La Defensa de las Sociedades contra los Atacantes armados.

Casi por definición, los medios militares y policiales disponibles en una guerra interna contra los atacantes armados son muy escasos. E, incluso, pueden ser escandalosamente insuficientes. Y esto no depende tanto de las fuerzas de seguridad, ni de las autoridades establecidas, sino que es función directa de la estrategia inherente a un proceso terrorista correcto. El número de objetivos posibles, potenciales, que ofrece una sociedad organizada moderna, más o menos desarrollada, a la estrategia operativa disolvente de una insurgencia armada es casi incontable e inagotable.

Los Objetivos de los sociópatas juramentados en las Áreas civiles de retaguardia.

Atentados contra autoridades civiles y religiosas y contra miembros aislados o grupos de las fuerzas armadas y de policía. Acciones coactivas y punitivas contra los colaboradores y espías de aquéllas.

Imagen relacionada MODERNA GUERRILLA URBANA EN KIEV.

Destrucción y sabotaje de las fuentes y redes energéticas: térmicas, presas, plantas de ciclo combinado, campos eólicos, refinerías, depósitos de combustibles, oleoductos y gasoductos, transformadores y líneas de alta tensión y sus centros de control y distribución.

 Ataques a las líneas de comunicaciones: repetidores de televisión y de telefonía móvil, emisoras en general, antenas de radio, tendidos telegráficos; puentes, túneles y viaductos, apeaderos y estaciones ferroviarias; trozos de vías férreas y de catenarias eléctricas; trenes y autobuses, camiones de gran tonelaje y vehículos de transporte de reparto; establecimiento de obstáculos temporales en la red viaria, cubiertos o no por el fuego rebelde indirecto o directo.

Destrucción o inhabilitación de objetivos directamente económicos de todos los tamaños e importancia: minas, plantaciones, industrias, comercios, hoteles y balnearios, grupos de turistas. En estos casos la insurgencia debe valorar la pérdida directa de puestos de trabajo y la probable enajenación de parte de la simpatía popular hacia ella. Y el efecto es parecido si se deprime la actividad económica y así no se destruye inmediatamente el empleo.

Ataques directos contra la población para, demostrando la vulnerabilidad y la indefensión de todos, extender el miedo irracional por el objetivo social atacado, afectando a sus decisiones políticas y religiosas. Generalmente, emplearán los explosivos y el fuego de armas automáticas, en unos “mixes” o combinaciones infinitos en la práctica, atacando sitios de grandes concentraciones humanas. Donde los objetivos son el conjunto humano desparramado y donde no hay que perder el tiempo de acción seleccionándolos demasiado.

Resultado de imagen de Vigilancia policial militar PROTECCIÓN POLICIAL DE LA PLAZA DEL DUOMO, MILÁN. ¿CUÁL ES SU «TARGET»?

Ataques contra iglesias, mezquitas y sinagogas en períodos de celebraciones. Asaltos a las peregrinaciones de las religiones enemigas y a sus centros de descanso en ellas y de culto. Ataques en los parques, paseos, avenidas, grandes calles y concentraciones durante los asuetos, las fiestas y las celebraciones sociales de todo tipo. Asaltos a los centros comerciales, mercados y grandes almacenes comerciales; los teatros, cines y auditorios; las estaciones de autobuses y ferroviarias, los aeropuertos civiles y los medios de transporte; los centros escolares principales y las oficinas de las administraciones públicas.

Así, los atacantes terroristas ejercen con su presencia posible y remota, que debe ser siempre activa, un efecto de acongojamiento generalizado en las sociedades modernas. Cuyos miembros se dedican a la producción y compra y venta de bienes y servicios. Y no entienden bien qué les amenaza y les pasa. Ocurre en las sociedades una acción invasiva, como de un gas invisible y sutil, que tiene propiedades corrosivas y perniciosas. Que todo lo penetra y alcanza. Demoliendo lentamente los cimientos defensivos de una sociedad civilizada, no entrenada para su defensa.

La Actuación vigilante de los policías y militares.

Los agentes de la seguridad, que custodian aquí en los países occidentales numerosos “puntos críticos”, “áreas sensibles”, “zonas estratégicas” ante la observación del público presente o transeunte, ejercen una función y acción disuasoria, pasiva. Ellos intentan evitar directamente que los atacantes sociópatas actúen en ellos. Y su tarea activa es otear a corta y media vistas, las particularidades y características y los comportamientos que exhiban ciertas personas. Que las determinen como “sospechosos” y cuya identificación es comunicadas inmediatamente a los compañeros del área. Y que les permitan concentrarse en ellas y en el seguimiento de sus actividades inmediatas.

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Pero, las “apariencias” pueden alejar de la realidad objetiva. Los rasgos árabes de una persona, por ejemplo, atraerán hoy en día el interés de los agentes de seguridad. Aunque los arabes no llegan a un tercio de los musulmanes del mundo. Y aunque los aventados frenéticos de al-Shabab y de Boko Haram sean negros. Así, los turcos, casi 85 millones de musulmanes de fe sunní, la de los asesinos armados, son más caucásicos, como los europeos. Y pasarían fácilmente por ellos. Los cuales siempre insisten ante los foráneos, de destacar que no son árabes: de piel de color ocre suave /cetrino y bembones.

Los Atacantes alienados.

Para vencer las repugnancias naturales de los hombres para atentar contra otros, hay que aplacar y neutralizar temporalmente los naturales instintos humanos. Veamos algunas motivaciones empleadas para ello con los juramentados de la Yihad.

Una motivación “negativa” es la pérdida crónica de las necesidades básicas naturales: sustento, familia, seguridad, refugio y cobijo, expectativas y progreso razonable. Ella es un acicate efectivo para inducir al empleo de la violencia liberadora a una parte de la sociedad, especialmente a los jóvenes idealistas. La motivación “positiva” serían los premios económicos que distintas organizaciones radicales islámicas dan a las familias de los mártires. Y estos son todos los caídos en combate.

Resultado de imagen de madrasas ¿LUGARES DE ESTUDIO O DE CATEQUIZACIÓN RADICAL?

Siguiendo el camino hacia la psicología y el alma humana, la motivación religiosa es otro medio poderoso de convicción y arraigo. Los muyahidines de la Yihad son catequizados metódica e intensamente. Los versículos coránicos relacionados con la Yihad, se los saben de memoria. El “ejemplo” de otros mártires los rodea en su vida cotidiana, en forma de fotos, manuscritos, vídeos testimoniales y compañeros de destino. Sus predicadores, nos resistimos a llamarles imames, les aclaran sus dudas y les alientan a alcanzar prematuramente el Paraíso. Que está especialmente destinado a los mártires de la Yihad, a quienes se les reserva el mejor de los siete paraísos.

Para calmar indeseables escrúpulos o salvedades, un “ideólogo” de Al-Qaeda, Abu Yahya al-Libi, desarrolló una teoría de base “religiosa” sobre el “daño no buscado”, referido a personas. Según ella, se permite a sus militantes matar musulmanes cuando esto es inevitable. Y a veces, más que cuando sea inevitable, cuando sea también útil. Así, en un mensaje donde asumieron la autoría de un ataque de agosto de 2009 en Bagdad, la organización deseó a los sunníes heridos una rápida recuperación y expresó su esperanza de que los muertos fueran aceptados por Dios también como ‘mártires’.

Localizarlos, cazarlos, neutralizarlos…

Existen problemas en la localización y neutralización de los musulmanes residentes en nuestras países durante su proceso de radicalización violenta. Podemos identificar a potenciales yihadistas con cierta seguridad y tras un trabajo especializado y metódico. Pero no podemos detenerlos mientras no delincan: intentar armarse y entrenarse; conspirar con otros en sus actuaciones; crear estructuras de bandas para delinquir; propagar la exaltación y el uso de la violencia como arma ideológica; reclutamiento de militantes para su radicalización ideológica y armada; recolectar fondos para las organizaciones con ánimo de delinquir; colaborar en los movimientos de militantes y posibles militantes en sus viajes hacia la Yihad interior (países del Suroeste de Asia) o la exterior (países enemigos occidentales: los “cruzados”).

Resultado de imagen de yasser arafat DESEARÍA BESARTE…

En cuanto a las labores de inteligencia, existe una gran dificultad en la penetración de las redes islamistas por agentes propios o colaboradores. En general, los muyahidines, los simpatizantes y colaboradores: suelen hablar árabe; no son de razas europeas, ni hispanoamericanas; los civiles musulmanes no colaboran en las tareas de espionaje y exploración contra las organizaciones armadas islamistas.

Por otra parte, la exhibición glamourosa de parejas o de grupos de militares armados por las calles de las ciudades es operativamente inútil. Ya que no tienen un objetivo definido. Su misión es el patrullaje ostentoso e indefinido. Buscando sólo tranquilizar a los parroquianos viandantes.

Resultado de imagen de Abu Yahya al-Libi Abu Yahya al-Libi, muerto por un cohete lanzado por un drone.

¿Qué nos queda? La información, convertida en inteligencia. Que debe ser contrastada, participada a todas las agencias y grupos de usuarios autorizados, actualizada continuamente y necesaria y suficiente. Excluyendo la plétora indebida de información excesiva, rutinaria, no elaborada como inteligencia. Que es una forma de intoxicar y aburrir a los mandos propios de todos los niveles.

Cuando el individuo ha dado el paso psicológico y volitiva (la “decisión”): ya ha roto los suficientes lazos con su entorno vital, incluso el familiar; y su mente está engolfada y dirigida a su nueva “situación” y a la identidad ofrecida y asumida. Así, es casi irrecuperable para él, para su familia, para la sociedad.

Si el individuo es uno más de los “desorientados”, confusos emocionalmente y no integrados; que están asediados anímicamente por los resquemores producidos por los “agravios” sufridos o creídos como tales: es posible recobrarlo, es relativamente sencillo hacerlo y es enormemente laborioso conseguirlo.

El enorme trabajo necesario, prolongado en el tiempo, hace que no se pueda rehabilitar a todos. Es necesario luchar contra las desigualdades que hemos citado. El buscarles trabajos temporales es más rápido. El darles educación y una formación laboral es más lento. Pero es imprescindible a medio y largo plazo. Apartarles de los “suburbios podridos” y de la nefasta influencia de ambiente, amigos y familiares es muy complicado y largo. Porque de los “trozos” sacados de ellos, han creado la pobre y única identidad que tienen. Que les lleva al fallo personal y social y a la frustración.

La Lucha Terrestre en la Franja de Gaza en 2014 (SEGUNDA PARTE).

(FINAL)

Las posiciones de combate de la infantería son sencillas. Tienen sectores de tiro entrecruzados, una protección inmediata contra la irrupción enemiga (en masa o de comandos), unas cubiertas contra el fuego pesado normal y un ocultamiento suficiente, que las encubra de las vistas desde las posiciones enemigas probables sucesivas y sus vías de aproximación. Los obstáculos y las minas, falsos en bastantes casos y siempre a distancia para no delatarlas, sirven para romper el ataque del Tsahal y para brindarles blancos más estáticos, por ejemplo para los morteros, que deberán tener registrado su fuego en los distintos puntos de su contorno. La destrucción que genera el soporte no preciso del fuego pesado del Tsahal, refuerza las posiciones de combate rebeldes, rodeándolas de cascotes que dividen y dificultan los accesos israelíes, salvo cuando son alcanzadas por un impacto directo. Para operar esta estructura defensiva los milicianos tienen preparados numerosos y estrechos túneles, trincheras de arrastre y boquetes en tapias y paredes interiores de los edificios. De tal manera que, ocultos de las vistas, les permitan ocupar las posiciones de combate y de observación deseadas, defenderlas más o menos tiempo o no, trasladarse entre ellas y reforzar las más amenazadas o presionadas por los israelíes.

Los patios de las casas palestinas, muy común en las construcciones árabes, les sirven para colocar los morteros, que constituyen su único “fuego pesado” de combate, protegidos por una posición de infantería. El mortero habitual es el ruso de 82 mm. M-1937. Unas posiciones semejantes, muchas veces excavadas varios ms. y protegidas por el entorno de las casas y los patios interiores y las azoteas, rodeadas de habitantes inocentes e inermes, son las que utilizan para lanzar sus cohetes de vuelo libre, los Kassam I y II propios y los iraníes, sobre las poblaciones israelíes cercanas al norte y al este de la franja de Gaza, pudiendo ya atacar a Jerusalén y Tel Aviv, las capitales socio religioso administrativas de Israel y el puerto de Haifa. Los cohetes iraníes son más modernos y precisos y tienen un mayor alcance (hasta unos 80 Km). Los reciben desmontados desde Egipto, a través de una red de túneles ad hoc, paralela a los pasos fronterizos oficiales.

El momento crucial para la defensa local ocurrirá cuando el jefe del sector decida evacuarlo, tras haber detenido a las fuerzas terrestres del Tsahal por algún tiempo. Pero, sin exponerse a una lucha a las distancias cortas con fuerzas mejor entrenadas y equipadas, a ser desbordado o a perder su libertad de acción. Esto va ligado inexorablemente a la cesión de espacio a los israelíes. Para ello se sustraen los yihadistas, en un momento oportuno, a la presión directa del enemigo y aparentando seguir su presencia. Los milicianos de Hamás tienen suficientes túneles de salida dirigidos hacia edificios no muy cercanos (muchas veces oficiales e incluso respetables (mezquitas), oficinas, empresas, algunas viviendas) o cauces secos (wadis), matorrales, poco evidentes, en el escaso despoblado de Gaza. Desde donde se puedan dispersar por la superficie, en muy pequeños grupos, hacia posiciones amigas de acogida, en otra de las zonas de defensa, en los primeros momentos. La protección de la evacuación es vital y las dos entradas de estos túneles, en ambos sentidos, están cubiertas siempre por nidos de resistencia, que llevan a cabo una defensa rígida.

Los túneles, como vemos, forman toda una red extensa y subterránea, en un plano inferior y paralelo a la zona de Gaza. Que les sirve a los palestinos para moverse subrepticiamente; para refugiarse momentánea o duraderamente (los jefes, jefecillos y «buscados» por los israelíes); para mecadear en Egipto con contrabandistas de todas las clases; para infiltrarse a corta distancia en Israel en destacamentos de asalto…

Conclusiones tácticas y operativas para esta lucha urbana.

La estructura “militar” de Hamás se asienta socialmente en los clanes locales palestinos, donde se reclutan a los miembros de las brigadas de Ezzedin al-Kassam. Su unidad táctica superior suele ser un “batallón” reforzado de alrededor de medio millar de hombres, por darle un “nombre” práctico. En sus unidades escogidas, Hamás sí procura que la formación, el entrenamiento y el equipamiento de los infantes sean homogéneos. Están también las posiciones de la Yihad Islámica, juntas, pero no revueltas a las de Hamás. El mutuo apoyo de los sectores de la defensa durante un ataque israelí, es así difícil y precario. Es más complicado aún realizar contraataques, que no contrachoques sectoriales, sobre las penetraciones terrestres israelíes contra la franja de Gaza. Estos contrachoques contra las puntas de avance del Tsahal, que se adelanten a las otras, creando así entrantes vulnerables en las zonas palestinas, son muy sencillos y tienen pocas posibilidades de recuperar la situación anterior. Los milicianos de Hamás van a procurar alcanzar desde el frente, con tiradores aislados o en parejas, preferiblemente armados con el fusil de precisión SVD, a enemigos individuales y a pequeños grupos de soldados del Tsahal. Y también atacar de flanco o de revés a las unidades enemigas que se internan en su zona defensiva, que ya están desdobladas en pelotones o escuadras con uno o dos vehículos blindados de apoyo de fuego. Las comunicaciones preparadas de los guerrilleros, formando túneles entre barrios o grupos de casas, trincheras de arrastre, aberturas entre casas y pisos, les permiten aparecer, siempre en pequeño número, del orden de un pelotón y siguiendo una dirección dada, detrás o al lado de las unidades israelíes. Aprovechando mientras se detienen, se reagrupan, piden o reciben instrucciones, o deciden por dónde avanzar. Y erosionarlas, causándoles algunas bajas. Por ejemplo, desde un sótano o un piso, por un hueco irregular en una tapia, debajo de un vehículo aparcado o destruido, desde unos matorrales, un depósito de deshechos o una cuneta, donde emerge un estrecho túnel con la boca cubierta y disimulada. Desde esas posiciones ocultas lanzan algún cohete RPG-7V o varias ráfagas cortas, siempre apuntando, de la ametralladora ligera RPK de cargador largo o de la obsoleta, pero omnipresente entre las guerrillas, RPD de cinta. Los fuegos de armas ligeras de infantería al amplio horizonte, sin apuntar o desde la cadera, son inofensivos.

Hamás va a buscar en esta guerra la grave erosión enemiga. Israel es muy sensible a la pérdida de hombres, en los numerosos microcombates aislados que ocurrirán durante la irrupción y el avance israelíes. Pero no podrá dar una trascendencia táctica, ni mucho menos operativa, a su esfuerzo militar. Como segundo objetivo, desearía resistir el embate de Israel durante algunas semanas. Esto aumentaría su prestigio entre los árabes y con Irán e incrementaría ante el mundo la percepción de la capacidad de combate de su “fortaleza” urbana de Gaza.

Las fuerzas terrestres del Tsahal atacarán siguiendo 2 o 3 direcciones diferentes y convergentes sobre la franja de Gaza, desde el norte, el centro y el sur. Buscando así dispersar el fuego de rechazo palestino, perturbar la conducción de la defensa por sus mandos y romper la coherencia y consistencia del conjunto de la gran posición urbana. En un primer asalto, lo más inesperado posible, sobre el borde de las poblaciones y barrios, conseguirían unas posiciones de partida y de apoyo ya en su interior. Para continuar luego su difícil “trabajo de avance y limpieza” sistemático. Cuando la población es algo más grande, uno de los objetivos operativos del Tsahal será dividir en dos o más partes aquélla. Buscando fracturar la zona de defensa e impedir la colaboración y el apoyo mutuos de los puntos de retardo, facilitando el avance de sus infantes y la liquidación de los elementos hostiles de la población.

Hay dos brigadas de infantería israelíes imprescindibles en una operación terrestre: la Givati y la Golani. La primera cuenta con unidades entrenadas (tipo compañía reforzada) para el ataque con objetivo limitado en zonas urbanas. La Golani es famosa por su lucha contra los tanques sirios en la guerra del Yom Kipur de 1973, formando parte de una fuerza táctica de armas combinadas del Tsahal. Allí bloqueó el paso de aquéllos a través de los Altos del Golán, lo que hubiera supuesto la irrupción blindada enemiga en las llanuras de Galilea, un terreno favorable a la lucha de carros. La Golani cuenta con 4 o 5 batallones bien entrenados para la guerra urbana. Israel tiene varios campos de entrenamiento muy similares a las poblaciones palestinas, tanto de la franja de Gaza como de la Cisjordania.

Los objetivos de la operación terrestre son: La destrucción de las posiciones de fuego pesado palestino, especialmente las de su artillería reactiva, que se protegen operativamente con su inmensa dispersión por la totalidad de la franja. Y que actúa por áreas definidas, cuyas piezas o lanzaderas allí localizadas abren fuego sobre las zonas y poblaciones israelíes, cuando se les ordena y según sus alcances. También quieren destruir los túneles de aproximación y entrada a Israel de los comandos y agentes yihadistas. Para ello sólo tienen que actuar en los primeros cientos de ms. dentro de la franja. Ya que estos túneles, al igual que los de Raffah en la frontera sur, usados para la entrada de material de guerra, burlando el bloqueo de Israel, son siempre repuestos por los laboriosos guerrilleros en su “colmena”. Otro objetivo es la destrucción del “aparato ideológico, de mando y burocrático de Hamás”, que tiene “varios niveles de intensidad” posible y “cientos de blancos definidos o identificados”, clasificados en instalaciones y edificios, individuos y grupos, armamento instalado y depósitos, mercancías sensibles…

Israel, por su parte, se conformaría en esta ocasión con obtener este objetivo militar de desgastar suficientemente la capacidad de combate de Hamás. Para conseguir el objetivo estratégico nacional de un período de paz, que nunca será de muchos años, para los habitantes del sur y centro de Israel.

La Lucha Terrestre en la Franja de Gaza en 2014.

El Escenario geográfico y socio militar de los radicales islamistas.

La llamada franja de Gaza es un estrecho, llano y pequeño corredor costero junto al mar Mediterráneo, situado al sur de Israel. En sus aproximadamente 363 Km2 de superficie viven hacinadas más de un millón y medio de personas. El 99% de los habitantes son musulmanes y los cristianos suman entre 15 y 20 mil almas. La franja alcanza una concentración demográfica del orden de las 4150 personas por Km2, que es de las más elevadas del mundo. Su forma es la de un rectángulo alargado, de unos 45 Km de longitud, que mide 12 Km en su parte más ancha. Al sur está su frontera con Egipto de unos 11 Km., en torno a la estratégica ciudad de Rafah. Al este y al norte se extiende por unos 51 Km. la frontera de Gaza con Israel. La población más importante de la franja es la que le da el nombre, Gaza, situada en su tercio norte. Las otras villas destacadas de la franja constituyen realmente “repartos”, “barrios periféricos” o “poblados satélites del “ecumene” de Gaza. Entre las no citadas aún destacaremos a Beit Hanoun (en el extremo norte), Beit Layla, Jeque Zaid, Dayral Balah (al centro), Yabalia y Kan Yunis (al sur, pero no en la frontera con Egipto).

La tasa de paro de la población está entre el 35-40%. Esto la hace muy dependiente de las ayudas externas. Y, además, excita sus reivindicaciones identitarias y sociales y define como “único” responsable de sus males al enemigo más visible, diferente social y culturalmente, y cercano, Israel. La búsqueda de una solución rápida y utópica para esta población pasa, entonces, necesariamente por una derrota suficiente de Israel, la potencia opresora e imperialista. Esto hace que su población sea muy proclive a abrazar doctrinas y partidos “militantes islamistas radicales” (los MIR). Ellos les permiten vislumbrar y valorar una solución, siquiera en un futuro indefinido e impreciso. Y, al menos, les dan la esperanza que todos necesitan. La Yihad Islámica y Hamás son las dos principales organizaciones islamistas con implantación en Gaza.

Ideología de los Palestinos islamistas radicales.

Hamás, como organización socio político religiosa totalitaria, ejerce un poder extenso en todas las áreas de convivencia civil de los habitantes de Gaza. Este poder está condicionado también por el carácter de la lucha en unas condiciones de aislamiento, cerco y penuria. Esto le permite a Hamás invocar en su “defensa general”, la opresión de que es objeto, bien real, sentida y/o magnificada, toda la población palestina de Gaza. Sin que en la práctica se distinga bien el sufrimiento tremendo de los palestinos, del victimismo esgrimido por Hamás o la Yihad Islámica. Entre 100 y 200 mil son los militantes activos reales de ambas organizaciones radicales. Además,están los simpatizantes y colaboradores de ellas, con distintos grados de implicación en los servicios y de tiempo dedicado al apoyo de Hamás y de la Yihad Islámica.

Hamás se mesmeriza, se tensa y se crece ante las perspectivas de un enfrentamiento más o menos próximo con Israel. A un pueblo no se le puede tener permanentemente en armas, ni, mucho menos, en alistamiento de combate. Pero, la razón de ser de Hamás es recuperar e imitar doctrinal, social y militarmente los tiempos épicos y gloriosos del primer siglo del Islam, que coincide aproximadamente con nuestro siglo VII y con la primera parte del VIII. Fue la época, tras la muerte de Mahoma, prolongada en el tiempo más allá de los 4 primeros califas, desde Abu Baker a Alí, llamados por los sunníes los Rashidun, los “rectamente guiados (por Dios)”.

Porque sus ideólogos radicales totalitarios han decidido que, cuando el Islam practicaba la Yihad armada y era riguroso en la fe y sus costumbres, el Islam convencía, arrollaba, se extendía prodigiosamente por tres continentes y era casi invencible… Y creen que reproduciendo las “condiciones básicas” de aquel contexto social, de aquella civilización en auge, los musulmanes actuales volverán a ser grandes, temidos, respetados y aceptados. No hay nada más ni nada menos.

Comprobamos que cada pocos años ocurre o provocan un “casus belli”, digno de su nombre y con sus perniciosos efectos para las poblaciones correspondientes. Así, no hay muchas posibilidades de poder dialogar verdaderamente con esto, de alcanzar puntos de encuentro y de llegar a acuerdos de paz consistentes y aceptables para todos.

Consideraciones operativas de la Defensa de Gaza frente a Israel.

La defensa terrestre de Gaza es muy difícil de sostener en el tiempo. La franja carece de espacio geográfico para poder establecer una defensa flexible, móvil y escalonada en profundidad. Esto es necesario para darle potencia, solidez, continuidad y apoyo a la lucha de rechazo. Además, el abastecimiento externo de armas, municiones y equipo militar a Hamás estaría estrangulado por Israel. Que puede bombardear con precisión la zona de túneles de comunicación en torno a Rafah, que cruzan más o menos subrepticia y toleradamente la frontera. Sólo entre 2005 y 2009 se construyeron 970 túneles nuevos. Para garantizar el sellado de ella, el Tsahal podría establecer “cerrojos”, situados transversalmente en la franja y ocupados con infantería mecanizada reforzada. Ellos impedirían el tránsito de equipamiento militar desde Egipto. Las armas y equipos de Irán tienen su hub o centro logístico de partida en el Yemen. Desde aquí se transportan por el mar Rojo hasta el norte de Sudán, desde donde parten en caravanas de camiones. Cruzan a Egipto hacia la mitad de su frontera sur y se dirigen a Rafah. Los israelíes realizan esporádicamente bombardeos sobre esta “ruta del mal”, concentrándose en los depósitos intermedios de la ruta y en los vehículos de carga. En febrero de 2009 los israelíes bombardearon en dos ocasiones la “ruta”, destruyendo 31 camiones de 2 caravanas y matando a 88 individuos del “personal logístico”. Episodios similares se registraron en abril de 2011. Y en octubre de 2012 una explosión imprevista destruyó una fábrica de armas junto a Jartum, la capital. La persecución naval de este flujo contrabandista, a través de vuelos de aviones no tripulados de detección y exploración sobre el mar Rojo, corre a cargo de los EE.UU. Y es la escasa y reticente colaboración de los tres países implicados, Yemen, Sudán y Egipto, la que no permite hacer excesivamente oneroso para los intermediarios y con poco rendimiento para el usuario final, ese tránsito de armas pesadas de artillería reactiva.

No es fácil utilizar y defender unas zonas de rechazo urbanas. Su empleo implica unas elevadas exigencias a los combatientes islamistas: A toda la tensión “profesional”, de combatiente, que soportan estos irregulares, se une la tensión creada por una lucha civil feroz. Que ellos mantienen, por voluntad suya, entremezclados en sus “posiciones de combate, de fuego y alternativas”, con las familias inermes palestinas y sus hogares, resultando todos igualmente amenazados y agredidos. Por todo ello, entre las decenas de miles de rebeldes armados, de las Brigadas de Ezzedin al-Qassam (rama militar de Hamas) y de las Brigadas de al-Quds (brazo armado de la Yihad Islamica palestina), no más del 20 % de ellos pueden en estos momentos utilizar eficazmente esta forma de lucha defensiva.

Cada poblado o aldea, incluyendo Gaza, la capital de la franja, constituyen zonas semiautónomas de defensa. En ellas establecen puntos de retardo, más o menos reforzados. Éstos protegen las posiciones más críticas de esa zona, incorporan al rechazo los edificios con estructura de acero, especialmente resistentes, y forman trampas de fuego para el enemigo que irrumpe. Aunque pocos edificios de esa clase existen en el estrujado y maltratado Hamastán. Los puntos de retardo de Hamás son difusos, ocultos e imperceptibles para los extraños. Existen numerosas posiciones alternativas o de recambio. Esto permite engañar al Tsahal sobre el límite anterior de la posición de defensa, su verdadera extensión, los límites de los sectores que la forman, el interés del mando rebelde de la zona en cuanto a su defensa y dispersar el fuego pesado aéreo y terrestre del atacante.

(CONTINUARÁ)