Teoría e Historia Militares y Temas de Interés Permanente en los Conflictos y Crisis Modernos. Military Theory and History and Topics of Permanent Interest in the Modern Conflicts and Crisis.
El Ejército Rojo de Obreros y Campesinos resultó victorioso en la Guerra Civil sobre los Ejércitos Blancos Rusos. Estos fueron soportados en mayor o menor medida en ella por las Potencias europeas, los Estados Unidos y el Japón. Ya entonces, el Politburó Soviético puso sus ojos en Europa, con el fin de extender la Revolución Mundial. En esto, las ideas internacionalistas de León Trostky tuvieron un protagonismo decisivo.
Leon Trotsky
Para ello, el general Mikhail Tujachevsky atacaría a la reciente República de Polonia con sus Hordas armadas euroasiáticas. Y ganaría a la República burguesa. Gracias a que los campesinos polacos se sumarían “fervorosos” a la liberación socialista que le brindaban los Ejércitos Rojos.
El ataque imperialista contra Polonia.
Los Rojos llegaron hasta el Frente de Varsovia, intentando desbordarla por el norte.
El General Mikhail Tujachevsky, a la izda., con otros Altos Jefes del Ejército Rojo
Allí, el mariscal Josef Pilsudski, héroe de la Liberación de Polonia en la I Guerra Mundial, recorría sus brigadas y divisiones. Elevando y consolidando Ia moral de combate de sus fuerzas y la identidad de la Nación polaca, frente al Imperialismo ruso comunista.
Y, preparaba con su Estado Mayor y los comandantes de sus grandes unidades una Defensa móvil en profundidad. Contra los ataques frontales y masivos del enemigo.
Desde Kiev, a cerca de 500 km del Frente, Tujachevsky alentaba a las suyas, con el trato de los déspotas a sus hordas, ayudado por los comisarios políticos de ellas. Y dirigía sus operaciones militares sobre los mapas de la situación de la guerra en su Puesto de Mando. Que era actualizada por las informaciones no contrastadas de sus grandes unidades en el Frente.
El Caedes Operacional.
Tujachevski había tensado también sus Líneas Logísticas al máximo. Estaba engolfado, rozando en su imaginación el triunfo a mano.
Aunque comían del pillaje al terreno que pisaban. Necesitaban también, desde su retaguardia lejana, armas, municiones, medicinas, reposición de unidades, ropas, calzados, mulas de carga y los “carros del país” rusos.
Y, como Milagro surgido de la concentración de Errores del atacante y de Parámetros Eficaces del defensor, el atacante se encontró sin suelo amigo. Sin la imprescindible zona de retaguardia operativa. Para descansar, maniobrar, combatir y consolidarse tras las luchas puntuales. Y, tuvo que retroceder miserablemente.
Los soviéticos en armas, que no militares eficaces, retrocedieron hasta las fronteras de la URSS.
Y, el sueño revolucionario de cruzar las llanuras polacas e invadir Alemania. Y liberar a Europa del sistema capitalista o imperialista, éste como culminación del desarrollo capitalista. Se disipó como el humo del tabaco que fumaban las tropas soviéticas.
Situación actual.
Esta idiosincrasia de los militares eslavos del Oeste de los Urales continúa influyendo en las operaciones, necesidades y características anímicas de los militares de la Federación de Rusia.
La disciplina de las tropas en los cuarteles es deplorable. Abundan los tiempos libres, la holgazanería, las charlas inanes o subidas de tono.
El mantenimiento de los equipos pesados es malo. Algún escritor calculó que, por su experiencia militar, la mitad de los tanques en batalla dejarían de funcionar pronto y que les faltarían combustibles y repuestos.
El ejército ruso carece en su estructura esencial de la armazón un cuerpo de suboficiales formados Específicamente para la dirección inmediata de las tropas y la satisfacción de sus necesidades. Que los conozcan tanto como sus madres. Y con una amplia formación militar, empatía y capacidad de mando. Que los soldados, así, los respeten. Y reconozcan que sin ellos y sin obedecerlos, sus posibilidades de supervivencia en el campo de batalla son mucho menores.
Consecuencias para las operaciones inmediatas.
Esto puede ser un obstáculo insalvable para los planes de Putin, que Gerasimov intenta cumplir.
Y que no se supera por la mera Concentración de la Mediocridad de equipos y hombres en los Frentes.
Surge, un tema menor, pero de gran importancia por las desavenencias que crea en Moscú y con las tropas en campaña. Es la presencia creciente del Grupo Wagner como apagafuegos ruso en la guerra de Ucrania.
WAGNER RECLUTA CONVICTOS RUSOS.
En el mismo se encuadran criminales convictos, mercenarios sirios y libios “entre otros elementos de mal vivir” y voluntarios rusos. En general, gozan de sueldos dispares, dependiendo de su experiencia, origen y trayectoria vital; a un convicto se le paga fundamentalmente con la libertad, más o menos adornada con limpieza de antecedentes.
Su jefe es Prigozhin, un plutócrata ruso y paniaguado de Putin. Este hombre está enfrentado con parte de los del Kremlin y con altos jefes militares por la permanencia de su “grupo armado mercenario particular” en las filas rusas en campaña.
La tolerancia implícita de los jefes militares rusos en Ucrania con los hombres del Grupo Wagner, genera un enorme malestar entre los oficiales, suboficiales y soldados allí destacados. Y rebaja enormemente su moral de combate y su “esprit de corps”.
Si Gerasimov viene con poderes plenos de jefe de la campaña y considera los anteriores argumentos, en relación a la motivación y la disposición combativa de sus fuerzas regulares rusas, tiene que recomponer la situación de las fuerzas, en relación con la presencia del Grupo Wagner en las filas rusas.
La Unidad de Acción y la Concentración de los Esfuerzos en la Campaña.
Otro de los problemas capitales que tendrá que resolver Gerasimov es la Integración estratégica y operativa de todos los Frentes activos de las fuerzas rusas en presencia.
Para establecer una “Unidad Superior del Esfuerzo”, estratégica, que sea coordinada, proporcional y sinérgica. Para optimizar en “tiempos eficaces”, según el principio “universal superior del ahorro de medios” y el “principio militar del Objetivo”, la distribución y el empleo coordinado en el tiempo de las capacidades humanas y materiales adjudicadas a los distintos Frentes.
Así, los rusos tienen diversos Frentes con diferentes importancias y presentando distintas oportunidades.
El Frente norte de Kiev está inactivo. Lukashenko es aliado debido de Putin y con sus balandronadas y maniobras provoca incertidumbres en Kiev. Brinda una oportunidad de drenar efectivos ucranianos móviles, para fijar y proteger el Frente de incursiones rápidas rusas posibles.
Aquí bastaría la presencia en Bielorrusia de una “fuerza de tareas” (tasks force) mecanizada de Rusia. Contando con tanques y vehículos de combate y transporte de infantería, con apoyo de artillería, ingenieros, defensa contra aeronaves (DCA) y aviación de apoyo a tierra y su escolta. E integrando un par de divisiones. Que se moviera por el sur de Bielorrusia merodeando.
El Frente de Crimea está activo hacia Jerson, Mariupol y Zaporiya y crea incertidumbre hacia Odesa. Permite la defensa de los 4 territorios anexionados por Putin,
El Frente del Donbass, al sureste de Ucrania, está activo en los oblast o provincias de Lugansk, al norte, junto a la frontera con Rusia, y Donetz, al sur. El Frente del Noreste, hacia Jarkov o Kharkov está en hibernación. Ambos son promisorios en teoría en esta nueva fase de la guerra.
La acción conjunta y coordinada desde ambos Frentes rusos, de “fuerzas de choque de ruptura” de la defensa Táctica ucraniana. Seguidas, tras la irrupción, por “grupos móviles blindados” con apoyo aéreo, avanzando en la retaguardia operativa ucraniana hacia una población o pequeña zona. Formando un amplio y doble movimiento envolvente en torno al enemigo. Puede crear un embolsamiento de éste o, al menos, una grave amenaza de corte de comunicaciones para las fuerzas ucranianas más activas y, por tanto, equipadas con equipos pesados, desplegadas en el este del país. Rusia cuenta con más que suficientes fuerzas móviles regulares para ello.
El Contraataque Ucraniano.
Los ucranianos pueden contraatacar empleando fuerzas blindadas con suficiente punch, como los Main Battle Tanks más modernos. Los tanques “pesados” que Zelensky reclama a los EEUU y a Europa ahora. Los Challengers (con su blindaje Chobham); Leopards 2 A5, de ingeniería alemana; Leclercs, el primer tipo construido de esta nueva generación de tanques y Abrams, los estadounidenses.
Avanzando rápidamente desde la profundidad del despliegue ucraniano, sobre un flanco de las puntas de avance rusas. Recordemos que ese territorio es terreno favorable para los blindados.
Para ello Ucrania necesitará contar con varios batallones de dichos tanques. Distribuidos por sus concentraciones más importantes, cada uno con unos 50 tanques. El distribuirlo o emplearlo por compañías aisladas es desperdiciar su especial y única velocidad de avance todoterreno y potencias de choque y de fuego, protegidas por un blindaje eficaz. Que es completamente decisoria en el combate moderno.
En toda esta filigrana teórica de maniobras y combates, ganará el más capaz, equipado, motivado y preparado.
El desnaturalizado frente aéreo ruso actual.
El objetivo del frente aéreo ruso actual es el debilitamiento de la moral ucraniana. Mediante el ataque sucesivo a las instalaciones civiles (energías, agua y comunicaciones) y a los núcleos urbanos de cierta importancia ucranianos.
Es de señalar que este objetivo bastante criminal no tiene como blancos a las fuerzas militares enemigas, sino a sus poblaciones inermes de la retaguardia. Para más INRI, comenzó a ser usado descaradamente cuando Putin y sus altos capitostes y paniaguados del Kremlin se dieron cuenta de que su “actuación militar especial” en Ucrania era un “bluff”. Y que Ucrania era un hueso duro de roer para las fuerzas rusas empleadas en ella.
MAESTRO SUN
Hace casi 2500 años, el Maestro Sun (Sun Tzu), en la Época de los Reinos Combatientes, ya avisó que “cuando el general ya es nombrado por el soberano, éste no se debe meter en sus asuntos” y “cuando los cortesanos y ministros interfieren en su mando, traen la desgracia al Reino”.
Además, este objetivo ya ha sido utilizado en otros casos y con nula eficacia, por cierto.
El Japón fue bombardeado inmisericordiemente por los EEUU, cuando ya había conseguido ocupar las islas japonesas (p.e., Okinawa) suficientemente cerca del Japón insular. Los japoneses ya preparaban a su población civil para una resistencia numantina al invasor. Creando una inmensa fortaleza natural en sus islas, donde cada una era un reducto fortificado de ella.
Fueron las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que supusieron un “ascenso a los límites superiores”, en la lucha contra las retaguardias civiles. Porque eran mucho más que un cañonazo muy grande. Las que obligaron al Japón a rendirse incondicionalmente a los estadounidenses. Porque amenazaron (aunque no tuvieran más artefactos en ese momento), con destruir la esencia e identidad nacional japonesa.
En general, el uso del “bombardeo indiscriminado de las retaguardias civiles”, lo que consigue es galvanizar a éstas en torno a su gobierno y a sus fuerzas armadas. Porque perciben del enemigo un odio demoníaco, feroz hacia ellas, que buscaría la destrucción de su identidad, cultura e idiosincrasia.
Modernamente empleó ese tipo bombardeo los EEUU en Vietnam de Norte. Ellos abandonaron en 1973 el Vietnam del Sur y en 1975 lo ocuparon, casi sin resistencias, las fuerzas comunistas.
El Apoyo Aéreo de Rusia a sus Fuerzas Terrestres.
El frente aéreo ruso en Ucrania debe ser dirigido contra las concentraciones de tropas enemigas (reservas, preparaciones para el ataque, fuerzas en marcha), sus comunicaciones terrestres y la red logística, los puestos de mando y centros de comunicaciones, las puntas de ataque de sus fuerzas, las posiciones de artillería y de lanzamiento de cohetes y drones.
No es éste, evidentemente, un Tratado sobre los Parámetros determinantes de la Eficacia militar. Tampoco es un Estudio sobre los Principios o los Sistemas Operativos de la Guerra. Sobre los cuales tienen a su disposición suficientes artículos en esta Página Web, que consultan ahora.
Se trata de realizar una breve explicación de las características de esos Parámetros determinantes. Que deben funcionar siempre en Armonía y Cohesionados.
Para que, con esta descripción en la mano, puedan definir y conocer fácilmente los Fallos y Errores que cometen las Unidades en su Oficio más peligroso: la Guerra.
Doctrina y Reglamentos.
Los Parámetros determinantes deben definir y transmitir el Qué y el Cómo de las unidades y medios en la guerra contra los variados enemigos posibles.
O sea, supone tener unos buenos Principios de su Arte-Ciencia de la Guerra y unos Sistemas Operativos adecuados a la guerra moderna, híbrida y cibernética.
Y, deben hacerlo de una manera amplia, clara, creativa, estimulante, flexible, participativa y resolutiva.
Los Parámetros Determinantes y su medio de expresión cabal.
Esos Parámetros Determinantes se conciben y materializan por el Elemento Humano de las Armas y la Guerra. Sin éste, serían sólo unas hojas más o menos numerosas de grafías. A la espera de obtener su sentido, siempre eminentemente práctico, su expresión cabal y su utilidad trascendente. Que consiguen por su empleo por los militares.
Cadena Logística.
Organiza y distribuye los medios a las unidades. También podría participar en su adquisición externa en el mercado, en todo o en parte. Incluye generalmente los servicios sanitarios.
Debe ser cercana, con medios diversos: los transportes de larga y de reparto, los almacenes o centros o nodos y cocinas en varios niveles de actuación y el control y los medios informáticos. Tiene que ser informada, previsora, proactiva, organizada y suficiente.
La Trilogía Ejecutora.
Unidades de las armas y servicios.
Que puedan integrar conjuntos tácticos y operativos de Armas Combinadas. Que estarán compenetrados, entrenados, también conjuntamente, que aporten un apoyo mutuo y una sinergia de efectos y que se tengan mutuo respeto.
Jefes. Oficiales.
Deben ser dispuestos, empáticos, formados, motivados, resolutivos, respetados, responsables y sufridos.
Cuerpo de Suboficiales.
Deben ser cercanos, entrenados, específicos de sus tareas, capaces, formados, leales a los jefes, a los soldados y a las unidades y respetados y altamente considerados por las tropas.
La oportunidad surge del juego de actuaciones dialécticas entre las unidades enfrentadas. La oportunidad es la debilidad táctica e incluso operativa, que aflora en un sector enemigo o está a punto de hacerlo. Sobre ella podemos actuar e incluso precipitarla con nuestro sistema de armas combinadas en una “interfase de acción” especialmente favorable a nosotros. En la oportunidad subyace siempre un error enemigo. Si éste resultase insuperable para él, sería por las circunstancias imprevistas, sorpresivas que concurrieran. Las oportunidades son una característica útil y ventajosa aportada por la dialéctica de acciones en el caos de la guerra.
Los objetivos intermedios previstos en los planes no son oportunidades. Son previsiones derivadas de la planificación y de la resolución fundada del mando. Cuando comienzan los contactos con el enemigo, su logro comienza a ponerse a prueba, como decía Moltke, en el juego de la dialéctica.
Funcionamiento.
De este juego en un medio caótico, independientemente de las desviaciones mayores o menores que sufran los planes, surgirán las oportunidades y los peligros. Los peligros serían las oportunidades del enemigo sobre nosotros. Ambos son imprevistos, pero asequibles y explotables durante cierto tiempo. La razón de la imprevisibilidad en el tiempo de las oportunidades está en el número cuasi infinito de variables y de acciones individuales y colectivas que concurren a definir una “situación” y los ciclos de acción sucesivos en los que ella se va desarrollando.
La oportunidad surge en un fallo del enemigo en el empeño de sus fuerzas y medios de apoyo. Puede originarse por la diferencia de calidades entre las distintas fuerzas enemigas y en la transitabilidad o buen «on going» de un sector dado, que debilitan una defensa o el impulso de un ataque. Aparece también en el descuido del enemigo en presentar un flanco expuesto, es decir, una interfase de acción favorable real o potencial con nosotros, no debidamente cuidada por él para enfrentarse a nuestro sistema interarmas disponible. La oportunidad está en un vacío de capacidad de combate, que surge en un ciclo de acción en una unidad, en un sector del combate. Que queda desprotegido y que es desatendido durante un tiempo suficiente, que permita su detección y su explotación por el contrario.
Es necesario aprovecharla rápidamente. La propia dinámica del proceso de interactuación en el medio caótico, la oculta, la esfuma, la hace inalcanzable, tras un corto tiempo. Ello es debido a la sucesión de los ciclos de acción que modifican las circunstancias que concurren.
Desarrollo.
Para detectar las oportunidades al nivel de actividad militar que sea, es necesario la inteligencia (exploración elaborada y convertida en conocimiento útil, continuo, suficiente) y la presencia suficiente del jefe correspondiente. Para aprovecharlas es necesario una comunicación vertical simple y sencilla, apoyada por la comunicación implícita entre los jefes subalternos y movilidad, flexibilidad y capacidad de combate disponible en las unidades y mandos implicados. Si la oportunidad es trascendente, se traslada a ella por el mando el centro de gravedad táctico u operativo. Si es importante, su aprovechamiento debe contribuir concéntricamente a la creación y al desarrollo de aquél.
Las mismas características recién citadas, pero enfocadas a nosotros mismos, son las que, a su vez, nos protegerán de los peligros u oportunidades enemigas. Con ello se conseguirá evitar su aparición, compensar el peligro o mitigar su presencia y disminuir nuestro tiempo de vulnerabilidad. Si a pesar de la previsión y el cuidado, concurren en su aparición circunstancias sorpresivas o inesperadas, incluso por fallo de nuestra parte, los medios a emplear son las dos últimas acciones citadas para su detección y aprovechamiento.
¿Cuál es esa presencia suficiente del jefe? Aquélla que le permita aprovechar las oportunidades que surjan en su nivel de actividad. Todo ello está relacionado directamente con los dos estilos o formas de mando diferentes para el cumplimiento de las tareas de los distintos escalones de mando.
El mando táctico debe ejercerse Sintiendo la “interfase de acción” con el enemigo, el intercambio de acciones con él en el terreno. El límite del mando táctico está claramente en la brigada. Y, en grandes operaciones o en el ataque o en el arma blindada, probablemente alcance en mayor o menor grado a la división, cuyo jefe debe impulsar la marcha o el ataque detrás de la primera agrupación importante del grueso de la unidad.
El mando de los cuerpos de ejército es claramente un órgano de gestión operativa y debe tener una perspectiva más amplia del conjunto. Así como también un mayor alejamiento del contacto directo con el enemigo, que supere la interfase y su retaguardia inmediata. Esto le brida al mando amplitud, visión, serenidad y seguridad.
En el inmenso caos que se va creando en un combate, la previsión del mando puede imponer y perfilar su evolución en una dirección y sentido.
Al igual que el mando efectivo es capaz de “captar” y “sentir” los signos de debilidad y desánimo del enemigo. Y prepara entonces las fuerzas que usará en la persecución y los apoyo que les dará. Poniéndolos bajo el mando de un jefe enérgico, animoso, líder y lúcido.
El comandante debe ir preparando “fuerzas de disposición rápida” en las unidades a su mando. Por ejemplo, una compañía mixta en el batallón; un batallón de armas combinadas en la brigada. De tal manera que la aparición de la oportunidad, cercana y sorpresiva, le permita aprovecharse de ella. Ya que la sorpresa ayudará a que la oportunidad sea aprovechada al principio por una fuerza propia relativamente pequeña. Y que podrá ser reforzada pronto por parte del grueso.
Ejemplo de la presencia eficaz, no física, de un Alto Mando.
Erich von Manstein dirigió desde sus cuarteles en Zaporiya, Ucrania, la operación de contrataque del grupo de ejércitos Don, principalmente contra el Frente del Suroeste soviético del general Vatutin. Para mediados de marzo de 1943, los alemanes habían eliminado del orden de batalla de Vatutin a 6 cuerpos de tanques, recuperaban Kharkov y tenían un frente defensivo resistente desde Tangarov a Belgorod, apoyado en el Mius y el Donetz. También contaban en el sur de Rusia con reservas móviles suficientes para rechazar posibles rupturas operativas en la zona. Y, tras el descalabro de Stalingrado, habían recuperado la iniciativa estratégica, al menos en el teatro de operaciones sur.
HITLER, PREOCUPADO, VISITA AL MARISCAL VON MANSTEIN IN ZAPORIYA.
Un ataque contra el saliente de Kursk, terminado de perfilar por el avance de von Manstein sobre Belgorod, que se hubiese iniciado en el mes de abril, tenía entonces posibilidades de éxito por la falta de preparación soviética.
Este mismo ataque iniciado en julio de 1943 determinó que ya no tuviesen importancia más errores del alto mando alemán (Hitler): entonces, el tema de estrategia total o estrategia de estado no era ya quién ganaría la guerra, sino cuánto tardaría en hacerlo.
Fallo en la presencia eficaz del mando.
Veamos un ejemplo de una presencia inadecuada del jefe, en relación con el escalón que se supone que manda. Lo protagonizó Rommel en el norte de África en noviembre de 1941.
PUESTO AVANZADO DE MANDO DE ROMMEL EN EL DESIERTO.
Creyendo erróneamente que los blindados ingleses estaban dispersos tras algunos combates, Rommel ordenó concentrar los suyos en la frontera libio egipcia. Dedicado directamente a ello, como un jefe de regimiento más, se vio envuelto en el rechazo de un ataque británico. Incluso estuvo aislado con su vehículo de mando, por un problema mecánico, durante medio día en el frente.
Esto le privó temporalmente del control de las operaciones en Tobruk. Su toma era su principal objetivo operativo y resistir al asedio alemán era el de los ingleses. Debido a esta distracción injustificada, Rommel tuvo que abandonar el intento de tomar aquel puerto fortificado, situado en su retaguardia operativa, la cual hubiera podido consolidar para su defensa de su territorio ganado.
En menos de un mes, los avances de los tanques y la infantería ingleses forzaron a Rommel una larga retirada hacia Túnez. Tuvo que ceder casi todo el terreno que había ganado desde el mes de marzo, cuando su llegada a África, hasta que logró reponerse y pudo contraatacar, al aliviarse la presión británica.
Buques porta cohetes (missiles), tipo corbeta, fragata, destructor, crucero ligero, de la Flota rusa del Mar Negro, hundidos desde tierra por cohetes dirigidos ucranianos.
Buque insignia Flota del Mar Negro «Mosvka«, hundido principio guerra.
Grupos de tanques rusos, entremezclados con vehículos logísticos de combustible o municiones y con vehículos de combate de infantería, ¿dónde está el encolumnamiento de marcha o el despliegue de ataque o su seguridad ante el enemigo?, que merodean por la zona de combate de modo errático e inconexo.
Tanque ruso T-90.
Y
que son destruidos por los ucranianos, empleando lanzacohetes
antitanques personales y artillería con dirección de tiro muy
moderna, de fabricación estadounidense o europea. Son especialmente
buenos los cañones alemanes autopropulsados de 155 mm. Toda la
dirección de tiro es automática y los ucranianos no se
acostumbraban bien.
Aviones y helicópteros rusos son derribados por posiciones antiaéreas en tierra, fijas o móviles, inclusive de manejo personal, ucranianas.
Caza Ruso Sukhoi SU-57, no enviado a Ucrania.
Putin amenaza
continuamente a sus potenciales enemigos, resumiendo, el Occidente
liberal, con cohetes balísticos intercontinentales de
velocidades hipersónicas y portadores cada uno de
varias cabezas de combate. Que se separan en la última
fase de vuelo hacia la zona objetivo, del cohete portador.
Son los MIRV o multiple independent reentry vehicles. O cohetes de múltiples vehículos (o vectores) independientes de reentrada (a la atmósfera).
Con
todo el escacharrante e ineficaz “potencial defensivo destructivo”
(PDD) de sus armas de tecnología ultramoderna
y resultados
paupérrimos. ¿Por
qué Putin no
establece un ejército moderno, eficaz, Motivado y más pequeño? A
ejemplo del israelí y de dimensiones acordes a las propias
necesidades de Rusia.
Y,
abandona sus escalones
y sus puntas de avance y ataque
masivas. Donde su despliegue se estorba a sí mismo. Para moverse y
para atacar o retroceder con agilidad, precisión y efectividad.
Resultados.
Según
un resumen de medios
periodísticos
extranjeros prestigiosos
(The
Economist, Forbes, The Washington Post)
y del periódico El Mundo, las Bajas
Confirmadas
en este conflicto hacia
el
24 de agosto
serían:
Tanques
Ucranianos
240
Rusos
967
Aeronaves
Ucranianas
74
Rusas
213
Buques de diversos tipos
Ucranianas
19
Rusas
11
Ese
número de
tanques rusos serían el equipamiento de cuatro divisiones de tanques
o cinco o seis divisiones mecanizadas o motorizadas, según
nomenclatura, con su orden de batalla al completo. Otrosí, en su
guerra de Afganistán
la URSS
perdió 147 tanques. Y, además, los
tanques rusos
perdidos
hasta ahora es una cifra superior a los tanques en activo de
Alemania,
Francia y ReinoUnido,
juntas.
Si
Rusia
no puede con Ucrania,
mucho más débil militarmente, ¿cómo se va a enfrentar con una
cierta probabilidad de éxito con los EEUU
o el Reino Unido o Francia?
Antecedentes promisorios.
Mijail Tujachevski
Rusia, antes la URSS, era en los años 22 a 37 del siglo pasado, una potencia avanzada en filosofía o “teoría moderna del arte y la ciencia” militar. Allí brillaron con luz propia el Mariscal Mijail Tujachevski, el Teniente General Vladimir R. Triandafillov y el Brigadier Georgy S. Isserson… con sus equipos de auxiliares y colaboradores. Todos estudiosos y adelantados de la teoría de la Maniobra Profunda en la retaguardia táctica, operativa y, aún, estratégica enemigas, de los ejércitos modernos.
Georgy S. Isserson
Que
yo considero que estaba más sólidamente
razonada y argumentada que la teoría de la guerra mecanizada
alemana. Que era más bien “práctica”.
Alemania,
con unos mandos y oficiales excelentes, cuadros (sin par en el mundo)
y soldados, de lo mejor del mundo; y, de momento, en 1939, todos muy
entrenados y motivados.
Por cierto, le llaman Blitzkrieg o guerra relámpago a la forma de lucha alemana. Nombre dado por un periodista. Y la gente se cree que es por la rapidez de sus maniobras.
Vladimir R. Triandafillov
Pero, los especialistas le llamaban guerra relámpago, por los continuos cambios de dirección de los movimientos tácticos de las fuerzas principales. Siguiendo los puntos o posiciones más débiles o menos protegidos del enemigo. Cambios que trazaban los recorridos del rayo en la superficie del área de combate.
Sólo
Triandafillov
murió en paz y reconocido, en el año 1931. Isserson
estuvo en la cárcel cuando la Gran Purga y no se le reconocieron sus
méritos o aportaciones. Tujachevsky
fue fusilado en la gran purga de 1937 del Ejército Rojo de Obreros y
Campesinos. Para eliminar los cuadros militares que podrían
hacer sombra al poder del Partido, la excusa (o a Stalin).
Esto esterilizó la creatividad y la frescura de los mandos militares sobrevivientes. Aumentó la vigilancia y la delación entre los iguales. Las ideas y los conceptos militares de los depurados adquirían su infamia y vituperio; esto resultó fatal para la URSS y sus militares a 4 años de una invasión exterior. Los jefes y oficiales sólo se preocupaban de cumplir las órdenes sin errores; para no ser víctimas de depuraciones o ceses o traslados; lo cual lleva en la guerra a no hacer nada eficaz, contundente o decisivo.
Y llevó a asumir por el Ejército las viejas doctrinas de la Guerra Civil rusa contra los ejércitos blancos. Cuando la mecanización de las fuerzas era aún un desideratum, la logística roja usaba para sobrevivir el despojo del territorio hollado, aunque fuera propio, el mando único del jefe militar era compartido con el comisario político en la unidad y los ejércitos rojos eran hordas.
Y,
así enfrentó la URSS,
sin altos mandos, oficiales y suboficiales formados y sin doctrina
adecuada, la invasión alemana del 22 de junio de 1941.
¿Estamos ahora en una Etapa o Fase de Decadencia parecida en el Ejército ruso de Putin, que cuenta con más de un millón de personas armadas enroladas?
El
golpe de vista y la intuición deben ser
desarrollados para que, siguiendo una serie de técnicas
aceptadas, sean los que rijan en último término el gobierno
y la dirección de las operaciones que se desarrollen.
El estudio y el razonamiento llevan a conocer las mejores técnicas y sus formas de aplicación. Una vez aprendidas por la experiencia y la reflexión, éstas deben dejar paso al gobierno de la intuición. Ésta rige con sentido holístico, global, en una elaboración interna del espíritu, que establece un ritmo, una proporción y una adecuación a la situación dada. Que resulta mucho más eficaz y rápida que el continuo recurso al análisis, a la retroalimentación y a la lista de control de las actividades o “check list”.
Aníbal Barca
Las posibilidades, consejos, técnicas, variedades que se suceden en una situación dada y cambiante, crecen en forma exponencial. El tenerlas a la vista deliberadamente en todo momento, resulta poco menos que imposible. Y puede ser fuente de errores, ya que harían falta además la retroalimentación y la verificación. Tampoco sería muy útil siempre, porque la deliberación resulta lenta y las posibilidades, las técnicas y los consejos son a veces contradictorios, a la luz de todas las condiciones que definen una situación.
Alexander Vasilevsky
Así, una vez formado, el oficial debe confiar en su sentido militar, que no es más que la intuición específica, para actuar en toda ocasión. Es de señalar que la emotividad excesiva, especialmente el miedo y el odio (negativos) bloquean la gestión intuitiva y la agilidad de la mente, descendiendo el nivel de su efectividad al del razonamiento falible. La serenidad y la disciplina serán los mejores ayudantes de la intuición.
Paul von Lettow-Vorbeck
Decía un sabio anónimo que el razonamiento era una forma de equivocarse con convicción. La causa o razón no es más que “no tenemos a mano todos los condicionantes o parámetros que definen una situación compleja”.
La
aplicación práctica.
La búsqueda de una solución para el problema operativo o táctico que se plantea el mando pasa por un proceso mental de investigación, información y deliberación. Los resultados de los procesos de exploración y de inteligencia deben, también, informar y arraigarse en la mente del jefe. Según la psicología occidental, tras todo este proceso mental deberá surgir la intuición.
Erich von Manstein
En
dicho proceso no queda del todo claro el nexo entre la deliberación
y la solución, ya que ésta puede ser ocupada por numerosas
“variantes” del caso, con diversas posibilidades de realidad o
certeza. La solución no surge por un proceso de acumulación de
datos y su rumiar.
Sino por un “salto cualitativo”, tras el que se contempla claramente el concepto esencial de la situación o su aprehensión conceptual plena.
Napoleón Bonaparte.
Estos “saltos” se producen en una elaboración mental inconsciente, dentro de una mente entrenada para captar dichos conceptos esenciales. Que pueden ser absolutos o referidos a la mente en sí, como relativos, referidos a situaciones o hechos externos a ella, como parcelas del conocimiento. Tras esas “informaciones” recibidas se debe realizar una verificación por parte de la mente analítica o deliberante, que revalide la bondad y conveniencia de una o dos soluciones “especiales” (mejor que “ideales”) que se ofrecerán.
Georgios Grivas
Esta aparente incoherencia entre la Solución que postulamos y la expresión ramificada que obtenemos, surge como consecuencia de la indeterminación natural que existe en la definición y la consideración de todas las variables que actúan en cualquier fenómeno o situación. El coraje mental será entonces el mejor auxiliar de la sabiduría, para superar las “dudas” que surjan sobre la ejecución y sus posibilidades y asirse a las oportunidades creativas.
Daniel Morgan
Y mucho más en una acción militar, apreciada desde hace mucho tiempo como envuelta en el “humo o niebla de la guerra” y afectada de la fricción y de los errores de las personas y de las unidades actuantes. Parte de ese “humo” se genera precisamente en nuestro conocimiento siempre incompleto, erróneo y aproximado de lo que piensa, busca y realiza el enemigo “al otro lado de la colina” que nos separa.
Algunos
practicantes de la teoría.
Todos
los ejemplos que presentamos se caracterizan por haber superado
reiteradamente a sus enemigos en sus
enfrentamientos.
Y, manteniendo una creatividad y una frescura llamativas
en su empleo del arte ciencia de la guerra.
Aunque,
a veces, una estrategia operativa de martilleo,
por parte de un enemigo con más medios y recursos, les haya
finalmente privado del triunfo a algunos.
Esto extenderá el descontento entre las clases sociales más populares y/o menos proclives a la resistencia, a la sobriedad y a la superación. Y formará un “campo de cultivo” bien roto, roturado y abonado para que las ideas radicales populistas se acepten y broten.
Que ofertan (siempre desde la oposición) “soluciones simples a los problemas complejos” nacionales y sociales. Y disfrazan un “utopía existencial” con el “logro de los anhelos” legítimos de los golpeados económica y socialmente.
DRON BAYRAKTAR TURCO CON CARGA COMPLETA
Para muestra, un ejemplo. En Francia ya están anunciando la subida en popularidad de Marine LePen. Y, tras el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado domingo10 de abril, ella será la que dispute con el actual presidente Macron, en segunda vuelta, la Presidencia de la República de Francia.
LePen ya olvida sus pasados suspiros por Trump y Putin. Objetivo de la política gala: su Interés.
El relato de la guerra.
La resistencia de Kiev está articulada en la infantería ligera ucraniana, apoyada por tanques y vehículos blindados “de combate o de transporte” de infantería. Y por el fuego pesado de la artillería, los vehículos aéreos no tripulados o “drones” (zánganos, en inglés) y los cohetes anti aeronaves,
capaces de actuar en pequeñas, rápidas y sorpresivas maniobras de ataque contra un enemigo pesado, convencional y previsible. Enemigo incapaz de que sus unidades y pequeñas unidades actúen con iniciativa, decisión, libertad táctica, osadía y voluntad de lucha en el combate.
KIEV
Y ha conseguido rechazar en muy pocos días el ataque ruso para ocupar Kyiv (nombre ucraniano de su capital), su objetivo principal al inicio de la guerra de invasión.
Es de señalar que las tierras que rodean a Kiev están bastante urbanizadas. Por lo que presentan multitud de “alturas ocultantes relativas”, que ocultan y protegen bastante a los infantes ucranianos de los mastodontes blindados o del paso de una infantería enemiga descuidada. Y, son terrenos favorables para el rechazo y su lucha en las distancias cercanas y próximas.
KHARKOV
Hay otras grandes poblaciones de Ucrania que están también sometidas directamente a ataques feroces de los invasores. Donde éstos también atacan indiscriminadamente a los grandes edificios civiles y públicos. Los últimos sirven muchas veces de refugios colectivos para la población. Pero, los rusos atacan menos a las posiciones de rechazo ucranianas: posiciones de defensa de infantería y sus nidos de resistencia; posiciones de artillería fijas e itinerantes de tanques; y sus posiciones alternativas de combate.
Todas las grandes poblaciones ucranianas están resistiendo los fuegos pesados enemigos y los ataques combinados rusos a las avanzadas de combate y los destacamentos avanzados de Ucrania. Que ocultan al enemigo los límites y disposición de la posición de defensa de la población. Y que evitan que los rusos rompan su cohesión y la dirección o mando de la misma.
JERSON
Entre otras muchas están Kharkov, Melitopol (rendida), Jerson, Zaporiya (ocupada en parte) y Mariupol. Ésta última está literalmente destruida. Y está aislada por un cerco completo y su defensa pronto se agotará. Kharkov es la segunda ciudad de Ucrania. Y, sólo está por detrás de Mariupol en el número de bombas de Putin recibidas en sus casas.
Pero, los escombros y los edificios dañados no se evaporan, ni desaparecen. Y, son usados por los ucranianos para ocupar nuevas “posiciones de defensa” y “nidos de resistencia”. Cuya accesibilidad al asalto por el enemigo, resulta más dificultosa.
MARIUPOL
En algunas poblaciones con medios para ello, tras los desalmados bombardeos, los servicios de limpieza salen siempre. Retiran los escombros y mimetizan los restos con el paisaje. Dan un ambiente de normalidad y serenidad al cuadro urbano. Y, esto ayuda mucho a los habitantes de la gran población para mantener la compostura, la esperanza y la relativa tranquilidad, tan necesarias.
ODESSA
Aparece en este territorio otro tipo de terreno para la lucha. Está delimitado por:
la ribera este del Dnieper, incluyendo su largo recodo; el ecumene de Kharkov, al noreste y la frontera rusa, al este de Ucrania;
y los territorios pro rusos rebeldes de Donetz (al sur) y Lugansk (junto a la frontera rusa) y ocupados por Rusia, al sur de Ucrania, en la costa del Mar interior de Azov (da al Mar Negro), hasta Mariupol.
La caída de esta mártir y sufrida ciudad hará que Ucrania pierda casi toda su costa de acceso al Mar Negro. Quedando en su poder solamente el ecumene de Odessa, poco atacada hasta ahora, hasta Transnitria, al oeste de Ucrania.
Un Grupo móvil de batallón ruso avanza a su base de partida
Pronóstico Militar.
Estas
tierras son ligeramente onduladas y tienen gran dominio por la vista.
Son terrenos favorables al empleo de los tanques, de
los blindados y camiones de la infantería mecanizada y motorizada,
de la aviación de apoyo a tierra tripulada o no y de la artillería
remolcada y sobre orugas de larga distancia.
Formando conjuntos de “Armas combinadas”, como los modernos batallones tácticos móviles y los grupos operativos móviles. Capaces y teóricamente adiestrados para realizar rápidas y envolventes maniobras sobre el enemigo. Que culminan en el fuego y el choque contra aquél, en un combate favorable para el atacante.
Maniobras y combates que serán más decisivos y eficaces, cuanto más diferente sea la correlación de fuerzas en presencia entre los rivales.
Es un territorio totalmente desfavorable al Ejército de Ucrania y creemos que, incluso, así será por muchos refuerzos externos que reciba. Salvo, una implicación directa en la guerra a favor de Ucrania, de otros países.
En
más de una ocasión indiqué que no creía que estallaría una
guerra en Ucrania,
provocada por el afán expansionista de los rusos, dirigidos
e impulsados por Putin.
Todo
estaba en contra:
El alineamiento de los países del Centro Este de Europa (el grupo de Visegrado, menos Hungría), miembros de la OTAN, en contra de ceder siquiera algo a los rusos.
La
posición de Occidente
(cuyos “polos
vibrantes”
son los EEUU
y la Unión
Europea),
dispuesto a que no ocurra otra Crimea
(ocupada militarmente por Rusia
en 2014), como Casus
Belli
o como “hechos
consumados”
presentados por los rusos.
El evento de Crimea tenía una cierta “justificación”: su capital, Sebastopol, era y es la Base de la Flota del Mar Negro de Rusia. Y había varias bases militares aéreas y terrestres rusas en la pequeña península.
Puerto de Sebastopol, península de Crimea
El
mundo interconectado comercial y económicamente se vería gravemente
afectado en sus
flujos de intercambio
de materias primas, productos acabados, turismo y energías. Como
consecuencia de las represalias
económicas y diplomáticas
de Occidente
contra las agresiones armadas rusas. Y por sus consecuencias de
“rebotes y respuestas”.
Esto traería directamente fallos imprevisibles de suministros varios y precios altos de difícil embridamiento por los Bancos centrales y los Estados del mundo.
Las
pretensiones de Putin
de someter y romper la soberanía de Ucrania,
una nación libre: Exigiendo a Ucrania
certezas humillantes (que jamás formará parte de la Alianza
Atlántica u OTAN). Limitando a Ucrania
su capacidad de actuar libremente. Arrebatando a Ucrania
una parte de su territorio nacional, la rica e importante cuenca
del Donbass;
consolidando así las aspiraciones de sus habitantes prorrusos, que
se rebelaron contra Ucrania
tras la ocupación de Crimea
por
Rusia.
Obrando
así Rusia en contra de los derechos y las normas internacionales
admitidos.
Putin
ordena el ataque a Ucrania.
Estalló la guerra y desde el primer día todo han sido calamidades, inconvenientes y pérdidas incalculables sobrevenidas por todas partes.
Combatientes voluntarios sirios en Ucrania.
Putin
mandó un Ejército de pacotilla. Formado por altos cargos mimados,
golfos apandadores, reclutas con baja instrucción y tropa y clases
desmotivadas. Y mercenarios chechenos y sirios: lanza Etnias
Musulmanas contra Ortodoxos cristianos. A conquistar su presa.
Hoy ese ejército ha sido rechazado en sus principales objetivos militares calculados. Y, con graves pérdidas.
Combatientes voluntarios chechenos en Ucrania.
El
fuego pesado de los rusos, que se supone que es de gran
precisión, es dirigido, tras unos primeros días de lucha y
deliberadamente, sobre “objetivos civiles
inermes”.
Esta estrategia operativa infame ya la siguió Putin en Siria, con la anuencia de su presidente Bashar al-Assad y el silencio culpable de los demás actores regionales y potencias mundiales.
Bombardeos de saturación rusos en poblaciones sirias.
Las amenazas graves cruzadas entre Occidente y Rusia en estos días, han aflorado el recurso inadmisible y repetido por Putin y Lavrov de emplear armas nucleares en este conflicto armado híbrido.
El Maestro Sun (esto dice realmente el nombre Sun Tzu, aunque hay quien lo retuerce sin saberlo y se apunta, como “entendido entre desconocedores”, a llamarle Maestro Sun Tzu) escribió los Trece Capítulos del Arte de la Guerra en algunos momentos entre los años 400 y 320 antes de Cristo.
Estatua a Sun Tzu. En la mano derecha lleva enrollado en tablillas su libro.
Al
final de su Capítulo III, “La Estrategia Ofensiva”, en los
versículos 31 a 33, avisa seriamente:
“Por esto digo: “Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y, en cien batallas, no correrás jamás el más mínimo peligro.
Cuando
no conozcas al enemigo, pero te conozcas a ti mismos, las
probabilidades de victoria o de derrota son iguales,
Si,
a un tiempo, ignoras todo del enemigo y de ti mismo, es seguro que
estás en peligro en cada batalla”.
Glosando esto, Li Ch’uan dice: “A estos hombres se les llama “locos criminales”. ¿Qué pueden esperar, sino la derrota”.
Los desgastes de los líderes en una guerra impuesta.
Los
mercados internacionales se han desequilibrados rápidamente.
Porque
atacante y atacado son grandes suministradores mundiales de energías
(comodities) y alimentación. Sobreactuando en sus reacciones al
alza, por la inadecuación de las ofertas y extendiendo a los
compradores, una abusiva y estéril inflación de costes.
En maléficas “ondas de conmoción”, todo se extiende a todos por doquier. Este auténtico tsunami afectará a la economía mundial de forma directamente proporcional a su tiempo de duración.
Los Fondos de Recuperación europeos se dilapidarán en grado variable, según los países, en recobrar a los agentes de producción (capital, trabajo e inversión) de los daños recibidos en este maremoto económico. Los países podrán tardar un año o más de lo calculado, hace un par de meses, en alcanzar los niveles de bienestar o del PIC, producto interior per cápita, de dichos valores al final de 2019.
LA TOMA DE TENOCHTITLÁN POR LOS ESPAÑOLES Y TLAXCALTECAS DE HERNÁN CORTÉS
La
conquista de México.
Y, el 16 de agosto de 1519, la tropa de Cortés formada por 416 hombres y algunos caballos y cañones, emprendió la marcha hacia el corazón del territorio azteca, en la meseta del Anáhuac. Hicieron una primera parada en Tlaxcala, tierra enemiga de los mexicas. Pero, también de Cortés, porque tenían dioses comunes con estos. Y, ya se sabía que los españoles tenían gran aversión a sus cultos sangrientos. El 5 de septiembre ocurrió la batalla principal entre los tlaxcaltecas y los españoles. Venciendo estos, como ocurrió en Tabasco, a unos indios que lucharon sin concierto, ni mucho ánimo. Esto decidió a los tlaxcaltecas a favor de los españoles, deseosos de contar con esos poderosos aliados para deshacerse de los opresores mexicas.
Don Pedro de Alvarado.
Al campamento de Cortés se acercaron los embajadores de Moctezuma. El “jefe de los hombres” estaba atemorizado por la victoriosa marcha de los españoles y les ofrecía hasta hacerse “vasallo de su rey”. Insistiendo en que no se acercasen a Tenochtitlán. Esto hubiera parecido un botín extraordinario a muchos. Pero, Cortés, como verdadero gran capitán, permaneció fiel a su objetivo principal inicial: la toma de México.
Cortés estuvo tres semanas en Tlaxcala. Y con su poder de seducción inimitable convirtió a los caciques de esa nación y a su pueblo, en fuerzas auxiliares, incondicionales, del caudillo. Así, continuó el avance a Tenochtitlán, acompañado de un ejército auxiliar de muchos miles de tlaxcaltecas. Sin cuya colaboración efectiva, la conquista del Anáhuac hubiera sido imposible.
Los mexicas les indicaron la marcha vía Cholula, donde les habían montado una emboscada. Los españoles fueron recibidos muy bien aquí. Pero, doña Marina y los indios amigos descubrieron los detalles de la emboscada. Cortés atacó con su artillería las posiciones escondidas de los mexicas. Y los tlaxcaltecas penetraron en la ciudad y atacaron y limpiaron las posiciones protegidas de rechazo enemigas: situadas en las azoteas y protegidas por fosos, que impedían los movimientos de la caballería española.
Este desastre aumentó el miedo supersticioso en Moctezuma, el jefe de guerra mixteca. Que afectaría a su posterior comportamiento. Cortés continuó su marcha, apoyado por mil cargadores indios y unos pocos miles de auxiliares tlaxcaltecas.
Lago Texcoco y Tenochtitlán
El camino final para la capital era una gran calzada sobre el lago Texcoco, con agua a ambos bordes, a donde acudió Moctezuma, llevado en andas, con un gran séquito. El encuentro entre los dos grandes jefes fue verdaderamente cordial y satisfactorio. Ya nunca hubo, probablemente, alguna reunión de ambos caudillos, en que la sinceridad llenase tanto los pensamientos y sentimientos de ambos.
Moctezuma les ofreció a los españoles alojamiento en el palacio de Axapácatl. La enorme ciudad impresionó mucho a los españoles. Tenía anchas calzadas y plazas y estaba cruzada por numerosos canales, que hacían de vías de transporte. También tenía muchos mercados y templos piramidales, que rodeaban el centro de la ciudad, donde se ofrecían los sacrificios rituales.
Cortés se dio cuenta de que los españoles estaban dentro de una ciudad desconocida, llena de miles de guerreros enemigos y en medio de un territorio hostil. Y pensó que su mejor garantía era hacer prisionero al Gran Emplumado. Así, el 14 de noviembre, cuando Moctezuma lo recibió en audiencia, Cortés le dijo que se diese prisionero. El Gran Emplumado cedió y fue trasladado al palacio ocupado por los españoles.
Complejo de instalaciones del palacio Axapácatl
En medio de la gran tensión existente, Cortés asaltó el Templo Mayor de los mexicas e hizo retirar las imágenes de Tlacoc, el dios de la lluvia y del dios de la guerra y tutelar de ellos. Y las sustituyó por una imagen de la Virgen María y otra de San Cristóbal. Esto exasperó a los aztecas.
Supo entonces Cortés de la llegada a Yucatán de una gran expedición desde Cuba. Con 11 naos y 7 bergantines, al mando de Pánfilo de Narváez y con más de mil hombres. Enviada por Diego Velázquez para detener a Cortés y sus hombres.
Éste dejó a Pedro de Alvarado al mando de escasas fuerzas españolas en Tenochtitlán. Donde la situación parecía estable y atacó y venció hábilmente en un golpe de mano a las fuerzas de Narváez. Unas tropas españolas poco convencidas, interesadas y motivadas, en luchar contra Cortés. El cual, tras una arenga clara, directa y oportuna las incorporó a sus propias fuerzas expedicionarias. Y regresaron todos a Tenochtitlán, donde la situación se había invertido y amenazaba a todos los “huéspedes de Moctezuma”.
Las tropas españolas entraron ya en una ratonera táctica. Tuvo lugar entonces la sublevación latente, ya esperada y avisada por los aliados tlaxcaltecas de Cortés, de todos los mexicas en Tenochtitlán. El “Gran Emplumado” intentó en vano calmar los ánimos de los mexicas. Pero, para ellos, estando en manos del odiado enemigo, había perdido todas sus prerrogativas y respetos. Y, fue muerto, lo más probable a manos de sus propios vasallos; aunque hay fuentes que dicen que lo eliminó Cortés, porque era un lastre. Esto, sin embargo, va contra la buonomía y el estilo del caudillo español.
Y, ocurre la llamada “Noche Triste” de los españoles. La salida de Tenochtitlán y la táctica de las fuerzas españolas y de sus los aliados, acosada por la doble persecución directa y desbordante de los mexicas. Que pronto rompió toda cohesión de marcha de las fuerzas aliadas. Y, en esas luchas individuales y en pequeños grupos que ocurrieron, caen cientos de españoles y casi todos los tlaxcaltecas. Que mantuvieron la retaguardia del despliegue aliado, en su marcha retrógrada forzada.
Habían caído 600 españoles, el 90% de los tlaxcaltecas y perdieron toda la artillería. Los supervivientes se encaminaron hacia el norte del lago Texcoco y prosiguieron hacia su refugio único de Tlaxcala.
En su camino a Tlaxcala, alcanzaron el valle de Otumba, el 7 de julio de 1520, donde se libró una batalla decisiva y trascendental de la conquista de México.
Batalla de Otumba
Los
españoles habían sido derrotados, no quebrados, y se habían
rehecho. Y su situación continuaba siendo desesperada. Esto espoleó
sus ánimos y la fortuna les volvió a sonreír.
Los mexicanos peleaban en subgrupos compactos, al mando de un subjefe, situados a lo largo de una línea de lucha. En las “interfases de acción con el enemigo” los combates eran singulares. Los de la primera fila se retiraban al cansarse y eran sustituidos por los de detrás y, así, la lucha podía prolongarse durante horas. Como mucho, a veces extendían el frente lateralmente.
Los
españoles buscaban fijar el frente de ataque enemigo y atacar sus
flancos. Actuaban como en pequeños manípulos o
“grupos de armas combinadas”, al mando de un
capitán. Y compuestos por una o dos compañías o “partidas”
de infantería (50 hombres cada una, al completo de sus efectivos),
una pieza de artillería ligera, una culebrina o un falconete, más
ligero y un grupo de caballería, formado por entre 3 y 5 jinetes.
Esto les daba una gran libertad táctica.
Así, penetraban la gran formación indígena de flanco y de frente. Entonces, los indios se sentían, de súbito, conmocionados y desprotegidos. Y, el subconjunto al que pertenecían tendía a desmoronarse en pequeños grupos inconexos, que se dispersaban. Si los españoles llegaban hasta el Jefe de Armas Emplumado, que dirigía la batalla y lo apresaban o mataban, los indígenas mexicanos perdían su “moral de combate” y como su “razón de lucha”. Y, abandonaban en tropel el campo de batalla.
Juan de Salamanca arrebata el estandarte de mando al jefe azteca.
Tras varias horas de lucha en Otumba, el capitán Juan de Salamanca mató al jefe de los aztecas, el emplumado principal del combate, y tomó su estandarte. Esto provocó que los mixtecas, movidos por un resorte anímico invencible, huyeran en desbandada.
Ni que decir tiene que en Tlaxcala miraban con la mayor atención al resultado de esta importante batalla.
Esta derrota fue operativamente trascendente. Los mexicas quedaron aislados en su territorio. Los pueblos sometidos a su imperio dejaron de obedecerlos e, incluso, se unían a los españoles en mayor o menor grado. Los tlaxcaltecas revalidaron su lealtad a Cortés.
Pirámide Cacaxtla, Tlaxcala
En Tlaxcala, el ejército español se recuperó plenamente. Cortés contaba entonces con 550 soldados españoles, 12 culebrinas o falconetes y 40 caballos, porque desde Veracruz recibió refuerzos. Y tenía como apoyo decisivo a muchos miles de tlaxcaltecas, imprescindibles para la lucha urbana y en los canales, que se le presentaba.
Otra
vez, como una fuerza del Destino, de los hados o de la Historia, la
desgracia sacudió a los mexicas, en forma de una epidemia de viruela
que padecieron ese año de 1520. Y que segó las vidas de sus élites
dirigentes.
Primero, Cortés fue atacando sucesivamente y eliminando los puestos militares creados por los mexicas en todo el territorio. Con el fin de que Tenochtitlán no pudiera recibir abastecimientos y refuerzos y su cerco fuera completo y eficaz.
Para el asalto, Cortés dividió a sus fuerzas en cuatro “fuerzas de tarea” a cargo de un jefe superior.
Tres debían atacar y profundizar por las grandes calzadas que accedían a Tenochtitlán. La cuarta sería su reserva, dirigida por él mismo. Aunque el general en jefe debía haber nombrado a un lugarteniente decidido y enérgico para emplearla; comunicando con él. Para poder ocuparse Cortés del control y del mando central de la batalla, que era su oficio.
Como armas esenciales Cortés contaba con 11 fustas, que formarían cada una un grupo naval táctico. Integrado también por multitud de canoas con tlaxcaltecas, empuñando sus arcos, lanzas, mazas y escudos. Un grupo táctico de estos rompía la concentración mexica de fuerzas lacustres en un canal o pequeña laguna.
Cuatemoc, el último emperador azteca
En un momento dado, Cuatemoc, el nuevo Gran Emplumado azteca, escapó con su familia por los canales y fue interceptado por un grupo naval táctico hispano tlaxcalteca. Cuatemoc declaró quién era al jefe español y que les sería más útil vivo, que muerto. Los españoles lo apresaron junto a su familia y dispersaron las canoas mexicas que lo acompañaban.
La lucha urbana se desarrolló por grupos de casas y grandes edificaciones. Las fuerzas terrestres solo contaban con una culebrina. Los españoles intentaron ir avanzando sus “fuerzas de tareas”, siguiendo una gran calzada y atendiendo a las vías laterales. Se fue desarrollando con lanzamientos iniciales de lanzas, flechas, virotes y arcabuzazos. Y, luego, entrando a los edificios por las azoteas y descendiendo a los pisos, en luchas prácticamente cuerpo a cuerpo.
Hacia mediados de agosto, unos días después de la captura de su Gran Emplumado, la resistencia mexica decayó. Según cronistas, el sitio propiamente dicho duró 75 días. La conquista militar de México había concluido.
Los tlaxcaltecas, según un historiador de su etnia, perdieron a unos 30 mil guerreros. Los españoles tuvieron una cifra menor, no aclarada; seguramente algunos cientos de bajas. Los mexicas tuvieron bastantes decenas de miles de muertos, incluyendo mujeres y niños.
No se trata aquí de enumerar y describir todos los beneficios recibidos por los amerindios durante su contacto e inculturación de la civilización hispanoamericana. Veamos una relación de las universidades fundadas en América y la fecha de su institución.
Universidad de San Pablo, de México, en 1551; de San Marcos, en Lima, en 1553; de Sto. Domingo, en Sto. Domingo, en 1538; de Sto. Domingo, de Bogotá, en 1580; de San Fulgencio, de Quito, en 1586; de Santa Catalina, en Mérida (Yucatán), en 1622; Universidad Javeriana, de Bogotá, en 1622; de San Ignacio, de Córdoba (Argentina), en 1622; de San Gregorio, Quito, en 1622; de San Ignacio, en Cuzco, en 1623; de San Javier, en Charcas (Bolivia), en 1624; de San Miguel, en Santiago de Chile, en 1625; de San Borja, Guatemala, en 1625; de San Ildefonso, en Puebla, México, en 1625; Universidad de Ntra. Sra. del Rosario, de Bogotá, en 1651.
Hasta
el último tercio del siglo XVIII existen eventos que prueban que en
las colonias americanas de España, existía una unidad de
intereses sociales y culturales. Que mantenían
razonablemente unidas las distintas regiones hispanoamericanas
en los virreinatos de Nueva España y del Perú.
En 1762, aprovechando que Carlos III había establecido conFrancia un Pacto de Familia, los británicos invadieron La Habana, ocupando rápidamente una amplia franja costera cubana, a la derecha e izquierda de la capital. Los cubanos criollos y mulatos se unieron a las fuerzas españolas, en la resistencia armada contra el invasor. Y, luego, la población civil participó en una resistencia de desgaste y oportunidad: atacando al arma blanca a británicos aislados; invitándoles a comer ciertas frutas autóctonas y a beber ron…
Pepe Antonio, jefe de milicias hispanocubanas contra el desembarco inglés en 1761.
A primeros del siglo XIX, ya se había fraguado en la América hispana, en grados variables según los países, una clase social “media ilustrada”. Que se basaba en las ideas de libertad, igualdad e independencia proclamadas, primero por la revolución estadounidense, a la que España ayudó, y, luego, por la revolución francesa. Eran las revoluciones de la burguesía como clase social de vanguardia. Y, bajo esta primera capa ideológica enarbolada, también estaba la disposición de hacer valer sus derechos como clase social emprendedora. Basados en el libre comercio y la revolución industrial de finales del siglo XVIII, que aportaban nuevas mercancías para el comercio y el intercambio internacional.
Por otro lado, la falta de dirección central administrativa y real, provocada por Napoleón con el secuestro de la familia real y la invasión de España, permitió que las burguesías criollas territoriales intentaran ocupar el vacío de poder creado. Y se alzaran en armas contra los gobiernos locales españoles en una lucha por su independencia.
BURGUESÍAS CRIOLLAS
Ya, la aparición de los anhelos por esos derechos y nuevos destinos históricos, creó una falla profunda en las sociedades hispanas locales. Que eran incapaces por ideología, intereses e instrumentos políticos adecuados, de retener unidos los distintos grupos rebeldes criollos. Y formar así una Unión de Naciones hispanas. Que tuviera una plena capacidad operativa propia, ensamblada por un espíritu y una integración socio política, al más alto nivel de intereses y ventajas.
Creando una gran Federación de Estados de Sudamérica o una Comunidad de Naciones Hispanoamericanas, según los polos políticos de independencia y de asociación de intereses generales.
El
origen de la conquista de México.
En 1511, Diego Colón, que tenía su capital en La Española, propuso conquistar y colonizar la vecina isla de Cuba. Para ello se designó una corta fuerza militar al mando de Diego Velázquez, con experiencia en la guerra, pues había servido 17 años con las tropas de Europa. La expedición, al mando del lugarteniente de aquél, Pánfilo de Narváez, recorrió la larga isla de este a oeste. Sin encontrar resistencia reseñable entre los indios taínos cubanos, que eran de carácter pacífico, como los de La Española.
Tras la conquista, Velázquez fue nombrado gobernador de Cuba. Y se ocupó en promover la prosperidad y la población de la isla. Esos asuntos del gobierno no le impidieron atender a los descubrimientos que otros hacían por el continente. Y se interesó por esas aventuras de gloria y riqueza.
Una primera exploración enviada por Velázquez, mandada por Hernández de Córdoba, fue a dar a la península de Yucatán. Donde, el cultivo de la tierra por los naturales, su espíritu guerrero y la calidad de construcción de sus edificios, indicaba una civilización muy superior a lo que los españoles se habían encontrado hasta entonces en América.
Diego Velázquez solicitó autorización a los monjes jerónimos, que gobernaban Santo Domingo y al rey de España, para proseguir con la conquista y la colonización de esas tierras recién descubiertas. Y fue buscando a un lugarteniente con capacidades para realizarlas y participar en los importantes gastos de la expedición. Y, tras algunas demoras y consultas, encontró a Hernán Cortés. A quien Velázquez le anunció su intención de nombrarle capitán general de la armada expedicionaria.
Cortés invirtió todo el efectivo que poseía e hipotecó sus posesiones en Cuba para comprar barcos y reclutar hombres. Ayudando a los más pobres y ofreciendo un reparto generoso de las riquezas que anticipaba lograr. Aquí se apreciaron las dotes de mando, por el ejemplo y la actividad, de Cortés. Muchos le imitaron, usando su peculio personal e hipotecando bienes, para poder equiparse y enrolarse en la expedición.
Esto inquietó mucho a Velázquez, que era un mando corriente, un buen administrador. Pero, que carecía de las cualidades de arrastre de hombres de Cortés. E intentó impedir la salida de la expedición de conquista.
Pero, ya era tarde. La armada partió el 18 de noviembre de 1518 de Santiago de Cuba. Las 11 pequeñas naves llevaban 518 infantes, 32 ballesteros, 13 arcabuceros, 16 jinetes y 110 marineros. También portaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y 4 falconetes. Cortés era ya un caudillo rebelde, que no dejaba detrás más que enemigos rabiosos y acreedores.
El piloto Antón de Alaminos, experimentado en esos mares, condujo la flota hasta el río Tabasco. Allí les recibieron una multitud de indios hostiles y fue preciso usar las armas para avanzar. Siguió una dura lucha, donde la artillería y las largas espadas castellanas tuvieron el papel principal. Cortés, a caballo y con un selecto grupo de jinetes a caballo, que no podían ser muchos, decidió la batalla, con su ataque impetuoso a los indios.
A final de marzo, los caciques locales ofrecieron al capitán general víveres, joyas y telas y 20 mujeres esclavas. Una de ellas, de nombre Malinche en su lengua, era la que tras su bautizo fue llamada doña Marina. Hablaba el maya y el azteca y se convirtió pronto en una leal, inteligente y utilísima consejera de Cortés. Allí supieron los españoles de la existencia, hacia el oeste, de un país llamado México, de donde procedían los objetos preciosos.
Doña Malinche y Cortés
El 2 de abril llegó la flota a san Juan de Ulloa. Allí, se acercaron en canoas hasta las naves los embajadores de Moctezuma, jefe supremo militar, político y religioso de los mexicas. Que los españoles consideraron un “emperador”. Cortés usó con ellos su afabilidad y empatía y les mostró el uso de sus medios militares. Los embajadores retornaron pronto a Tenochtitlán, su capital.
Un tal Tendile regresó con un rico presente de joyas y Cortés le comunicó que deseaba visitar a Moctezuma. Éste volvió para ver a su emperador, pero, regresó con otro regalo y rechazando esa visita de Cortés.
GUERREROS AZTECAS.
Poco después, recibió Cortés a 5 indígenas de Cempoala, que le contaron que su pueblo era enemigo mortal de los mexicas. Y que, conociendo las victorias de los españoles, querían ser aliados de ellos para liberarse de la opresión azteca.
Hernán Cortés se fue formando una idea clara de la relación de los mexicas con otros pueblos de la meseta del Anáhuac. A mediados del siglo XV, los mexicas se reforzaron con el establecimiento de una confederación de las tres ciudades principales: Tenochtitlán, Telzcoco y Tlacopan. La superioridad militar y política le dio a los aztecas una autoridad social grande en las tierras mexicas, desde el Atlántico hasta el Pacífico. La confederación estableció puestos militares esparcidos por el enorme territorio controlado. Pero, que contenía pueblos insumisos, no integrados, especialmente en Tlaxcala, de entrenados y valientes guerreros.
Cortés pronto pensó en que podía emplear a su favor: la amistad con los pueblos insumisos y el aura sobrenatural, supersticiosa, que envolvía a su pequeña fuerza. Para apoderarse de los tesoros de ese inmenso territorio continental.
Para ello, necesitaba que sus hombres participaran en esa decisión. Los partidarios de Velázquez que estaban en la expedición, pensaban que Cortés no tenía poderes para colonizar esas tierras. Sino para rescatar sus tesoros de los indios, a cambio de quincallería. Y que debían volver a Cuba con las riquezas ya adquiridas.
Construcción de la Villa Rica de la Vera Cruz
Otra mayor parte de los hombres opinaba que no era el momento de echarse atrás; de que todo acabara entregando a Velázquez los tesoros logrados. Y, estos acordaron con Cortés fundar una villa en su campamento de chozas, la Villa Rica de la Vera Cruz, por haber desembarcado allí un viernes santo, dotada de una estructura administrativa suficiente. La ciudad fue trasladada poco después un poco más al norte, a una amplia ensenada.
Y,
Cortés se proclamó con su beneplácito, capitán general de
las tierras, dependiendo directamente del Rey. Puesto que
Velázquez no tenía mando sobre ellas. Esto aplacó los resabios de
los favorables a Velázquez y evitó un conflicto armado en la escasa
tropa.
Las fuerzas españolas se pusieron en movimiento hacia el norte, siguiendo el litoral, a la vista de los barcos. En Quiahuiztla tuvieron más pruebas de la hostilidad de los otros pueblos hacia los aztecas. Llegaron, entonces, malas noticias desde Cuba. Velázquez había conseguido de Carlos I de España (13/11/1518) el cargo de adelantado del Yucatán, para descubrir y poblar esas tierras. Cortés envió a la corte a dos de sus capitanes mejor comunicadores, con lo mejor del botín obtenido y solicitando el nombramiento para él.
Fue entonces cuando Cortés tomó la decisión de “quemar sus naves”. Colocando en “terreno mortal” a sus hombres, como diría el maestro Sun. Para que entendieran que sólo hacia adelante había vida y, por consiguiente, riquezas para ellos. Realmente, Cortés mandó barrenar a los navíos cerca de la costa. Y, de paso, mandó ahorcar a algunos partidarios de Velázquez que se habían soliviantado mucho.
Algo parecido ocurrió mucho después, a fines de 1942, en la batalla por Stalingrado. Donde los soviéticos siempre recibían refuerzos y medios desde el lado izquierdo del Volga, en ferries. A las tropas del ejercito del general Chuikov, que la defendían del 8º ejército alemán, la gran unidad más poderosa entonces de la Wehrmacht, les decían “no hay tierra para nosotros al otro lado del Volga”.
LA TOMA DE TENOCHTITLÁN POR LOS ESPAÑOLES Y TLAXCALTECAS DE HERNÁN CORTÉS
Introducción.
Los actuales estudios históricos con motivo de este medio milenio desde la toma de Tenoctitlán, presentados principalmente en Hispanoamérica, arrojan nuevos datos sobre aquellos trascendentales hechos.
Hay pinturas y tapices antiguos que presentan a bergantines españoles luchando en el lago de Tenochtitlán. ¿Cómo aparecen barcos de ese porte y calado en la batalla por la capital azteca?
Los bergantines son veleros de 150 tm de desplazamiento, capaces de realizar grandes travesías marítimas. Tenían una sola cubierta y dos mástiles con sus extensas velas, que le daban un buen equilibrio en el mar y buenas características de navegación. Llevaban hasta 24 cañones entre ambas bandas y una tripulación de 100 hombres.
Las fustas son barcos de unos 15 ms. de eslora y 3 de manga. Llevan una vela central y 6 remos individuales a cada lado. A proa y a popa tienen unas posiciones de combate más altas, donde van 5 o 6 infantes. A proa pueden llevar un cañón ligero o culebrina.
También nos decían que Cortés quemó las naves que le trajeron desde Cuba a México. Y, esto es casi un dogma, un axioma de guerra y, además, argumentado seriamente, con razones de moral y firmeza... del jefe español.
Parece
ser que Cortés encalló sus naves en Yucatán,
tiempo después del desembarco. Y que sus restos y
aparejos fueron usados por Cortés para crear sus 12 fustas, barcos
con el calado y el largo adecuados, empleadas en Tenochtitlán.
A
donde fueron llevadas desmontadas desde Yucatán
por 1500 indios porteadores. De
los 13 cañones ligeros con los que contaba Cortés entonces,
una docena fueron destinados a armar sus fustas.
Hernán
Cortés, el mando conductor de la conquista española.
¿Hablamos de la personalidad de Hernán Cortés? Sí y no. Desde luego, es un personaje muy controvertido. Sobre todo si lo analizamos y presentamos con los criterios de épocas diferentes a la suya. Y, más en estos tiempos posmodernos, en los que celebramos el 450º aniversario de su conquista de México. Que él, sus hombres y aliados y sus sucesores convirtieron en la Nueva España de América, que perduró durante 3 siglos.
HERNÁN CORTÉS, IDEALIZADO
Según quién lo analice y encuadre, bien los populistas, indigenistas o revisionistas históricos es un tipo deleznable. Al que le atribuyen todos los males sufridos. Incluyendo los apellidos españoles, de los que no reniegan aquellos y que les dan identidad legal y social a todos ellos. Bien, los españoles nacionales, que incidirán especialmente en las gestas que España realizó en las Américas del Norte y Central.
O bien, los historiadores serios, hispanistas o no, destacando, para mí, como ejemplo de dos épocas diferentes, Hugh Thomas y William Prescott. Ambos con un ingente trabajo de investigación extensa y rigurosa. A la que sólo puedo admirar, reconocer y utilizar.
Yo intentaré presentar a Cortés no por los datos y los lugares comunes a los que todos podemos acceder. Sino, por sus hechos, su trayectoria y sus frutos. Y, la trascendencia que tuvieron. Esto no lo puede olvidar u ocultar nadie, salvo con intenciones deliberadas y partidistas.
Cortés es un hombre en el que destacan más las capacidades intelectuales y sociales, que las puramente militares. Tiene una gran elocuencia, que alimenta su capacidad persuasiva. Fue capaz de influir muchas veces en el ánimo y la conducta de sus jefes y soldados. Convenciéndolos de seguir el camino lleno de vicisitudes y reveses que él les señalaba. Del que sólo Cortés vislumbra y comprende el final o la meta. Es un personaje proclive y perfeccionado en la acción.
Y, ya extrapolando intelectualmente ahora, es el impulsor de sus hombres, en medio de contrariedades y dificultades casi continuas. Siguiendo una corriente históricamente inexorable, aunque Cortés ya no estuviese presente:
hacia metas socio políticas nuevas y florecientes, en un parto singular y único de la Humanidad; buscando una tierra nueva, unas gentes nuevas, que produjesen con su raza hispana un mestizaje internacional único de la Historia.
Los
mixtecas se establecen en México.
Los mexicas llegan a México desde el norte hacia el comienzo del siglo XIII. Primero se asentaron en diversos puntos del valle de México, como pueblo nómada que eran. Y, en abril de 1325 se establecieron, por fin, en la orilla suroeste del lago principal del valle, el Texcoco. Donde, según los augurios de sus sacerdotes o chamanes, divisaron a una espléndida águila real posada en un nopal, que llevaba en sus garras a una serpiente. Allí comenzaron a asentar los cimientos de su futura ciudad, clavando estacas en los lugares menos hondos. Pues, esos terrenos lacustres estaban medio hundidos.
ESCUDO REPÚBLICA DE MÉXICO
Pronto,
fueron aliándose con otros estados vecinos. Y, ganaron territorio
también a costa de la derrota de algún enemigo, como suele ocurrir
en las guerras entre los pequeños estados.
La forma de gobierno de los aztecas era la monarquía casi absoluta y de carácter electivo. El candidato solía proceder de una misma familia y era elegido por un colegio de electores formado por cuatro nobles principales aztecas y, honoríficamente, algún rey aliado, como el de Tlazcoco. Y, debería ser un destacado guerrero; aunque el último, Moctezuma, procedía del sacerdocio. Esta formación suya, sin duda influyó negativamente en sus dudas y pensamientos acerca de esa llegada a sus tierras de unos hombres diferentes y extraños, supuestos ancestros aztecas, en actitud beligerante.
La
profesión de las armas atraía especialmente la instrucción y los
honores públicos. Como no podía ser menos en un estado belicoso y
expansivo, que sojuzgaba a los súbditos y aliados. El dios tutelar
de los mexicas era su dios de la guerra.
Para excitar la ambición, la competición y la emulación en sus súbditos, los reyes mexicas establecieron varias órdenes militares, cada una de las cuales tenía sus trajes e insignias propios y sus privilegios. A los que no podían aspirar aquellos guerreros que no hubiesen hecho alguna proeza, al menos, sencilla.
MOCTEZUMA
Los
aztecas
y mixtecas
contaban con un variado panteón de dioses. Donde reflejaban sus
necesidades internas y sus temores anímicos. El
más importantes y significativo era su dios
de la guerra, Hietzicoalt,
y su culto. Violentos
como eran los aztecas, presionando centrífugamente en sus fronteras,
su dios Hietzicoalt
reclamaba sangre humana de sus enemigos vencidos y capturados. Para
quedar satisfecho y ser benévolo con su pueblo.
En el año de 1487, los mexicas inauguraron la pirámide principal de Tenochtitlán. Para celebrarlo se sacrificaron a 80400 personas en un solo día. Fue el holocausto mayor en menos tiempo, conocido por la Humanidad.
PENACHO DE MOCTEZUMA
Curiosamente,
Heitzicoalt
también formaba parte del panteón
de otras tribus
que vivían por el centro de México.
Esto
creaba un problema logístico para todas las tribus. Para satisfacer
esta “necesidad
ritual”
todas las tribus acudían periódicamente a luchar en las “guerras
floridas”.
Y, ¿eran realmente guerras?
No, eran exterminios calculados y tolerados. Así, a cada bando se le daban todas las oportunidades para prepararse bien para las batallas. No se contemplaba desplegar correctamente las fuerzas propias, para imponer la voluntad sobre el enemigo, en una dialéctica de las armas. Ni tampoco, según el principio universal de la economía de medios, buscaban conseguir la victoria con el menor gasto en hombres, medios y tiempo.
¿Qué buscaban estas “tribus ingenuas y naturales”? Conseguir el mayor número de enemigos prisioneros en combate, para ser ofrendados a Hietzicoalt en lo alto de sus altares piramidales. Esto hubiera sido blasfemo, impío, anatema, haram, infiel, kafir para cualquiera de las religiones monoteistas del mundo.
La civilización y el imperio mixteca, en la Edad de Piedra, se mantenía cohesionado por el terror y la fuerza sobre sus súbditos y vasallos, que lo rodeaban en su periferia. Y ésta fue su debilidad intrínseca esencial. Que facilitó la acción Híbrida y calculada de Cortés. Los mixtecas habían alcanzado su “punto de culminación”en su vivencia imperial. Y el evento externo de la aparición agresiva de los españoles, los hizo entrar abruptamente en la fase de declive de su “trayectoria vital social”.
TENOCHTITLÁN
Va a preñarse a partir de ahora un paso esencial de lo mixteca a lo cristiano. Y un enriquecimiento cualitativo fundamental en los parámetros de civilización de los pueblos indígenas de Mesoamérica. La Historia de la conquista de México concluye con la toma de Tenochtitlán por los españoles y sus aliados indígenas mexicanos.
La
colonización española de México.
España
realizó un inmenso y prolongado trabajo de inculturación
de los amerindios
asentados en sus tierras de dominio.
Cortés no podía casarse con la india Malinche, doña Marina, por estar casado previamente con Catalina Suárez. Y casó a doña Marina con un lugarteniente y atendió y protegió a su hijo Martín Cortés, fruto de su unión con ésta. También fue procurando que sus jefes o capitanes se fuesen casando con diversas princesas indias.
En cuanto a la catequesis de su religión, los españoles y los frailes franciscanos que los acompañaban en el siglo XVI, fueron aplicando una didáctica práctica, realizable y exitosa. Se les fue tolerando a los indios una conversión de costumbres atractiva, positiva y sucesiva. Era una especie de sincretismo práctico tolerable y extinguible, armonizado con una catequesis progresiva de la religión católica. Se trataba de, defendiendo y respetando el dogma, es decir, las verdades de la fe, ir realizando poco a poco, pero firmemente, la conversión religiosa y social de las costumbres y los hechos de los nativos.
Los virreinatos españoles de América fueron el de Nueva España, establecido en 1535, con capital en México y jurisdicción por todo el territorio de América del Norte y Central, y el de Perú, establecido en 1542, con capital en Lima, extendiéndose por toda América del Sur, excepto Venezuela y la Colombia centroamericana (hoy, Panamá). Al Nuevo Mundo se le aplicaban las leyes de Castilla. Y, legalmente, tanto la Península Ibérica como América estuvieron en igualdad de categoría. Los habitantes de América eran vasallos del Rey de España y, por depender del rey, no podían ser esclavizados, ni abusados contra las leyes.
A las distintas regiones americanas les unía el lazo dinástico, fuente de derechos, y una serie de organismos administrativos y funcionales, que tenían jurisdicción propia y simultánea en la Metrópoli y en las regiones de América. Esto llevó, salvando las particularidades americanas y su idiosincrasia, a una estrecha unión entre los territorios españoles. Aunque no se puede pensar en una fusión moderna, dotada de los medios actuales.
Además de las 2 instituciones que controlaban las leyes americanas (el Consejo de Indias, desde 1524) y el comercio internacional (la Casa de Contratación, desde 1503), la Administración española se desempeñaba desde América.
Modernos métodos de impregnación y motivación de los hombres.
Muchas empresas modernas en los grandes países occidentales reclutaron o recibieron en sus plantillas a numerosos jefes y oficiales, al finalizar las guerras del siglo XX. Y algunos piensan que éstos imprimieron en las culturas empresariales un estilo cuartelero, de dirección desde arriba, sin un feedback moderador. Que implícitamente fueel que facilitó una llamada cultura de la muerte (sic). Para que el pueblo alistado hiciera cosas en contra de su naturaleza. Como matar, sin sentir la emoción turbadora. Una consultora de Blanchard International sugiere exactamente esto en su libro “Por qué motivar a las personas no funciona”. Pero, creo que está errada. Que sus postulados son un mix de pensamientos liberaloides, simplificaciones sicológicas y prejuicios antimilitaristas. Y que no conoce bien el horizonte “ideológico” de las grandes corporaciones capitalistas modernas.
La “teoría gerencial militar” de la consultora quedó cuajada y luego anclada en el siglo XVIII, en la época de Federico el Grande. Aquí, donde la precisión y la rapidez mecánica de las técnicas (carga y disparo de los mosquetes) y de las maniobras, necesarias para aplicar una fuerza de choque potente lo más rápidamente posible sobre el enemigo, exigieron de los hombres una obediencia ciega. Junto con una gran disciplina y un entrenamiento de repetición casi extenuante, para conseguir consistentemente sus efectos. Y, así, la autora no ha tenido en cuenta la evolución de la guerra en la era Contemporánea.
UNA ESCUADRA DE HOMBRES ALISTADOS
Consultoras del prestigio de Mc Kinsey preconizaban desde hace más de dos décadas, la necesidad de crear “competencias” internas entre las distintas áreas o ramas de negocios de una compañía de gran tamaño. Pensando que, de esa competencia de la “dialéctica de los émulos”, surgirían beneficios para la empresa y acicates y motivaciones para las áreas de la compañía y los empleados. Pero, este “proceso social” es más propiodel materialismo científico, basándose en las evidencias del materialismo histórico. Y, en la práctica, la intensidad de esa competencia asciende a los extremos, porque en esa teoría no se le ponen limites o frenos a la dialéctica que se emplee.Salvo el implícito de la buena educación, que permite decir muchas y duras cosas con buenas maneras. Los inevitables pequeños errores e imperfecciones que surgían en las actuaciones y ejecuciones de todos, eran magnificados y empleados por sus émulos para justificar los suyos y sobrevalorar la eficacia de sus propios actos.Y, en vez de usar un sistema operativo de “armas combinadas” (departamentos y funciones integradas en colaboración) a emplear convergentemente sobre el centro de gravedad, por seguir un símil militar, creaban los consejeros un gran tiro de caballos, donde cada animal seguía su dirección indvidual. Consiguiendo así estorbar y trabar el trabajo de las empresas “asesoradas”. Los desgarros internos en las compañías, provocados entre los que deberían ser compañeros en la cultura y la realización cabal de la empresa, fueron el principal resultado duradero de esta práctica autodestructora. Ya que, a diferencia de los hechos del materialismo histórico, aquí no quedaban “vencedores” y “vencidos excluídos”.
Otras veces, como parte de esa “cultura empresarial capitalista”, los consultores externos de firmas de reconocida solvencia, como Arthur Andersen, liquidada durante la crisis de Lehman Brothers, víctima de sus propias contradicciones internas y prácticas heterodoxas, eran empleados por la alta gerencia de las firmas para adelgazar sus plantillas estables y entrenadas. La contratación implícita la solía hacer el CDE (consejero delegado ejecutivo) en un contacto “casual” (promovido por un alto comercial de la consultora), durante un ágape o una reunión de alto «standing», mejor nivel empresarial social. Los sesudos asesores que buceaban a sus anchas por la empresa, facilitaban finalmente el preceptivo informe a la gerencia de la firma. Que lo utilizaba para apoyar el despido o el traslado de empleados, ante éstos y los sindicatos. La premisa básica era que el coste fijo (de personal) era maligno “per se” y debía ser sustituído por el coste variable, en función de la actividad o las ventas de las empresas. Como corolario y consecuencia natural, se trasladaban fuera de la empresa casi toda clase de funciones desempeñadas hasta entonces. Y se entregaban para desempeñarlas a empresas de servicios o de outsourcing, mejor deslocalización. Pero que no siempre tenían ni los medios, ni el personal cualificado que tenía la empresa desmembrada. El grado del outsourcing o deslocalización de empleados y funciones que sufría la empresa original era función del ahorro de costes deseado por la gerencia y pactado con la firma de consultores internacional.
EL JOVEN GEORGE PATTON
Se pueden efectivamente deslocalizar casi siempre los trabajos de mantenimiento y de limpieza; la conserjería y la seguridad; el transporte de reparto al cliente y el de transporte de larga distancia a cargas completas, etc.Pero no se puden ceder a terceros las actividades esenciales de una empresa, ni las que la debiliten en sus funciones estratégicas y el organigrama. Y es necesario, además, tener los medios propios para observar (monitoring) y controlar perfectamente el cumplimiento de sus obligaciones, por parte de los terceros colaboradores. El servicio a los clientes, en cuanto a su satisfacción en tiempo, lugar, cantidad y calidad de lo recibido, es una actividad estratégica. Que es fácilmente maltratada por una entrega a terceros de las funciones relacionadas con ellos (recepción de pedidos, tiempo de servicio o entrega, etc.) En la práctica, se había creado una “cultura empresarial” para la deslocalización. Pero no se establecían los medios y las funciones necesarias para su vigilancia y control. Que podían tomarse de las partes literalmente arrancadas a las empresas, para ahorrar costes fijos…
Las armas son una profesión especial, muchas veces olvidada por las sociedades modernas o, al menos, descuidada. Sobre todo cuando la “oportunidad” de su empleo no se vislumbra en un futuro inmediato. No se puede regir esta Institución por los parámetros de competencia y tensión internas, downsizing y outsourcing de funciones secundarias (por ejemplo, cocina, limpieza, lavandería y seguridad de acceso), gestión empresarial y dirección por objetivos, característicos de las grandes y medianas corporaciones modernas. Esto lo intentó el portento (alto CI) de Robert McNamara, expresidente de la Ford Motor Company, como secretario de Defensa de JFK, en su reforma de 1960. El resultado se vio unos años después, en plena guerra de Vietnam. Muchas unidades de combate no pudieron confiar en sus jefes natos y bajo el fuego enemigo, colapsaron literalmente y se negaron a luchar. Esta putrefacción institucional llevó a que al menos 1000 oficiales y suboficiales de pequeñas unidades fueran asesinados por sus hombres. Aunque la cifra real podría ser mayor. El número de oficiales muertos en Vietnam fue del orden de los 4500. La historia militar moderna no ofrece otro ejemplo de esta magnitud y trascendencia.
La Motivación de los Hombres en Armas.
No es fácil, por no decir que es casi imposible, crear unas fuerzas armadas eficaces y motivadas en una nación débil, fracturada, sin autoestima, derrotada a sí misma por dentro. Porque las fuerzas armadas no son más que la parte de la nación especializada en su defensa activa. Y las integran civiles o nacionales de uniforme. Y, así, no se puede defender lo que no se conoce, no existe o se percibe como no merecedora de la entrega y del esfuerzo propios.
Por eso, lo primero es cultivar y reforzar los vínculos internos de la nación. Que están asentados siempre en sus virtudes idiosincráticas. Es decir, sus valores constitutivos, distintivos y permanentes. Para los pastunes, divididos artificialmente por la línea Durand, establecida por los británicos colonialistas, entre Afganistán y Pakistán, muchos de estas virtudes están recogidas en su Pashtunwalli o código de honor. Para muchas tribus africanas, su assabiya o identidad refleja sus valores esenciales y los mutuos deberes y derechos entre el individuo y su colectividad inmediata o grupo social.
La existencia de una amenaza a la nación, a su integridad territorial o social, a su pervivencia , permite acelerar esos procesos internos de vertebración y galvanización de una sociedad. Creando, como consecuencia, una defensa natural y recia.
Los soldados en general deben ser partícipes, en cierta forma, de sus destinos. Pero, no se trata de crear un “ejército popular”. Donde el criterio de los “conjuntos amorfos” de los soldados, sustituya la sabiduría militar de los mandos y la guía de la doctrina y los reglamentos. Donde, en la práctica, es la “guía” del comisario político de la unidad la que dictaba las normas y su aplicación. Cuyos ejemplos y antecedentes fueron aciagos en las llamadas “democracias populares”. Los comunistas tuvieron que volver rápidamente a la estrcutura del mando único para las unidades militares, si querían recuperar eficacia. Y el comisario político, dependiente directo del Comisariado General Político de las Fuerzas Armadas, fue entonces denominado el sustituto del jefe de la unidad para el trabajo político, dependiendo jerárquicamente de él.
Pero, los soldados participan sintiéndose atendidos, entrenados, equipados, mandados y comprometidos con sus misiones. Sintiéndose integrados en los hechos y su destino. Formando parte de una maquinaria bien diseñada (doctrina clara, eficaz y moderna), que es bien conducida (mandos comprometidos, eficaces, humanos y respetables) y construida: dotada de los medios humanos y materiales adecuados a las misiones a cumplir; aunque su escasez puntual y relativa suele ser crónica.
En general, los ejércitos victoriosos y/o resistentes en todas las épocas han contado con un cuerpo de oficiales y mandos formado y corto, de no más del 7 o el 8% de los efectivos. Con unos hombres entrenados, capacitados y motivados animicamente con razones religiosas, étnicas o sociales. Y dotados todos de un común “espíritu de cuerpo”, de pertenencia a un grupo social selecto y apreciado por la nación. El cual les da entereza, cohesión, espíritu de sacrificio y obediencia al deber, transmitido por sus mandos. Que está por encima, a veces, de las exigencias normales del desempeño de su profesión de las armas. No es cuestión de fanfarrias y soflamas, de desfiles y de “misiones” en los países aliados o deprimidos. Es cuestión de convencimiento, pertenencia, de sano orgullo y disposición de sí mismos, cumpliendo un mandato de la nación.
El
mando gerencial se basa en el manejo de la organización
y de los procesos y tiende a excluir el liderazgo creativo. Se
enfrenta a los problemas en procesos y de un modo sucesivo mediante
métodos establecidos. Practica la política o intercambio de
parcelas de poder y de mutuos favores compensados, en su traslación
al conjunto. Evita la emotividad personal en sus relaciones
institucionales, porque se considera “poco controlable”.
Desarrollo.
La
persona cumple su papel de funciones dentro del organigrama, para lo
cual se le persuade mediante el reconocimiento y los recursos
disponibles. Esto no quiere decir que no existan problemas
personales, sino que se solapan por el juego de estímulos y se
liberan en la frustración personal (como estrés), que es tanto
mayor cuanto menor es el reconocimiento (como elemento subjetivo y de
acción personal) y la capacidad de poder (un factor más objetivo)
de su papel institucional. Mediante ese mecanismo compensador de la
autoestima, se procura que la mayor parte de los intereses personales
exhibidos caigan en el área de indiferencia, dentro de la
institución o de una empresa.
Así,
fuera del rol o puesto, la identidad individual desaparece. Por
ejemplo, a un jubilado, al que se le puede despedir aparentemente con
frialdad, realmente no se le desprecia, sino que nunca se le
identificó personalmente, sino por su rol en el organigrama. Tiene
que existir una conmoción emocional derivada de una tragedia, por
ejemplo, el suicidio repentino de un hijo de un empleado o
colaborador, para que, por una vez, los sentimientos emocionales
personales de todos afloren libremente.
Esta
conducta, además, tiende a cristalizar y a mantenerse por el
carácter perdurable de la institución (Iglesia, fuerzas armadas,
etc.) y por el mecanismo de repetición que se genera al haber dado
“resultado” sucesivamente.
En
el caso de las empresas, más temporales y menos formales, un gerente
nuevo aborda con grandes posibilidades de éxito una empresa con
problemas. Suele existir algún experto con una solución no
considerada, con el que se puede llegar a un acuerdo, mediante la
política. Esto se impulsa por el manejo de los procesos. En estas
situaciones es imprescindible respetar (relativamente) las alianzas y
las parcelas de poder ajenas.
Existe
toda una simbología y una cultura
institucionales, cuya aceptación vincula entre sí a sus
miembros, les define pautas y guías (reglamentos, ordenanzas, código
canónigo, teología moral, misión de la empresa) y su cumplimiento
les preserva o alivia del estrés: se está haciendo lo
debido y como es debido.
De
ahí que sea la desvinculación a la cultura de la institución o
empresa, la idea de que lo que se realiza no es importante (más
subjetiva) o que se ha dejado de efectuar (inicio de vacaciones,
enfermedades, jubilaciones), lo que dispara el estrés. Esto ocurre
por la suspensión de la vinculación y de la cooperación, como
satisfacciones naturales e imprescindibles del hombre.
Esto
se puede compensar, al menos en parte, con actividades personales, en
las que el sentido de lo que uno hace y hace bien, compense
anímicamente la despersonalización de la empresa y la ausencia de
una misión común asumida por todos. Y que es independiente del
nivel técnico o especializado en el que cooperemos.
Dentro
de la cultura institucional existen muchas veces pensamientos
“deformados”. Suelen ser ideas que con el tiempo y en su
inevitable evolución se vuelven tal. Esto ocurre en otras
colectividades humanas y aún a las personas. Básicamente son pautas
o actitudes no contrastadas suficientemente con su realidad
contemporánea. Puede ser la doctrina
de la guerra anterior,
que nos dio resultado y para la cual tenemos un gran arsenal
fabricado y distribuido; puede ser la aversión o el desagrado de los
altos ejecutivos a determinados avances tecnológicos, como la
informática. Estas fijaciones pueden llegar a llevar al desastre; el
mando que más confianza pone en esa parte de su cultura, como
vehículo principal
que es de ella, es el más alejado de las necesidades de la nueva
realidad y sin sensores adecuados en ella.
En
esto contrastan con los niveles medios y más bajos del mando, que
perciben mejor los fallos y las desviaciones de la realidad y su
evolución.
La
frialdad y la lejanía que se atribuyen a la dirección de
gestión son percepciones negativas que no se corresponden
necesariamente con las realidades personales de los mandos. Las
formas de gestión, su expresión práctica, son diferentes y no se
puede pedir a la institución que actúe como la parroquia o el
fraile.
Por
ejemplo, a veces se achaca a la curia vaticana la falta de
sensibilidad hacia determinados problemas humanos. Independientemente
de que en el nivel personal dicha sensibilidad exista y aún esté
mejor informada que en una parroquia del tercer mundo, la misión de
la curia es la gestión de la iglesia como institución
ideológica. Cuidando de la ortodoxia religiosa (una religión
no puede mercadear con su credo o deja de serlo o, al menos, pierde
credibilidad) y de la administración de una sociedad con más de
1.000 millones de afiliados. Esto solamente se puede hacer con
procedimientos de gestión, independientemente de la
santidad, que siempre es un esfuerzo hacia y un encuentro personal
con Dios, de sus miembros.
Flujograma de Funciones
Los factores operativos que definen la dirección gerencial o institucional son:
Principales P Derivados D
Control Presupuestario P
Dirección por Objetivos P
—————————————
Control de Procesos P Limitación de la Variabilidad D
Saturación de Normas escritas D
Procesos, Operaciones y Funciones totalmente delimitadas PyD
—————————————-
Cultura y Simbología propias P Defensa contra la Tensión D
Autoidentidad convencional D
Papeles identificativos estructurales P
—————————————–
Áreas de Indiferencia D
Despersonalización P Incentivos y Penalizaciones, reactivas D
Es
posible llevar la “microdirección
colectiva
coherente” al microterreno
táctico,
dando misiones y órdenes específicas a nivel de batallón o de
compañía. Las unidades empleadas serán de infantería
ligera reforzadas
con material y expertos (ingenieros, minas, morteros, antitanques,
antiaéreos). La unidad táctica inferior será el pelotón con 2 o 3
escuadras de 3 a 5 hombres y sus apoyos. Ella recibirá una misión
directa y simple, aunque sea difícil, laboriosa y peligrosa. El
tiempo de actuación y los equipos disponibles serán necesariamente
cortos y ligeros, salvo si la equipación se puede adelantar a
un depósito protegido.
Desde la hora de partida o el cruce de líneas propias hasta su
extracción o desempeño no deberían pasar más de 40 horas. Y,
sería preferible no más de 24 horas para una misión individual.
Operaciones.
Los
medios del combatiente son: el terreno, con el que se debe fundir y
confundir para sus operaciones básicas: marcha, ataque y defensa;
las granadas son una parte de su “fuego pesado” orgánico.
Completando o sustituyendo al mortero de 60 mms., cuando el
combatiente esté a la distancia de penetración subrepticia o
infiltración.
Y
el modo o la manera de las acciones debe guiarse con la armonía
en el sistema “amigo, enemigo y medio” y la
serenidad y el silencio
de
los combatientes. Así, por ejemplo, la armonía exige que en la
infiltración de una posición enemiga se respete el efecto del
camuflaje en el avance del infante. Un arbusto o matojo no puede
avanzar o cambiar de posición, de
tal manera
que resulte chocante a uno de los elementos de la seguridad o de la
avanzada de combate enemigas.
El
ataque.
Más
que atacar desde lejos, favoreciendo el empleo del fuego pesado
enemigo (artillería, morteros, aviación), el combatiente debe
deslizarse subrepticiamente a más o menos profundidad en la
retaguardia táctica enemiga. Para allí atacar objetivos operativos
o tácticos: centros de mando y de comunicaciones; almacenes y parque
de camiones y vehículos y equipos logísticos en general;
barracones, armas pesadas y observatorios de todas las ramas.
Dependiendo esto del tipo y la entidad de la unidad enemiga atacada.
En
un ataque importante, el pelotón puede adelantar 2 o 3 equipos o
escuadras de incursión. Y, para un reconocimiento a fondo de la
posición enemiga puede enviar 1 o 2 equipos o escuadras de
exploración. El sector o franja de avance del pelotón puede
alcanzar los 150 ms.
El enemigo, en este ataque subrepticio, puede defenderse cambiando la estructura de su zona de seguridad. Aumentando las posiciones de vigilancia, la reforzará más. Pero, su seguridad no habrá mejorado cualitativamente. La protección eficaz vendrá de superponer a esa red de pozos de tirador y nidos de defensa, una red de patrullas sin un recorrido fijo. Que estorben o detecten e impidan la labor de penetración oculta, paciente y silenciosa de los equipos de incursión del atacante.
La
defensa.
En la defensa, el combatiente hará lo mismo, pero casi al revés. Se fundirá y confundirá con el micro terreno circundante. Ocultando todo lo posible sus posiciones de combate y fortificaciones al enemigo más numeroso y/o tecnológico. Disipando el rastro táctico de sus posiciones fuertes, tanto de combate como de apoyo.
Si emplean reductos fortificados, estos deberán estar camuflados y cubiertos y excavados parcialmente en el terreno. En torno a ellos, habrá un enjambre de tiradores o parejas de ellos, cubriendo sus aproximaciones a las distancias apropiadas. Es bueno poder mantener un fuego cruzado, que despiste la atención del enemigo sobre el origen del mismo.
En los terrenos urbanos la infantería ligera creará una serie de posiciones de defensa articuladas en zonas de defensa. El empleo del alcantarillado y de los túneles será continuo para el escondite, la protección y las maniobras subrepticias. Las posiciones de fuego pesado directo (antitanques, ametralladoras, cañones ligeros) estarán incrustadas en el interior de las construcciones, controlando los rebufos.
En una manzana, unos edificios serán defendidos por parejas de tiradores y otros, por pelotones. El movimiento de los combatientes entre y por los pisos para la oportunidad táctica será decidido por los defensores. El acceso a los pisos inferiores desde las calles estará obstruido y protegido por trampas explosivas y/o por el fuego desde otras posiciones. Los patios y solares pueden ser aptos para el despliegue de posiciones antiaéreas y de fuego pesado indirecto.
Las
minas, barricadas, cortaduras y obstáculos serán “interrupciones
cubiertas por el fuego”, que rompen el impulso enemigo. Las
“alturas ocultantes relativas” de cualquier área
urbanizada y los giros y recovecos de las calles y vías nos
ocultan y rompen las unidades enemigas. Nuestra artillería
indirecta puede registrar vías de aproximación y parques y plazas,
para perturbar avances, concentraciones y depósitos
enemigos.
Nuestras acciones tácticas buscarán: anular el impulso enemigo; impedir que rodee y desborde a nuestras unidades; erosionar sus avances desde varios lados; destruir sus vehículos blindados y de transporte; bloquear sus entradas a edificios desde terrazas y últimos y primeros pisos; y adelantarnos ventajosamente a sus intenciones e intentos.
Todo
nuestro esfuerzo está encaminado a hacer que el enemigo, con la
estructura de nuestra defensa y con las técnicas y tácticas que
empleemos para hacerla efectiva, pierda todas sus ventajas
numéricas, tecnológicas y de capacidades de fuego y de movimiento
táctico sobre nosotros.
Si
podemos contar con un “grupo móvil destacado”
fuera del perímetro urbano y que no esté localizado por la
exploración o las unidades enemigas aérea o terrestres. Éste
podría hostigar, emboscar, erosionar o atacar, según los casos, al
enemigo en su retaguardia táctica. Sus acciones ofensivas deben
tener el objetivo operativo de debilitar y perturbar la capacidad
táctica enemiga. Y con esta tarea en mente, surgirán las distintas
oportunidades de lucha contra las pequeñas unidades enemigas y sus
apoyos y soportes de todas clases. Otra premisa de su actuación es
que el “grupo destacado”
debe proteger su seguridad, evitando siempre un encuentro no buscado
con el enemigo, su detección prematura por éste y ser cercado.
Las
marchas.
Existe
una tercera de categoría de acciones que son las marchas.
Éstas serían al combate, entre posiciones propias cercanas o
lejanas y retrógradas, con persecución enemiga o no.
La
marcha al combate, sobre todo a las distancias cercanas
y medias, tiene como objetivo alcanzar las posiciones de combate de
cada arma con el enemigo. Protegiendo y manteniendo las capacidades
de combate y de movimiento táctico de todas las unidades. Para hacer
sentir al enemigo, sin merma alguna, toda nuestra capacidad de lucha:
fuego, choque, infiltración.
Aquí,
es necesario también confundirse y fundirse con el terreno de
marcha. Que puede ser diferente según los tramos del recorrido. La
protección es la condición primordial de nuestra
marcha, ya que aún no hemos iniciado el combate con el enemigo. Y,
sin ella, habremos desperdiciado y dilapidado nuestras oportunidades
y nuestros escasos medios militares.
Toda marcha con la posibilidad de un encuentro no deseado con el enemigo es una marcha al combate. Y esa posibilidad definirá las necesidades de seguridad y ocultación de nuestras “agrupaciones de marcha”.
CHINDITAS AVANZANDO POR TERRENO NO HOSTIL
La
exploración de nuestros recorridos debe ser adelantada
suficientemente, dependiendo de nuestro conocimiento de la ruta y del
enemigo y sus características. Esa exploración será apoyada por
nuestra vanguardia con capacidad de lucha. Y considerando siempre que
su misión incluye rehuir la lucha con el enemigo, salvo nuestro
rechazo en una emboscada sufrida. Las características ocultas y
silenciosas de nuestra lucha lo aconsejan totalmente.
La
protección es un factor necesario de la sorpresa. Que es un
multiplicador barato y eficaz de las capacidades de combate de
nuestras unidades ligeras y magras. Dado que el enemigo tiende a la
no “disponibilidad combativa” durante la mayor
parte del tiempo. Y esto es una cosa deseable y natural: los leones
descansan más de ⅔ de su tiempo disponible diario. Y como el
enemigo necesita un “tiempo de detección y alerta” para
disponerse a la lucha, él tiene que mantener una seguridad
adelantada en un despliegue eficaz. Que le garantice poder contar con
dicho “tiempo esencial”, para no resultar sorprendido por nuestra
incursión atacante.
La
debilidad tecnológica de nuestro despliegue la compensaremos
sobradamente, con la ocultación, el mayor tiempo de marcha, la
seguridad de ésta, la exploración cuidadosa y necesaria y el uso
del terreno, que nos brinde esa fusión deseada con él.
Empleando
el terreno más favorable para avanzar: sus pliegues, desniveles y
ocultaciones; y el arrastre para cruzar por terrenos anegados,
cercanos al enemigo y difíciles; y el camuflaje creativo y variado;
y sirviéndonos de la ocultación que nos brinda la noche, como
refuerzo natural de nuestras acciones. Para dejar la menor huella
táctica posible al enemigo.
En
las ciudades, son medios de ocultación, que nos brinda su trazado,
sus elementos y su construcción, los parques, las cunetas y
las aceras. Junto con el sistema de ferrocarril
metropolitano, el alcantarillado general y los túneles de
circunstancias que podamos excavar o reforzar.
Para
avanzar por los desniveles, es importante utilizar nuestro lado o
vertiente de las crestas militares relativas.
Considerando que, el enemigo se desplegará por su lado. Y,
adelantando o no alguna seguridad, observadores de las armas o
fuerzas cercanas a ellas. La distancia a la cresta es importante y
diferente para los tipos de lucha. Si el defensor está algo
separado, puede ser atacado por granadas. Y si se despliega muy
separado, para su tranquilidad, esto implica dejar al atacante el
dominio del acercamiento subrepticio. Algo cercano, puede permitirle
detectar al asaltante y batirlo y rechazarlo con granadas.
La
Conducción.
La
conducción de estas unidades debe incluir
y luego inspirar y reflejar el carácter complementario y continuo
que tiene su “polaridad
esencial”.
Y que actúa en su concepción, desarrollo, doctrina, implementación,
equipo y entrenamiento, logística y apoyos, marchas y ejecución de
misiones y tareas.
Recordemos,
ahora, que son unidades regulares o semi regulares, que se protegen y
luchan, de una manera característica y singular, con un enemigo
mayor o mejor equipado tecnológicamente. Y, empleando en su
dialéctica bélica cualquier forma de lucha (ataque, rechazo,
defensa retardante) o maniobras. Y actuando parcialmente y en el
grado apropiado, como una unidad irregular, confundiéndose y
fundiéndose con el terreno táctico.
Considerando que, si insistimos en demasía en una forma, concepción y ejecución, las dinámicas de los procesos en marcha nos pueden terminar alejando del buen hacer e, incluso, del éxito. Todo esto tiene que ver con la mecánica cuántica, el principio indeterminación de Heissenberg y el principio de Hobber, en cuanto reguladores naturales y últimos de los procesos.
Así, la dirección, el modo y la realización de nuestros medios y objetivos deben guiarse como el piloto de una embarcación pequeña la guía. Con el objetivo en el horizonte y empleando pequeñas correcciones de rumbo para retomar las intenciones iniciales y sucesivas.
Flujograma y Equilibrio de procesos, acciones y hechos en la lucha de las unidades ligeras de forma diferente o extraordinaria.
Centralización // Coordinación // Delegación
Autoridad // Información
Terreno // Terreno y Micro terreno
Estrategia y Operaciones // Aplicación
Intenciones // Eventualidades
Medios // Oportunidades
Organización // Corrección y evitación de fallos
Refuerzos // Ejecución
Inteligencia // Reconocimiento e Inteligencia aplicada
Los tres regimientos de caballería de la brigada contaban con 27 oficiales, 228 suboficiales y 1.740 soldados, montados en caballos alemanes. Se procuró que los oficiales y suboficiales y todos los hombres posibles portasen subfusiles o metralletas MP-38 o MP-40 de 9 mm, en vez de las carabinas K98 de 7,92 mm. Las armas pesadas de infantería eran 30 ametralladoras pesadas (MG-34 sobre trípode) y 72 ametralladoras ligeras (MG-34 con bípode). Su fuego pesado de apoyo orgánico lo proporcionaba una batería de 6 obuses ligeros de 75 mm, para cada uno de los tres regimientos hipomóviles. Como apoyo externo tendría fuego artillero, tanto centralizado, como de las divi-siones situadas en sus flancos, para lo que la acompañaban los correspondientes observadores y oficiales.
Carretas del país avanzando por una llanura…
En apoyo también contaban con una compañía de ingenieros (pioneros) y una compañía sanitaria. Mediante un parque de carretas del país, arrastrada cada una por una pareja de caballos nativos, se llevarían los abastecimientos, repuestos, municiones, fuerzas médicas, etc., de la brigada en los terrenos difíciles. También contaba con otra columna de abastecimiento motorizada.
La naturaleza, la estructura de la brigada y sus soportes o apoyos constituían ele-mentos que contribuían a la simplicidad de la misión, ya que se adecuaban perfectamente a ésta. Incluso, como ya veremos, recibió el apoyo de una compañía de tanques (14 tanques) para el ataque, cuando la exploración vio que era posible que se trasladasen hasta la irrupción.
Otro de los factores esenciales que vemos actuar ya antes de la concepción de la operación es la inteligencia, como el conocimiento elaborado más completo del enemigo y de las características de la zona de operaciones, adquirido a través de todas las unidades, las agencias y los recursos disponibles en cualquier nivel jerárquico propio, continua y debidamente actualizado e informado. Ello permitirá definir la misión, adscribir los medios y unidades, fijar los entrenamientos, ajustar adaptaciones o cambios en los planes, etc.
Otro factor imprescindible en estas operaciones extraordinarias o heterodoxas, el entrenamiento y el ensayo de la misión, tampoco fue descuidado. La brigada fue entrenada entre 4 y 6 semanas, antes de su activación, en terrenos similares a los de su zona de operaciones futuras y distintos de ella, cumpliendo durante el mismo el factor seguridad.
El entrenamiento de su empleo con tanques no fue hecho, porque no estaba previsto su empleo. Y uno de los problemas que surgieron durante la operación fue que la caballería se adelantaba a los tanques en su misma agrupación de marcha y otro que la comunicación entre jinetes y tanques fue mala. En la espesura de los bosques salvajes, las radios inalámbricas no funcionaron bien y hubo que emplear la telefonía por cables existente. Pero éstos no bastaron para mantener todas las comunicaciones necesarias entre las pequeñas unidades atacantes.
Una característica del entrenamiento en estas misiones especiales, en las que la innovación suele ser un rasgo definitorio, es que aquél debe ser lo más completo posible, de acuerdo a las peculiaridades de aquéllas. Y un ensayo general, incluyendo el tiempo total previsto, suele ser necesario, por ejemplo, para comprobar la resistencia de determinados equipos y no solamente su buen funcionamiento, como se verificaría en un ensayo parcial o incompleto.
La brigada se situó en sus posiciones de partida unos 10 días antes de iniciar la marcha hacia el contacto, integrándose en el dispositivo de la 5ª división panzer, ya presente. Los soviéticos no fueron capaces de detectar la activación de esta unidad, por lo que el factor seguridad quedó, junto con lo expuesto arriba, cumplido.
Inmediatamente sus miembros, con la ayuda de tropas de tanques, realizaron con toda precaución una exploración intensa del terreno intermedio y de las posiciones enemigas (avanzadas de combate y límite anterior). De ella se dedujo que el apoyo de tanques en el ataque era posible (en un sector estrecho), si se realizaba la necesaria adecuación en los caminos/sendas del terreno de acceso. Esta innovación más añadiría una importante capacidad de choque y de fuego pesado directo al ataque, especialmente en la irrupción y en la lucha por las posiciones y en el interior operativo de la zona de defensa soviética (artillería, unidades en desorden o en retirada, transportes, abastecimientos, etc.)
El factor sorpresa se iba a lograr por la acción táctica innovadora e inesperada en el “campo de acción” elegido para el ataque. Hemos de considerar que los soviéticos están preparados, incluso fortificados y esperan el ataque, ya que el tiempo o momento era más o menos previsible. Y los soviéticos habían demostrado desde el principio de la guerra que eran maestros en la defensa y el enmascaramiento de posiciones. Pero el ataque alemán se produce con unos medios y en un lugar totalmente inesperados, dislocando la capacidad de combate, los medios de defensa enemigos, que poco pueden hacer para reaccionar rápidamente, debido al dispositivo que habían adoptado.
Con ello se consigue por el atacante el factor velocidad de acción. Esto permite a los alemanes superar rápidamente su principal vulnerabilidad, el contacto inicial con el enemigo en la “interfase de acción” decidida. En la que siempre se pueden producir contratiempos inesperados ante fuerzas potencialmente superiores, hasta que se impone al enemigo la ley de la acción.
Durante la irrupción concurren la incertidumbre o la fricción, como función del enorme número de acciones individuales y de unidades implicadas en toda la misión; el error, como función de los pequeños fallos que ocurren inevitablemente en esas acciones; la acción del enemigo, hasta que la supremacía de fuego y de maniobra le prive progresivamente de la iniciativa y se mantenga ésta por el atacante; la oportunidad, en forma de situaciones favorables no previstas y fugaces para los alemanes, de las que los propios mandos de las pequeñas unidades deben aprovecharse rápidamente, para el cumplimiento de la misión impartida.
Para poder actuar así, las tropas extraordinarias deben poseer el factor compromiso, que implica la aceptación y el reconocimiento por todos de la misión encomendada, de sus consecuencias importantes y de sus posibilidades reales de éxito en esas condiciones.
Un par de días antes del ataque, los ingenieros (pioneros) provistos de sierras mecánicas, fueron trazando muy rápidamente, siguiendo los linderos de los bosques y sus claros, una senda reforzada y alfombrada de troncos medios cortados in situ y dispuestos más o menos a un metro de distancia. Con ello daban suficiente consistencia a una vía de circunstancias hasta los campos de minas soviéticos, que soportaría el paso de los pocos tanques agregados a la brigada hipomóvil en subordinación táctica, que iniciaron lentamente su avance poco después. El ruido de las sierras y de los motores de los vehículos era ahogado por el vuelo de aviones de exploración a baja altura y por el fuego esporádico alemán de hostigamiento.
El ataque conjunto se inició el 2 de julio de 1.942.
La brigada hipomóvil debía cruzar unos 15 Kms de bosques y pantanos, hasta alcanzar las posiciones soviéticas. Por su derecha atacaría la 5ª división panzer, siguiendo el camino principal citado como eje de avance, que actuaba como la fuerza normal o masa de apoyo del ataque. Su flanco izquierdo, apoyado en ese terreno de tan difícil transitabilidad, era cubierto por débiles fuerzas de infantería (alrededor de una compañía), hasta que el día 3 iniciase su ataque por ese sector una división de infantería alemana.
A las 15 hs. avanzaron los tanques junto a las tropas de caballería, aprocvechando la preparación artillera general. Aquéllos iban acompañados por tropas de ingenieros. Los campos de minas fueron detectados inmediatamente y los ingenieros limpiaron el terreno en torno a las sendas de paso para ampliar su ancho. Casi de improviso, los tanques y la caballería en vanguardia alcanzaron el límite anterior de la posición de defensa soviética en ese “campo de acción” decidido para atacar.
De un solo impulso irrumpieron perfectamente en la misma, rompiendo las primeras líneas de defensa preparadas. Tras esto, los tanques fueron dejados en reserva, ya que la posición enemiga profundizaba por terreno boscoso no reconocido. La caballería alcanzó a penetrar esa mañana hasta 6,5 Km. en el interior de la posición soviética.
Durante todo el tiempo el tren de abastecimientos de carretas del país fue capaz de adelantar suministros, repuestos y municiones a los cansados hombres.
Model salva el peligro para el 9º ejército alemán.
Por su parte, la 5ª división panzer, a su derecha, no podía avanzar a pesar de su superior capacidad de choque y medios, sufriendo graves pérdidas ante el rechazo en profundidad muy bien camuflado establecido por los soviéticos.
Hacia el mediodía un regimiento hipomóvil giró para atacar las posiciones principales enemigas desde el este. Para alcanzarlas tuvo que cruzar una zona de bosques pantanosos, donde el agua alcanzaba hasta la rodilla de los alemanes. Al anochecer la brigada controlaba un sector del camino principal, en el interior de la posición soviética, rompiendo su cohesión táctica y volviéndola insostenible.
A primera hora del día 4, la resistencia soviética colapsaba en todo el sector de ataque de la 5ª división panzer y la brigada hipomóvil. Ésta, por su parte, cruzó otro trozo de terreno de bosques pantanosos de unos 10 Km y emergió en la retaguardia operativa enemiga. Ésta estaba atestada de vehículos aislados, columnas de tropas y soldados deambulando, que se movían por todo lo que alcanzaba la vista en el mayor desorden. También la llegada de las fuerzas panzer permitió acelerar la descomposición del 39º ejército de infantería soviético como fuerza organizada y eficaz.
Ese mismo día, todo el sector de ese ejército se hundía y las divisiones de infantería alemanas del 9º ejército de Walter Model convergían en su interior por todos sus sectores de ataque.
Durante los 11 días que duró la operación, los alemanes capturaron unos 50 mil militares soviéticos, unos 230 tanques y 760 piezas de artillería.
La sorpresa táctica común o general es aquélla normal o frecuentemente usada y que es conocida y esperable. Hay un caso del que tomamos ejemplo, que consiste en emboscar u hostilizar a las fuerzas enemigas que acuden en socorro o rescate de un grupo propio inmovilizado y/o asediado por nosotros. Este ataque nuestro es lógico hacerlo, porque las fuerzas en movimiento, y más cuando la urgencia les acicatea, son especialmente vulnerables: por la debilidad de sus flancos, por su escasa exploración y mayor desconocimiento de su terreno de marcha al combate, por su despliegue o encolumnamiento de avance más o menos deshilachado.
El ataque de hacerse empleando secuencial o simultáneamente distintas técnicas: emboscadas, incluso empleando pequeñas unidades; líneas de tiradores libres; cerrojos de las vías de avance y sus laterales por minas; bombardeos por la artillería y los morteros orgánicos, empleando fuego registrado sobre las vías o puntos singulares del trayecto de aproximación; ataques de la aviación propia o aliada; apariciones y ataques de un “grupo de combate” (¿de armas combinadas?) nuestro en su retaguardia más o menos inmediata o cubriéndose en un flanco del trayecto que sea favorable a nuestra protección (línea de alturas, borde de bosques, polígonos industriales y edificaciones urbanas).
De esta sorpresa común hay que echar mano necesariamente. Pero, el atacante no debe repetir su juego de tácticas y técnicas militares en cortos períodos de tiempo. Para que nuestro ataque no sea tan predecible, también en los detalles y modos, que facilite al enemigo su rechazo. Ya que con nuestra rutina estamos anunciando al enemigo cuál es nuestro juego, mostrándole las cartas. Y, sepamos que, incluso con estas precauciones, se le está enseñando a luchar.
Con la variedad mencionada, sus combinaciones y la oportunidad de uso, el enemigo no podrá tomar suficientes medidas para el rechazo. Ya que las variantes de acción que podemos utilizar son suficientemente diferentes y numerosas.
Ésta es una sorpresa táctica, en el mismo nivel en el que estamos desenvolviéndonos. Que nos permitirá aumentar la atrición (sobre los medios) y el desgaste (de los hombre) del enemigo. E, incluso, situarnos y movernos más favorablemente respecto a él. Pero los resultados totales dependerán del desenvolvimiento del conjunto de las operaciones planteadas. Basados en las formas de lucha, los movimientos y los hombres y medios involucrados.
Así, esta sorpresa menos elaborada conceptualmente rinde menos frutos que tengan trascendencia operativa o decisiva. Todo indica que, para que se produzca y aumente cualitativamente la eficacia trascendente en nuestras acciones, es necesario que la calidad de la sorpresa alcance otra dimensión en su acción.
Coronel General Walther Model.
Es necesario, pues, en el nivel operativo de la sorpresa, que ésta sea una “sorpresa ingrata” para el enemigo. Que tenga efectos catastróficos, aunque sean locales, sobre él. Y que las “ondas de conmoción” en el área o las secciones afectadas, se propaguen por el sistema militar enemigo atacado. Dañando sus capacidades, su moral general y grupal (una sección, los servidores de un arma) y sus intenciones y perspectivas. Ello equivaldría, en el escenario planteado, a una “explotación del éxito” de las acciones propias. Que son animadas y perfeccionadas por la sorpresa operativa conseguida.
Veamos un ejemplo de cómo el empleo de un “campo de acción” inesperado para el enemigo y el uso apropiado de las fuerzas ordinarias y heterodoxas, con sus respectivas características de actuación, permitió al general Walther Model, tomar la iniciativa, crear una sorpresa ingrata y destruir un ejército soviético insertado en su retaguardia operativa.
En el invierno de 1941-1942, durante su contraofensiva general de invierno, los soviéticos habían penetrado en la retaguardia operativa del 9º ejército alemán del coronel general Model. Éste se integraba en el Grupo de Ejércitos Centro, al mando del mariscal von Kluge. El repliegue de los alemanes a posiciones centradas en poblaciones, hilvanadas entre sí por el fuego de su artillería y el mantenimiento de unas líneas de comunicaciones suficientes, aunque precarias, entre ellas, mantenía, sin embargo, la estabilidad operativa de dicho ejército en la defensiva.
Los soviéticos habían cruzado las “líneas” del frente semi continuo alemán, arrollado a su paso las posiciones débiles alemanas e insertado al 39º ejército de infantería y al XI cuerpo de caballería (fuerzas móviles para terrenos de difícil transitabilidad), que sumaban hasta 60 mil hombres, en dicha retaguardia. Su despliegue se protegía en los bosques semi salvajes y los pantanos situados entre Boly y Rzhev, la principal ciudad regional, y era abastecido siguiendo un camino que orillaba Boly y seguía por Nelidovo, al norte de la zona. Esas fuerzas sovié-ticas se hallaban también en hibernación operativa, a la espera de que pasase el tardío deshielo de la primavera rusa.
Este potente núcleo enemigo, en acción coordinada con las fuerzas soviéticas del frente, podía comprometer la ofensiva de verano (1942) alemana en el sector del 9º ejército, actuando contra las líneas de abastecimiento del mismo. Por ello era necesario liquidarlo antes de emprender una nueva campaña.
Con instrucciones expresas del general Model se constituyó una brigada hipomóvil con las fuerzas de exploración (un batallón reducido) de cada una de las ocho divisiones deinfantería del 9º ejército, que tuviera capacidad de tránsito por cualquier terreno.
La misión de esta brigada era deslizarse por sectores no observados (por la seguridad y las posiciones principales) de la zona enemiga insertada. E irrumpir en ella, por donde menos era esperado un ataque importante, luchando en su interior e incluso ocupando núcleos de defensa. Con ello buscaban los alemanes desequilibrar severamente el despliegue y la conducción sistemática del plan de defensa soviético.
El saliente de Rzhev se formó tras la contraofensiva soviética frente a Moscú.
Empleaban para ello sus fuerzas en un “campo de acción” adecuado e inesperado, que les permitiera recuperar la libertad de acción para imponerse al enemigo. Se trataba de un objetivo cuya simplicidad, que no dificultad, permitía su consecución.
Con esta acción de la brigada como fuerza extraordinaria se facilitaba la penetración en la bolsa soviética de las fuerzas principales interarmas o fuerzas normales, la 5ª división panzer del mayor general Gustav Fehn, a la que estaba subordinada la brigada. Esta últimas estaban sujetas en su tránsito a vías permanentes y avanzarían siguiendo el camino de firme reforzado principal de la zona, el cual transcurría desde Olenino, al norte, siguiendo la vertiente oeste del río Luchesa.
Las tropas soviéticas (39º ejército de infantería), dentro de su zona de defensa, se abrazaban a este camino principal, con un dispositivo antitanque (obstáculos y piezas) en profundidad. Los flancos estaban menos ocupados, pero se protegían con extensos campos de minas a derecha e izquierda, apenas cruzados por unas sendas. Su flanco derecho se apoyaba en las inhóspitas e intransitables tierras boscosas y pantanosas del valle profundo del Luchesa, que los soviéticos estimaban que les aseguraban contra cualquier ataque de importancia. Como vemos, el mando soviético previó con acierto por donde debía discurrirel esfuerzo principal alemán contra ellos, fuera de originalidades e inventivas, y desplegó sus fuerzas en consecuencia.
Solamente soldados sanos, fuertes y veteranos, que poseyeran la experiencia del trabajo en común, que cohesiona íntimamente a las unidades, en la confianza y el respeto entre los hombres, y con una clara afición por la naturaleza, podían ser empleados en esta misión. No era un trabajo para tropas de guarnición, traídas ex profeso de la retaguardia alemana o de los países ocupados. Por eso Walther Model no dudó en privar a sus divisiones de infantería de las únicas unidades móviles de maniobra, que tenían en esos momentos.
Las principales armas de reconocimiento táctico, los tanques y las aeronaves de vuelo a bajas cotas, tienden a ser vulnerables a los cohetes antiaéreos y antitanques de la moderna infantería. Éstos aparecieron en el campo de batalla en los años 70 y han ido ganando efectividad desde entonces. En la última década, desde mediados de los 90, esos cohetes han ido incorporando diversas tecnologías como las cabezas activas dobles, los buscadores múltiples, que les permiten discriminar los señuelos enemigos y asegurar el blanco, y las que les permiten emplear alturas variables de vuelo. Por ejemplo, los próximos cohetes antitanques de infantería podrán localizar, definir y confirmar su blanco por distorsiones magnéticas del ambiente (generadas por la relativamente grande masa metálica del enemigo), señales acústicas, emisiones de calor (humanas y de motores y armas) y emisiones de onda corta. Su recorrido hasta el blanco oscilará para burlar las posibles contra armas desplegadas contra ellos.
NEW ZEALAND’S LONG RANGE RECON PATROL.
Todo esto tenderá a dar una mayor importancia en la exploración y el reconocimiento a las patrullas de infantería de largo recorrido (long range combat and/or reconnaissance patrols). Que son insertadas por medios aéreos o fluviales, lo más cerca posible de su zona de operaciones y diseñadas para permanecer un mayor tiempo en ella.
La exploración de combate: el contacto inmediato y continuo con el enemigo y la determinación de las capacidades del terreno de lucha.
La exploración de combate busca el reconocimiento del terreno, la relación con las unidades propias adyacentes en los puntos de contacto establecidos y el contacto inmediato con el enemigo, determinando sus intenciones y características. Su misión está subordinada a la obtención de inteligencia. Cada unidad debe establecerla siempre, sin necesidad de orden específica para ello. Es importante adelantarla lo más rápidamente posible, por lo que, si corre a cargo sólo de infantería, puede ser necesario acercarla en vehículos, para que luego continúe a pie.
En los flancos descubiertos y las alas expuestas su alcance debe prolongarse bastante. Mediante sus patrullas adelantadas, la exploración de combate constituye en su actuación una verdadera seguridad táctica para las unidades en el frente.
Los órganos de la exploración de combate son las compañías y secciones de exploración blindadas, las patrullas de exploración de las unidades en los diferentes sectores, los observatorios y pelotones adelantados de artillería, etc. La sección a disposición de la compañía de EE.MM. y servicios puede ser útil en el ámbito del batallón de infantería para la rápida actuación que decimos arriba.
La exploración de combate tiene una función primordial en la detección de las resistencias y las debilidades del despliegue y de las armas del enemigo, en las “interfases de acción” favorables que estamos creando con él. Ello requiere emplear una técnica de prueba, suficientemente intensa y nunca superficial, que permita conocer a las unidades tácticas, las debilidades y las fortalezas del despliegue contrario y las apariencias con las que intenta presentárnoslas. Para actuar en consecuencia, según la misión y el centro de gravedad del esfuerzo ordenados por el mando superior.
La información recolectada de diversas las fuentes, se convierte en inteligencia disponible y es transmitida a los interesados.
La exploración genera información de los diferentes niveles de actuación y de los terrenos, que también reconoce. Aquélla debe ser convertida en inteligencia. Ésta es el conocimiento razonablemente fiable y suficiente (nunca excesiva o intoxicante) del enemigo, de sus intenciones y posibilidades y del terreno en sus posibilidades de lucha, transitabilidad, etc. Recibida actualizada y sin solución de continuidad.
PATRULLA…
Los órganos elaboradores de la inteligencia a partir de las exploraciones operativa y de combate deben ser diferentes, puesto que también lo son los dos tipos de información generados. La principal diferencia es que proceden de niveles de actuación cualitativamente diferentes, en cada uno de los cuales deben dar la visión de conjunto: enemigo, terreno y posibilidades. Y que la necesidad de la inteligencia de combate es urgente y más continua, y su trascendencia, muy fugaz, por lo que es mucho menos elaborada y más directa hacia las unidades en lucha, desde su exploración.
Una vez creada la inteligencia, es integrada por el mando superior existente de la misma, el G-2. Éste, mediante otros órganos, se encargará de transmitirla a las unidades y mandos interesados. Dicha transmisión debe ser protegida por todos los medios existentes, garantizando el secreto y su llegada a los destinatarios, mediante dobles estafetas, cifrados, etc.
La inteligencia transmitida debe reunir las características adecuadas en cuanto al momento, la fiabilidad, la actualidad y la continuidad, la seguridad de transmisión, la riqueza de contenido y su suficiencia. En cuanto al tiempo debe ser oportuna y continua. Su seguridad afecta a los planes y a las decisiones que a partir de ella se elaboren. Debe ser suficiente, rica y fiable para permitir a los correspondientes mandos, dedicándole sólo un tiempo razonable, hacerse una idea lo más completa posible de una situación y planear sus posibles evoluciones y los factores que a ellas concurrirán. La suficiencia limita drásticamente los excesos de información no necesaria, que desorientan o cansan al mando afectado por ellos.
El G-2 o el S-2 se convierten así en los ojos penetrantes y lúcidos del mando operativo.
La seguridad como opuesto complementario de la exploración.
El envés de la exploración propia es la lucha contra la exploración y la inteligenciaenemigas. Ella tiene como finalidad el cegar al enemigo sobre nuestras intenciones, privándole de sus órganos detectores de información operativa sobre nosotros o incluso extraviándolos deliberadamente. La seguridad es algo así como el opuesto (complementario, no antagónico) de la exploración propia.
Una de las formas activas de combatir a la exploración enemiga es el empleo de la seguridad propia en todas las operaciones emprendidas. Otra es el empleo de destacamentos avanzados, tipo sección reforzada, para rechazar a las exploraciones operativa y estratégica enemigas, mediante la lucha móvil con centro de gravedad en los puntos donde dichas exploraciones tengan que operar. Una exploración rechazada puede dar informaciones erróneas a su inteligencia sobre las posibilidades reales de sus ejes de avance hacia su enemigo. Por ejemplo, puede valorar la capacidad de rechazo en una avenida de aproximación , por encima de nuestra capacidad real en ella o dar una información errónea sobre nuestras intenciones defensivas.
CUBRIENDO UN SECTOR…
La seguridad tiene como finalidad la protección inmediata de las unidades frentes a las sorpresas e imprevistos, manteniendo un necesario y suficiente alistamiento de combate para esa situación. Sus misiones son la protección de la unidad frente al fuego directo de las armas pesadas de infantería, evitar e impedir las sorpresas, emboscadas e incursiones enemigas y la detección y el rechazo de la exploración enemiga. Cada unidad establece en todo momento el sector, la zona (brigada o regimiento) y el área (división) de seguridad, según su tamaño. Entre 1/3 y 1/7 de la unidad, según la situación general, realizan su seguridad, constituyendo sus órganos las distintas subunidades de todas las armas que en ella participan y la apoyan.
Para las unidades acampadas o en zonas de reunión de diferentes clases, se establece una línea de seguridad que delimita a las unidades aseguradas, en cuyos puntos adecuados (accesos, etc.) se colocan centinelas dobles. En los puntos conflictivos para aquélla (desfiladeros, etc.) se colocan obstáculos en forma de rápidas barreras de minas. Fuera de dicha línea, las unidades de seguridad avanzan patrullas fijas y móviles. Las primeras vigilarán los puntos críticos para la seguridad (puntos dominantes, posibles observatorios de la exploración enemiga, puntos de paso inevitables, etc), apoyándose en las otras para realizar siempre una seguridad activa.
BARRERA DE MINAS.
Y, esto tan simple y provechoso, ¿siempre se ejecuta? No, señor, no siempre.
El 10 de junio de 1.944, poco después de la media noche, el 2º batallón de la 29ª división de infantería de los EE.UU. se preparaba para pasar la noche. Los hombres habían caminado unos 25 Km. durante las últimas 20 horas.
El oficial ejecutivo del batallón, comandante Maurice Clift, escogió una zona formada por dos prados cercados, para que las tropas pasaran la noche al raso. Los hombres entraron en ellos y se dejaron caer contra los terraplenes de los altos setos que los enmarcaban. Tan cansados estaban los soldados que ni siquiera se molestaron en soltarse las mochilas y el equipo personal. La mayoría de ellos se quedaron dormidos de inmediato. Solamente unos pocos prestaron atención al ruido de unos motores aproximándose. Pero pensaron que eran vehículos norteamericanos.
Se trataba en realidad de vehículos blindados y camiones alemanes, integrados en una agrupación de marcha y pertenecientes a la 352º división de infantería. Sin saberlo ninguno de los dos rivales, los alemanes se habían estado retirando y siguiendo la misma ruta que el batallón americano recorría en su avance. Al detenerse éste, los exploradores alemanes detectaron los movimientos norteamericanos en los prados de acampada. Los alemanes avanzaron sigilosamente y rodearon los prados.
De pronto, los alemanes lanzaron bengalas de iluminación. Bajo la siniestra luz, casi tan brillante como la luz del mediodía, sus cañones de asalto abrieron fuego sobre los setos contra los norteamericanos. A lo largo de uno de los setos, una sección se incorporó y fue segada por las ametralladoras alemanas. Muchos norteamericanos, asustados y desorientados, corrían de un lado a otro, buscando la salida de los prados; los infantes alemanes los iban derribando con el fuego de repetición de sus fusiles de cerrojo. Las granadas de los morteros alemanes explotaban por todo la zona de los prados. Los norteamericanos respondían con un fuego de fusilería impreciso y espasmódico, dirigido a los setos opuestos, que podía alcanzar tanto a los alemanes como a sus propios hombres que deambulaban erráticamente.
“Era terrible”, indicó un superviviente al general Cota. “Nos habíamos arrastrado más de 90 m. fuera del campo, cuando escuchamos desde atrás, un griterío de nuestros hombres. Yo pensé que los alemanes estaban lanzando una carga a la bayoneta contra ellos”.
El comandante de este 2º batallón, el teniente coronel William Warfield (irónicamente, campo de guerra), tenía su puesto de mando en una granja junto a la carretera. Warfield intentó establecer una defensa, pero fue en vano. Los oficiales que se lanzaron fuera de la casa hacia el campo, fueron abatidos rápidamente. Un alemán gritó en inglés hacia el grupo de mando: “¡Ríndanse, ríndanse!”. “¡De rendirse, ni hablar!”, rugió Warfield. Intentó llevar un pequeño grupo en dirección a los prados donde estaban sus hombres, pero resultó muerto inmediatamente.
La batalla se prolongó unos 20 minutos. El batallón tuvo 150 bajas—unos 50 muertos–, algo más de un tercio de sus efectivos. Poco antes del alba, un joven teniente malherido que informaba al jefe de su división, el general Charles Gerhardt, caía de pronto de rodillas y golpeaba con sus puños el suelo, mientras sollozaba y se lamentaba que todos sus hombres estaban muertos y que él los había dejado caer.
El general Gerhardt se enfureció. “Sin seguridad, gritó exaltado. “Simplemente el batallón llegó al campo y se echó a dormir”.
Y la Estrategia, la Estrategia Operativa y la Táctica, como Niveles de su Actuación Militar.
Entre ambos niveles de la actuación militar existe un espacio de actividad eminente y esencialmente práctico, llamado nivel operativo o estrategia operativa. Su misión es optimizar los empleos de la táctica y de los medios disponibles en la campaña y en el teatro de operaciones. Para ello define y conceptualiza las batallas, las marchas, etc., en definitiva, tanto las operaciones militares como su correcta sucesión, en función de aquellos objetivos decisivos. Con ello brinda a la táctica y a la decisión a la que ésta se orienta, una trascendencia superior, que está mucho más allá de la persecución y de la explotación del éxito. Es decir, la estrategia operativa utiliza a la táctica como uno de sus instrumentos inmediatos. Integrándolos para alcanzar los objetivos últimos que se le han confiado y orientándose a ellos, participando entonces de su naturaleza estratégica.
REFINERÍA DE PETRÓLEOS: SÍMBOLO DE LA PUJANZA ECONÓMICA DE UNA SOCIEDAD MODERNA.
Así, la estrategia operativa define unos objetivos propios en el teatro o en la campaña de actuación, que son la incapacitación y la desorganización del enemigo, a través de la acción sobre sus vulnerabilidades operativas y estratégicas. La primera se orienta contra la capacidad de combate enemiga, buscando incapacitarla posicional o funcionalmente, y simultáneamente protegiendo la propia. La segunda se logra por la ocupación o la destrucción de sus vulnerabilidades críticas en la zona de operaciones.
Estas vulnerabilidades son aquellos elementos, posesiones o razones que dan sentido a la lucha que el enemigo sostiene contra nosotros. Es decir, cuya pérdida le infunde inevitablemente una sensación de desesperanza y un sentido de inutilidad en proseguir la lucha en esas circunstancias, como no sea para acumular más pérdidas.
Una vulnerabilidad crítica estratégica, manejada hábilmente por nosotros en el siglo XVI durante la conquista de América, fue la captura del gran jefe o emperador de las confederaciones indígenas en los grandes países a colonizar (Moctezuma, Atahualpa). Pero su efecto era temporal. Una vez convertido en rehén, el valor simbólico de un caudillo de este tipo caía en picado, porque la vitalidad nacional de la colectividad a la que dirigía exigía su renovación, como si hubiese muerto. Pronto se elegía a un nuevo Gran Emplumado, entre los miembros de su clan o de su sociedad guerrera.
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En la II Guerra Mundial, la ocupación de la capital y la caída del gobierno eran vulnerabilidades críticas estratégicas, a las que se accedía a través de una estrategia operativa de guerra móvil ofensiva: campaña de primavera de 1940 en el frente occidental. Lo mismo intentó Hitler en 1941 en el frente soviético con relación a Moscú. Seguramente en esa guerra total, casi de exterminio, del frente del Este, su caída no hubiese tenido la trascendencia que se le atribuía. Pero Moscú constituía un gran “nudo” viario, un centro de comunicaciones ferroviarias vital para toda la URSS al oeste de los montes Urales y, en este sentido, sí hubiese sido una vulnerabilidad crítica permanente del nivel militar operativo.
Para lograr estos objetivos estratégicos intermedios, el nivel operativo tiene unos medios específicos operativos que son la inteligencia, el desequilibrio y la incapacitación del enemigo, el tiempo o velocidad de las operaciones y de los combates, la organización logística y su soporte físico o línea de abastecimientos y el sentido correcto del propio mando.
Estos medios los emplea para conducir y utilizar óptimamente (sin despilfarros) los medios táctico-operativos a su disposición.
Éstos son:
la transitabilidad del terreno (en toda la dimensión geográfica de la naturaleza de los terrenos, clima, estación y hora del día),
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la capacidad de combate (medios militares concretados en hombres, equipos, apoyos y vehículos de combate) y la capacidad de movimiento operativo (transportes de grande y pequeño tonelaje, los repuestos de todo tipo y combustibles y los depósitos y parques accesibles en la zona) propias disponibles,
la libertad de acción y las “interfases de acción” favorables con el enemigo (que existen y que se pueden también crear siempre, mediante la ampliación o disminución del “campo de acción” sobre aquél, como un zoom táctico operativo, o mediante su cambio a otro sector del frente o en la profundidad de la zona enemiga). Con estos 2 últimos “sistemas” podemos actuar siempre según nuestro criterio e interés y no simplemente reaccionar a las acciones del enemigo.
De esta manera los 10 “sistemas operativos” citados realizan el empleo y el funcionamiento de todos los niveles de la defensa nacional. Y van a partir de la concepción y la gran creación de objetivos, intereses y recursos disponibles, recibidas del mando y de la nación, hasta la realización práctica final. Implicando en ésta también a los necesarios y a los inevitables e impuestos por el enemigo, empleos tácticos de los medios militares, como etapas para la consecución óptima de aquellos objetivos encomendados.
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Y, ¿por qué llamamos sistemas a estas funciones operativas de variada y compleja naturaleza y a los órganos o fenómenos que las dirigen, procuran y ejecutan o causan (como es el caso de la transitabilidad)? Un “sistema” es un conjunto de órganos, fenómenos o cosas que, ordenadamente relacionadas entre sí, contribuyen a determinado objeto. En un sistema complejo existirán una jerarquía, la especialización de sus órganos y unos objetivos e intenciones o resultados. Las funciones, en su conjunto y en razón de las interacciones que ocurren dentro del sistema, tienen un efecto integrador sobre él, y sinérgico con relación a los objetivos generales del mismo.