daria, saqueó sistemáticamente Afganistán. Y, su hijo Tilui mató a la mayor parte de los habitantes del norte de Persia. Sin posibles enemigos vivos en el flanco libre estratégico, protegían el flanco sur del Imperio mongol.

(Continuará).

Las Interfases de Acción como Zonas del Desarrollo Táctico contra el Enemigo.

Introducción.

La interfase de acción es un concepto espacial que define la zona y el espacio donde desarrollamos la acción violenta sobre el enemigo y sus medios, siguiendo criterios tácticos adaptados al carácter de nuestros objetivos. El factor de acción eficaz en las interfases de acción es el sistema de armas combinadas o interarmas.

En el ataque penetrante, por ejemplo, la superficie de las interfases se limita cuantitativamente y se seleccionan éstas en la profundidad enemiga, según sus puntos críticos y aquéllos que estorben al avance de nuestras fuerzas, por ejemplo, observatorios y puntos de fuego antitanque. En la defensa, aumentamos cuantitativamente las potenciales interfases en nuestra profundidad y de una forma algo laminar.

La interfase es la que posibilita una acción táctica y la destrucción del enemigo, aplicándole una pura atrición elegida, selectiva y favorable. La ausencia de interfases, por el contrario da una cierta seguridad a cualquier fuerza, concretándose solamente en una amenaza la presencia, incluso cercana, de su enemigo.

La interfase no es sólo lineal o frontal y con la profundidad del alcance de las armas pesadas de infantería y de los tanques, sino que se prolonga superficial y espacialmente por la acción de la artillería indirecta, de los medios de destrucción superficial (artillería reactiva) y de la aviación de combate y de bombardeo. A menor interfase en una zona de operaciones, funcionará más el criterio de maniobra operativa y en una mayor interfase, buscaremos desde posiciones ventajosas y con medios eficaces y sinérgicos (combinadas o interarmas) aniquilar (incapacitar) al enemigo.

Desarrollo.

La velocidad de intercambio (acciones y efectos) en la interfase es cualitativamente variable y está condicionada por la transitabilidad del terreno y por el carácter de nuestra intención. En el ataque buscamos la fluidez de las acciones tácticas. En la defensa, deseamos añadir un espesamiento a las mismas, que nos ayude a romper al enemigo delante del límite anterior de la posición de defensa y en las distintas emboscadas y bolsas de fuego preparadas, tanto principales y alternativas como suplementarias, preferiblemente antes de su irrupción.

En las interfases existen ciertos puntos críticos, donde nuestra interacción táctica con el enemigo resultará especialmente eficaz. Son sus vulnerabilidades tácticas, sus vacíos de protección o de capacidad de combate o sus medios de defensa descuidados, aunque sólo lo sean durante un tiempo. La exploración de combate es imprescindible para detectarlos y es misión del jefe táctico decidir sobre cuál o cuáles actuar, buscando en la decisión táctica, la trascendencia operativa del mando superior.

La capacidad de combate se aplica sobre una interfase con una profundidad variable en función de las armas. La capacidad de combate posee un valor máximo, útil, relativamente estable para las distintas armas o sistemas de armas, que podemos medir en hombres por metro de interfase de acción.

Para el choque, por ejemplo, no es posible usar más de un hombre por 1,5 ms. de interfase de contacto. Para el fuego de tiradores, considerando una sección de 50 hombres útiles para unos 300 ms de interfase, su valor baja desde 0,6 a 0,15 hombres por m. de frente. La artillería produciría un efecto de cegamiento, de perturbación, de neutralización o de destrucción, añadido a la acción en la interfase, pero complementario de ella y nunca sustitutivo. El fuego de ametralladora no bajaría sustancialmente la proporción, ya que su fuego “equivale” al de un cierto número de infantes, según el terreno y su capacidad de adquirir blancos, en fuego rápido de 20 disparos por minuto y fusilero. Los tanques no parece que bajen tampoco ese valor por m. de interfase de acción táctica.

Sin embargo, desde las guerras de la antigüedad a las guerras de los años 80, la dispersión ha aumentado desde un valor proporcional de 1 a 5.000 en el campo de batalla o táctico. Para la defensa organizada estática moderna equivale a un batallón de 750 hombres en 3 Km2. La defensa móvil o en ambiente nuclear puede triplicar esa superficie. Esta dispersión ha vaciado el campo de batalla, cubierto ahora por el fuego directo y el fuego indirecto de apoyo, y ha permitido profundizar enormemente el terreno operativo de las grandes unidades, hasta los 50 a 75 Kms.

Una obstrucción, un desfiladero, un río en el que la interfase disminuyese o alterase, limitaría las posibilidades reales del atacante y potenciaría enormemente al defensor. Así, la batalla defensiva del rey Leónidas en el desfiladero de Las Termópilas, sería un ejemplo de contención de fuerzas abrumadoramente superiores, por la limitación absoluta de la interfase de acción entre los ejércitos persa y espartano y no poder aplicarse ésta sobre los centros críticos griegos, por ejemplo, un flanco expuesto, hasta que un pastor sirvió de guía a un contingente persa para alcanzarlo.

Toda esta complicación operativa convierte simultáneamente en improductivas o no activas, a la mayoría de las fuerzas empleadas en una acción en un momento dado.

Existiendo esa limitación práctica al uso de nuestra capacidad de combate disponible, debido a la desproporción espacio táctico/interfase en el combate, surge el tema de conseguir la aplicación máxima de nuestra fuerza.

Para lograrlo debemos de:

Aumentar todo lo posible nuestras interfases favorables con el enemigo, especialmente sobre los puntos débiles y críticos de su despliegue; rotar adecuadamente las unidades en contacto táctico; mantener un espacio de maniobra adecuado en nuestra retaguardia táctica, que permita impulsar las puntas de ataque necesarias o mantener las diferentes interfases defensivas posibles ante la irrupción o la penetración enemigas.

Y emplear a cada arma en la interfase de acción más favorable posible: Así el peso del esfuerzo lo llevará la infantería en los ataques preparados contra un enemigo alistado para el rechazo (por ejemplo, un frente antitanque), en las largas distancias de avance y en los terrenos de reducido dominio por la vista, como los bosques, las zonas urbanizadas y los terrenos quebrados, con los tanques apoyándoles por el fuego y avanzando por saltos cubiertos. Los tanques pueden ir delante en los ataques de encuentro, en los terrenos ligeramente ondulados y si el enemigo tiene un peor alistamiento de combate, pero teniendo cuidado en que la infantería cierre rápidamente las distancias. Para cortas distancias empleamos el ataque conjunto en un mismo sector; ambas armas pueden avanzar desde diferentes posiciones en un ataque convergente en los combates de encuentro y en los envolventes, siendo fundamental la sincronización de ambos. Dentro de la posición enemiga los tanques atacan las posiciones de tiro con su fuego y la infantería va limpiando las posiciones desde sus flancos.

Elaboración.

También es posible aumentar estructuralmente nuestras interfases de acción favorables con el enemigo.

Esto se logra en el ataque mediante la ruptura y la penetración en sectores favorables y siempre por el envolvimiento, la inversión de frentes y el cerco y por la persecución frontal y desbordante coordinadas. Los escalones sucesivos del atacante pueden, a su vez, crear una interfase de acción favorable contra un enemigo no suficientemente defendido, por ejemplo, posiciones de artillería o centros de comunicaciones o parques logísticos, y también mediante un ataque de flanco desde su profundidad con unidades mecanizadas o blindadas, sobre un contrataque enemigo contra su penetración.

En la defensa ocurrirá a la inversa. Se evitará la ruptura de la zona de defensa, aunque sea móvil, aumentando en su “recorrido” las posibles interfases desfavorables para el enemigo.

Esto se logra por el escalonamiento en profundidad de los medios activos de defensa y por su colocación preferente en las contrapendientes, en posiciones cubiertas, ocultas, preferiblemente de flanco, alternativas y suplementarias y recibidas por una defensa local de infantería y buscando buenos y entrecruzados sectores de tiro. También por el aumento de las interceptaciones (cortaduras reforzadas, campos minados de rápida colocación, obstáculos naturales más o menos perpendiculares a sus sectores de avance) defendidas por el fuego, que canalicen el ataque hacia zonas de fuego convergente o que lo retrasen y erosionen. Y, por último, por el empleo oportuno de contrachoques locales y contraataques de las reservas móviles o, al menos, rápidas, tácticas u operativas. Éstas constituyen la fuerza extraordinaria e inesperada que actúa sobre la vulnerabilidad enemiga, que es entonces su desorganización, dispersión y moral neutra antes de la consolidación de sus ganancias del ataque.

El factor de acción eficaz en las interfases de acción es el sistema de armas combinadas o interarmas. Cada una de ellas presenta individualmente unas “características de acción” y unas transitabilidades más convenientes, que les dan un perfil de blanco preferible y unas cualidades de despliegue táctico, de cuya combinación en el sistema surge la sinergia del conjunto.

(CONTINUARÁ)

Terrorismo, Guerrillas y Violencia

Terroristas y guerrillas.

El Terrorismo es una compleja operación Política y Violenta de amplia Variedad de acciones. Sus acciones violentas deben ser deliberadas, Continuas o Sistemáticas y buscando Influenciar a una amplia audiencia (mucho mayor que los afectados Directamente por dichas acciones violentas) y generando miedo, hasta miedo insuperable, en dicha “población blanco u objetivo”. Para que realicen y tomen las actitudes y acciones que los terroristas buscan.

Así, una acción aislada o sin interés político no es terrorismo. Será vandalismo,odio vesánico, brote psicótico… pero no es, ni será técnica o jurídicamente terrorismo.

Otra cosa es lo que decidan las autoridades. Que al enemigo irregular armado lo consideran poco menos que al Demonio Suelto. Y le suelen privar de casi todos los derechos, incluso personales. Y legislan leyes progresivamente más duras contra ellos. Los guerrilleros o terroristas en lucha contra un país constituido son más fáciles de ilegalizar.

Las distintas convenciones internacionales sólo consideran como “beligerantes de derecho” a los irregulares que sean desplegados o apoyados por otro Estado nacional. Y tienen que estar asentados en un territorio propio, aunque sea mínimo, tener un mando claro y visible, llevar uniforme y alguna insignia identificativa (un “parche” o distintivo), con las armas a la vista y actuar de acuerdo con las leyes aceptadas de la guerra.

Estas condiciones sólo las cumplían los partisanos soviéticos en la pasada Guerra Mundial.

Y, por supuesto, no las cumplen los yihadistas apandillados en Europa, los tiradores y acuchilladores aventados y desnortados de América, de Francia o de Noruega, los denominados con poco acierto, lobos solitarios, ya que este animal es esencialmente gregario y, más para cazar sus presas.

Estos todos serían “desalmados armados”. Y el alma es el Espíritu del hombre.

Perseguirlos es una actividad Policial más, no de guerra.

PARTISANOS DE TITO

Los partisanos de Tito, bastante efectivos e implantados intermitentemente, no las cumplían. Y las “resistencias” nacionales de Francia, Italia, Polonia eran casi risibles. Un enorme riesgo e inmenso dolor para conseguir daños Aislados a sus enemigos del Eje.

Una función que se obvia, como tantas, es que una de las funciones más importantes de los rebeldes irregulares es fijar en su “territorio de influencia” a numerosas fuerzas enemigas (por ejemplo, alemanas, italianas, Aliadas). Que de otro modo serían utilizadas por el enemigo militar en otras acciones estratégicas más decisivas e importantes de la lucha armada.

Aquí también se desconoce casi todo. Uno de los casos más extensos, prolongados y duros de la lucha terrorista fue la lucha antipartisana de los nazis en la URSS ocupada por Alemania.

Contraguerrillas.

Los alemanes contaban con una amplia red de fortines, que formaban una “base de apoyo en red”, donde los nodos eran los fortines y las cuerdas «marcaban» las direcciones de actuación para los pequeños combates locales contra los partisanos.

Existían también “patrullas móviles”, fuertes en, al menos, veintitantos hombres, que perseguían continuamente a las bandas partisanas localizadas. Si era necesario, a veces se reunían varias de éstas en una región, para realizar un ataque más grande.

Las fuerzas destacadas en los fortines eran alrededor de un pelotón (entre 8 y 12 hombres). En las noches sin actividad en su zona, se Esperaba que una parte de la exigua guarnición saliera a realizar un reconocimiento de partisanos o a integrarse con otras unidades para realizar algún ataque o persecución proporcional a sus medios.

Las unidades más fuertes, empleadas en los frentes de guerra, no eran usadas normalmente en las luchas contra las bandas partisanas. Salvo en los casos de atacar o cercar a alguna unidad partisana grande y con cierta probabilidad de éxito.

Muchas veces, las operaciones de cerco y aniquilamiento de guerrilleros resultaban un fiasco. Debido a la falta de hermetismo y a la abundancia de ocultamientos temporales del cerco que se establecía. Y los partisanos se dispersaban, se escondían o se escurrían reptando por parejas.

Resultados.

¿Fueron útiles, necesarios o dudosos los resultados para el entonces llamado Ejército Rojo de Obreros y Campesinos, la actividad de los partisanos de la URSS?

La realidad es que la actividad principal y vital de la “línea de comunicaciones logísticas” desde el Reich con su retaguardia en la URSS fue capaz de mantener durante toda la guerra, la actividad militar, logística y social (las idas y vueltas de los soldados, a veces por enfermedad o licencias, y las unidades) de los alemanes en su esfuerzo de guerra. Por ella pasaron los suministros, armas y tropas para el avance y la ocupación de la URSS al oeste de una línea imaginaria que recorría desde Leningrado hasta Stalingrado, pasando por el oeste de Moscú.

Si los alemanes retrocedieron sin descanso hacia el oeste, después de perder la batalla de Kursk en el verano de 1943, fue por el empuje costosísimo de los «Frentes» o Grupos de Ejércitos soviéticos, dirigidos por la STAVKA o Estado Mayor General. Y “asesorados/mandados” por Georgi Zhukov o Alexander Vassilevski, como “Delegados del Stavka en los Frentes” para las distintas grandes Operaciones militares soviéticas.

Filosofía y base mental.

Cualquiera que haya llegado hasta aquí, puede pensar en el «Horror» en la lucha entre partisanos y fuerzas de seguridad alemanas en el Frente del Este. Por aquello del ascenso a los máximos, que decía Clausewitz en su primer libro, en la dureza de las acciones militares. Y que la diferencia de etnias, religión o su ausencia e intereses divergentes espoleaban también a los beligerantes.

Pues, depende del temperamento y del carácter que cada uno tenía. Y, en este caso, el sentido común y un carácter complementario llevaron a los alemanes a empezar a suavizar las “condiciones del enfrentamiento” a nivel de las personas. Se trataba de no salir perjudicados ambos. O sea, todos.

Los alemanes aprendieron por amargas experiencias que la resistencia firme y obstinada de los partisanos, se debía a sus miedos a sufrir en el cautiverio. Y que esto podía ser debilitado fácilmente por un tratamiento más humano a los partisanos prisioneros.

Así, el Manual (alemán) para la Guerra contra las Bandas de 1944 recogía todos estos principios e ideas a aplicar por las fuerzas de seguridad alemanas.

Y, los partisanos comenzaron también a comportarse como combatientes más civilizados y menos desalmados. Este procedimiento o técnica de respetar bastante la integridad y los derechos de los prisioneros, se convirtió en un principio apreciado en las campañas guerrilleras siguientes por el mundo.

(CONTINUARÁ)

Valery Gerasimov, comandante militar ruso en Ucrania. 2ª Parte.

(continuación)

El mercenario y rapaz Grupo Wagner.

Surge, un tema menor, pero de gran importancia por las desavenencias que crea en Moscú y con las tropas en campaña. Es la presencia creciente del Grupo Wagner como apagafuegos ruso en la guerra de Ucrania.

WAGNER RECLUTA CONVICTOS RUSOS.

En el mismo se encuadran criminales convictos, mercenarios sirios y libios “entre otros elementos de mal vivir” y voluntarios rusos. En general, gozan de sueldos dispares, dependiendo de su experiencia, origen y trayectoria vital; a un convicto se le paga fundamentalmente con la libertad, más o menos adornada con limpieza de antecedentes.

Su jefe es Prigozhin, un plutócrata ruso y paniaguado de Putin. Este hombre está enfrentado con parte de los del Kremlin y con altos jefes militares por la permanencia de su “grupo armado mercenario particular” en las filas rusas en campaña.

La tolerancia implícita de los jefes militares rusos en Ucrania con los hombres del Grupo Wagner, genera un enorme malestar entre los oficiales, suboficiales y soldados allí destacados. Y rebaja enormemente su moral de combate y su “esprit de corps”.

Si Gerasimov viene con poderes plenos de jefe de la campaña y considera los anteriores argumentos, en relación a la motivación y la disposición combativa de sus fuerzas regulares rusas, tiene que recomponer la situación de las fuerzas, en relación con la presencia del Grupo Wagner en las filas rusas.

La Unidad de Acción y la Concentración de los Esfuerzos en la Campaña.

Otro de los problemas capitales que tendrá que resolver Gerasimov es la Integración estratégica y operativa de todos los Frentes activos de las fuerzas rusas en presencia.

Para establecer una “Unidad Superior del Esfuerzo”, estratégica, que sea coordinada, proporcional y sinérgica. Para optimizar en “tiempos eficaces”, según el principio “universal superior del ahorro de medios” y el “principio militar del Objetivo”, la distribución y el empleo coordinado en el tiempo de las capacidades humanas y materiales adjudicadas a los distintos Frentes.

Así, los rusos tienen diversos Frentes con diferentes importancias y presentando distintas oportunidades.

El Frente norte de Kiev está inactivo. Lukashenko es aliado debido de Putin y con sus balandronadas y maniobras provoca incertidumbres en Kiev. Brinda una oportunidad de drenar efectivos ucranianos móviles, para fijar y proteger el Frente de incursiones rápidas rusas posibles.

Aquí bastaría la presencia en Bielorrusia de una “fuerza de tareas” (tasks force) mecanizada de Rusia. Contando con tanques y vehículos de combate y transporte de infantería, con apoyo de artillería, ingenieros, defensa contra aeronaves (DCA) y aviación de apoyo a tierra y su escolta. E integrando un par de divisiones. Que se moviera por el sur de Bielorrusia merodeando.

El Frente de Crimea está activo hacia Jerson, Mariupol y Zaporiya y crea incertidumbre hacia Odesa. Permite la defensa de los 4 territorios anexionados por Putin,

El Frente del Donbass, al sureste de Ucrania, está activo en los oblast o provincias de Lugansk, al norte, junto a la frontera con Rusia, y Donetz, al sur. El Frente del Noreste, hacia Jarkov o Kharkov está en hibernación. Ambos son promisorios en teoría en esta nueva fase de la guerra.

La acción conjunta y coordinada desde ambos Frentes rusos, de “fuerzas de choque de ruptura” de la defensa Táctica ucraniana. Seguidas, tras la irrupción, por “grupos móviles blindados” con apoyo aéreo, avanzando en la retaguardia operativa ucraniana hacia una población o pequeña zona. Formando un amplio y doble movimiento envolvente en torno al enemigo. Puede crear un embolsamiento de éste o, al menos, una grave amenaza de corte de comunicaciones para las fuerzas ucranianas más activas y, por tanto, equipadas con equipos pesados, desplegadas en el este del país. Rusia cuenta con más que suficientes fuerzas móviles regulares para ello.

El Contraataque Ucraniano.

Los ucranianos pueden contraatacar empleando fuerzas blindadas con suficiente punch, como los Main Battle Tanks más modernos. Los tanques “pesados” que Zelensky reclama a los EEUU y a Europa ahora. Los Challengers (con su blindaje Chobham); Leopards 2 A5, de ingeniería alemana; Leclercs, el primer tipo construido de esta nueva generación de tanques y Abrams, los estadounidenses.

Avanzando rápidamente desde la profundidad del despliegue ucraniano, sobre un flanco de las puntas de avance rusas. Recordemos que ese territorio es terreno favorable para los blindados.

Para ello Ucrania necesitará contar con varios batallones de dichos tanques. Distribuidos por sus concentraciones más importantes, cada uno con unos 50 tanques. El distribuirlo o emplearlo por compañías aisladas es desperdiciar su especial y única velocidad de avance todoterreno y potencias de choque y de fuego, protegidas por un blindaje eficaz. Que es completamente decisoria en el combate moderno.

En toda esta filigrana teórica de maniobras y combates, ganará el más capaz, equipado, motivado y preparado.

El desnaturalizado frente aéreo ruso actual.

El objetivo del frente aéreo ruso actual es el debilitamiento de la moral ucraniana. Mediante el ataque sucesivo a las instalaciones civiles (energías, agua y comunicaciones) y a los núcleos urbanos de cierta importancia ucranianos.

Es de señalar que este objetivo bastante criminal no tiene como blancos a las fuerzas militares enemigas, sino a sus poblaciones inermes de la retaguardia. Para más INRI, comenzó a ser usado descaradamente cuando Putin y sus altos capitostes y paniaguados del Kremlin se dieron cuenta de que su “actuación militar especial” en Ucrania era un “bluff”. Y que Ucrania era un hueso duro de roer para las fuerzas rusas empleadas en ella.

MAESTRO SUN

Hace casi 2500 años, el Maestro Sun (Sun Tzu), en la Época de los Reinos Combatientes, ya avisó que “cuando el general ya es nombrado por el soberano, éste no se debe meter en sus asuntos” y “cuando los cortesanos y ministros interfieren en su mando, traen la desgracia al Reino”.

Además, este objetivo ya ha sido utilizado en otros casos y con nula eficacia, por cierto.

El Japón fue bombardeado inmisericordiemente por los EEUU, cuando ya había conseguido ocupar las islas japonesas (p.e., Okinawa) suficientemente cerca del Japón insular. Los japoneses ya preparaban a su población civil para una resistencia numantina al invasor. Creando una inmensa fortaleza natural en sus islas, donde cada una era un reducto fortificado de ella.

Fueron las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que supusieron un “ascenso a los límites superiores”, en la lucha contra las retaguardias civiles. Porque eran mucho más que un cañonazo muy grande. Las que obligaron al Japón a rendirse incondicionalmente a los estadounidenses. Porque amenazaron (aunque no tuvieran más artefactos en ese momento), con destruir la esencia e identidad nacional japonesa.

En general, el uso del “bombardeo indiscriminado de las retaguardias civiles”, lo que consigue es galvanizar a éstas en torno a su gobierno y a sus fuerzas armadas. Porque perciben del enemigo un odio demoníaco, feroz hacia ellas, que buscaría la destrucción de su identidad, cultura e idiosincrasia.

Modernamente empleó ese tipo bombardeo los EEUU en Vietnam de Norte. Ellos abandonaron en 1973 el Vietnam del Sur y en 1975 lo ocuparon, casi sin resistencias, las fuerzas comunistas.

El Apoyo Aéreo de Rusia a sus Fuerzas Terrestres.

El frente aéreo ruso en Ucrania debe ser dirigido contra las concentraciones de tropas enemigas (reservas, preparaciones para el ataque, fuerzas en marcha), sus comunicaciones terrestres y la red logística, los puestos de mando y centros de comunicaciones, las puntas de ataque de sus fuerzas, las posiciones de artillería y de lanzamiento de cohetes y drones.

FINAL.

Valery Gerasimov, comandante militar ruso en Ucrania.

Introducción.

Con todas las derrotas acumuladas padecidas por el Ejército de la Federación rusa en su “operación militar especial” en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 hasta ahora, Vladimiro Putin no descansa, se irrita y no tiene paz.

Su último “as en la manga” es el general de ejército Valery Gerasimov, nacido en la ciudad rusa de Kazan, hace 67 años y jefe del Estado Mayor General desde 2012.

Una edad casi ideal para el trabajo que se le viene encima. Definido por organización, cambios estructurales, disciplina, flujo suficiente de medios y mano dura.

Casi como lo tuvo el mariscal de la URSS Georgi Zhukov, Cuando acudía a los lugares de batalla importantes para presidir, en nombre de la STAVKA, el Estado Mayor General del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos, las principales ofensivas de sus Grupos de Frentes contra los alemanes, Un Frente era el equivalente occidental al Grupo de Ejércitos, aunque los ejércitos rojos eran más pequeños en hombres y medios que los occidentales.

MARISCAL DE LA UNIÓN SOVIÉTICA GEORGI ZHUKOV, CON TODAS SUS CONDECORACIONES.

Cuando en las fotos aparece Putin con sus jefes militares superiores, su ministro de Defensa Shoigu está a su derecha y Gerasimov, el jefe del Estado Mayor de todas las Fuerzas Armadas, está a su izquierda.

Como Adjuntos en su Puesto de Mando Principal, probablemente en Crimea, Gerasimov tendrá al Jefe de las Fuerzas de Tierra de la Federación Rusa, a las que pertenecen la inmensa mayoría de las tropas en presencia en ese teatro de operaciones, y al actual segundo jefe de su Estado Mayor General (su G-1, en nuestra nomenclatura).

En un principio se habló de que el nombramiento de Gerasimov era una maniobra de los altos jefes militares rusos. Para ver cómo se desempeñaba en campaña un general intelectual, un teórico de la guerra híbrida moderna. Pero, no es cierto que no tenga experiencia de combate. La tiene suficiente.

Gerasimov ya participó en su día en las dos “guerras antibandidaje” o contrainsurgencia (denominación rusa) de Chechenia. Que luchaba duramente por su independencia de Rusia, como heredera de la URSS, la antigua opresora imperialista. En la segunda, en 1999, fue el segundo jefe de las fuerzas armadas rusas en la campaña. Está acusado de crímenes de guerra contra poblaciones chechenas por su actuación directa.

También actuó, ya como jefe del Estado Mayor General de las fuerzas rusas, durante la campaña de Rusia de apoyo directo al régimen sirio de Bashar al-Assad, desde 2015. Haciendo frecuentes viajes al teatro de operaciones sirio.

A partir de sus experiencias directas y de su capacidad de análisis y síntesis de los temas de su profesión, Valery Gerasimov desarrolló su Teoría de Doctrina militar, vigente hoy en día en Rusia. Es su Teoría de la Guerra Híbrida.

Aunque no es más que una Recopilación de políticas diplomáticas, exteriores heterodoxas, económicas y de acciones militares y sus tendencias. En definitiva, lo que preconiza Gerasimov es utilizar contra el enemigo todos los medios de un Estado modernos en una gran acción dentrípeta y sinérgica: diplomáticos, exteriores heterodoxos (apoyo diverso a disidencias internas enemigas, incluso armada, boicots, fomento del descontento popular), económicos, militares.

Así las cosas, Putin decidió con su cúpula militar sustituir al “carnicero de Siria” coronel general Surovikin, como jefe militar de la campaña ucraniana, nombrado apenas hace unos meses. Era la cuarta sustitución del jefe de campaña ruso en Ucrania.

El general de ideas y métodos de mano dura e intransigente y órdenes centralizadas, que se daban de arriba a bajo, por un general de formación e ideas más flexibles y frescas.

Que adaptara el anquilosado y pesado funcionamiento del Ejército ruso a una guerra de IV (guerrillas) y V (híbrida) generaciones.

Luchando contra un enemigo muy bien equipado (con equipos y materiales mejores que los suyos, para una guerra convencional, en general), comprometido y decidido en su lucha, con oficiales y cuadros muy capacitados, tremendamente motivado.

Y, aleccionado, entrenado y mentalizado para una guerra moderna, tanto de “movimiento operativo y combate” como de “guerrillas y contraguerrillas”.

Algunos Problemas para Gerasimov.

Muchos son los problemas acumulados por el Ejército de la Federación Rusa y no todos son resolubles en el corto plazo. Probablemente por ser ya estructurales.

La Logística militar continua, eficaz y suficiente.

Uno de los problemas estrella, chirriante, de los militares rusos es establecer una logística militar integral moderna y efectiva. Incluso, definirla es bastante sencillo para un profesional.

ADOCTRINAMIENTO EN UNA COOPERATIVA AGRÍCOLA SOVIÉTICA.

Pero, en la URSS y ahora en la Federación Rusa, no han podido o sabido hacerlo bien.

En la URSS fue un clásico que las patatas recogidas en un koljoz o sovjoz se pudrieran en el campo. Mientras, a unas decenas de km el pueblo urbano padecía hambre o una industria de fabricación de alcohol cercana tampoco las recibía para producirlo, a partir del almidón de las patatas.

Probablemente, el error seminal venga de las doctrinas económicas marxistas leninistas, alejadas de la realidad hasta en la teoría. En este caso, la económica.

Donde la logística no se considera, ni se le atribuye “valor añadido” en la economía. Por lo tanto, en los presupuestos y los teóricos Planes Quinquenales soviéticos no se la tenía en cuenta.

El “valor total” de un bien viene del “trabajo de los obrerosy, luego también, de los campesinos. Y, amén.

Como todo el valor del bien se le atribuye a los productores, la diferencia entre el precio de venta y el coste de producción de los obreros, la famosa plusvalía, se acusa que se la Apropia (la Roban) los cochinos capitalistas.

Esto es una falacia teórica más del comunismo, con desastrosas consecuencias económicas y militares para el país.

Aunque el comunismo ya haya desaparecido de Rusia como fuerza gobernante teórica, muchos de sus estilos, ideas y métodos, aplicados durante 70 años, han calado y perdurado en la idiosincrasia de la sociedad y su cultura.

(CONTINUARÁ)

LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO (1571) 2ª Parte.

ESPAÑA Y EL IMPERIO OTOMANO

El Choque militar de los dos Imperios mediterráneos de la Edad Moderna

Las armas de infantería de tiro tenso.

Como armas de tiro, los cristianos usaban arcabuces y los turcos, mayoritariamente, el arco compuesto.

Éste era usado desde muchos siglos atrás por los pueblos asiáticos, chinos, hunos, mongoles, turcomanos. El arco era corto y tenía forma sinuosa. Al tensarlo el arquero, tomaba la forma del arco convexo que nos es familiar. La tensión mayor que se producía al forzar hacia atrás ambos extremos del arco, que antes miraban hacia delante, impulsaba la flecha con precisión, fuerza y mayor alcance, de más de 130 ms.

Naadam Festival Archery - Golden Eagle Luxury Trains

Los arcabuces y esto fue igual hasta la época posnapoleónica con los mosquetes, tenían un alcance inferior a los 80 o 90 ms.

De manera que en el tiro los turcos tenían una ventaja cualitativa y cuantitativa. Además, por su velocidad de tiro, por la posibilidad de emplear flechas perforantes o envenenadas.

La única razón que justificaba el uso del arcabuz, como arma moderna, era que el entrenamiento del arquero era constante, casi diario e intenso. Los nómadas asiáticos, cuidando sus rebaños, tenían mucho tiempo libre. Y que el aprendizaje de la carga y la puntería del arcabuz era mucho más fácil y permanente.

Los despliegues.

La flota aliada ocupaba un frente lineal de más de 4 millas naúticas. Como era habitual, tenía un cuerpo principal, central, dos alas y una reserva.

En el cuerpo central iba la Real, flanqueada a estribor por la capitana pontificia, al mando de Marco Antonio Colonna, a babor por la capitana veneciana de Sebastián Veniero y a popa por la galera de Luis de Requesens, su lugarteniente.. A sus lados navegaban las otras 60 galeras del cuerpo principal. Esto hacía que no hubiese profundidad en su formación y que no pudiese, por sí mismo, reiterar su esfuerzo contra el enemigo, siendo el principal cuerpo de batalla.

A estribor del centro navegaba Juan Andrea Doria al mando de 54 galeras y a su babor, el ala de Agustín Barbarigo, con 53 galeras.

La reserva, al mando del español Álvaro de Bazán , navegaba a popa del centro y contaba con 30 galeras. Ella tendrá un protagonismo decisivo en las crisis de la batalla. Los cristianos, a diferencia de los turcos, mantenían una fuerte reserva en manos de un jefe capaz y decidido. Lo cual es aconsejable, ya que puede resolver situaciones comprometidas y es uno de los medios del mando para lograr la decisión.

Las 6 galeazas venecianas navegaban delante de la línea de galeras, dos para cada cuerpo.

La Real izaba el estandarte azul de la Santa Liga, decorado con Cristo crucificado, la Virgen de Guadalupe y los escudos de España, Venecia y el Papa.

A efectos de la capacidad de combate desplegada en Lepanto, las dos flotas estaban prácticamente igualadas.

Los turcos contaban con 275 naves, entre galeras y galeotas auxiliares, frente a las 208 galeras cristianas. Esa diferencia quedaba compensada por la mayor artillería de la Alianza, con 1215 cañones frente a las 750 piezas turcas. Y, los efectivos humanos eran casi iguales: 34 mil soldados turcos y 31 mil de la Liga; y 13 mil marineros y 45 mil remeros turcos y 12 mil y 43 mil, respectivamente, de la Alianza.

De los 20 mil soldados de España, sólo algo más de 8 mil eran españoles nativos y los otros eran alemanes e italianos al servicio de España.

La flota turca tenía la misma disposición que la aliada. Al principio, navegaba en formación de media luna, adelantando las alas para un amenazante e improbable desbordamiento de las alas cristianas. Pero, rectificaron y adoptaron el despliegue lineal.

El centro turco lo dirigía la Sultana de Alí Pachá y contaba con otras 87 galeras. Su ala de babor la dirigía Uluch Alí y tenía 61 galeras y 32 galeotas. El ala de estribor, mandada por Mohamed Sirocco, contaba con 55 galeras. Y, la reserva, más débil que la cristiana, dirigida por Amarat Dragut, tenía sólo 8 galeras y 23 galeotas. Su insignificancia la hacía ineficaz para actuar en solitario y, probablemente, sería incorporada al cuerpo principal.

El combate.

Hacia las 11, el viento cambió y empezó a soplar del oeste. Los turcos tuvieron que arriar velas e impulsar a remo sus barcos. Los cristianos izaron velas y dejaron descansar a sus remeros.

Las galeazas fueron adelantadas, ayudadas por algunas galeras, y se desplegaron a media milla naútica por delante de su flota.

Alrededor del mediodía, la flota turca alcanzó la línea de galeazas, que abrieron fuego sobre ella con sus distintos cañones. Los turcos navegaron impávidos hacia la línea de galeras cristianas, sin afectarse por el fuego que les dirigían. Y, acertaron en su táctica.

Pronto quedaron fuera del alcance de las galeazas. Con su fuego éstas consiguieron hundir dos galeras turcas. Y causaron daños a otras más, alteraron el despliegue de la línea turca y se supone que causaron más daño en la moral turca. Unas conjeturas no comprobables.

Pero, más de la quinta parte de la artillería aliada quedaba parada e inútil para el combate, allá en la línea de galeazas.

Ya estaban frente a frente las flotas, navegando ambas rápidamente hacia el encuentro. Los turcos abrieron fuego algo pronto con sus cañones, con los cristianos fuera de alcance. Y éstos esperaron a tener a tiro a los otomanos y les causaron daños no especificados.

Por fin, ambas flotas se embistieron. Los espolones se clavaban en las naves enemigas, la artillería cañoneaba a quemarropa y los tiradores de ambos bandos disparaban sobre sus enemigos embarcados.

El espolón de la Sultana penetró hasta la cuarta fila de remeros de la Real. Quedando enganchadas ambas naves y formando una plataforma flotante de combate de más de 100 ms de largo y unos 10 ms de ancho. Al principio, la Real recibía el apoyo parcial de las dos capitanas aliadas situadas a sus lados y de la galera del lugarteniente de don Juan. Pero, la Sultana lo recibía de 6 galeras de su grupo de combate. En esto, la táctica del turco funcionaba mejor.

Por el resto de la línea de las flotas, el esquema de batalla era el mismo. Los tiradores causaban bajas a sus enemigos y las infanterías intentaban una y otra vez, abordar y conquistar la nave de su rival inmediato.

Una crisis.

Mohamed Sirocco consiguió desbordar el ala de Barbarigo. Gracias a la mayor pericia de sus pilotos, familiarizados con esas costas turcas. A las que se ciñeron al máximo, deslizándose.

Se produjo un combate duro y sangriento. Barbarigo recibió un flechazo en un ojo, del que fallecería poco después. Y, cedió el mando a su sobrino, que también fallecería.

Agostino Barbarigo - Wikipedia, la enciclopedia libre
AGUSTÍN BARBARIGO

La reserva de Álvaro de Bazán intervino entonces, arrinconó a los turcos y los atacó convergentemente. Así, decidió el combate parcial para los cristianos. Mohamed Sirocco fue encontrado agonizante en un rincón de su galera y, para evitarle sufrimientos, fue rematado.

Segunda crisis.

Álvaro de Bazán, verdadero componedor y conseguidor de la gloriosa jornada, reagrupó su fuerza y acudió a apoyar al cuerpo principal, donde la lucha estaba en su apogeo y el resultado, incierto.

Álvaro de Bazán en la ruta del Siglo de Oro - Ciudades en Juego
ÁLVARO DE BÁZAN

Y, atacó por la banda de estribor a la Sultana y su grupo de combate. Intervinieron también en esos momentos la galera de Partau Pachá y 2 galeras más.

Los soldados de los Tercios embarcados se lanzaron entonces al tercer y definitivo asalto de la Sultana. Y arrebataron el estandarte verde y bordado de Alí Pachá. Éste pereció combatiendo con su arco contra los asaltantes. Se dijo que a resultas de varios disparos de arcabuz.

El grito potente y largo de “Victoriaaa” en la Sultana y la muerte del almirante de la flota, actuaron extendiendo “ondas de conmoción” por todo el cuerpo principal turco. Deshechos la cohesión, la motivación y el mando de la flotilla central, era la hora de los capitanes de sus galeras.

Muchos capitanes procuraron huir a Lepanto, para salvar lo salvable. Algunos fueron atajados por las galeras cristianas. El resto se fue rindiendo poco a poco por todo el cuerpo central.

Era la explotación del éxito.

Tercera crisis.

En el sector derecho cristiano, Uluch Alí había logrado envolver la flotilla de Juan Andrea Doria. Éste había intentado rehusar su flanco a los turcos. Pero, sólo consiguió aislarse de la batalla principal.

Varias galeras turcas le atacaron por retaguardia. Diez galeras venecianas, dos del Papa y dos de adláteres auxiliares fueron asaltadas y tomadas por los turcos. Que pasaron a cuchillo a todos los combatientes y marinos, liberando a los galeotes turcos.

Occhiali/Kiliç Ali Pascia | Corsari del Mediterraneo

En eso, Álvaro de Bazán apareció en socorro de Doria. Uluch Alí quedaba ahora, a su vez, rodeado por las restantes naves de Doria y por la masa de galeras de la reserva cristiana. Además, en lontananza aparecía un refuerzo del cuerpo central, que ya había vencido a los turcos en su sector y que acudía en ayuda.

Uluch Alí optó por soltar las amarras a las 8 galeras capturadas, que llevaba a remolque y huir hacia Lepanto. Bazán intentó la persecución directa, sin la desbordante, pero desistió. Porque sus remeros, marinos y soldados estaban agotados con las intervenciones hechas ese día.

Hacia las 4 de la tarde todo había acabado.

Resultados.

La victoriosa flota cristiana había capturado a 130 naves enemigas en distinto estado de conservación (117 galeras y 13 galeotas). Otras 94 galeras turcas se habían hundido y 33 naves consiguieron escapar a Lepanto. Aquí, Uluch Alí las incendió, para evitar que las capturaran los cristianos.

De la flota de Juan de Austria se habían hundido 12 o 15 galeras y casi el doble estaba tan dañado (incluyendo a la Real), que fueron desguazadas cuando llegaron a puerto seguro.

Las bajas resultantes fueron muy altas, como era normal en los combates entre galeras. Donde, una vez iniciados, era casi imposible desempeñarse y retirarse. Y, entre cristianos y turcos, la piedad no existía.

Los cristianos tuvieron 10 mil muertos, de los cuales 2500 lo fueron posteriormente a consecuencia de las heridas y muchos por flechas envenenadas y 21 mil heridos.

Los turcos tuvieron 30 mil muertos y 8 mil prisioneros. Se habla de ahogados, sin más. Y fueron liberados 15 mil galeotes cristianos.

De la precisión de los datos da idea que utilicemos la unidad de millar.

Esa noche, con sus presas y los buques propios más dañados a remolque, la flota aliada atracó en Petala.

Trascendencia de la batalla.

Los cristianos obtuvieron una importante victoria táctica y operativa en Lepanto. La disolución de la Santa Liga en 1573 dejó la victoria estratégica en manos turcas. Porque se quedaron sin rivales explícitos y decididos.

El 7 de marzo de 1573, los venecianos hicieron la paz por separado con los turcos, sin considerar a sus aliados. Un mes justo después, el acuerdo se hizo público.

Don Juan de Austria

En Nápoles, donde se encontraba entonces, don Juan de Austria arrió el estandarte azul de la Liga e izó la bandera de España.

Chipre no fue recobrada por los venecianos. Un conjunto de mercaderes, cuyo interés era la ganancia material.

Los turcos no tardaron en recuperarse del golpe recibido. Hacia los 2 años de Lepanto, la flota había sido rehecha. Un intento previo, con prisas y poco sentido, empleando maderas verdes, falló estrepitosamente.

A los 4 años, invadieron y ocuparon Túnez, dirigidos por Uluch Alí. Hacia los 10 años, ya guerreaban contra Persia, en el otro extremo del Imperio Otomano. El interés de la Sublime Puerta ya no estaba en el Mediterráneo.

Pero, continuaron su labor insidiosa por tierra, para ocupar territorios del sureste del Imperio Romano Germánico. Parados solamente por sus dos fallidos ataques a Viena.

Merece la pena ahora, valorar el esfuerzo de España en el triunfo de la Santa Liga. Vimos que España aportó el 80% de los hombres. La capacidad y habilidad de Álvaro de Bazán y su flotilla de galeras españolas cambió la suerte de los combates de ambas alas en la batalla.

Y, su intervención en el cuerpo central propició el envite final de los Tercios. Que se vieron apoyados por el ataque de flanco de Bazán al grupo de combate de la Sultana. Y la infantería de los Tercios era la fuerza de élite de la Liga.

Por todo ello, podemos dar al menos, un 90% a la contribución de España en el esfuerzo militar de la Liga.

Como siempre, “nuestros pensamientos fueron al quebranto del orgullo y la soberbia otomanos”, al decir de Cervantes.

FINAL.

LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO (1571)

ESPAÑA Y EL IMPERIO OTOMANO

Choque militar de los dos Imperios mediterráneos de la Edad Moderna

Introducción.

El 7 de diciembre se conmemoró el 450 aniversario del triunfo de la Liga Santa (España, Venecia y la Santa Sede civil y algunos adláteres menores) en la batalla naval de Levanto contra la Sublime Puerta.

Los turcos, desde antes de Mehmet II (Mohamed, en turco) al-Fatih (el Conquistador) de Constantinopla y de los restos del Imperio Bizantino, estaban avanzando por tierra (los Balcanes y Hungría) hacia el corazón de Europa Central y del Este, como un río de lava avasalladora, ardiente e imparable. El Imperio Romano Germánico, hasta su frontera con Francia, y Polonia estaban amenazados.

Mehmet II Fatih, Conquistador de Constantinopla
MEHMET II al-FATIH

Por mar, los turcos enseñoreaban el norte de África, desde Egipto hasta Ifrigia y las tierras al sur de Gibraltar, mediante franquicias y patentes de corso a colonias de piratas árabes y berberiscos. Que depredaban y hostigaban el comercio y la navegación cristianos del norte del Mediterráneo y rapiñaban sus islas (Baleares, Cerdeña y Sicilia).

Biografia de Selim II
SELIM II

Amenazando gravemente, en época de Selim II, con ocupar Chipre (véase en un mapa su cercanía insultante a Anatolia).

Prolegómenos.

Solamente el papa San Pío V tuvo el sentido estratégico correcto y sagaz de valorar el peligro otomano para Europa y la Cristiandad. Y puso todo su empeño en conseguir una alianza de países europeos firme, para enfrentársele decididamente ya.

Catequesis de Galicia

En seguida, Pío V encomendó la realización y el éxito de la empresa mundana, imbricada como la uña a la carne con la espiritual, a la Medianera de Todas las Gracias, la Santísima Virgen María.

Por toda la Cristiandad católica, en todas las diócesis y monasterios, se comenzó a fomentar el rezo del Rosario con esa especial y particular intención. Luego, se informaba a Roma de los cientos de miles de rosarios realizados y comprometidos. Este es un hecho que conocí de niño y que creo que está olvidado en la Memoria pública.

Francia no quiso participar en la Alianza Santa por la envidia y el rencor que sentía por España y su Imperio.

A Inglaterra todo se le hacía muy lejano. E Isabel I, la Reina Virgen, es un decir, era la hija de Enrique VIII, el reciente fundador de la cismática Iglesia de Inglaterra.

España estaba muy ocupada con sus inmensas posesiones de América y Europa Occidental. Y los piratas musulmanes no eran mucho más para ella que un tábano chinchante. Chipre, la principal colonia veneciana, le quedaba en el otro extremo del Mediterráneo.

Felipe II | Real Academia de la Historia
FELIPE II

Y el papa tuvo que insistir mucho para convencer a Felipe II de España dónde estaba la amenaza principal para todos.

Venecia se unió a la Santa Alianza por la amenaza inminente de los turcos sobre Chipre, pero también negoció con ellos una solución. Sólo le importaban su soberanía y su comercio, también amenazado por la ruta portuguesa desde el Índico a Europa, bordeando África.

En aquella, pues, participaron solamente España, Venecia y el Estado civil Pontificio.

Los medios de intervención y lucha.

Las galeras, los barcos del Mediterráneo, eran largas y estrechas como una libélula, No se distinguían mucho los de comercio, que tenían que defenderse por sí mismos, de los de guerra, también navegados por los piratas. La altura de la borda sobre el mar era alrededor de metro y medio. Está claro que solamente eran utilizables en mares tranquilos. Y, así, las diseñaron primero los fenicios, cartagineses y romanos.

A proa y a popa tenían un castillete de combate, que se comunicaban por una larga plataforma central. Podían embarcar varias piezas de artillería ligera, colocadas a proa y, a veces, en las bandas. Y llevaban infantería armada con picas, espadas y arcabuces, que era de los Tercios, en el caso de los españoles.

Modelo de la Galera Real - Museu Marítim Barcelona
GALERA REAL, ENARBOLANDO EL ESTANDARTE DE LA SANTA ALIANZA

Con el espolón de proa inmovilizaban al barco contrario, causándole serios daños en el choque. En general, trabadas y detenidas como estaban las galeras, la principal forma de lucha era de infantería. Ésta se protegía de los proyectiles enemigos (balas y flechas, a veces, envenenadas) bajo la protección de las bandas y los castilletes de las naves. Los españoles emplearon también las “empavesadas” o “defensas hechas con lienzos y redes espesas”.

El desarrollo de la acción militar.

La Liga Santa se constituyó en 1571 por un período de tres años.

La flota aliada comenzó a concentrarse en Mesina (Italia). Las naves de guerra eran 208 galeras: 90 españolas, 106 venecianas y 12 pontificias. Y estaban apoyadas por 6 galeazas venecianas, pesadas y muy poco marineras, cuasi castillos flotantes, dotadas: cada una con más de 30 cañones y reforzada también por varios cientos (sic) de arcabuceros españoles !! Cuando no podían usar sus velas, cada una debía ser remolcada por varias galeras, que, a su vez, se turnaban, para no agotar rápidamente a los remeros de la galeaza.

Galeaza - Wikipedia, la enciclopedia libre
GALEAZA

La ingeniería naval española marcaba categoría y distancia con las galeras venecianas, algunas casi inservibles, rotas Y, aunque la artillería de la Señoría era muy buena, sus tripulaciones eran escasas y tenían que ser completadas por españoles.

El núcleo duro de la Flota combinada eran los españoles (un 80% de los hombres). Y las distintas flotillas o grupos de combate se componían por naves de las tres procedencias, para evitar indecisiones y suspicacias entre los “aliados”.

A Mesina llegó un legado pontificio portando reliquias de la Vera Cruz. Entregándose una a cada flotilla o división de la Flota aliada.

La nave de Alí Pachá, el gran almirante de los turcos, recibió un gran sanyac o estandarte de seda verde confeccionado en La Meca, con la Media Luna y aleyas o versículos del Noble Corán bordados en él. Seguramente estaría la shasada o profesión de fe musulmana, cuya recitación equivale al bautismo, y alguna aleya belicosa como “Perseguid a los infieles hasta que toda adoración en la tierra sea dada a Allah”.

Para todos se trataba de un enfrentamiento completo, total, militar y de civilización.

El 16 de setiembre de 1571 partió de Mesina la flota aliada en busca de la turca. En su derrota o travesía fue haciendo sucesivas paradas en Corfú, Gomeniza, Cefalonia y Famagusta.

Los turcos conocieron por sus espías la concentración enemiga en Mesina y concentraron su flota de guerra en el puerto de Lepanto, en el golfo de Patras. Alí Pachá reclamó para la flota todos los jenízaros que pudieran aportarle las guarniciones cercanas. Era un infantería de élite, semejante en capacidad a los Tercios de España, orgullosa de su status y privilegios y fanática de su religión y del favor del Sultán.

En total, consiguió unos 2500 jenízaros.

Jenízaros, los soldados-esclavos del Imperio Otomano - Guerreros de la  historia
JENÍZAROS

En las batallas otomanas, cuando aparecía una etapa de indecisión del resultado o de predominio del enemigo, era el momento de emplear a los jenízaros. Éstos atacaban acompañados de sus pífanos y ruidosos tambores, profiriendo sus gritos de guerra y, generalmente, obtenían la decisión.

En esta etapa del enfrentamiento, en la marcha al combate, se desplegó todo el repertorio posible de espionaje y contraespionaje de ambas partes. Que necesariamente se hacía por vigías en tierra y pescadores costeros, que pronto serían sólo turcos, y, más eficazmente, por naves ligeras y marineras de exploración. Capaces de acercarse e incluso, excepcionalmente, penetrar en el despliegue enemigo.

Mientras la flota estaba en Famagusta, el corsario turco Kara Kodja se infiltró de noche con dos fustas pintadas de negro en la bahía, entre los barcos de guerra y auxiliares cristianos. Y, así, regresó a Lepanto con “noticias fehacientes” de que el número de galeras cristianas era bastante menor que el real. Y confundiendo las galeazas con panzudos barcos de transporte de apoyo. Al retirarse de la bahía, apresó a unos soldados cristianos que, debidamente interrogados, le corroboraron en la idea de que el número de tropas enemigas era la mitad del real.

A bordo de la galera Real se celebró un consejo de guerra de Don Juan de Austria con sus jefes de flotillas, para decidir las próximas acciones ante la cercanía del turco. Luis de Requesens y Juan Andrea Doria eran partidarios de rehuir el combate en esos momentos. Álvaro de Bazán y Alejandro Farnesio opinaban que se debía ir al encuentro de los turcos. Por fín, don Juan decidió, diciendo: “Señores, no es hora de deliberaciones, sino de combatir”.

A su vez, los jefes turcos celebraron su consejo de guerra. La flota aliada les cortaba el acceso al mar abierto, situada a la entrada del golfo, y, por otro lado, ya conocían sus efectivos reales. Que acongojaban a algunos comandantes secundarios turcos. Por su parte, también Uluch Alí, el lugarteniente general, y el jefe de las tropas embarcadas, Pertau Pachá, preferían permanecer en Lepanto, protegidos por las fortificaciones terrestres. Sin embargo, el sultán Selim II reclamaba que atacaran. Así, Alí Pachá decidió atacar.

Al amanecer del domingo 7 de octubre de 1571, partió la flota cristiana al combate. Los vigías turcos de la costa comunicaron inmediatamente la maniobra a sus ligeros buques de exploración, que partieron a informar a Lepanto. Allí, los turcos levaron anclas y se dirigieron a toda vela, con viento de popa, con sus remeros frescos para los momentos del combate, al encuentro del enemigo.

El combate.

Hacia las 7 de la mañana, cuando los aliados se internaban en el golfo de Patras, su horizonte se llenó de velas turcas. No obstante, el enemigo estaba a más de 15 millas naúticas y daba tiempo a completar el despliegue de las flotillas.

Las flotas rivales invirtieron el resto de la mañana en desplegarse y aproximarse.

En cada nave, cada cual se ocupaba de sus asuntos de última hora.

Los carpinteros cristianos se afanaban en serrar los restos de los espolones. Don Juan había ordenado serrarlos sólo parcialmente, para que su técnica no fuera detectada por el enemigo y copiada. Así, se quedaba libre la tamboreta delantera, al final de la cubierta de proa, para que su batería ganara más sector de fuego.

Los sacerdotes y frailes (agustinos, franciscanos y jesuitas) que iban a bordo atendían y daban la absolución a los combatientes, los marineros y los remeros.

¿Cómo combatirán?

El comandante turco lo fiaba todo al “choque rompedor” de sus galeras “cabeceras de grupo” con una capitana secundaria cristiana. Quedando ésta quebrada y fijada. Luego, la galera cabecera turca y sus naves subordinadas la atacarían con su infantería de a bordo. Formándose una gran “plataforma flotante de combate”.

La artillería turca tenía una tarea de apoyo secundaria al combate de infantería. Va a tardar mucho tiempo hasta que los cañones de una época sean capaces de hundir un barco de guerra.

Su fuerza decisiva al combate eran los espolones de proa, la infantería embarcada y los jenízaros.

También contaba con las maniobras de sus flotillas de las alas y la reserva de la flota del Sultán, para situarse más favorablemente contra una flotilla cristiana y proceder al choque final.

La estrategia operativa y la táctica de los cristianos eran parecidas a las turcas. No podían diferenciarse mucho cuando ambas se basaban en el choque directo a la vista de los rivales.

Los cristianos estaban más adelantados en los tiempos que los turcos, ya que no confiaban tanto en la importancia pura del espolón y la trabazón de las galeras contrarias. Sino que ya utilizaban el fuego artillero a distancias cortas para quebrantar a los turcos embarcados y romper la alineación de su despliegue.

Ello en preparación para la entrada en combate de las infanterías embarcadas rivales, cuando las galeras se tocasen.

(CONTINUARÁ)