LA CONQUISTA DE MÉXICO POR HERNÁN CORTÉS. 3ª Parte.

LA TOMA DE TENOCHTITLÁN POR LOS ESPAÑOLES Y TLAXCALTECAS DE HERNÁN CORTÉS

La conquista de México.

Y, el 16 de agosto de 1519, la tropa de Cortés formada por 416 hombres y algunos caballos y cañones, emprendió la marcha hacia el corazón del territorio azteca, en la meseta del Anáhuac. Hicieron una primera parada en Tlaxcala, tierra enemiga de los mexicas. Pero, también de Cortés, porque tenían dioses comunes con estos. Y, ya se sabía que los españoles tenían gran aversión a sus cultos sangrientos. El 5 de septiembre ocurrió la batalla principal entre los tlaxcaltecas y los españoles. Venciendo estos, como ocurrió en Tabasco, a unos indios que lucharon sin concierto, ni mucho ánimo. Esto decidió a los tlaxcaltecas a favor de los españoles, deseosos de contar con esos poderosos aliados para deshacerse de los opresores mexicas.

Pedro de Alvarado - Wikipedia, la enciclopedia libre
Don Pedro de Alvarado.

Al campamento de Cortés se acercaron los embajadores de Moctezuma. El “jefe de los hombres” estaba atemorizado por la victoriosa marcha de los españoles y les ofrecía hasta hacerse “vasallo de su rey”. Insistiendo en que no se acercasen a Tenochtitlán. Esto hubiera parecido un botín extraordinario a muchos. Pero, Cortés, como verdadero gran capitán, permaneció fiel a su objetivo principal inicial: la toma de México.

Cortés estuvo tres semanas en Tlaxcala. Y con su poder de seducción inimitable convirtió a los caciques de esa nación y a su pueblo, en fuerzas auxiliares, incondicionales, del caudillo. Así, continuó el avance a Tenochtitlán, acompañado de un ejército auxiliar de muchos miles de tlaxcaltecas. Sin cuya colaboración efectiva, la conquista del Anáhuac hubiera sido imposible.

Los mexicas les indicaron la marcha vía Cholula, donde les habían montado una emboscada. Los españoles fueron recibidos muy bien aquí. Pero, doña Marina y los indios amigos descubrieron los detalles de la emboscada. Cortés atacó con su artillería las posiciones escondidas de los mexicas. Y los tlaxcaltecas penetraron en la ciudad y atacaron y limpiaron las posiciones protegidas de rechazo enemigas: situadas en las azoteas y protegidas por fosos, que impedían los movimientos de la caballería española.

Este desastre aumentó el miedo supersticioso en Moctezuma, el jefe de guerra mixteca. Que afectaría a su posterior comportamiento. Cortés continuó su marcha, apoyado por mil cargadores indios y unos pocos miles de auxiliares tlaxcaltecas.

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Lago Texcoco y Tenochtitlán

El camino final para la capital era una gran calzada sobre el lago Texcoco, con agua a ambos bordes, a donde acudió Moctezuma, llevado en andas, con un gran séquito. El encuentro entre los dos grandes jefes fue verdaderamente cordial y satisfactorio. Ya nunca hubo, probablemente, alguna reunión de ambos caudillos, en que la sinceridad llenase tanto los pensamientos y sentimientos de ambos.

Moctezuma les ofreció a los españoles alojamiento en el palacio de Axapácatl. La enorme ciudad impresionó mucho a los españoles. Tenía anchas calzadas y plazas y estaba cruzada por numerosos canales, que hacían de vías de transporte. También tenía muchos mercados y templos piramidales, que rodeaban el centro de la ciudad, donde se ofrecían los sacrificios rituales.

Cortés se dio cuenta de que los españoles estaban dentro de una ciudad desconocida, llena de miles de guerreros enemigos y en medio de un territorio hostil. Y pensó que su mejor garantía era hacer prisionero al Gran Emplumado. Así, el 14 de noviembre, cuando Moctezuma lo recibió en audiencia, Cortés le dijo que se diese prisionero. El Gran Emplumado cedió y fue trasladado al palacio ocupado por los españoles.

Palacio de Axayácatl: localiza el recinto donde se hospedó Hernán Cortés y  murió Moctezuma - Infobae
Complejo de instalaciones del palacio Axapácatl

En medio de la gran tensión existente, Cortés asaltó el Templo Mayor de los mexicas e hizo retirar las imágenes de Tlacoc, el dios de la lluvia y del dios de la guerra y tutelar de ellos. Y las sustituyó por una imagen de la Virgen María y otra de San Cristóbal. Esto exasperó a los aztecas.

Supo entonces Cortés de la llegada a Yucatán de una gran expedición desde Cuba. Con 11 naos y 7 bergantines, al mando de Pánfilo de Narváez y con más de mil hombres. Enviada por Diego Velázquez para detener a Cortés y sus hombres.

Pánfilo de Narváez - Wikipedia, la enciclopedia libre

Éste dejó a Pedro de Alvarado al mando de escasas fuerzas españolas en Tenochtitlán. Donde la situación parecía estable y atacó y venció hábilmente en un golpe de mano a las fuerzas de Narváez. Unas tropas españolas poco convencidas, interesadas y motivadas, en luchar contra Cortés. El cual, tras una arenga clara, directa y oportuna las incorporó a sus propias fuerzas expedicionarias. Y regresaron todos a Tenochtitlán, donde la situación se había invertido y amenazaba a todos los “huéspedes de Moctezuma”.

Las tropas españolas entraron ya en una ratonera táctica. Tuvo lugar entonces la sublevación latente, ya esperada y avisada por los aliados tlaxcaltecas de Cortés, de todos los mexicas en Tenochtitlán. El “Gran Emplumado” intentó en vano calmar los ánimos de los mexicas. Pero, para ellos, estando en manos del odiado enemigo, había perdido todas sus prerrogativas y respetos. Y, fue muerto, lo más probable a manos de sus propios vasallos; aunque hay fuentes que dicen que lo eliminó Cortés, porque era un lastre. Esto, sin embargo, va contra la buonomía y el estilo del caudillo español.

Y, ocurre la llamada “Noche Triste” de los españoles. La salida de Tenochtitlán y la táctica de las fuerzas españolas y de sus los aliados, acosada por la doble persecución directa y desbordante de los mexicas. Que pronto rompió toda cohesión de marcha de las fuerzas aliadas. Y, en esas luchas individuales y en pequeños grupos que ocurrieron, caen cientos de españoles y casi todos los tlaxcaltecas. Que mantuvieron la retaguardia del despliegue aliado, en su marcha retrógrada forzada.

Habían caído 600 españoles, el 90% de los tlaxcaltecas y perdieron toda la artillería. Los supervivientes se encaminaron hacia el norte del lago Texcoco y prosiguieron hacia su refugio único de Tlaxcala.

En su camino a Tlaxcala, alcanzaron el valle de Otumba, el 7 de julio de 1520, donde se libró una batalla decisiva y trascendental de la conquista de México.

Batalla de Otumba - Wikipedia, la enciclopedia libre
Batalla de Otumba

Los españoles habían sido derrotados, no quebrados, y se habían rehecho. Y su situación continuaba siendo desesperada. Esto espoleó sus ánimos y la fortuna les volvió a sonreír.

Los mexicanos peleaban en subgrupos compactos, al mando de un subjefe, situados a lo largo de una línea de lucha. En las “interfases de acción con el enemigo” los combates eran singulares. Los de la primera fila se retiraban al cansarse y eran sustituidos por los de detrás y, así, la lucha podía prolongarse durante horas. Como mucho, a veces extendían el frente lateralmente.

Los españoles buscaban fijar el frente de ataque enemigo y atacar sus flancos. Actuaban como en pequeños manípulos o “grupos de armas combinadas”, al mando de un capitán. Y compuestos por una o dos compañías o “partidas” de infantería (50 hombres cada una, al completo de sus efectivos), una pieza de artillería ligera, una culebrina o un falconete, más ligero y un grupo de caballería, formado por entre 3 y 5 jinetes. Esto les daba una gran libertad táctica.

Así, penetraban la gran formación indígena de flanco y de frente. Entonces, los indios se sentían, de súbito, conmocionados y desprotegidos. Y, el subconjunto al que pertenecían tendía a desmoronarse en pequeños grupos inconexos, que se dispersaban. Si los españoles llegaban hasta el Jefe de Armas Emplumado, que dirigía la batalla y lo apresaban o mataban, los indígenas mexicanos perdían su “moral de combate” y como su “razón de lucha”. Y, abandonaban en tropel el campo de batalla.

La batalla de Otumba
Juan de Salamanca arrebata el estandarte de mando al jefe azteca.

Tras varias horas de lucha en Otumba, el capitán Juan de Salamanca mató al jefe de los aztecas, el emplumado principal del combate, y tomó su estandarte. Esto provocó que los mixtecas, movidos por un resorte anímico invencible, huyeran en desbandada.

Ni que decir tiene que en Tlaxcala miraban con la mayor atención al resultado de esta importante batalla.

Esta derrota fue operativamente trascendente. Los mexicas quedaron aislados en su territorio. Los pueblos sometidos a su imperio dejaron de obedecerlos e, incluso, se unían a los españoles en mayor o menor grado. Los tlaxcaltecas revalidaron su lealtad a Cortés.

Tlaxcala, México - TuriMexico
Pirámide Cacaxtla, Tlaxcala

En Tlaxcala, el ejército español se recuperó plenamente. Cortés contaba entonces con 550 soldados españoles, 12 culebrinas o falconetes y 40 caballos, porque desde Veracruz recibió refuerzos. Y tenía como apoyo decisivo a muchos miles de tlaxcaltecas, imprescindibles para la lucha urbana y en los canales, que se le presentaba.

Otra vez, como una fuerza del Destino, de los hados o de la Historia, la desgracia sacudió a los mexicas, en forma de una epidemia de viruela que padecieron ese año de 1520. Y que segó las vidas de sus élites dirigentes.

Primero, Cortés fue atacando sucesivamente y eliminando los puestos militares creados por los mexicas en todo el territorio. Con el fin de que Tenochtitlán no pudiera recibir abastecimientos y refuerzos y su cerco fuera completo y eficaz.

Para el asalto, Cortés dividió a sus fuerzas en cuatro “fuerzas de tarea” a cargo de un jefe superior.

Tres debían atacar y profundizar por las grandes calzadas que accedían a Tenochtitlán. La cuarta sería su reserva, dirigida por él mismo. Aunque el general en jefe debía haber nombrado a un lugarteniente decidido y enérgico para emplearla; comunicando con él. Para poder ocuparse Cortés del control y del mando central de la batalla, que era su oficio.

Como armas esenciales Cortés contaba con 11 fustas, que formarían cada una un grupo naval táctico. Integrado también por multitud de canoas con tlaxcaltecas, empuñando sus arcos, lanzas, mazas y escudos. Un grupo táctico de estos rompía la concentración mexica de fuerzas lacustres en un canal o pequeña laguna.

28 de febrero de 1525: asesinato de Cuauhtémoc a manos de Hernán Cortez -  Operación Milagro | Operación Milagro
Cuatemoc, el último emperador azteca

En un momento dado, Cuatemoc, el nuevo Gran Emplumado azteca, escapó con su familia por los canales y fue interceptado por un grupo naval táctico hispano tlaxcalteca. Cuatemoc declaró quién era al jefe español y que les sería más útil vivo, que muerto. Los españoles lo apresaron junto a su familia y dispersaron las canoas mexicas que lo acompañaban.

La lucha urbana se desarrolló por grupos de casas y grandes edificaciones. Las fuerzas terrestres solo contaban con una culebrina. Los españoles intentaron ir avanzando sus “fuerzas de tareas”, siguiendo una gran calzada y atendiendo a las vías laterales. Se fue desarrollando con lanzamientos iniciales de lanzas, flechas, virotes y arcabuzazos. Y, luego, entrando a los edificios por las azoteas y descendiendo a los pisos, en luchas prácticamente cuerpo a cuerpo.

Hacia mediados de agosto, unos días después de la captura de su Gran Emplumado, la resistencia mexica decayó. Según cronistas, el sitio propiamente dicho duró 75 días. La conquista militar de México había concluido.

Los tlaxcaltecas, según un historiador de su etnia, perdieron a unos 30 mil guerreros. Los españoles tuvieron una cifra menor, no aclarada; seguramente algunos cientos de bajas. Los mexicas tuvieron bastantes decenas de miles de muertos, incluyendo mujeres y niños.

FINAL.

LA CONQUISTA DE MÉXICO POR HERNÁN CORTÉS. 2ª Parte.

(CONTINUACIÓN)

No se trata aquí de enumerar y describir todos los beneficios recibidos por los amerindios durante su contacto e inculturación de la civilización hispanoamericana. Veamos una relación de las universidades fundadas en América y la fecha de su institución.

Universidad de San Pablo, de México, en 1551; de San Marcos, en Lima, en 1553; de Sto. Domingo, en Sto. Domingo, en 1538; de Sto. Domingo, de Bogotá, en 1580; de San Fulgencio, de Quito, en 1586; de Santa Catalina, en Mérida (Yucatán), en 1622; Universidad Javeriana, de Bogotá, en 1622; de San Ignacio, de Córdoba (Argentina), en 1622; de San Gregorio, Quito, en 1622; de San Ignacio, en Cuzco, en 1623; de San Javier, en Charcas (Bolivia), en 1624; de San Miguel, en Santiago de Chile, en 1625; de San Borja, Guatemala, en 1625; de San Ildefonso, en Puebla, México, en 1625; Universidad de Ntra. Sra. del Rosario, de Bogotá, en 1651.

Hasta el último tercio del siglo XVIII existen eventos que prueban que en las colonias americanas de España, existía una unidad de intereses sociales y culturales. Que mantenían razonablemente unidas las distintas regiones hispanoamericanas en los virreinatos de Nueva España y del Perú.

En 1762, aprovechando que Carlos III había establecido con Francia un Pacto de Familia, los británicos invadieron La Habana, ocupando rápidamente una amplia franja costera cubana, a la derecha e izquierda de la capital. Los cubanos criollos y mulatos se unieron a las fuerzas españolas, en la resistencia armada contra el invasor. Y, luego, la población civil participó en una resistencia de desgaste y oportunidad: atacando al arma blanca a británicos aislados; invitándoles a comer ciertas frutas autóctonas y a beber ron…

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Pepe Antonio, jefe de milicias hispanocubanas contra el desembarco inglés en 1761.

A primeros del siglo XIX, ya se había fraguado en la América hispana, en grados variables según los países, una clase social “media ilustrada”. Que se basaba en las ideas de libertad, igualdad e independencia proclamadas, primero por la revolución estadounidense, a la que España ayudó, y, luego, por la revolución francesa. Eran las revoluciones de la burguesía como clase social de vanguardia. Y, bajo esta primera capa ideológica enarbolada, también estaba la disposición de hacer valer sus derechos como clase social emprendedora. Basados en el libre comercio y la revolución industrial de finales del siglo XVIII, que aportaban nuevas mercancías para el comercio y el intercambio internacional.

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Por otro lado, la falta de dirección central administrativa y real, provocada por Napoleón con el secuestro de la familia real y la invasión de España, permitió que las burguesías criollas territoriales intentaran ocupar el vacío de poder creado. Y se alzaran en armas contra los gobiernos locales españoles en una lucha por su independencia.

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BURGUESÍAS CRIOLLAS

Ya, la aparición de los anhelos por esos derechos y nuevos destinos históricos, creó una falla profunda en las sociedades hispanas locales. Que eran incapaces por ideología, intereses e instrumentos políticos adecuados, de retener unidos los distintos grupos rebeldes criollos. Y formar así una Unión de Naciones hispanas. Que tuviera una plena capacidad operativa propia, ensamblada por un espíritu y una integración socio política, al más alto nivel de intereses y ventajas.

Creando una gran Federación de Estados de Sudamérica o una Comunidad de Naciones Hispanoamericanas, según los polos políticos de independencia y de asociación de intereses generales.

El origen de la conquista de México.

En 1511, Diego Colón, que tenía su capital en La Española, propuso conquistar y colonizar la vecina isla de Cuba. Para ello se designó una corta fuerza militar al mando de Diego Velázquez, con experiencia en la guerra, pues había servido 17 años con las tropas de Europa. La expedición, al mando del lugarteniente de aquél, Pánfilo de Narváez, recorrió la larga isla de este a oeste. Sin encontrar resistencia reseñable entre los indios taínos cubanos, que eran de carácter pacífico, como los de La Española.

Hispanoamérica. La verdad 92 | Contracorriente

Tras la conquista, Velázquez fue nombrado gobernador de Cuba. Y se ocupó en promover la prosperidad y la población de la isla. Esos asuntos del gobierno no le impidieron atender a los descubrimientos que otros hacían por el continente. Y se interesó por esas aventuras de gloria y riqueza.

Una primera exploración enviada por Velázquez, mandada por Hernández de Córdoba, fue a dar a la península de Yucatán. Donde, el cultivo de la tierra por los naturales, su espíritu guerrero y la calidad de construcción de sus edificios, indicaba una civilización muy superior a lo que los españoles se habían encontrado hasta entonces en América.

Diego Velázquez solicitó autorización a los monjes jerónimos, que gobernaban Santo Domingo y al rey de España, para proseguir con la conquista y la colonización de esas tierras recién descubiertas. Y fue buscando a un lugarteniente con capacidades para realizarlas y participar en los importantes gastos de la expedición. Y, tras algunas demoras y consultas, encontró a Hernán Cortés. A quien Velázquez le anunció su intención de nombrarle capitán general de la armada expedicionaria.

Cortés invirtió todo el efectivo que poseía e hipotecó sus posesiones en Cuba para comprar barcos y reclutar hombres. Ayudando a los más pobres y ofreciendo un reparto generoso de las riquezas que anticipaba lograr. Aquí se apreciaron las dotes de mando, por el ejemplo y la actividad, de Cortés. Muchos le imitaron, usando su peculio personal e hipotecando bienes, para poder equiparse y enrolarse en la expedición.

Esto inquietó mucho a Velázquez, que era un mando corriente, un buen administrador. Pero, que carecía de las cualidades de arrastre de hombres de Cortés. E intentó impedir la salida de la expedición de conquista.

Pero, ya era tarde. La armada partió el 18 de noviembre de 1518 de Santiago de Cuba. Las 11 pequeñas naves llevaban 518 infantes, 32 ballesteros, 13 arcabuceros, 16 jinetes y 110 marineros. También portaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y 4 falconetes. Cortés era ya un caudillo rebelde, que no dejaba detrás más que enemigos rabiosos y acreedores.

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El piloto Antón de Alaminos, experimentado en esos mares, condujo la flota hasta el río Tabasco. Allí les recibieron una multitud de indios hostiles y fue preciso usar las armas para avanzar. Siguió una dura lucha, donde la artillería y las largas espadas castellanas tuvieron el papel principal. Cortés, a caballo y con un selecto grupo de jinetes a caballo, que no podían ser muchos, decidió la batalla, con su ataque impetuoso a los indios.

A final de marzo, los caciques locales ofrecieron al capitán general víveres, joyas y telas y 20 mujeres esclavas. Una de ellas, de nombre Malinche en su lengua, era la que tras su bautizo fue llamada doña Marina. Hablaba el maya y el azteca y se convirtió pronto en una leal, inteligente y utilísima consejera de Cortés. Allí supieron los españoles de la existencia, hacia el oeste, de un país llamado México, de donde procedían los objetos preciosos.

La Malinche y su importancia en la conciencia nacional mexicana y chicana –  En los dos lados del Atlántico
Doña Malinche y Cortés

El 2 de abril llegó la flota a san Juan de Ulloa. Allí, se acercaron en canoas hasta las naves los embajadores de Moctezuma, jefe supremo militar, político y religioso de los mexicas. Que los españoles consideraron un “emperador”. Cortés usó con ellos su afabilidad y empatía y les mostró el uso de sus medios militares. Los embajadores retornaron pronto a Tenochtitlán, su capital.

Un tal Tendile regresó con un rico presente de joyas y Cortés le comunicó que deseaba visitar a Moctezuma. Éste volvió para ver a su emperador, pero, regresó con otro regalo y rechazando esa visita de Cortés.

Archivo:Guerreros Aztecas.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre
GUERREROS AZTECAS.

Poco después, recibió Cortés a 5 indígenas de Cempoala, que le contaron que su pueblo era enemigo mortal de los mexicas. Y que, conociendo las victorias de los españoles, querían ser aliados de ellos para liberarse de la opresión azteca.

Hernán Cortés se fue formando una idea clara de la relación de los mexicas con otros pueblos de la meseta del Anáhuac. A mediados del siglo XV, los mexicas se reforzaron con el establecimiento de una confederación de las tres ciudades principales: Tenochtitlán, Telzcoco y Tlacopan. La superioridad militar y política le dio a los aztecas una autoridad social grande en las tierras mexicas, desde el Atlántico hasta el Pacífico. La confederación estableció puestos militares esparcidos por el enorme territorio controlado. Pero, que contenía pueblos insumisos, no integrados, especialmente en Tlaxcala, de entrenados y valientes guerreros.

Cortés pronto pensó en que podía emplear a su favor: la amistad con los pueblos insumisos y el aura sobrenatural, supersticiosa, que envolvía a su pequeña fuerza. Para apoderarse de los tesoros de ese inmenso territorio continental.

Para ello, necesitaba que sus hombres participaran en esa decisión. Los partidarios de Velázquez que estaban en la expedición, pensaban que Cortés no tenía poderes para colonizar esas tierras. Sino para rescatar sus tesoros de los indios, a cambio de quincallería. Y que debían volver a Cuba con las riquezas ya adquiridas.

Construcción de la Villa Rica de la Vera Cruz - 52557 - Biodiversidad  Virtual / Etnografía
Construcción de la Villa Rica de la Vera Cruz

Otra mayor parte de los hombres opinaba que no era el momento de echarse atrás; de que todo acabara entregando a Velázquez los tesoros logrados. Y, estos acordaron con Cortés fundar una villa en su campamento de chozas, la Villa Rica de la Vera Cruz, por haber desembarcado allí un viernes santo, dotada de una estructura administrativa suficiente. La ciudad fue trasladada poco después un poco más al norte, a una amplia ensenada.

Y, Cortés se proclamó con su beneplácito, capitán general de las tierras, dependiendo directamente del Rey. Puesto que Velázquez no tenía mando sobre ellas. Esto aplacó los resabios de los favorables a Velázquez y evitó un conflicto armado en la escasa tropa.

Las fuerzas españolas se pusieron en movimiento hacia el norte, siguiendo el litoral, a la vista de los barcos. En Quiahuiztla tuvieron más pruebas de la hostilidad de los otros pueblos hacia los aztecas. Llegaron, entonces, malas noticias desde Cuba. Velázquez había conseguido de Carlos I de España (13/11/1518) el cargo de adelantado del Yucatán, para descubrir y poblar esas tierras. Cortés envió a la corte a dos de sus capitanes mejor comunicadores, con lo mejor del botín obtenido y solicitando el nombramiento para él.

Noticonquista

Fue entonces cuando Cortés tomó la decisión de “quemar sus naves”. Colocando en “terreno mortal” a sus hombres, como diría el maestro Sun. Para que entendieran que sólo hacia adelante había vida y, por consiguiente, riquezas para ellos. Realmente, Cortés mandó barrenar a los navíos cerca de la costa. Y, de paso, mandó ahorcar a algunos partidarios de Velázquez que se habían soliviantado mucho.

Algo parecido ocurrió mucho después, a fines de 1942, en la batalla por Stalingrado. Donde los soviéticos siempre recibían refuerzos y medios desde el lado izquierdo del Volga, en ferries. A las tropas del ejercito del general Chuikov, que la defendían del 8º ejército alemán, la gran unidad más poderosa entonces de la Wehrmacht, les decían “no hay tierra para nosotros al otro lado del Volga”.

(CONTINUARÁ)

LA CONQUISTA DE MÉXICO POR HERNÁN CORTÉS

LA TOMA DE TENOCHTITLÁN POR LOS ESPAÑOLES Y TLAXCALTECAS DE HERNÁN CORTÉS

Introducción.

Los actuales estudios históricos con motivo de este medio milenio desde la toma de Tenoctitlán, presentados principalmente en Hispanoamérica, arrojan nuevos datos sobre aquellos trascendentales hechos.

Hay pinturas y tapices antiguos que presentan a bergantines españoles luchando en el lago de Tenochtitlán. ¿Cómo aparecen barcos de ese porte y calado en la batalla por la capital azteca?

Los bergantines son veleros de 150 tm de desplazamiento, capaces de realizar grandes travesías marítimas. Tenían una sola cubierta y dos mástiles con sus extensas velas, que le daban un buen equilibrio en el mar y buenas características de navegación. Llevaban hasta 24 cañones entre ambas bandas y una tripulación de 100 hombres.

Las fustas son barcos de unos 15 ms. de eslora y 3 de manga. Llevan una vela central y 6 remos individuales a cada lado. A proa y a popa tienen unas posiciones de combate más altas, donde van 5 o 6 infantes. A proa pueden llevar un cañón ligero o culebrina.

También nos decían que Cortés quemó las naves que le trajeron desde Cuba a México. Y, esto es casi un dogma, un axioma de guerra y, además, argumentado seriamente, con razones de moral y firmeza... del jefe español.

Parece ser que Cortés encalló sus naves en Yucatán, tiempo después del desembarco. Y que sus restos y aparejos fueron usados por Cortés para crear sus 12 fustas, barcos con el calado y el largo adecuados, empleadas en Tenochtitlán. A donde fueron llevadas desmontadas desde Yucatán por 1500 indios porteadores. De los 13 cañones ligeros con los que contaba Cortés entonces, una docena fueron destinados a armar sus fustas.

Hernán Cortés, el mando conductor de la conquista española.

¿Hablamos de la personalidad de Hernán Cortés? Sí y no. Desde luego, es un personaje muy controvertido. Sobre todo si lo analizamos y presentamos con los criterios de épocas diferentes a la suya. Y, más en estos tiempos posmodernos, en los que celebramos el 450º aniversario de su conquista de México. Que él, sus hombres y aliados y sus sucesores convirtieron en la Nueva España de América, que perduró durante 3 siglos.

Archivo:Grabado de Hernán Cortés.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre
HERNÁN CORTÉS, IDEALIZADO

Según quién lo analice y encuadre, bien los populistas, indigenistas o revisionistas históricos es un tipo deleznable. Al que le atribuyen todos los males sufridos. Incluyendo los apellidos españoles, de los que no reniegan aquellos y que les dan identidad legal y social a todos ellos. Bien, los españoles nacionales, que incidirán especialmente en las gestas que España realizó en las Américas del Norte y Central.

O bien, los historiadores serios, hispanistas o no, destacando, para mí, como ejemplo de dos épocas diferentes, Hugh Thomas y William Prescott. Ambos con un ingente trabajo de investigación extensa y rigurosa. A la que sólo puedo admirar, reconocer y utilizar.

Yo intentaré presentar a Cortés no por los datos y los lugares comunes a los que todos podemos acceder. Sino, por sus hechos, su trayectoria y sus frutos. Y, la trascendencia que tuvieron. Esto no lo puede olvidar u ocultar nadie, salvo con intenciones deliberadas y partidistas.

Cortés es un hombre en el que destacan más las capacidades intelectuales y sociales, que las puramente militares. Tiene una gran elocuencia, que alimenta su capacidad persuasiva. Fue capaz de influir muchas veces en el ánimo y la conducta de sus jefes y soldados. Convenciéndolos de seguir el camino lleno de vicisitudes y reveses que él les señalaba. Del que sólo Cortés vislumbra y comprende el final o la meta. Es un personaje proclive y perfeccionado en la acción.

Y, ya extrapolando intelectualmente ahora, es el impulsor de sus hombres, en medio de contrariedades y dificultades casi continuas. Siguiendo una corriente históricamente inexorable, aunque Cortés ya no estuviese presente:

hacia metas socio políticas nuevas y florecientes, en un parto singular y único de la Humanidad; buscando una tierra nueva, unas gentes nuevas, que produjesen con su raza hispana un mestizaje internacional único de la Historia.

Los mixtecas se establecen en México.

Los mexicas llegan a México desde el norte hacia el comienzo del siglo XIII. Primero se asentaron en diversos puntos del valle de México, como pueblo nómada que eran. Y, en abril de 1325 se establecieron, por fin, en la orilla suroeste del lago principal del valle, el Texcoco. Donde, según los augurios de sus sacerdotes o chamanes, divisaron a una espléndida águila real posada en un nopal, que llevaba en sus garras a una serpiente. Allí comenzaron a asentar los cimientos de su futura ciudad, clavando estacas en los lugares menos hondos. Pues, esos terrenos lacustres estaban medio hundidos.

Escudo Nacional de México - Wikipedia, la enciclopedia libre
ESCUDO REPÚBLICA DE MÉXICO

Pronto, fueron aliándose con otros estados vecinos. Y, ganaron territorio también a costa de la derrota de algún enemigo, como suele ocurrir en las guerras entre los pequeños estados.

La forma de gobierno de los aztecas era la monarquía casi absoluta y de carácter electivo. El candidato solía proceder de una misma familia y era elegido por un colegio de electores formado por cuatro nobles principales aztecas y, honoríficamente, algún rey aliado, como el de Tlazcoco. Y, debería ser un destacado guerrero; aunque el último, Moctezuma, procedía del sacerdocio. Esta formación suya, sin duda influyó negativamente en sus dudas y pensamientos acerca de esa llegada a sus tierras de unos hombres diferentes y extraños, supuestos ancestros aztecas, en actitud beligerante.

La profesión de las armas atraía especialmente la instrucción y los honores públicos. Como no podía ser menos en un estado belicoso y expansivo, que sojuzgaba a los súbditos y aliados. El dios tutelar de los mexicas era su dios de la guerra.

Para excitar la ambición, la competición y la emulación en sus súbditos, los reyes mexicas establecieron varias órdenes militares, cada una de las cuales tenía sus trajes e insignias propios y sus privilegios. A los que no podían aspirar aquellos guerreros que no hubiesen hecho alguna proeza, al menos, sencilla.

Emperador Moctezuma, Señor de México
MOCTEZUMA

Los aztecas y mixtecas contaban con un variado panteón de dioses. Donde reflejaban sus necesidades internas y sus temores anímicos. El más importantes y significativo era su dios de la guerra, Hietzicoalt, y su culto. Violentos como eran los aztecas, presionando centrífugamente en sus fronteras, su dios Hietzicoalt reclamaba sangre humana de sus enemigos vencidos y capturados. Para quedar satisfecho y ser benévolo con su pueblo.

En el año de 1487, los mexicas inauguraron la pirámide principal de Tenochtitlán. Para celebrarlo se sacrificaron a 80400 personas en un solo día. Fue el holocausto mayor en menos tiempo, conocido por la Humanidad.

Plomall de Moctezuma - Viquipèdia, l'enciclopèdia lliure
PENACHO DE MOCTEZUMA

Curiosamente, Heitzicoalt también formaba parte del panteón de otras tribus que vivían por el centro de México. Esto creaba un problema logístico para todas las tribus. Para satisfacer esta “necesidad ritual” todas las tribus acudían periódicamente a luchar en las “guerras floridas”. Y, ¿eran realmente guerras?

No, eran exterminios calculados y tolerados. Así, a cada bando se le daban todas las oportunidades para prepararse bien para las batallas. No se contemplaba desplegar correctamente las fuerzas propias, para imponer la voluntad sobre el enemigo, en una dialéctica de las armas. Ni tampoco, según el principio universal de la economía de medios, buscaban conseguir la victoria con el menor gasto en hombres, medios y tiempo.

¿Qué buscaban estas “tribus ingenuas y naturales”? Conseguir el mayor número de enemigos prisioneros en combate, para ser ofrendados a Hietzicoalt en lo alto de sus altares piramidales. Esto hubiera sido blasfemo, impío, anatema, haram, infiel, kafir para cualquiera de las religiones monoteistas del mundo.

La civilización y el imperio mixteca, en la Edad de Piedra, se mantenía cohesionado por el terror y la fuerza sobre sus súbditos y vasallos, que lo rodeaban en su periferia. Y ésta fue su debilidad intrínseca esencial. Que facilitó la acción Híbrida y calculada de Cortés. Los mixtecas habían alcanzado su “punto de culminación”en su vivencia imperial. Y el evento externo de la aparición agresiva de los españoles, los hizo entrar abruptamente en la fase de declive de su “trayectoria vital social”.

A 500 años de la caída de Tenochtitlan
TENOCHTITLÁN

Va a preñarse a partir de ahora un paso esencial de lo mixteca a lo cristiano. Y un enriquecimiento cualitativo fundamental en los parámetros de civilización de los pueblos indígenas de Mesoamérica. La Historia de la conquista de México concluye con la toma de Tenochtitlán por los españoles y sus aliados indígenas mexicanos.

La colonización española de México.

España realizó un inmenso y prolongado trabajo de inculturación de los amerindios asentados en sus tierras de dominio.

Cortés no podía casarse con la india Malinche, doña Marina, por estar casado previamente con Catalina Suárez. Y casó a doña Marina con un lugarteniente y atendió y protegió a su hijo Martín Cortés, fruto de su unión con ésta. También fue procurando que sus jefes o capitanes se fuesen casando con diversas princesas indias.

En cuanto a la catequesis de su religión, los españoles y los frailes franciscanos que los acompañaban en el siglo XVI, fueron aplicando una didáctica práctica, realizable y exitosa. Se les fue tolerando a los indios una conversión de costumbres atractiva, positiva y sucesiva. Era una especie de sincretismo práctico tolerable y extinguible, armonizado con una catequesis progresiva de la religión católica. Se trataba de, defendiendo y respetando el dogma, es decir, las verdades de la fe, ir realizando poco a poco, pero firmemente, la conversión religiosa y social de las costumbres y los hechos de los nativos.

Los virreinatos españoles de América fueron el de Nueva España, establecido en 1535, con capital en México y jurisdicción por todo el territorio de América del Norte y Central, y el de Perú, establecido en 1542, con capital en Lima, extendiéndose por toda América del Sur, excepto Venezuela y la Colombia centroamericana (hoy, Panamá). Al Nuevo Mundo se le aplicaban las leyes de Castilla. Y, legalmente, tanto la Península Ibérica como América estuvieron en igualdad de categoría. Los habitantes de América eran vasallos del Rey de España y, por depender del rey, no podían ser esclavizados, ni abusados contra las leyes.

A las distintas regiones americanas les unía el lazo dinástico, fuente de derechos, y una serie de organismos administrativos y funcionales, que tenían jurisdicción propia y simultánea en la Metrópoli y en las regiones de América. Esto llevó, salvando las particularidades americanas y su idiosincrasia, a una estrecha unión entre los territorios españoles. Aunque no se puede pensar en una fusión moderna, dotada de los medios actuales.

Además de las 2 instituciones que controlaban las leyes americanas (el Consejo de Indias, desde 1524) y el comercio internacional (la Casa de Contratación, desde 1503), la Administración española se desempeñaba desde América.

(CONTINUARÁ)