Las Relaciones de Finlandia y Suecia con Rusia. 2ª Parte.

(Continuación)

Consecuencias colaterales de la pésima operatividad militar de Rusia.

El pobre desempeño del Ejército Rojo en esta guerra de invierno o Talvisota, transmitió a todo el Mundo una imagen muy mala del “Ejército Rojo de Obreros y Campesinos”.

Y esto influyó decisivamente en las ideas de Hitler y del OberKommando der Wehrmatch y otros mariscales y generales alemanes. En cuanto a las posibilidades de invadir y liquidar a la URSS en una relativamente rápida campaña de verano de unos meses, en menos de un año.

Quince meses después, los alemanes irían comprobando lo aventureras y erradas que fueron sus suposiciones iniciales acerca del Ejército Rojo.

Las entrevistas de Núremberg: Franz Halder | EL VIENTO EN LA NOCHE
GENERAL FRANK HALDER, A LA IZQUIERDA DE HITLER.

A principio de la invasión alemana de Rusia del 22 de junio de 1941, el coronel general Frank Halder, jefe del OberKommando der Heer (el Ejército alemán), confesó lúgubremente en su diario el 11 de agosto: “Habíamos calculado que tenían unas 200 divisiones y ya hemos identificado a 360”. “Destruimos a una docena y, en seguida”, ponen a otra docena en su lugar”.

Detrás del Ejército Rojo, en su mismísimo tuétano, estaban las capacidades, el estoicismo y la resistencia del pueblo soviético. Que era amenazado con la aniquilación por las prácticas de exterminio antieslavas de las SS y la Gehime Statz Policei (Gestapo).

La Posguerra.

En la II Guerra Mundial, Finlandia no fue “liberada”, ni ocupada por el Ejército Soviético (había cambiado ya el nombre).

Pero, fue desnazificada y neutralizada. ¿os suenan los términos? Son muy actuales, en boca del inefable Putin.

Es decir, fue finlandizada. Y, tuvo que ajustarse a una dura neutralidad asimétrica, favorable a los soviets. Incluso, sus fusiles de asalto posconflicto (M-1960 y M-1962) son copias autorizadas del AK-47 soviético, pero, sin maderas en su estructura.

Cómo sería el experimento político social sufrido que, cuando Finlandia ha visto las barbas de Ucrania rapar, ha puesto las suyas a remojar.

La Neutralidad de Suecia.

A los inicios de la II Guerra Mundial, Suecia se convirtió en proveedora de mena de hierros para el Tercer Reich. A excepción de los meses más fríos del año, el mineral bruto se embarcaba para Alemania en el puerto de Lulea, al sur de Suecia. Donde no se atrevían a acercarse los buques de la Royal Navy y el transporte era bastante seguro.

Batalla naval de Narvik de la Kriegsmarine.

Todo esto de la ruta de los hierros suecos motivó que Gran Bretaña se planteara ocupar los puertos de Lulea y Narvik, para cortarla.

Gracias a esta disposición para su comercio con Alemania, Suecia no fue invadida por la Wehrmatch. Por contra, Noruega fue muy ambivalente. Por un lado, puso una parte de su flota a disposición de Gran Bretaña. Y, por otro, aseguró al Gobierno alemán que podría disponer del puerto de Narvik, sin hielos en invierno, y de las aguas territoriales noruegas para el transporte del mineral de hierro sueco a suelo alemán.

Los alemanes lanzaron, entonces, una fulminante ofensiva contra Noruega y el 10 de julio de 1940 ocuparon Narvik y pronto controlaron toda la costa noruega.

Suecia, en cambio, pudo continuar siendo independiente y neutral. En este sentido, ya el Gobierno soviético manifestó el 13 de abril de 1940 que la URSS deseaba mantener el status de neutralidad de Suecia.

Con la ocupación de Dinamarca y Noruega, Alemania tenía en sus manos el control del Atlántico Norte. Necesario para disponer de otras localizaciones para bases aéreas y navales en su guerra con Gran Bretaña. Los fiordos noruegos fueron excelentes refugios para la flota de submarinos alemanes que operaba en esa parte del Atlántico.

Tras terminar la Guerra Mundial, Suecia simplemente mantuvo su status internacional. Tomando, eso sí, buena nota que, como anunció Churchill, “en el Este de Europa se había bajado un inmenso Telón de Acero”.

Suecia, a diferencia de la más recientemente neutral Finlandia, tiene una larga tradición de derechos, neutralidad y liberalidad. Desde el Congreso de Viena de 1815, tras las Guerras Napoleónicas, Suecia no ha participado en ninguna de las frecuentes guerras en el Territorio de Europa. Y en su idiosincracia están grabadas ya esas cualidades citadas.

Suecia tiene el doble de población que Finlandia, en una proporción de 10 a 5 millones. Pero, ésta tiene 1300 km de frontera con Rusia y Suecia, ninguno.

Desde la Guerra Mundial, la sociedad sueca se fue desarrollando hacia una social democracia muy abierta, garantista y permisiva. Muchas tendencias sociales modernas tuvieron su foco europeo en Suecia.

Pero, al final de ese recorrido histórico, el Oso Ruscista (contracción de Rusia y fascista) comenzó a dar muestras en Georgia, Osetia del Sur, Ucrania y en las expresiones de su pensamiento político social e internacional, de querer corregir la tendencia ya histórica de “democracia y libertad para la Europa del Este”. “La mayor desgracia del siglo XX fue la desaparición de la Unión Soviética” es el diamante con talla de brillante de esas expresiones.

Y, Suecia recordó su pasado lejano de guerras con Rusia.

Y, buscó refugio y amparo para su soberanía y libertad por otros meridianos terrestres más al Oeste. Por el corazón de la Europa libre y democrática y por los EEUU, el otro polo vibrante de la llamada Civilización Occidental.

Concretándose todo en la adhesión de Suecia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

FINAL.

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