LA LUCHA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO DE IRAK Y SIRIA I.

La aparición del Estado Islámico ha supuesto un cambio cualitativo en los objetivos, en las posibilidades, en la notoriedad y en la estrategia general y operativa de los yihadistas salafistas del mundo entero. Hasta entonces, la jefatura ideológica de la agrupación terrorista al-Qaida consideraba, establecía y ordenaba a sus grupos propios o de partidarios regionales, unos objetivos puntuales de ataque y destrucción de personas, cosas y lugares. Y la realización de los mismos, aislados e inconexos entre sí, operativa, temporal y localmente, marcaban los límites de la acción y la propaganda terroristas que la organización perseguía. Actuaban, efectivamente, como una red.

Pero sus “nodos” (los centros radiantes locales) eran débiles, sin trascendencia operativa y quedaban demasiado distantes entre sí. Y estaban unidos por “cuerdas”, representando sus potencialidades de comunicación, actuaciones combinadas y apoyo mutuo, que estaban deshilachadas, casi sueltas. El diseño, la funcionalidad y la dirección ausente y remota de esa Red no servían para nada más… Nunca en su historia los seguidores de Ben Laden llegaron a controlar difusamente una extensión suficiente de territorio clave. «Al-Qaida es sólo un movimiento, nosotros somos ya un estado», declaró un orgulloso muyahidín salafista del EISL. La realidad es que el Estado Islámico de Siria y el Levante se extiende difusa e intermitentemente por un territorio del tamaño de España, que va desde Alepo hasta la provincia iraquí de Diyala, al este del país, con el Eufrates como columna vertebral de sus enclaves urbanos.

CON RELOJ DE LUJO, QUE NO SE USABA EN TIEMPOS DE LOS «PÍOS ANCESTROS» DEL ISLAM

La Espada Desenvainada del Islam.

Su nombre es Ibrahim Anwad Ibrahim Ali al-Badri. Pero el tipo está en la línea de los papas y de algunos caudillos político militares del Islam, de cambiarse el nombre al ascender o subirse al cargo. Y así, se ha puesto Abu Baker al-Baghdadi. Que quiere decir, el Padre de Baker, el de Baghdad. Es un nombre vago e impreciso, siguiendo la estructura estrecha y usada en la época de las tribus árabes inflamadas de celo avasallador por el Islam. Por el que solamente se le podría reconocer en casa, a la hora de comer, si no tuviera la merecida fama de “carnicero del Islam”. Nació en una aldea cercana a la ciudad de Samarra, capital provincial al norte de Baghdad, en 1.971. Los primeros testigos señalan que era un hombre pacífico, introvertido y reservado, al que le gustaba leer, visitar la mezquita y jugar al balompié en un campo cercano a casa.

Usaba barba, se tocaba con un gorro blanco y vestía la dishdasha, la túnica iraquí masculina. Hacia los 18 años hizo el servicio militar en el ejército de Saddam Hussein. Realmente, el EISL ha alterado los comportamientos del joven, presentándolo mucho más piadoso y ocupado por los estudios coránicos, que como realmente fue. Parece que cursó estudios islámicos en la Universidad de Baghdad No hay muchos testigos presenciales localizables de su vida y su propia familia ha huido de la ciudad, aterrada de verse relacionada con un elemento semejante. Tras la invasión estadounidense de 2.003 y el inicio de la insurrección sunní contra los colaboracionistas chiíes y las milicias tribales del clérigo al-Sadr, al-Baghdadi participó en los grupos insurrectos de lo que se llamó la “guerra sectaria (2.004-2.007)”.

En el curso de una persecución contra Abu Musab al-Zarkawi, el jefe de Al-Qaida en Irak, al-Baghdadi fue detenido. Los estadounidenses lo clasificaron como un “interno civil”, es decir, vinculado a los insurrectos, pero no participante en sus operaciones. Y lo internaron en Camp Bucca, al sur de Irak, un tiempo impreciso entre 1 y 2 años, como todo el misterio o la añagaza que deliberadamente envuelve a este sujeto. Esta prisión era más cómoda y, sobre todo, más tolerante que la infamante Abu Ghraib, junto a Baghdad. Donde los estadounidenses retenían, cerca de su centro operativo de la capital, a los que más les preocupaban por sus hechos o relaciones con los insurrectos. Observados impasiblemente por sus lenitivos carceleros, los internos de Camp Bucca realizaban contactos entre sí, compartían información, leían el Koran, interpretándolo a su manera radical y sesgada, y recibían arengas yihadistas. Y hacia finales de 2.005 fue liberado.

Ibrahim Anwad entró a formar parte de al-Qaida en Irak, donde destacó en poco tiempo por sus capacidades organizativas. Pero, el 7 de junio de 2.006 al-Zarkawi murió en un ataque aéreo conjunto de la aviación de EEUU e Irak, junto a Bakuba, a unos 65 kilómetros al norte de Bagdadi, donde también murieron 7 ayudantes del jefe terrorista. En pocos meses, Ibahim Anwad se hizo con el control de la organización en Irak. Para 2.007, Abu Baker, integrando también a otros grupúsculos yihadistas en al-Qaida, asumió el mando conductor del nuevo Estado Islámico de Irak, en cuyo nombre imprimía sus estilo, capacidad e intención. Fueron tiempos difíciles, menguados y ocultos para el grupo. Los estadounidenses estaban en Irak; su estrategia antiterrorista de dispersión y aislamiento de los grupúsculos rebeldes activos, apoyada en el terreno en disputa en las fuerzas de autodefensa tribales, el llamado Sahwa o “resurgir sunní” (sunni dawn), funcionaba desde 2.007, de la mano del general David Petraeus; y los sunníes habían abandonado su política de no participar en la vida pública iraquí, dominada y sin oposición legal hasta entonces por la mayoría chií.

Perseguido implacablemente por sus amenazados enemigos de casa y de allende los mares, Abu Baker se desliza con frecuencia por la inmensa zona desértica de Siria (su desierto oriental) e Irak (la fronteriza y desértica provincia de Anbar), deteniéndose en las cercanías de las ciudades ocupadas por el EISI. Los terroristas emplean pequeños grupos dispersos y camuflados o enmascarados de vehículos, que viajan entremezclándose con el tránsito habitual de la zona. Que discurre pegado al curso del Eufrates, por las carreteras y los caminos adyacentes del desierto. Se han realizado varios intentos de eliminación física del califa, empleando los vehículos aéreos no tripulados o mediante incursiones puntuales a cargo de una sección reforzada de tropas de élites, con sus misiones de ataque, apoyo y aislamiento. Las acciones se aprobaban tras detectarse su probable presencia, gracias a chivatazos u operaciones de inteligencia. Pero, hasta ahora, sólo han llevado a causar bajas a sus oficiales de escolta o a sus correligionarios allegados, sin alcanzar al caudillo escurridizo.

A las distancias cortas, el Califa, orgulloso, reservado y despiadado, se muestra, según informaciones de testigos, déspota y aún avasallador, en el trato con terceros ajenos a sus círculos íntimos. A diferencia del anterior jefe de “al-Qaida en Irak”, Abu Baker cuida mucho su imagen personal y no permite su toma por los medios. Sus imágenes más extensas y fidedignas datan de su proclamación en Mosúl del Califato islamista. Sin embargo, las primeras fotos policiales de Ibrahim Anwad al-Badri lo muestran con barba discontinua y descuidada y algo regordete para un hombre en los “ta y tantos años” de su vida.

La Estructura del Califato.

La Administración creada por al-Baghdadi es digna de mejores destinos. Y es una pruebas de sus capacidades organizativas de dirigente político religioso del Islam. La cúpula ejecutiva de al-Imarah la forman el Califa, sus dos delegados en Iraq y Siria y el gabinete o consejo, integrado por 7 asesores. Al-Imarah quiere decir emirato o principado musulmán. Existe un órgano legislativo para asuntos militares y religiosos denominado el Consejo de la Shura, que depende de la gobernanza de al-Imarah, es decir, de sus tres mandos principales y del gabinete. Cada delegado nacional cuenta con 12 gobernadores regionales, atribuidos a poblaciones importantes o claves o a zonas determinadas de cada país citado. También, cada delegado tiene 8 secretarías u oficinas, dedicadas específicamente a las tareas o ministerios más importantes.

Así, están: Asistencia de los combatientes, para el apoyo a los muyahidines foráneos. Finanzas, que controla la venta de petróleo y derivados, rehenes y objetos confiscados y compra armas y pertrechos. Inteligencia, que recolecta información, elabora inteligencia y la distribuye a los distintos interesados. Legalidad, que se encarga de los asuntos legales, de las sentencias y del reclutamiento de muyahidines y simpatizantes. Liderazgo, que redacta las leyes y normas y establece la estrategia política. Medios, que los regula y realiza la propaganda de todo tipo. Militar, del que depende la coordinación de la defensa y extensión armada del califato. Seguridad, que lleva a cabo la vigilancia interna y ejecuta las sentencias de muerte, actuando como una especie de comisariado político o policía religiosa.

Y, ¿con cuántos guerrilleros cuenta el EISL? La CIA valoró hace unos meses que contaba con algo más de 30 mil muyahidines, de los cuales un quinto serían extranjeros. Es la fuente más seria y capacitada para realizar una estimación tan difícil. Algunos han sido pulverizados por la aviación de la Coalición; otros, pocos, de los aventureros foráneos, alucinados y embrutecidos, han regresado a sus países para hacer allí la yihad; y algunos miles habrán incrementado sus filas desde el verano a acá. En la peor de las posibilidades para la libertad y las personas, las fuerzas del EI no superarían los 45 mil armados útiles. Y de ellos unos 8 u 9 mil son extranjeros, catequizados en sus lugares de origen y mesmerizados desde lejos por los hechos y la propaganda del EI.

Yihadistas en Siria.

La profunda crisis de la sociedad civil siria y el desgobierno producidos por una guerra civil “in crescendo”, que ya se prolonga por 4 años, causando unos 200 mil muertos, han permitido a los grupos yihadistas del Próximo Oriente asentarse en Siria. Sus zonas de refugio y sus áreas de influencia no son individualmente grandes, ni continuas. Ellas están más bien desperdigadas y cercanas entre sí. Y ninguna de ellas resistiría un acoso militar serio. Las zonas ocupadas forman como “manchas” amorfas y fluentes en evolución, de las que se repliegan si la presión militar enemiga es fuerte y continua. Para instalarse en posiciones alternativas lo más cercanas posible, que les permitan mantener una mínima conexión operativa con las otras posiciones regionales.

En Siria han proliferado los “conjuntos de partidarios” o bandas de al-Qaida. Las razones de que no se hayan articulado en un único grupo terrorista sirio son varias. Una es la lejanía y la falta de control y ascendencia del “central core” de al-Qaida. Ésta es la cruz de esa descentralización operativa de la que suele presumir la Red y con la que amenaza alcanzar a sus enemigos por medio planeta. Los partidos comunistas, especialistas comprobados en la toma del poder, siempre exhibieron una unidad ideológica, operativa y militar monolítica, propia de monjes guerreros entusiasmados, en sus luchas llamadas de “liberación nacional” por tres continentes. Otra razón es que estos “hermanos separados” se odian entre sí. El igualitarismo, derivado de la fraternidad en las doctrinas salafistas sunníes, origina pronto entre los “iguales”, una infección purulenta y contagiosa de envidia, desafecto y rencor. Y viceversa, la existencia de una jerarquía capaz, justa, respetada y aceptada en una organización, favorece la emulación y el ascenso de muchos de los más capaces. Una razón que pesa es también la ambición, la osadía, la agresividad desbordante y la carencia de escrúpulos de sus jefes de armas y sheiks locales. Su primer enemigo acérrimo no es el ejército, ni el ESL o las milicias de autodefensa de kurdos, alauitas, cristianos o drusos, según las regiones. Sus más odiados y temidos enemigos son los mandos de los otros grupos yihadistas de Siria. Porque son los más afines, con los que rivalizan por el mando, con los que tendrían que competir por la dirección del yihadismo en el país.

Tocando ya las estrategias de los 2 grupos yihadistas de Siria, el Frente al-Nusrah para la Liberación de los Pueblos de Oriente busca sólo establecer un “emirato islámico radical” en Siria. El EISIL, nacido en las luchas de guerrillas de Irak después del 2.003, quiere crear un califato salafista más extenso y permanente. E instalarlo, de momento, en Siria e Irak. Aunque ya ha hecho ataques de castigo a los chiítas libaneses, en respuesta al apoyo de Hezbolá a al-Assad. El primero responde y va en paralelo a la estrategia de al-Qaida de favorecer la creación y el funcionamiento de “núcleos delegados” nacionales o regionales. Que desde su lejanía física y con la laxitud estructural de la Red, puedan ser controlados por ella, en cuanto a órdenes, estrategias y operaciones y el uso de la “marca al-Qaida”. Pero, el EISIL busca una independencia funcional y, quizás también ideológica, con el “central core” de la Red. Ya que el Estado Islámico actuaría como un “mando conductor operativo” en una zona supranacional, que podría incluir a todo el suroeste de Asia. Así, una jefatura superior, administradora y ausente le sobra al EISIL.

Ayman al-Zawahiri confirmó en 2.013 la vinculación del Frente Al Nusrah de Abu Mohammed al-Golani con al-Qaida y negó toda relación con el EISIL. Y tuvo que intervenir en varias ocasiones para desautorizar a al-Baghdadi. «El EISIL debe ser abolido, mientras que el Estado Islámico de Irak debe seguir funcionando», declaró rotundo al-Zawahiri en noviembre de 2013. «Al-Baghdadi cometió un error al establecer el EISIL sin pedirnos permiso o informarnos», y, continuó, el sirio al-Golani también «se ha equivocado al anunciar su rechazo del EISIL, sin nuestro permiso». Al-Zawahiri ordenó entonces que el Estado Islámico de Irak circunscriba sus operaciones a aquel país, mientras que el Frente al-Nusrah sea «una rama independiente de al-Qaida que informa ante el mando general (una especie de delegado regional)». Además, recriminó a ambos “grupos hermanos” por sus actos de violencia contra otros musulmanes. En respuesta, y pese a que el grupo original “al-Qaida en Irak” de Musab al-Zarkawi sí había jurado fidelidad al-Zawahiri, al-Baghdadi se declaró en rebeldía hacia él. Produciéndose una importante crisis de liderazgo en la Red, que intentaron reparar alejándose de al-Baghdadi. Esto debilitó la lucha contra al-Assad, a medida que los grupos yihadistas se extendían en Siria y el ejército se concentraba hacia las grandes poblaciones. Y durante los enfrentamientos de primeros de 2.014 entre los rebeldes, al-Golani ofreció a una mediación a los grupos, que no fructificó, para dar prioridad a plantar cara contra al-Assad. Por esta época se consumó la ruptura entre los 2 grupos yihadistas, tras una serie de conversaciones de acercamiento entre delegados de ambas ramas, celebradas en el Kurdistán sirio. En una de ellas Abu Baker se presentó formando parte del grupo negociador, pero sin llegar a desvelar su identidad a sus interlocutores del Frente al-Nusrah.

Contradicciones del EISL.

Como no tienen arraigo suficiente entre la población iraquí o siria, el abandonar sus posiciones temporales no les supone dejar desamparados a sus habitantes frente al enemigo armado. Los habitantes de las áreas ocupadas no están ganados para la guerra santa. Esos pobladores son atemorizados, amenazados y, al menos, neutralizados, para que den cobijo, manutención y apoyo a las bandas yihadistas y no las estorben, ni importunen en sus actividades. Sólo los que cooperaron con los “enemigos de la Yihad” pueden estar en peligro ante ellas. Cuando ocupan una población, sobre todo en la periferia del Estado Islámico, los yihadistas siempre preparan sus vías de evacuación hacia las afueras de ella, y de retirada, desde éstas a los puntos de encuentro establecidos cercanos. Para desde ellos dirigirse a posiciones de recibimiento y/o de ocupación regionales.

Cuando son liberados de la presencia yihadista, muchos habitantes, especialmente en los pueblos pequeños, procuran huir temporalmente y refugiarse en las poblaciones cercanas mayores. La razón es que al despotismo imperioso, desconsiderado y percutiente de los yihadistas, se unen los fuegos pesados de sus enemigos, empleados durante la captura de la población. Tanto los militares como los grupos rebeldes mayores (fundamentalmente los peshmergas) prefieren evitar sus bajas y apresurar el desalojo de los yihadistas, usando la aviación y la artillería, si disponen de ella. Incluso, los cohetes de vuelo libre y carga hueca anticarros RPG-7V (una artillería de los pobres) lanzados en salvas dobles o triples, causan un efecto demoledor en los edificios de mampostería o de adobe. Esto ya serviría para hacer replegarse hacia el interior a las fuerzas yihadistas de seguridad de sus posiciones adelantadas, situadas en los límites de la población o en puntos adyacentes. Y ya por fin, los militares sirios suelen retirarse en poco tiempo, para realizar otras misiones de ataque; de ahí, el carácter continuo, fluido y hasta reversible de las operaciones. Entonces, pueden regresar los yihadistas y depurar responsabilidades. Por eso, muchos civiles piensan: “una vez y no más”.

La decisión, la agresividad y el desprecio a la muerte de los yihadistas les ha dado ventajas militares sobre los opositores laicos rebeldes. Y su actividad y protagonismo es creciente en el panorama de la oposición militar siria. En varias provincias sirias, como Raqqa o Deir al Zor, han desplazado al Ejército Libre de Siria y se han “asentado” como la única fuerza operativa rebelde. En diciembre de 2013, el Estado Islámico de Iraq y Siria asaltó la sede del Consejo Supremo Militar de la oposición política moderada laica, en la fronteriza ciudad turca de Bab al Hawa y saqueó los arsenales y depósitos. Y los combates entre rebeldes han sido continuos en las regiones montañosas kurdas durante 2.014. Todo ello llevó a los EEUU y Gran Bretaña a suspender progresivamente toda clase de ayuda militar a los rebeldes sirios. Por miedo a que parte de los medios y suministros proporcionados y de los refuerzos al ELS, en forma de comandos sunníes entrenados en Jordania, lleven al encumbramiento de los enemigos de Occidente.

Al-Baghdadi estableció inmediatamente la Sharia, como ley civil y penal del califato. Inmediatamente, todas las mujeres, incluso los maniquíes de las tiendas, fueron obligadas a cubrirse sus rostros, para no tentar a los hombres con sugerencias pecaminosas. Sus tribunales islámicos aplican la pena de muerte a diferentes prácticas consideradas criminales, como la violación de mujeres musulmanas, la homosexualidad, el adulterios y la blasfemia y en algunos casos de robos. Los infieles o herejes (cristianos, yazidíes, chiíes, mandeos, etc.) que no se convierten al Islam sunní (a los cristianos se pensó al principio hacerles pagar alguna exacción para el EISL), son perseguidos violentamente. Así, sucesivamente, sus casas son marcadas, sus bienes, incautados, sus mujeres, violadas y sus niños, asesinados. Los perseguidos sufren ejecuciones sumarias y son tomados como rehenes, para recaudar rescates. Se han denunciado decapitaciones de personas que se niegan a la conversión, incluyendo a mujeres y niños, y la exposición de sus cadáveres en las plazas públicas. Esto desencadenó un genocidio religioso especialmente en las áreas iraquíes del encanallado califato, que ha provocado una huida masivo de personas de las minorías hacia los países vecinos, Turquía, Jordania y El Líbano, generando un grave problema de refugiados en ellos.

En su afán por conseguir la adhesión de nuevos seguidores, el EISL mira a Occidente. Sus objetivos preferentes son los jóvenes ilusionados, desmotivados anímica e ideológicamente, no educados en las virtudes de la civilización europea. Y mimados y sobrealimentados en nuestros países mercantilistas y materialistas, que han convertido todos los deseos en necesidades a satisfacer por los mercados. Así, el EISL difundió a fines de mayo de 2.914 la primera edición de un semanario en inglés, el «Islamic State Report» (Informe del Estado Islámico) y un vídeo en alemán, pero subtitulado en inglés. En éste un yihadista occidental, alaba a Baghdadi, el líder del EISL, anuncia como «buenas nuevas… el regreso de la Sharia y el Estado Islámico» y pide abiertamente a sus simpatizantes que acudan, «y se unan a las filas» del EISL. El semanario «Islamic State Report» pretende dar una idea del creciente grado de institucionalización que está adquiriendo el Estado Islámico en sus posiciones. La publicación recoge una entrevista con el responsable de la formación de los nuevos clérigos de ese territorio, el jeque Abu Hawraa al-Jazaairi. Que indica que ya han educado a decenas de ellos en un nuevo centro educacional y que han prohibido la presencia en las mezquitas de aquellos que no cursen en él. La revista «Islamic State Report» publicó hace meses un reportaje irónico y sensacionalista: «De patrulla con la Oficina de Protección al Consumidor». Y Abu Salih al-Ansari, el responsable de la unidad especializada en comprobar que no se vendan alimentos en mal estado, o que no se ajusten a las directrices islamistas del ISIS, avisa que se ha habilitado un teléfono para atender las quejas del público… Continuamente se dan imágenes en las redes sociales de la vida diaria en el califato y se difunden vídeos con ejecuciones de rehenes, como respuesta a lo que ellos consideran las agresiones de los cruzados. También, el EI hace llamadas a sus simpatizantes por el mundo para perpetrar acciones individuales y aisladas en la retaguardia enemiga. A raíz de la ofensiva aérea de la Coalición, hicieron un llamamiento para atentar contra la vida de ciudadanos de los países que forman parte de ella. Se calcula que en marzo de 2.015 ya hay en Twitter más de 40 mil cuentas operativas de yihadistas, con afanes propagandísticos y proselitistas.

(CONTINUARÁ)

La Lucha Terrestre en la Franja de Gaza en 2014 (SEGUNDA PARTE).

(FINAL)

Las posiciones de combate de la infantería son sencillas. Tienen sectores de tiro entrecruzados, una protección inmediata contra la irrupción enemiga (en masa o de comandos), unas cubiertas contra el fuego pesado normal y un ocultamiento suficiente, que las encubra de las vistas desde las posiciones enemigas probables sucesivas y sus vías de aproximación. Los obstáculos y las minas, falsos en bastantes casos y siempre a distancia para no delatarlas, sirven para romper el ataque del Tsahal y para brindarles blancos más estáticos, por ejemplo para los morteros, que deberán tener registrado su fuego en los distintos puntos de su contorno. La destrucción que genera el soporte no preciso del fuego pesado del Tsahal, refuerza las posiciones de combate rebeldes, rodeándolas de cascotes que dividen y dificultan los accesos israelíes, salvo cuando son alcanzadas por un impacto directo. Para operar esta estructura defensiva los milicianos tienen preparados numerosos y estrechos túneles, trincheras de arrastre y boquetes en tapias y paredes interiores de los edificios. De tal manera que, ocultos de las vistas, les permitan ocupar las posiciones de combate y de observación deseadas, defenderlas más o menos tiempo o no, trasladarse entre ellas y reforzar las más amenazadas o presionadas por los israelíes.

Los patios de las casas palestinas, muy común en las construcciones árabes, les sirven para colocar los morteros, que constituyen su único “fuego pesado” de combate, protegidos por una posición de infantería. El mortero habitual es el ruso de 82 mm. M-1937. Unas posiciones semejantes, muchas veces excavadas varios ms. y protegidas por el entorno de las casas y los patios interiores y las azoteas, rodeadas de habitantes inocentes e inermes, son las que utilizan para lanzar sus cohetes de vuelo libre, los Kassam I y II propios y los iraníes, sobre las poblaciones israelíes cercanas al norte y al este de la franja de Gaza, pudiendo ya atacar a Jerusalén y Tel Aviv, las capitales socio religioso administrativas de Israel y el puerto de Haifa. Los cohetes iraníes son más modernos y precisos y tienen un mayor alcance (hasta unos 80 Km). Los reciben desmontados desde Egipto, a través de una red de túneles ad hoc, paralela a los pasos fronterizos oficiales.

El momento crucial para la defensa local ocurrirá cuando el jefe del sector decida evacuarlo, tras haber detenido a las fuerzas terrestres del Tsahal por algún tiempo. Pero, sin exponerse a una lucha a las distancias cortas con fuerzas mejor entrenadas y equipadas, a ser desbordado o a perder su libertad de acción. Esto va ligado inexorablemente a la cesión de espacio a los israelíes. Para ello se sustraen los yihadistas, en un momento oportuno, a la presión directa del enemigo y aparentando seguir su presencia. Los milicianos de Hamás tienen suficientes túneles de salida dirigidos hacia edificios no muy cercanos (muchas veces oficiales e incluso respetables (mezquitas), oficinas, empresas, algunas viviendas) o cauces secos (wadis), matorrales, poco evidentes, en el escaso despoblado de Gaza. Desde donde se puedan dispersar por la superficie, en muy pequeños grupos, hacia posiciones amigas de acogida, en otra de las zonas de defensa, en los primeros momentos. La protección de la evacuación es vital y las dos entradas de estos túneles, en ambos sentidos, están cubiertas siempre por nidos de resistencia, que llevan a cabo una defensa rígida.

Los túneles, como vemos, forman toda una red extensa y subterránea, en un plano inferior y paralelo a la zona de Gaza. Que les sirve a los palestinos para moverse subrepticiamente; para refugiarse momentánea o duraderamente (los jefes, jefecillos y «buscados» por los israelíes); para mecadear en Egipto con contrabandistas de todas las clases; para infiltrarse a corta distancia en Israel en destacamentos de asalto…

Conclusiones tácticas y operativas para esta lucha urbana.

La estructura “militar” de Hamás se asienta socialmente en los clanes locales palestinos, donde se reclutan a los miembros de las brigadas de Ezzedin al-Kassam. Su unidad táctica superior suele ser un “batallón” reforzado de alrededor de medio millar de hombres, por darle un “nombre” práctico. En sus unidades escogidas, Hamás sí procura que la formación, el entrenamiento y el equipamiento de los infantes sean homogéneos. Están también las posiciones de la Yihad Islámica, juntas, pero no revueltas a las de Hamás. El mutuo apoyo de los sectores de la defensa durante un ataque israelí, es así difícil y precario. Es más complicado aún realizar contraataques, que no contrachoques sectoriales, sobre las penetraciones terrestres israelíes contra la franja de Gaza. Estos contrachoques contra las puntas de avance del Tsahal, que se adelanten a las otras, creando así entrantes vulnerables en las zonas palestinas, son muy sencillos y tienen pocas posibilidades de recuperar la situación anterior. Los milicianos de Hamás van a procurar alcanzar desde el frente, con tiradores aislados o en parejas, preferiblemente armados con el fusil de precisión SVD, a enemigos individuales y a pequeños grupos de soldados del Tsahal. Y también atacar de flanco o de revés a las unidades enemigas que se internan en su zona defensiva, que ya están desdobladas en pelotones o escuadras con uno o dos vehículos blindados de apoyo de fuego. Las comunicaciones preparadas de los guerrilleros, formando túneles entre barrios o grupos de casas, trincheras de arrastre, aberturas entre casas y pisos, les permiten aparecer, siempre en pequeño número, del orden de un pelotón y siguiendo una dirección dada, detrás o al lado de las unidades israelíes. Aprovechando mientras se detienen, se reagrupan, piden o reciben instrucciones, o deciden por dónde avanzar. Y erosionarlas, causándoles algunas bajas. Por ejemplo, desde un sótano o un piso, por un hueco irregular en una tapia, debajo de un vehículo aparcado o destruido, desde unos matorrales, un depósito de deshechos o una cuneta, donde emerge un estrecho túnel con la boca cubierta y disimulada. Desde esas posiciones ocultas lanzan algún cohete RPG-7V o varias ráfagas cortas, siempre apuntando, de la ametralladora ligera RPK de cargador largo o de la obsoleta, pero omnipresente entre las guerrillas, RPD de cinta. Los fuegos de armas ligeras de infantería al amplio horizonte, sin apuntar o desde la cadera, son inofensivos.

Hamás va a buscar en esta guerra la grave erosión enemiga. Israel es muy sensible a la pérdida de hombres, en los numerosos microcombates aislados que ocurrirán durante la irrupción y el avance israelíes. Pero no podrá dar una trascendencia táctica, ni mucho menos operativa, a su esfuerzo militar. Como segundo objetivo, desearía resistir el embate de Israel durante algunas semanas. Esto aumentaría su prestigio entre los árabes y con Irán e incrementaría ante el mundo la percepción de la capacidad de combate de su “fortaleza” urbana de Gaza.

Las fuerzas terrestres del Tsahal atacarán siguiendo 2 o 3 direcciones diferentes y convergentes sobre la franja de Gaza, desde el norte, el centro y el sur. Buscando así dispersar el fuego de rechazo palestino, perturbar la conducción de la defensa por sus mandos y romper la coherencia y consistencia del conjunto de la gran posición urbana. En un primer asalto, lo más inesperado posible, sobre el borde de las poblaciones y barrios, conseguirían unas posiciones de partida y de apoyo ya en su interior. Para continuar luego su difícil “trabajo de avance y limpieza” sistemático. Cuando la población es algo más grande, uno de los objetivos operativos del Tsahal será dividir en dos o más partes aquélla. Buscando fracturar la zona de defensa e impedir la colaboración y el apoyo mutuos de los puntos de retardo, facilitando el avance de sus infantes y la liquidación de los elementos hostiles de la población.

Hay dos brigadas de infantería israelíes imprescindibles en una operación terrestre: la Givati y la Golani. La primera cuenta con unidades entrenadas (tipo compañía reforzada) para el ataque con objetivo limitado en zonas urbanas. La Golani es famosa por su lucha contra los tanques sirios en la guerra del Yom Kipur de 1973, formando parte de una fuerza táctica de armas combinadas del Tsahal. Allí bloqueó el paso de aquéllos a través de los Altos del Golán, lo que hubiera supuesto la irrupción blindada enemiga en las llanuras de Galilea, un terreno favorable a la lucha de carros. La Golani cuenta con 4 o 5 batallones bien entrenados para la guerra urbana. Israel tiene varios campos de entrenamiento muy similares a las poblaciones palestinas, tanto de la franja de Gaza como de la Cisjordania.

Los objetivos de la operación terrestre son: La destrucción de las posiciones de fuego pesado palestino, especialmente las de su artillería reactiva, que se protegen operativamente con su inmensa dispersión por la totalidad de la franja. Y que actúa por áreas definidas, cuyas piezas o lanzaderas allí localizadas abren fuego sobre las zonas y poblaciones israelíes, cuando se les ordena y según sus alcances. También quieren destruir los túneles de aproximación y entrada a Israel de los comandos y agentes yihadistas. Para ello sólo tienen que actuar en los primeros cientos de ms. dentro de la franja. Ya que estos túneles, al igual que los de Raffah en la frontera sur, usados para la entrada de material de guerra, burlando el bloqueo de Israel, son siempre repuestos por los laboriosos guerrilleros en su “colmena”. Otro objetivo es la destrucción del “aparato ideológico, de mando y burocrático de Hamás”, que tiene “varios niveles de intensidad” posible y “cientos de blancos definidos o identificados”, clasificados en instalaciones y edificios, individuos y grupos, armamento instalado y depósitos, mercancías sensibles…

Israel, por su parte, se conformaría en esta ocasión con obtener este objetivo militar de desgastar suficientemente la capacidad de combate de Hamás. Para conseguir el objetivo estratégico nacional de un período de paz, que nunca será de muchos años, para los habitantes del sur y centro de Israel.

La Lucha Terrestre en la Franja de Gaza en 2014.

El Escenario geográfico y socio militar de los radicales islamistas.

La llamada franja de Gaza es un estrecho, llano y pequeño corredor costero junto al mar Mediterráneo, situado al sur de Israel. En sus aproximadamente 363 Km2 de superficie viven hacinadas más de un millón y medio de personas. El 99% de los habitantes son musulmanes y los cristianos suman entre 15 y 20 mil almas. La franja alcanza una concentración demográfica del orden de las 4150 personas por Km2, que es de las más elevadas del mundo. Su forma es la de un rectángulo alargado, de unos 45 Km de longitud, que mide 12 Km en su parte más ancha. Al sur está su frontera con Egipto de unos 11 Km., en torno a la estratégica ciudad de Rafah. Al este y al norte se extiende por unos 51 Km. la frontera de Gaza con Israel. La población más importante de la franja es la que le da el nombre, Gaza, situada en su tercio norte. Las otras villas destacadas de la franja constituyen realmente “repartos”, “barrios periféricos” o “poblados satélites del “ecumene” de Gaza. Entre las no citadas aún destacaremos a Beit Hanoun (en el extremo norte), Beit Layla, Jeque Zaid, Dayral Balah (al centro), Yabalia y Kan Yunis (al sur, pero no en la frontera con Egipto).

La tasa de paro de la población está entre el 35-40%. Esto la hace muy dependiente de las ayudas externas. Y, además, excita sus reivindicaciones identitarias y sociales y define como “único” responsable de sus males al enemigo más visible, diferente social y culturalmente, y cercano, Israel. La búsqueda de una solución rápida y utópica para esta población pasa, entonces, necesariamente por una derrota suficiente de Israel, la potencia opresora e imperialista. Esto hace que su población sea muy proclive a abrazar doctrinas y partidos “militantes islamistas radicales” (los MIR). Ellos les permiten vislumbrar y valorar una solución, siquiera en un futuro indefinido e impreciso. Y, al menos, les dan la esperanza que todos necesitan. La Yihad Islámica y Hamás son las dos principales organizaciones islamistas con implantación en Gaza.

Ideología de los Palestinos islamistas radicales.

Hamás, como organización socio político religiosa totalitaria, ejerce un poder extenso en todas las áreas de convivencia civil de los habitantes de Gaza. Este poder está condicionado también por el carácter de la lucha en unas condiciones de aislamiento, cerco y penuria. Esto le permite a Hamás invocar en su “defensa general”, la opresión de que es objeto, bien real, sentida y/o magnificada, toda la población palestina de Gaza. Sin que en la práctica se distinga bien el sufrimiento tremendo de los palestinos, del victimismo esgrimido por Hamás o la Yihad Islámica. Entre 100 y 200 mil son los militantes activos reales de ambas organizaciones radicales. Además,están los simpatizantes y colaboradores de ellas, con distintos grados de implicación en los servicios y de tiempo dedicado al apoyo de Hamás y de la Yihad Islámica.

Hamás se mesmeriza, se tensa y se crece ante las perspectivas de un enfrentamiento más o menos próximo con Israel. A un pueblo no se le puede tener permanentemente en armas, ni, mucho menos, en alistamiento de combate. Pero, la razón de ser de Hamás es recuperar e imitar doctrinal, social y militarmente los tiempos épicos y gloriosos del primer siglo del Islam, que coincide aproximadamente con nuestro siglo VII y con la primera parte del VIII. Fue la época, tras la muerte de Mahoma, prolongada en el tiempo más allá de los 4 primeros califas, desde Abu Baker a Alí, llamados por los sunníes los Rashidun, los “rectamente guiados (por Dios)”.

Porque sus ideólogos radicales totalitarios han decidido que, cuando el Islam practicaba la Yihad armada y era riguroso en la fe y sus costumbres, el Islam convencía, arrollaba, se extendía prodigiosamente por tres continentes y era casi invencible… Y creen que reproduciendo las “condiciones básicas” de aquel contexto social, de aquella civilización en auge, los musulmanes actuales volverán a ser grandes, temidos, respetados y aceptados. No hay nada más ni nada menos.

Comprobamos que cada pocos años ocurre o provocan un “casus belli”, digno de su nombre y con sus perniciosos efectos para las poblaciones correspondientes. Así, no hay muchas posibilidades de poder dialogar verdaderamente con esto, de alcanzar puntos de encuentro y de llegar a acuerdos de paz consistentes y aceptables para todos.

Consideraciones operativas de la Defensa de Gaza frente a Israel.

La defensa terrestre de Gaza es muy difícil de sostener en el tiempo. La franja carece de espacio geográfico para poder establecer una defensa flexible, móvil y escalonada en profundidad. Esto es necesario para darle potencia, solidez, continuidad y apoyo a la lucha de rechazo. Además, el abastecimiento externo de armas, municiones y equipo militar a Hamás estaría estrangulado por Israel. Que puede bombardear con precisión la zona de túneles de comunicación en torno a Rafah, que cruzan más o menos subrepticia y toleradamente la frontera. Sólo entre 2005 y 2009 se construyeron 970 túneles nuevos. Para garantizar el sellado de ella, el Tsahal podría establecer “cerrojos”, situados transversalmente en la franja y ocupados con infantería mecanizada reforzada. Ellos impedirían el tránsito de equipamiento militar desde Egipto. Las armas y equipos de Irán tienen su hub o centro logístico de partida en el Yemen. Desde aquí se transportan por el mar Rojo hasta el norte de Sudán, desde donde parten en caravanas de camiones. Cruzan a Egipto hacia la mitad de su frontera sur y se dirigen a Rafah. Los israelíes realizan esporádicamente bombardeos sobre esta “ruta del mal”, concentrándose en los depósitos intermedios de la ruta y en los vehículos de carga. En febrero de 2009 los israelíes bombardearon en dos ocasiones la “ruta”, destruyendo 31 camiones de 2 caravanas y matando a 88 individuos del “personal logístico”. Episodios similares se registraron en abril de 2011. Y en octubre de 2012 una explosión imprevista destruyó una fábrica de armas junto a Jartum, la capital. La persecución naval de este flujo contrabandista, a través de vuelos de aviones no tripulados de detección y exploración sobre el mar Rojo, corre a cargo de los EE.UU. Y es la escasa y reticente colaboración de los tres países implicados, Yemen, Sudán y Egipto, la que no permite hacer excesivamente oneroso para los intermediarios y con poco rendimiento para el usuario final, ese tránsito de armas pesadas de artillería reactiva.

No es fácil utilizar y defender unas zonas de rechazo urbanas. Su empleo implica unas elevadas exigencias a los combatientes islamistas: A toda la tensión “profesional”, de combatiente, que soportan estos irregulares, se une la tensión creada por una lucha civil feroz. Que ellos mantienen, por voluntad suya, entremezclados en sus “posiciones de combate, de fuego y alternativas”, con las familias inermes palestinas y sus hogares, resultando todos igualmente amenazados y agredidos. Por todo ello, entre las decenas de miles de rebeldes armados, de las Brigadas de Ezzedin al-Qassam (rama militar de Hamas) y de las Brigadas de al-Quds (brazo armado de la Yihad Islamica palestina), no más del 20 % de ellos pueden en estos momentos utilizar eficazmente esta forma de lucha defensiva.

Cada poblado o aldea, incluyendo Gaza, la capital de la franja, constituyen zonas semiautónomas de defensa. En ellas establecen puntos de retardo, más o menos reforzados. Éstos protegen las posiciones más críticas de esa zona, incorporan al rechazo los edificios con estructura de acero, especialmente resistentes, y forman trampas de fuego para el enemigo que irrumpe. Aunque pocos edificios de esa clase existen en el estrujado y maltratado Hamastán. Los puntos de retardo de Hamás son difusos, ocultos e imperceptibles para los extraños. Existen numerosas posiciones alternativas o de recambio. Esto permite engañar al Tsahal sobre el límite anterior de la posición de defensa, su verdadera extensión, los límites de los sectores que la forman, el interés del mando rebelde de la zona en cuanto a su defensa y dispersar el fuego pesado aéreo y terrestre del atacante.

(CONTINUARÁ)

Teoría Militar: libros favoritos.

Os presento una lista de libros de teoría militar cuya lectura os resultara muy provechosa y que considero fundamental para conocer mejor los temas militares y no simplemente leer una historia más o menos repetida.

Incluyo un libro mío, fruto de mis años de dedicación a este tema, cuyo contenido podéis examinar en www.amazon.com.

«Maneuver Warfare Handbook» por William Lind.

Es un clásico sobre la guerra de maniobras. Utilizado por el Cuerpo de Marines. Se basa en la experiencia alemana de la II guerra mundial. Que a su vez es una extrapolación a la guerra mecanizada, de las experiencias desarrolladas por los Stormtroops (fuerzas de asalto de infantería) de la I guerra mundial.

«El Arte de la Guerra» por Sun Tzu. La más rica y provechosa es la vieja traducción de Samuel Griffth.

La holística teoría militar china, siempre vigente, sintetizada por un autor clásico.Sus características de estilo y de contenido parece que avalan a un único autor. Con cada lectura aprovechada, se captan más matices y perspectivas. Que fructifican en mayores riqueza, agilidad y profundidad de pensamiento.

Otros libros “chinos” te dan un número de estrategias (las 36, las 100, etc.). Su aprovechamiento se basa en una memorización continua o en su aplicación permanente. Los considero poco prácticos, por el carácter profuso, difuso y aún confuso de muchos autores antiguos de esta etnia Han. Parece como si quisiesen ocultar su sabiduría a los no iniciados.

«The Soviet Conduct of Tactical Maneuver» por David Glantz.

Una brillante exposición de las teorías militares operativas soviéticas. Con ellas ganaron la II guerra mundial. Y trasladaron su sistema económico social a media Europa «liberada».

«De la Guerra» de Clausewitz.

Es una obra extensa, como corresponde a su época, en la que escribir poco era señal de inconsistencia, poca importancia del tema y escasa reflexión. Los libros o partes que la componen fueron terminados en grado variable por el autor, cuya muerte prematura no permitió su conclusión. Nos interesan los primeros capítulos sobre la teoría y la filosofía de la guerra.

Los otros libros tratan sobre la táctica de un período en el que el despliegue enemigo quedaba a las vistas del mando y su estado mayor y auxiliares, situados en un altozano cercano. Preconiza lo contrario de Liddell Hart: la batalla decisiva a cargo de la máxima concentración propia sobre el ejército enemigo. En una época de ejércitos de masas, inaugurada por Napoleón, pronto se vió que no se podía ganar en una sola gran batalla una guerra entre naciones en armas. Era necesario una campaña de operaciones sucesivas victoriosas, diigidas al logro de los objetivos militares de campaña (teatro de operaciones, Europa, Pacífico, África) o estatégicos. Además, ya no existía un genio militar adelantado a su época como Napoleón.

«Forward into Battle» por Paddy Griffith.

Las tácticas militares desde Napoleón discutidas y extensamente presentadas. Tiene detractores por su visión a veces rupturista.

«Maneuver Warfare: An Anthology», compilado por Richard D. Hooker.

Recopila artículos de algunos de los mejores escritores sobre la teoría militar de maniobras. Hay trabajos de Rommel, Leonhard, John Antal, etc.

«The Art of Maneuver» por Robert Leonhard.

Es uno de los primeros y más lúcidos autores sobre la guerra de maniobras. Y destaca con fuerza propia, expandiendo el torrente de ideas de esa teoría en desarrollo.

«Race to the Swift» por Richard Simpkin.

Es el mejor libro de este autor militar inglés. Desarrolla teóricamente la guerra moderna. Es de lectura algo difícil.

«Manual de Táctica», dos tomos, por Eike Middeldorf.

Es el más completo y actual manual de táctica moderna que he encontrado. Tiene capítulos dedicados a la guerra terrestre empleando ingenios atómicos tácticos y a las condiciones particulares de lucha: de noche, en bosques, con frío extremo, etc.

«Estrategia» por Basil Liddell Hart.

Es la mejor teoría militar de este prolífico autor.

«The Foundations of the Science of War» por John Frederick Charles Fuller.

Es un libro no superado sobre los principios de la guerra y su aplicación práctica. Casi 65 años después de su edición en 1926 fue reeditado por el Cuerpo de Marines. Es de lectura difícil. Yo conseguí una fotocopia de la edición original a través de la biblioteca de una universidad americana (Lancaster, Pa.).

«On the Nature of War» por Enrique Alonso.

Igual que los principios señalan el «qué hacer» en la guerra, este libro, basado en 10 «sistemas operativos» indica el «cómo actuar» operativa y tácticamente.

«La Comprensión de la Guerra» por Trevor N. Dupuy.

Es una teoría del combate, basada en la Historia militar y determinados factores militares y sus valores cuantitativos. Encuentro que su desarrollo del concepto de «fricción», derivado de Clausewitz, está desviado. Y expone otra cosa distinta a Clausewitz.