EL YIHADISMO QUE AMENAZA EL FLANCO SUR DE EUROPA. 2ª PARTE

(CONTINUACIÓN)

Es fácil desdeñar la capacidad eficaz de estas alturas ocres con afloramientos rocosos y tachonados de matas muy bajas, casi desérticas, como bases de bandas guerrilleras activas. Pero hay que recordar que en modelos geográficos similares se libraron las guerras apaches del suroeste de los EEUU y el norte de México. Durante largo tiempo, entre 1860 y 1872, las bandas apaches, a veces de sólo unas pocas decenas de guerreros, llevando con ellos en ocasiones la impedimenta de sus familias y sus escasas pertenencias indispensables, mantuvieron frustradas a brigadas enteras de la caballería e infantería estadounidenses. Que fueron incapaces a viva fuerza, de localizarlos, cercarlos y darles caza. Dirigidos los escasos apaches (la dureza del territorio no sostenía grandes poblaciones) por jefes de guerra u hombres espirituales como Ulzana, Cochise, Mangas Coloradas, Victorio, Nana y Jerónimo (con Nache como jefe de guerra), mantuvieron en jaque a sus enemigos hasta finales de 1872. Entonces, en la segunda parte de esa guerra étnica de colonización, hasta el año 1886, los cambios tácticos introducidos en el US Army, especialmente por el general Crook, que adaptaron sus grandes unidades regulares a una guerra contra guerrillera, casi contra “bandidaje”, permitieron acorralarlos, desgastarlos, desesperarlos y sojuzgarlos definitivamente.

LA APACHERÍA - PressReader
LA APACHERÍA

En el interior de esta inmensa zona supranacional, los clanes nómadas de comerciantes, de conductores de subsaharianos hacia los países mediterráneos y de pastores que avanzan en una lenta transhumancia por el desierto, apoyándose en los oasis para proseguir con seguridad, constituyen también islas “refugios temporales” para las bandas yihadistas. Que pueden incorporarse durante algunas etapas a las marchas por el desierto de los grupos nativos. Los yihadistas se superponen y se camuflan como pueden con el resto de los habitantes de los ínfimos poblados, muchos de ellos de raza negra, y de los transeuntes, que a veces van formando grupos organizados de subsaharianos, que se dirigen a los países islámicos del Mediterráneo, en este inmenso territorio disponible.

Pero, como les ocurre al aceite y al agua, sólo se mezclan en una “emulsión” mientras se les agita. Luego, la mayor parte del tiempo, son inmiscibles por su naturaleza química, íntima. Algunos jefes de bandas, según se ha dicho rápidamente, han llevado a cabo alianzas matrimoniales con los clanes locales. Pero esto puede ser una deducción más o una excepción, no una realidad. Ya que los vínculos sociales de estos yihadistas seminómadas son lábiles, no rentables, inconsistentes y peligrosos. Y los matrimonios sin provecho no forman parte de la idiosincrasia de los clanes bereberes. Estas tribus fronterizas semi independientes fomentan una relativa endogamia. Con ella buscan aislar, proteger, mantener o fomentar su idiosincrasia, su influencia y su patrimonio. Pero, sin que sea biológicamente perjudicial su uso. Como sería entre los miembros de una misma familia o clan pequeño o cercano. Los matrimonios no sólo suponen y conllevan intercambios de individuos entre las familias de los contrayentes. Producen también intercambios y flujos de regalos, visitas, relaciones y parcelas de poder. En unas sociedades poco evolucionadas y residentes en un medio difícil y, a veces, rodeadas temporalmente de hostiles o de “extraños”, las relaciones matrimoniales producen un “ingreso”, unos aumentos de posiciones sociales, influencias y bienes, que son muy apreciados en aquéllas.

El problema para la Europa unida.

Este “santuario yihadista” desparramado sitúa a sus bandas cerca del bajo vientre de Europa mediterránea, a la distancia de sólo uno de los países islámicos mediterráneos. Pero tras la malhadada “primavera árabe” de primeros del 2011, todos los países islámicos quedaron alterados, cuando no han sido conmocionados gravemente. Hay cuatro países musulmanes que circundan por el norte esa zona geográfica de refugio de radicales irredentos e irrecuperables. Túnez está aún por encontrar su camino socio político, que se bifurca peligrosamente entre el radicalismo y una democracia imperfecta. Marruecos tiene un alto peligro potencial de radicalización o subversión islamista, al no satisfacer las concesiones del Rey a las aspiraciones crecientes de sus masas, más o menos impulsadas por islámicos y políticos,. Argelia es por ahora la sociedad más estabilizada y resistente de esa zona geoestratégica frente al peligro radical musulmán; que la amenace, bien por la vía de las urnas o por una subversión injertada y subvencionada. Mauritania, que carece de instituciones fuertes y de un buen ejército y su territorio es extenso y poco poblado; es el primer candidato a sufrir un asalto yihadista deliberado, fuera de su hinterland impreciso actual. Pero una incursión de objetivo limitado nunca busca, ni puede lograr, una permanencia duradera en su objetivo físico, aunque a los occidentales les alarmen estas demostraciones de “comandos de un solo uso”.

Estado Islámico clama haber matado a más de 200 miembros de Al Qaeda del  Magreb Islámico y del JNIM en diferentes enfrentamientos en el Sahel
ESTADO ISLÁMICO DEL SAHEL

Al carecer de una consistente capacidad operativa, que les permita lograr y defender un objetivo estratégico, la trascendencia verdadera de sus acciones tácticas aisladas es limitada. Pueden desestabilizar a regímenes centroafricanos débiles, como lograron en enero de 2013 con el de Malí. Mediante numerosas acciones puntuales móviles en un territorio fuera del alcance de fuerzas regulares motivadas, entrenadas, decididas y comprometidas con la misión de erradicarlos. O, en el de países donde su ejército sea sólo un proyecto o un resto del mismo.

Pero la rápida, valiente, en solitario y decisiva actuación estratégica de las FFAA de Francia, les llevó a enfrentarse en combates regulares con un ejército moderno y padeciendo una muy mala correlación de fuerzas. Para defender sus posiciones fijas y alternativas en poblados del territorio donde supuestamente se habían asentado: el Azawad. Y desde donde se atrevieron a avanzar en varias puntas de ataque hacia Bamako: una actuación operativa fallida.

Mali i els grups armats de l'Azawad s'asseuen a la taula de converses  d'Alger - Nationalia

A partir de los 90, el objetivo yihadista estratégico general se vuelve contra Occidente. Su objetivo actual es golpear a cualquier gobierno, de cualquier origen y sociedad, con tal de que los “objetivos posibles” les sean asequibles. Puesto que el califato radical y agresivo de Dar al–Islam no existe hoy en día y no se pueden integrar en él para su “defensa”. Los grupos yihadistas del África noroccidental (sus nombres están repetidamente en los medios) tienen una gran descentralización operativa, por la universalidad de la Umma, que trasciende la idea de nación o raza, a través de una religión totalizadora. Y les facilita hombres de lugares lejanos para luchar en sus “causas”. Pero que también les impide conseguir objetivos estratégicos consistentes. Aunque sus acciones puntuales sean importantes, dolorosas, temibles.

Así, estos revolucionarios radicales intransigentes en el África noroccidental han fracasado en incorporarse activa y firmemente a un grupo social amplio, que dé cobertura e impulso permanente a su “movimiento socio religioso imperialista”. Los activistas más alienados, y los del África noroccidental lo son, se van aislando poco a poco de la sociedad en la que “viven” (al menos, emocional e ideológicamente). Y lo hacen en aras de sus métodos violentos, siempre repudiados por la mayoría de las poblaciones humanas, a los que sacrifican todo, por conseguir la eficacia en la acción. Siguen para prepararse un proceso de segregación, purificación, consagración y radicalización. Esta “catequesis de la violencia” les permite llegar anímicamente a la muerte gloriosa y en paz, e, incluso a la actuación sin retorno, en la realización de sus acciones puntuales.

La actuación de contención de Europa en la zona geoestratégica.

Según los datos facilitados por el proyecto ACLED para la localización y el fechado de incidentes armados en la zona, entre noviembre de 2018 y finales de marzo del siguiente año, fueron muertas más de 2150 personas en el Sahel, como resultado de más de 700 ataques yihadistas. Cerca de la mitad de las víctimas se produjeron en Burkina Faso y Malí. Los principales grupos yihadistas presentes en la zona son el Estado Islámico del Sahel, una franquicia del hoy decrépito y desarbolado Estado Islámico de Irak y Levante y el denominado Jama’at Nusrat al-Islam wal Muslim, una especie de conglomerado de bandas y pandillas de salafistas yihadistas, que alcanza hasta Argelia y el sur de Túnez.

Ansaroul Islam: The Rise and Decline of a Militant Islamist Group in the  Sahel – Africa Center for Strategic Studies
BANDAS de Jama’at Nusrat al-Islam wal Muslim

Son cuatro las iniciativas de “acción y seguridad” desplegados en la zona bajo los auspicios y la legalidad de la ONU y la UE. Está la operación francesa Barkhane, lanzada en 2014, que cuenta con 4500 soldados desplegados. Hay varias tareas de entrenamiento y adecuación enviadas por la Unión Europea, para la capacitación de las fuerzas armadas nacionales.

Francia revisa con el G5 del Sahel su estrategia antiterrorista en el norte  de África | Euronews

Y, luego está la fuerza conjunta y regional del G-5, creada por la Unión Africana en 2017 con los países de la zona, apoyada por la UE, sobre todo, por Francia, contando con 5000 hombres desplegados. Están también implicados en las tareas de combate y patrullaje otros países más lejanos, como Marruecos, Argelia, los EEUU y Arabia Saudita. Aunque las esperanzas de éxito son grandes, las distintas visiones operativas en este abanico de participantes e interesados en la FC-G5, le traen problemas a su despliegues y activación.

(FINAL)

EL YIHADISMO QUE AMENAZA EL FLANCO SUR DE EUROPA

En una zona del Sahara y del Sahel continua, difusa, extensa y de contornos geopolíticos plásticos, que comprende el este de Mauritania, el norte de Malí y de Burkina Faso, el oeste de Níger y las zonas montañosas del sur de Argelia, se extiende el habitat natural de los yihadistas occidentales africanos. La inmensa zona de transición del Sahel ocupa los territorios africanos entre el Sahara y las regiones tropicales húmedas, situadas al sur de ella. El Sahel se ve azotado por sequías pertinaces, que son su principal condicionante geográfico y que extienden progresivamente el desierto hacia el sur y alejan a sus pobladores sedentarios a hacia los países centroafricanos colindantes. El Sahel no es más ya que los terrenos húmedos y verdes de África Central, que están en vías de agostamiento y desertización por el avance incontenible del Sahara y que continúa hacia el este cruzando el Chad y Sudán del Sur, hasta las costas del Mar Rojo de Eritrea y Etiopía.

Bereberia y el País de los Tuaregs.

El país de los bereberes lo forman las tierras interiores de los países del centro y oeste del Mediterráneo africano, Marruecos, Argelia, Túnez y la Tripolitania (el oeste de Libia). Esos individuos de piel blanca, para diferenciarlos claramente de los árabes o morenos (moros) constituyen una mayoría característica en regiones como la Kabila, el Rif y el Aures. Aunque desde finales del siglo VII abrazaron el Islam, los bereberes han sostenido siempre una resistencia correosa y discontinua contra la invasión de los árabes desde el Este, por el mantenimiento de su idiosincrasia y su poder regional en sus tierras. Los bereberes eran cristianos viejos antes de la dominación islámica. Por ejemplo, en el Magreb había 47 obispados funcionando en el siglo V de nuestra era.

Archivo:Map of Berber languages.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Al sur de Bereberia, formando parte de sus etnias y extendiéndose con el desierto hacia el interior del África, viven los tuareg o al-Tawarik. Éste es el plural de “tarqui”, “tarka”, que son un grupo racial definido y encuadrado dentro de los Sanhadja del Sahara occidental. El nombre podría venir del verbo árabe “taraka”, que significa abandonar, por ejemplo, la religión, convertirse en “renegados”. Y se referiría a la difícil islamización de este grupo bereber. Otros investigadores derivan el nombre del árabe tharik, camino. Para designarlos como “ladrones de caminos”, por el control total que ejercieron durante siglos y hasta hace bien poco sobre las grandes rutas transaharianas, y sus saqueos habituales de las poblaciones negras del Sahel. Su origen organizado e independiente surge con la reina Tin Hinan, que se trasladaría desde el desierto occidental a las montañas del Hoggar. Y desde allí se extendieron posteriormente por las regiones meridionales del Sahara y del norte del Sahel. Existen enterramientos muy ricos de mujeres, que proceden de esta época más o menos idealizada. Este origen matriarcal se ve apoyado por su tradición cristiana y establece una filiación y una herencia materna en los clanes tuareg. Y hace que la mujer tarqui goce de unas libertad, estima y prerrogativas, que son desconocidas en el mundo musulmán. En cuanto forman una nación sin estado propio, los tuareg están repartidos en ocho federaciones tribales. Las cuales se agrupan geográficamente en los tuareg del norte, los Tassili N-Ajjer, Hoggar y Adrar y los del sur, los Awelimid y Kel Wi del Air.

Tin Hinan - Wikipedia, la enciclopedia libre
REINA TIN HINAN

Su estructura social los divide en clases poco permeables, en virtud de sus orígenes citados y de los oficios que realizan. Los tuareg de las clases superiores tienen el privilegio de usar un velo coloreado con índigo, que da a toda la etnia su nombre popularizado, los “hombres azules”. Los jefes o amenokales son aquí “primus inter pares”, elegidos por las clases nobles y los guerreros en sus asambleas soberanas, que toman o ratifican todos las decisiones importantes para el clan. Esos jefes locales son como negociadores privilegiados con los distintos gobiernos o autoridades, que gozan de una autoridad personal más que institucional, y cuyos acuerdos pueden ser ignorados por los varones adultos, si no están revalidados por aquellas asambleas. Hoy en día los tuareg se despliegan por un vasto territorio, sin fronteras ni tierras bien definidas, procurando una sedentarización, que sea la base de un mínimo desarrollo social y económico desde el puro nomadismo. Dicho espacio geográfico actual coincide con el “habitat subversivo”, que se superpone a él, donde se asientan los distintos grupos yihadistas activos en el África noroccidental desértico.

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TUAREG O BEREBERES DEL DESIERTO

Los tuareg se dedicaron desde tiempo inmemorial al pastoreo nómada de camellos, ovejas y cabras. Aunque sus principales, riqueza, poder y status provenían del “control” de las rutas de caravanas que cruzaban su vasto territorio. Este control lo ejercían con una combinación ecléctica de fielatos, rapiñas y como conductores y auxiliares de las caravanas. Este dominio de las vías comerciales y de avituallamiento, no perturbado por los colonizadores europeos, les proporcionaba una importante influencia sobre los mercados de origen y destino de aquéllas. También asolaban las poblaciones negras asequibles a sus territorios, robándoles los bienes y capturando esclavos para su servicio y para la venta. La aparición bastante abrupta de los nuevos estados independientes africanos tras la II guerra mundial, quebró definitivamente este poderío económico y la influencia sobre las poblaciones aisladas en dichas rutas. Al ir coartando sus libres desplazamientos, al mismo que perdían la exclusividad de los transportes y portes por su transpaís con la progresiva motorización en aquéllas. Su transhumancia y su capacidad de adaptación a los períodos de sequías fueron también estrangulándose. Así, las sequías de los años 70 y 80 forzaron a familias y pequeños clanes a instalarse junto a los núcleos urbanos cercanos en Argelia, Libia y Nigeria. En estos momentos, la población total de etnia tuareg que vive en su habitat natural e histórico y sus aledaños geográficos oscila entre 1,2 y 1,5 millones de personas. Y en esos territorios de tantos países la densidad de la población es repetitivamente de 1,5 personas por Km2.

Tombuctú - Wikipedia, la enciclopedia libre
TUMBUCTÚ

Los tuareg siempre se opusieron a la formación de estados centrales, que proyectaran su acción dentro de su territorio. Así lo hicieron por la fuerza contra los imperios negros de Malí y Songhay, los cuales también elevaron a Tombuctú a la categoría de capital cultural del Magreb en el Alto Medioevo. Tombuctú fue fundada por los tuareg al inicio del siglo XII, que siempre la consideraron de su propiedad y, a lo largo de los siglos, la reconquistaron varias veces, la última en el período 1863-1893. Los tuareg son musulmanes de la periferia del Islam, donde no llegan con plena potencia e interés las doctrinas ortodoxas o radicales. Los condicionantes naturales y políticos de su transpaís han sido siempre duros. Ellos han desarrollado una resilencia, una resistencia humana para sobrevivir y perdurar en sus tierras perennes. Entonces, no sólo su religión sui generis es una virtud de su etnia. También son virtudes para ellos el mutuo juego de derechos y deberes, que se derivan de las relaciones entre las personas y los grupos familiares, clanes y tribus. De donde derivan la identidad personal, referida y comparada a sus iguales, y la mutua protección de individuos y sus sociedades primitivas.

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MILITARES MALIENSES: MUY BUENOS EN FORMACIÓN O PARADA.
PEORES EN PATRULLAJE O COMBATE

Así, no es de extrañar que en los momentos de máxima debilidad del estado maliense, los tuareg se apoderaran del norte de Malí y hayan hecho a Tombuctú su capital política. Conviviendo por mutuo aprovechamiento y a regañadientes con el asiento de los grupos yihadistas internacionalistas en ciudades como Gao, Kital y la propia capital, en el interior de su República del Azawad. La república de Malí llegó a ser un estado en vías de claudicación. El ejército intentaba imponerse en el norte a los tuaregs y a los brotes verdes islamistas. Pero, carecía de motivación, de espíritu de cuerpo, de entrenamiento y equipos y de voluntad profesional. Los generales dirigían desde Bamako las acometidas espasmódicas contra los asentamientos rebeldes más evidentes y permanentes. Y los oficiales y suboficiales, entre ellos las capacidades eran similares, intentaban animar e impulsar a sus hombres. Para que, venciendo la natural pereza táctica de combatir, las pequeñas unidades cumplieran sus misiones. Por ello, el golpe de estado del 22 de marzo de 2012 lo protagonizaron, haciendo un gesto de bonapartismo de supervivencia, los capitanes malienses, hartos del mal uso al que eran sometidos.

Un santuario para las bandas yihadistas al oeste de África. Su peligro para el sur de Europa.

Una de las razones de la atracción de esa “zona santuario” para los grupos yihadistas semi nómadas y desarraigados de los pueblos de esos países, es la debilidad endémica de los ejércitos maliense, mauritano, de Burkina Faso y de Níger. Sólo los ejércitos argelinos, en parte el del Chad y de Nigeria están capacitados en estos momentos para llevar a cabo una “guerra irregular” eficaz contra grupos de individuos motivados, entrenados y dispuestos a llevar a cabo su Yihad.

Demostración de fuerza del ejército argelino en la frontera marroquí
BLINDADOS LIGEROS ARGELINOS.

Pero también es necesario que el santuario les ofrezca una seguridad geográfica suficiente, que les proteja de un avance mecanizado desde la profundidad de las zonas en manos de los militares enemigos, nativos o foráneos. En la zona que tratamos no hay grandes bosques, ni poblados importantes, que puedan dar a los terroristas nómadas el refugio necesario para no convertirse en “insurrectos errantes”. Y agotarse así en movimientos superfluos y continuos, a través de las enormes extensiones disponibles de terrenos inhóspitos y libres, sintiendo el aliento del enemigo en sus nucas. Y que les lleven a desear las bondades de la dispersión de sus bandas y el abandono de las armas. Esa protección geográfica se la brindan los macizos montañosos de la zona, que se extienden sin solución de continuidad, abarcando casi todos los países amenazados por el yihadismo afrooccidental. Macizos que están adaptados al escondrijo y el refugio de pequeñas bandas aisladas. Y así, tenemos la Meseta del Djado en el norte de Níger, llegando hasta la frontera con Libia; las alturas de Air (Azbine) situadas en el centro interior de Níger; el Adrar de los Iforas o montes de Kidal que se extienden en el noroeste de Malí, como último refugio de los yihadistas en el Azawad; y, acercándose desde el norte a los otros tres, el macizo elongado de Tass Oua-n-Ahaggar (o Hoggar) del centro-sur de Argelia. Es de señalar aquí que en toda el área internacional que tratamos, existen también multitud de individuos de las etnias negroides subsaharianas, que, en su adaptación a las sucesivas facilidades y dificultades de vida en sus territorios anteriores, también protagonizaron un flujo de población hacia el desierto.

(CONTINUARÁ)

LA CAZA Y CAPTURA DE ABU BAKR AL-BAGHDADI.

Introducción.

Las “pequeñas unidades” atacando con objetivo limitado (una incursión profunda, la toma de una posición crítica, el rescate de una personalidad, una emboscada) constituyen un “sistema” militar cerrado. Esta condición impone unas características específicas en sus “interfases de acción” con el enemigo. Que no siempre son idénticas a las de la lucha de unidades y grandes unidades, sobre todo en la limitación de los medios y del tiempo de actuación disponible.

Las unidades así empeñadas deben imponer rápidamente y mantener una superioridad combativa sobre el enemigo. Para poder conseguir la supremacía local y temporal, que les permita conseguir dichos objetivos limitados.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi EN LOS COMIENZOS DE SU ACTIVIDAD YIHADISTA, TRAS LA INVASIÓN DE LOS EE.UU. A IRAK.

La característica o el factor de la concepción de su misión es la simplicidad. Las características de su preparación son la inteligencia, la seguridad y el entrenamiento. Las características de su acción son la sorpresa, la velocidad de acción y el compromiso de los participantes en la misión.

El caso “The Hunt for Abu Bakr al-Baghdadi” está tratado con profusión y difusión suficientes, en cuanto a sus características publicitarias, políticas, legales, humanas y técnicas. Ahora analizaremos las particularidades tácticas y operativas que lo caracterizaron.

¿Cómo se detectó la presencia de Abu Bakr y sus parientes en esa localización? Evidentemente, una vez destruídas y liberadas las bases de apoyo y refugio del califato sunní en Irak y Siria, los EE. UU. y los otros países presentes en la zona de guerra estaban interesados en al-Baghdadi y procuraban su captura. Al parecer, un miembro arrepentido del Estado Islámico, que conocía la red de mensajeros de Abu Bakr, se pasó a las filas de las Fuerzas Democráticas Sirias, coalición opositora a al-Assad, controlada por los kurdos del Y.P.G. y apoyada por los EE. UU. Este “arrepentido” se convirtió en agente doble de esa coalición. Y, por sus antecedentes, consiguió acceder al círculo íntimo de al-Baghdadi y sustrajo una prenda íntima de éste (al parecer, un calzoncillo). La cual sirvió para identificarlo con casi el 100% de seguridad. Otros medios de la inteligencia estadounidense confirmaron o no desmintieron esta identificación por el ADN. Lo cual confirmó la investigación y estableció el objetivo.

Desde mayo de 2019, al-Baghdadi se encontraba en Barisha. Y, ya estaba a punto de trasladarse a otra ubicación escondite, ya que cada 6 meses solía mudarse de refugio. Era ya un huido, un insurrecto errante, sin bases estables refugio, desde donde adoctrinar y expandir su territorio. E incapaz de realizar una defensa coherente de sus escondites. Su única técnica defensiva disponible era la ocultación, buscando que fuera eficaz e impermeable a la detección humana y electrónica enemiga.

Desarrollo de la Operación de Caza y Captura de Abu Bakr al-Baghdadi.

La unidad militar elegida para llevar a cabo la “Operación Kayla Mueller” fue la US Navy Seal. Ésta es la unidad de su Marina de Guerra encargada de las acciones puntuales especiales por mar (sea), aire, (a) y tierra (l). Los Seals se crearon al final de la década de los 50 del siglo XX. Al apreciarse por el Pentágono la necesidad de contar con militares polivalentes, extremadamente preparados y capaces de actuar en cualquier ámbito en condiciones exigentes.

 

A primeros de los 60 y por deseo del presidente Kennedy, comenzaron a actuar en Vietnam. La formación general de un Seal se prolonga durante años de duro trabajo. El Seal cobra entre 42 mil y más de 65 mil euros al año. Su trabajo duro, minucioso, preciso y peligroso, no se compensa económicamente. Satisfacer su amor a la milicia, su vocación de servicio (éste se le enseña), su amor a la patria y su compromiso con sus colegas y la unidad son su paga principal. La “unidad 6” de los Seals, un grupo de élite de una veintena de hombres, participó en esta misión, encargándose de los objetivos principales. Es posible que el almirante jefe dirigiera la operación, pero no hay confirmación oficial. La naturaleza de los Seals, la estructura de las subunidades aerotransportables participantes y de los transportes y apoyos eran elementos que contribuían a la simplicidad de la misión, ya que se adecuaban perfectamente a ella.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi EN MOSUL, A FINALES DE JUNIO DE 2014, PROCLAMÁNDOSE CALIFA DE TODOS LOS MUSULMANES.

El entrenamiento y el ensayo de la misión no fueron descuidados, a pesar de la enorme experiencia general de los hombres. Antes de la activación de la unidad en la Base al-Asad, en Irak, aquélla fue entrenada en un “modelo” que reproducía fielmente las instalaciones, la extensión y las características del complejo urbano de Abu Bakr al-Baghdadi y los terrenos aledaños. Éste estaba a las afueras de la pequeña población de Barisha, al norte de la provincia siria de Idlib y a unos 6 Km. o 4 millas de la frontera con Turquía. El “essay model” fue levantado probablemente en una de las bases de entrenamiento más o menos protegidas de los Seals. Y éste se prolongó por unas 6 semanas, con intervalos. Durante esta fase se mantuvo el factor seguridad de la misión, ya que los ensayos y prácticas que realizan los Seals son variados y cambiantes.

La unidad atacante, formada por un centenar de efectvos, se desplegó en su base de partida principal al menos unos 10 días antes de la operación, para no incrementar su tensión y facilitar su adaptación final. El factor seguridad se mantuvo incólume durante toda la gran fase de preparación de la misión.

En la madrugada del domingo 27 de octubre de 2019, el jefe de vuelo de la “fuerza de transporte” tomó el mando de la operación y ordenó el despegue de los helicópteros de su base de partida al-Asad. La fuerza de transporte procedía de alguna de las divisiones 82 0 101 aerotransportadas del US Army. El vuelo al objetivo se realizó siguiendo hasta 3 o 4 direcciones diferentes, para no llamar la atención de observadores o curiosos en tierra. Las trayectorias se orientaron al oeste-noroeste, evitando el cercano eje de poblaciones arracimadas en la gran cuenca del Eufrates. Con ello se protegían los factores de seguridad y de sorpresa de la misión, durante la fase de acercamiento.

La fuerza de operaciones utilizó entre 6 y 8 helicópteros. Entre 4 y 6 eran Chinook CH-47, bimotores, para carga pesada, que transportaban a los Seals, los equipos y a la unidad canina de apoyo. Y los otros eran su escolta: 2 Apache AH-64 de ataque y protección. Ésas aeronaves fueron suficientes para trasladar de vuelta a todos los hombres y perros, con su botín de información para la inteligencia, prisioneros y el cadáver de Abu Bakr.

Al llegar la expedición aérea a las inmediaciones del complejo yihadista, un grupo de hombres armados salieron de éste. Y se dispusieron a situarse en sus posiciones previstas, en torno a las edificaciones. No eran más de una veintena. Los helicópteros en vuelo abrieron fuego sobre ellos. Y la zona de su despliegue fue saturada de proyectiles de las armas pesadas de abordo.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi  DERROTADO, ESCONDIDO Y PERSEGUIDO.

Ya en el objetivo, el coronel jefe de la fuerza de ataque tomó el mando de la operación. Antes del asalto, los altavoces de los helicópteros conminaron a al-Baghdadi a rendirse. Pero, éste corrió a esconderse. En su lugar, salieron 2 adultos y 11 niños.

Las tripulaciones de los helicópteros, dotadas de medios de fuegos pesados, se encargaron de sellar el complejo de viviendas del exterior. Los Seals de asalto avanzaron sobre aquél por dos lados. Una fracción de ellos, formaron un “anillo” defensivo exterior, para aislar el complejo desde tierra. La entrada en el interior de la casa principal se realizó por una abertura practicada en una pared lateral. Por miedo a que en las puertas y ventanas existieran booby traps o trampas para ingenuos explosivas. La mayor parte de los hombres se encargó de neutralizar a los escasos escoltas yihadistas que quedaban y capturar a los civiles (mujeres y niños) de las viviendas. Todos los Seals estaban comunicados entre sí mediante una Intranet sofisticada.

Un grupo especial, el “hunting team”, a cargo del coronel, fue a por Abu Bakr. En él se integró la unidad canina de detección, neutralización y ataque. El equipo de identificación también formaba parte de este mini grupo de armas combinadas. Otro grupo, el “inteligence collect team” se encargó de recoger toda la información sensible existente en las varias instalaciones o casuchas. Ambos “grupos de misión” se dividían en subgrupos, para completar rápidamente sus misiones por el complejo. Asimismo, en las detecciones indicadas colaboraban todos los hombres dentro del perímetro.

Golpeada por el fuego pesado, toda la familia quedó aturdida y conmocionada. Al-Baghdadi escapó con dos o tres de sus hijos siguiendo un laberinto de túneles excavado bajo la casa. Que le permitirían, tras un recorrido de unos cientos de ms., alcanzar la superficie por una disimulada y protegida salida lejana.

En un momento dado del avance del “hunting team” por el laberinto, el coronel dio órdenes de adelantar a la unidad canina de los Seals. Su idea era preservar la vida de sus hombres de élite. Uno de los miembros de la unidad, una perra pastor belga malinois con identidad encriptada, por pertenecer a una unidad clasificada, se adelantó a los demás teams o grupos caninos y fue acercándose a Abu Bakr. Su nombre sería K-9, que responde a la nomenclatura usada en otras ocasiones en operaciones especiales. Sin embargo, la profusión de noticias dudosas, filtradas gota a gota, le atribuye el nombre de Conan, recogido en la revista Newsweek.

Cuando Abu Baker se vió atrapado, ya con los nervios rotos y derrotado, explotó su chaleco explosivo. Matándose él y sus hijos e hiriendo a la perra. El equipo de identificación se adelantó, buscó ADN entre los esparcidos restos y confirmó al 100% la identidad de al-Baghdadi.

La operación culminó en unos 60 minutos, pero los hombres estuvieron unas 2 horas más en la zona. Luego, ocuparon sus helicópteros y éstos partieron de regreso. El cadáver del jefe del EI fue depositado en el mar, dentro de las 24 hs. siguientes, siguiendo el rito islámico.

A continuación, aviones estadounidenses de ataque a tierra lanzaron 6 cohetes de HE, probablemente del tipo Maverick, a la zona de operaciones desalojada, convirtiéndola en “zona de destrucción”. El último refugio de Abu Bakr quedó convertido en un área de color gris claro laminada hasta las cenizas y con los escombros triturados.

El Resurgimiento de la Insurrección sunní en Irak y Siria. 2ª Parte.

CONTINUACIÓN.

El Corán, fuente religiosa común de los chiíes y sunníes, no es muy revelador acerca de las disputas internas armadas (DIA) dentro de la comunidad universal de creyentes o Umma. En la época del Profeta este problema ni se contemplaba. Y si aquéllas hubiesen existido, al juntarse con el acoso externo que sufrían los musulmanes, probablemente llevasen juntos a la dispersión y a la desaparición del grupo de los fieles. En la Sura (capítulo) 49, aleya (versículo) 9 se les ordena a los musulmanes: “Cuando se hacen la guerra dos naciones de creyentes, procurad reconciliarlas… Los creyentes son tus hermanos (es la máxima relación de consanguinidad). Arreglad, pues, las diferencias de vuestros hermanos y temed a Dios, a fin de que tenga piedad de vosotros.” Y en 4, 33: “Oh, creyentes,… no os matéis entre vosotros…(o, no os matéis a vosotros mismos)”. El inicio del versículo va dirigido contra la codicia y la apropiación ilícita. Y el Legislador ha podido extenderlo al asesinato (muerte del inocente) y sus variantes (por ejemplo, el suicidio).

Sunníes contra chiíes, la lucha interna del Islam.

El cisma chií pretendía arrebatar a la mayoría de los musulmanes, seguidores de la Tradición, la legitimidad del legado de Mahoma. En él iban incluidos los conceptos del legítimo origen, del mando o dirección social y militar, del control y desarrollo religiosos y de las perspectivas organizativas y sociales del Islam. Los sunníes tienen el mando político religioso de la Umma en el califato y sus emires y jeques delegados, asesorados, prevenidos y apoyados por los ulemas y muftíes piadosos. Los chiíes, para lograr y mantener la supervivencia, descansaron el poder político, la dirección de su gran estrategia o estrategia nacional y la conducción religiosa, en la “casta clerical”, como intermediarios privilegiados entre los fieles y Allah. Esto mantiene firmemente unidos a los creyentes en torno a su interpretación única y vigilada del Corán. Aunque los chiíes también tienen una proyección ideológica y social hacia el futuro: el retorno liberador, justiciero y hacedor del Mahdi, encarnado en su decimosegundo imán desaparecido (en el año 874), que no ha muerto. Esta creencia refleja la necesidad social y psicológica de la recuperación, consolidación y exaltación del orden establecido original, que fue perturbado por los sunníes. Y, también, será un premio, la paz y la ventura para los creyentes ortodoxos (ellos) antes del Resurgimiento y del Juicio Final de Allah.

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EL GENERAL IRANÍ QASSEM SOLEIMANI Y ALÍ JAMENEI, JEFE SUPREMO DE LOS CHIÍES IRANÍES.
«ÉL SERÁ PARA TI UN HIJO. YO SERÉ PARA ÉL UN PADRE».

Un problema fundamental para un acercamiento fraternal de los “hermanos separados enfrentados” lo constituyen los conceptos del legítimo origen del mando, del control y desarrollo del “dogma y la moral” y de las inmensas estructuras económico político religiosas, con vida e intereses propios, creadas por ambas expresiones del Islam, casi desde el inicio del mismo.

Otro grave origen de agravios y distanciamientos irreconciliables, sobre todo a nivel nacional, son las formas de luchas violentas entre ambas creencias. Cuando se atacan entre sí, se procura hacer el mayor daño posible, llegando hasta la intimidad del parentesco. Y así se buscan los objetivos en las mezquitas, mercados, peregrinaciones, concentraciones y en los tránsitos frecuentes o en masa de las gentes. Sitios donde siempre están miembros de una misma familia. Es la violencia incontrolada y llevada a sus extremos innecesarios, impúdicos, vesánicos y paradójicos (¿no profesan la misma religión?). Entre los clanes y tribus, hablando sólo étnicamente, esta ola de asesinatos, atropellos y daños en los bienes, genera siempre una cadena intergeneracional de vindicaciones ineludibles para los ataques, las represalias y los agravios de sangre sufridos. Este nudo gordiano esencial e indestructible, por lo que parece, sólo se puede cortar con la espada de la generosidad, del altruismo (buscando no lo que nos “falta”, sino mirando adelante) y del perdón, que debería ser más asequible entre hermanos de confesión.

El Conflicto civil de Iraq.

En Iraq, la gran estrategia de los sunníes no pretende ganar una guerra civil a los rgímenes democráticos imperfectos de al-Maliki y de sus varios sucesores, de la mayoría chiíta. Los sunníes luchan en Irak por garantizar regionalmente el poder de sus tribus, basado en sus jefes aceptados, en sus “asambleas de iguales” entre los destacados de aquéllas y en el “código de honor”, que regula, con sabiduría secular, su comportamiento y sus derechos y deberes individuales y colectivos. La estructura de tribus, clanes regionales y locales y familias, que estructura y soporta a las sociedades árabes, da el valor y sentido prácticos a las lealtades y los intereses, siempre relativos y aún oportunistas, de los árabes.

Los sunníes quieren arrancarle a la mayoría chiíta los derechos y concesiones, que se les niegan demasiado tozudamente dentro de las reglas de la imperfecta y reciente democracia inorgánica existente en Iraq. Las elecciones primeras en Irak consagraron el derecho “democrático” de la mayoría chií sobre ellos. Y el llamado “resurgir sunní” del general Petreaus, está ya sin “estímulos”, ni funciones reales, extinguido y desaparecido. Sólo fue una táctica político militar efímera, buscando ahorrar vidas de los soldados estadounidenses. Y no buscando, siquiera parcialmente, una solución nacional para el enfrentamiento secular de los chiíes y sunníes iraquíes. Y los nuevos políticos democráticos no intentaron, ni tratan, pues, de fraguar una integración nacional superior, que supere las divisiones tribales y regionales. Que podría lograrse mejorando y superando las condiciones sociales y económicas de la vida en comunidades sociales primitivas, las tribus y clanes de siempre.

Las demoras del gobierno de restablecer los servicios o “utilities” a las poblaciones y comenzar la reconstrucción de las zonas de guerra son fundamentales en la aparición y el aumento del descontento sunní. La situación económica no ayuda a los gobiernos iraquíes. En febrero de 2018, la conferencia internacional reunida para colaborar a la reconstrucción del país tras la guerra contra el ISIS sólo pudo recaudar unos 30 mil millones de dólares de los 90 mil millones que se solicitaron en ella. Esta penuria y desidia en la colaboración ayudan mucho a que existan aún 2,5 millones de refugiados internos en Irak. La agitación política existente es otro factor en contra. Tras las elecciones de junio pasado, aún no se ha formado un gobierno de concentración. E incluso, las manifestaciones en el sur del país, en protesta por esto, han dejado unos 10 muertos.

Entre los chiíes existe ahora un sentimiento primario y difuso de victoria sobre el enemigo salafista (de origen sunní). El cual no es superado por un protagonismo de Estado, capaz de integrar a las tribus y limar y superar agravios, asperezas y contradicciones sociales. La corrupción, la codicia, el sectarismo y el egoísmo, epitomizados en “el Estado es Nuestro”, son males crónicos de los funcionarios iraquíes.

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EL GENERAL DE LA GUARDIA DE LA REPÚBLICA DE IRÁN QASSEM SULEIMANI ES EL JEFE DE SUS FUERZAS DE AL-QUDS.  TRAS LA MOVILIZACIÓN DE LOS CHIÍES IRAQUÍES POR ALÍ SISTANI, LOS INTEGRÓ EN UN CUERPO PARAMILITAR DE DEFENSA.  QUE DABA UN BARNIZ NACIONALISTA A LAS FUERZAS DE AL-QUDS QUE COMBATÍAN, COMO MERCENARIOS SECTARIOS, A LOS SUNNÍES REBELDES EN IRAK.

Al sur de la gobernación (nombre iraquí de la circunscripción política provincial) de Nínive, capital Mosúl, y del Kurdistán iraquí, capital Arbil o Erbil, se extiende una especie de luneta o romboide geográfico de casi 58 mil Km2, que alcanza hasta Bagdad, donde ya empieza el predominio religioso de los chiitas. Este territorio es árido, montañoso, sin alturas destacables, de clima desértico y de población poliétnica. Lo forman las tres gobernaciones de Diyala, capital Bakuba, Saladino, capital Tikrit, y Ta’min, capital Kirkuk. Predominan en él la estructura social de las tribus, con predominio de las sunníes, frente a las chiíes, y en Ta’min, con mayoría kurda, pero que está fuera de la Región Autónoma Kurda, que lo reclama para sí.

Conviven en ese territorio un crisol de creencias y razas: los musulmanes sunníes, chiítas y kurdos y los cristianos, en una vivencia social que no siempre fue fácil, especialmente desde el derrocamiento de Sadam Hussein al-Tikriti (de Tikrit). Que entre sus aciertos tuvo el mantener cohesionadas con mano de hierro a las distintas tendencias sociales centrífugas existentes en el país, pero permitiendo al país funcionar razonablemente. En efecto, en la década de los 80, durante la guerra Irán-Irak, los chiitas iraquíes permanecieron leales a su país. Tras su derrocamiento, no han surgido en el país ni la paz, ni la estabilidad, ni la democracia, ni la convivencia social, ni el funcionamiento deseable de la economía, ni el amor y el interés por una patria común (hecho que, en el caso del ejército iraquí, es demoledor y disolvente).

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QASSEM SULEIMANI EN CAMPAÑA EN IRAK. COMO JEFE DE LAS FUERZAS DE AL-QUDS, HA PARTICIPADO EN ENTRENAR, EQUIPAR Y APOYAR A TODOS LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS PRO IRÁN DE ASIA DEL SUROESTE, INCLUYENDO A HAMÁS Y A HEZBOLÁ.

Salvo Ta’min, las otras dos gobernaciones son las menos densamente pobladas de Irak, con la excepción de al-Anbar, al suroeste del país y limítrofe con Siria. En ellas, los asentamientos son principalmente poblados y aldeas. Y los caminos internos, que discurren entre alturas, son escasos y estrechos, lo que no facilitan su recorrido por las patrullas militares.

En el primer semestre de 2018, los grupos del EI han realizado numerosas y pequeñas acciones de guerra en las 3 provincias: sabotajes, secuestros y asesinatos selectivos. A finales de junio, 6 agentes de las Fuerzas de Seguridad fueron ejecutados por los guerrilleros, al negarse las autoridades a liberar a las mujeres encarceladas por su relación con el Estado Islámico.

En esta región, los pequeños grupos del EI se concentran para cumplir la orden lanzada a primeros de la primavera de 2018 por un portavoz yihadista de “sabotear la estructura económica de Irak y castigar a sus autoridades y colaboradores”. Pasan por aquí, también, importantes carreteras que unen el norte y el sur de Irak. Y donde los yihadistas pueden exigir impunemente exacciones a muchos vehículos que las cruzan, teniendo cerca sus refugios.

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LOS KURDOS IRAQUÍES COMBATIERON AL ESTADO ISLÁMICO Y QUIEREN UN REFERENDO DE INDEPENDENCIA PARA SU REGIÓN AUTÓNOMA.

Existen en este zona, áreas de entrenamiento y de refugio relativamente seguras para los guerrilleros desde la caída de Sadam Hussein. Una zona incómoda para los militares. Y fuera del alcance habitual de la mano dura, sin contemplaciones contra los rebeldes sunníes y sus “colaboradores” civiles, de las fuerzas sectarias regulares e irregulares chiíes.

A primeros de julio de este año, los militares realizaron una operación de limpieza en Ta’min y aseguran que ya está restablecida la seguridad de las comunicaciones entre Bagdad y Kirkuk. A mediados de este mes, fuerzas de la Coalición internacional apoyaron a los peshmergas y al ejército iraquí en la destrucción de una pequeña base del EI, ubicada en una zona montañosa cercana a Mosúl. Según, los EE UU, por boca del presidente, la batalla contra el ISIS en Irak está ganada en un 98 o 99%. Pero, desde Irak, este optimismo calculado se recibe con incredulidad y pesadumbre. Un notable de una tribu sunní de Kirkuk declaró hace poco: “Hemos perdido mucho dinero y muchas vidas en esta guerra. Y hace ya más de 12 años que vivimos en esta situación tan difícil”.

FINAL.

 

El Resurgimiento de la Insurrección sunní en Irak y Siria.

Cuando Mosúl, a finales de 2017, y poco después, Raqqa y Deir ez Zour, en la gran cuenca del Eufrates sirio, se perdían para el Estado Islámico, pocos esperaban la enconada y correosa resistencia que sus fuerzas yihadistas restantes presentan ahora en el Asia del Suroeste. La razón social que sustenta este Resurgir de los yihadistas salafistas es polifacética y compleja. Y reside en las contradicciones antagónicas étnicas, religiosas y sociales que se siguen planteando en ambos países. Así, el Daesh, revertido y adaptado a una guerra de guerrillas, está en condiciones de resistir durante un tiempo indefinido, con tal de que ellas se mantengan en Irak y Siria.

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OSAMA BEN LADEN CON AYMÁN AL-ZAWAHIRI, SU SUCESOR COMO JEFE LEJANO DE AL-QAEDA.

Si bien en los momentos de su máxima capacidad combativa (año 2015), los guerrilleros semirregulares del Estado Islámico eran unos 45 mil, divididos entre Irak y Siria, en estos momentos sus fuerzas reales son apenas entre una cuarta y una quinta parte de aquélla. Casi todos son ahora veteranos sobrevivientes de los combates y derrotas de estos años. Y tienen la determinación que les da su fanatismo religioso (el combate es para ellos una vía para cumplir la voluntad de Allah y alcanzar el Paraíso) y el estar perseguidos por múltiples enemigos en los dos países. Un signo de su decisión combativa y de su pulsión íntima de desamparo es el uso por muchos de ellos de un pañuelo rojo. Que era la prenda que llevaba Abu Dujana (o padre Dujana), un guerrero coetáneo del Profeta, cubriéndole la cabeza, cuando marchaba al combate. Y que indicaba su disposición a morir por el Islam.


La ONU aseguró en un reciente informe que el número de combatientes del ISIS en Irak y Siria oscila entre 20 y 30 mil y que entre ellos hay un número significativo de extranjeros. Por otra parte, el informe también destaca que miles de sus guerrilleros han conseguido trasladarse a Afganistán, donde el Estado Islámico mantiene un “emirato” cada vez más activo. Creemos que la ONU se refiere a “militantes”, no a muyahidines. Y en un movimiento guerrillero existen varios tipos de combatientes y auxiliares, con diferentes grados de implicación en la lucha armada, policía de retaguardia, sus comunicaciones y su variado apoyo.

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MUQTADA AL-SADR, JEFE DE MILICIAS CHIÍES IRAQUÍ. SU ASCENDENCIA NACIÓ DE SER SOBRINO DE UN FAMOSO CLÉRIGO CHIÍ, PERSEGUIDO POR SADAM.

El EI tiene que acostumbrarse a ofrecer al enemigo militar regular unos blancos pequeños y móviles, fugaces y casi súbitos. Los cuales, muchas veces, incluso reiteradamente, se escapan y escurren de las operaciones de búsqueda, bombardeo y cerco y aniquilación de los grupos y las patrullas militares, por su territorio o por el territorio en disputa.

Las fuerzas guerrilleras se esconden, dispersándose por pelotones en las poblados y aldeas de una zona. Y se reúnen desde varios destinos, para dar sus golpes de mano en las cercanías de ellos, empleando generalmente no más de 7 a 10 hombres. Solamente la dispersión, la astucia, el ocultamiento, el silencio, la paciencia, la precaución, el respeto continuo a la población civil cercana, la seguridad permanente, la concentración rápida, súbita e inesperada sobre un enemigo uniformado o una presa civil, puede garantizarles la supervivencia en un medio tan hostil. Estas cualidades operativas contrastan y difieren de la ostentación, la persecución de las minorías y disidentes, el control despótico de los civiles, la crueldad como instrumento general de sometimiento y de amedrentamiento, la imposición de normas morales y religiosas delirantes en sus bases, las deficientes seguridad y disposición combativa de sus unidades en las áreas de retaguardia, el expolio de los bienes privados y sociales (yacimientos arqueológicos y petrolíferos, bibliotecas, edificios públicos, edificios otras confesiones, propiedades de civiles), que emplearon durante el califato y su rápida implantación.

Sólo la propaganda elaborada, moderna y múltiple, como instrumento de catequización y de guerra psicológica contra los enemigos, se mantiene casi igual que antes, al menos cualitativamente, en esta fase guerrillera del movimiento yihadista salafista.

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AL-BAGDADI, EL CALIFA OCULTO. ¿REGRESARÁ TAMBIÉN COMO AL-MAHDI   -EL GUIADO POR ALLAH-   PARA RESTABLECER EL CALIFATO SUNNÍ ANTES DE LA RESURRECCIÓN?

El califato vuelve, derrotado y disperso, a equipararse operativamente con al-Qaeda. Sólo que Abu Baker al-Bagdadi, o el califa Ibrahim, su nombre de pila, no tiene ya el prestigio como yihadista de Osama ben Laden, el fundador de al-Qaeda (la Base, en árabe). De quien en su día Abu Baker se declaraba como verdadero sucesor y aún superador. Minusvalorando a Aymán al-Zawahiri, el médico egipcio “jefe” en la distancia y mediante instrucciones generales de la “Base” yihadista. Y que, en vida de ben Laden fue como su “consejero delegado”.

Uno de los temas recurrentes del ISIS que ahora, en esta etapa de semiclandestinidad, cobra actualidad e interés es el paradero de su califa al-Bagdadi. Señalamos que desde junio de 2014, en que apareció en un video, proclamando el califato universal islámico en la mezquita de al-Nuri en Mosúl, no se le ha vuelto a ver en público. Sólo existen sucesivos mensajes de audio transmitiendo sus instrucciones y consignas a distintos públicos. Tanto los EE UU como Rusia han manifestado en varias oportunidades su (casi) certeza de que el califa había sido alcanzado en alguno de los bombardeos selectivos, realizados por sus aviones, con el fin de liquidarlo. Habiendo precisado, además, que en algún ataque varios de sus seguidores cercanos y oficiales de su escolta habían perecido con seguridad.

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ALÍ SISTANI, EL PRINCIPAL CLÉRIGO DE LOS CHIÍES IRAQUÍES. PROCLAMÓ EN 2015 LA GUERRA SANTA CONTRA EL DAESH

The Wall Street Journal publicó hace poco una entrevista a Ismael al-Eitawi, uno de los presos del EI de mayor relevancia. Éste participó en un encuentro con al-Bagdadi en la primavera de 2017, en pleno reflujo de la marea yihadista salafista en el Suroeste de Asia. Era una reunión para decidir el plan de estudios que se debía impartir en las zonas del califato. Al-Eitawi se encontró con un califa muy delgado y con la barba encanecida. Al finalizar la reunión, al-Bagdadi fue el primero en abandonar el recinto. Y, aparentemente, no se le ha vuelto a ver por los testigos posibles a mano.

El gobierno de al-Assad. La situación del Estado Islámico en Siria.

Difícil lo tiene al-Assad para conseguir la pervivencia indefinida de su régimen presidencialista autoritario. Los países musulmanes no son proclives a la rebelión contra sus autoridades. Y les corresponde al dirigente y a su oligarquía, dar medios de vida a su pueblo. Bien, proporcionando ellos mismos empleo (administraciones, trabajos públicos y fuerzas de seguridad). Bien, protegiendo a los pequeños y medianos comerciantes, la casta del bazar, que forman el núcleo urbano de las clases “medias” del Islam. Bien, fomentando otros empleos, como los relacionados con el turismo y las peregrinaciones. Esto es más necesario cuanto menor sea el tejido industrial y financiero moderno de esa sociedad. Concretando, las autoridades deben brindar sosiego a la sociedad y controlar su coste de la vida. Mientras esto se cumpla razonablemente, se crea un flujo de lealtades y de sincero entusiasmo de las clases populares hacia sus gobernantes naturales. Que encarnan, de modo ideal y simbólico, el “nosotros”. Mientras esta simbiosis de dirigentes y pueblo se mantenga, éste esta dispuesto a defenderlos y a nutrir las fuerzas armadas. Pero nadie daría un paso por al frente por un “gobernante injusto”, porque es la negación y la corrupción de su esencia vital.

Socialmente y a medio plazo, el régimen de los Assad y su osamenta institucional del partido laico Baaz y sus paniaguados de la Guardia Republicana y de la Fuerza Aérea, los jefes y muchos oficiales del Ejército y de los altos cargos de la Administración, están acabados. Son demasiados sus desmanes, el tiempo de trituración aplicado a los sirios y las fracturas sociales causados a su pueblo heterogéneo. Lo cual no permite que el proceso revolucionario (de abrupto cambio de régimen y de estructuras políticas) tenga una marcha atrás asumible y permanente en Siria. Solamente, la presencia indefinida en este país desolado de las fuerzas combinadas rusas, las milicias de Hezbollah, los voluntarios chiitas iraquíes y las fuerzas iraníes de la Guardia Revolucionaria

A mediados de agosto de 2018, el EI lanzó una doble ofensiva convergente en la provincia de Deir ez Zour, al oeste de la frontera con Irak, atacando los pozos petrolíferos de Amar, uno de los yacimientos petrolíferos más importantes de Siria.

Tras la ofensiva lanzada por el Ejército Nacional de Siria (ENS)con el apoyo del fuego pesado aéreo de Rusia en la provincia de Deraa, situada en el triángulo situado al suroeste del país, entre los Altos del Golán y Jordania, al-Assad consiguió recuperar el control sobre el 90% del territorio de esa provincia. En respuesta, los combatientes del Estado Islámico atacaron en masa en la última semana de julio de 2018 el este de la limítrofe provincia de al-Suwayda, asaltando varias poblaciones y causando un elevado número de bajas entre la población drusa de la misma. Se habla de unos 250 muertos, centenares de heridos y decenas de secuestrados por los irregulares del Daesh, que los llevaron consigo al retirarse de los poblados, ante la ofensiva gubernamental realizada a primeros de agosto.

Las fuerzas drusas de Defensa Popular, aliadas pasivas del ENS, una especie de milicias locales de autodefensa y de escasa capacidad combativa, reaccionaron tarde al asalto de los yihadistas. Aunque fueron de las primeras en reocupar los pueblos de al-Suwayda abandonados por los salafistas del EI.

Se calcula que en esta zona del suroeste de Siria, que abarcaría parcialmente varias provincias al sur de Damasco, y cercana a la ciudad de Yarmuk, en su día sitiada largamente por los rebeldes al gobierno de al-Assad, hay en la actualidad entre 3 y 4 mil guerrilleros activos del EI. Cuya mayor capacidad es su maniobrabilidad y velocidad de actuación, como unidades de infantería ligera semirregulares, partiendo de despliegues extensos, que se concentran para atacar. Frente a un enemigo militar que avanza poco a poco, por pasos asegurados, y precedido por bombardeos de saturación de las posiciones yihadistas, que están generalmente en poblados llenos de civiles atrapados.

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AL-ASSAD Y PUTIN. ¿SE PUEDE PERMITIR RUSIA MANTENER Y SOSTENER UN ALIADO  ONEROSO COMO ÉSTE?

El Estado Islámico emitió un comunicado en el que presentó la incursión múltiple como “una victorias frente al “ejército nuseirí”. Que es un nombre árabe despectivo, dado a las fuerzas herejes alauitas y drusas de al-Assad y aliados; que, a su vez, son desviaciones ideológicas y rituales del chiismo, especialmente los drusos. Por cierto, durante la prolongada guerra civil siria, aún inacabada, los drusos se negaban habitualmente a enrolarse en el ENS, que sufrió una tremenda sangría frente a los rebeldes democráticos y sectarios, nacionales y extranjeros, de todas clases a lo largo de estos 7 años.

Hasta que, en el otoño de 2015, a raíz de la intervención abrumadora de Rusia, en forma de apoyo aéreo, fuerzas especiales y asesores, el ejército de al-Assad comenzó una remontada irreversible, hasta recuperar casi todo el terreno perdido frente a los rebeldes, que suponía el control de más de la mitad del territorio nacional. Y, sobre todo, comenzó a ganar la iniciativa, tanto estratégica como táctica, en las operaciones militares que desarrollaba. Aumentando también, con sus éxitos la oferta neta de reclutas para su depauperado ejército.

(CONTINUARÁ)

¿QUÉ OCURRIRÁ TRAS EL ESTADO ISLÁMICO DE IRAK Y SIRIA…?

INTRODUCCIÓN.

Tras el aniquilamiento de las bases guerrilleras del Estado Islámico (la dispersión y la pérdida de la voluntad de defensa, no la desaparición física) en Irak y pronto en Siria, el panorama político social que se presenta en el Suroeste de Asia es desolador, encrespado y sombrío.

Los posibles “aliados” de las potencias globales o regionales, que existen en el maremagnum geopolítico de Asia del Suroeste son complicados y enredados internamente y están muy necesitados de “ayudas” para su recuperación y para su mantenimiento durante bastante tiempo. Son “aliados” vacíos, gravosos, parásitos y sin enjundia.

Aquí se podría parafrasear al embajador español Agustín de Foxá, conde de Foxá, cuando, en cierta ocasión, durante la II guerra Mundial, asistía a un convite en Roma. Durante el mismo, el conde Ciano, yerno del Duce y ministro de Relaciones Exteriores italiano, con la aviesa intención de pisar y reírse de los españoles, le preguntó: “Por cierto, Foxá, ¿cuándo piensa España incorporarse, por fin, a la lucha internacional contra el bolchevismo, que estamos sosteniendo las potencias del Eje?” Don Agustín le respondió: “Conde Ciano, ¿cree Ud. que el Reich puede permitirse tener (mantener) otro aliado?…” Al día siguiente, se le indicó a Foxá que abandonase Italia.

Esos posibles “aliados” fallidos permiten establecer “bases militares permanentes” a unas potencias regionales con ambiciones de expansión (Irán, Rusia). Pero que no les sirven como bases militares de partida para desplegarse por ningún otro país a la redonda. También se pueden establecer en ellos “bases temporales” para el apoyo de fuego pesado en sus operaciones a sus aliados y para desasnarlos o entrenarlos (Estados Unidos). Pero que tampoco tienen ninguna trascedencia operativa fuera de sus fronteras porosas.

No hay aquí, en estos países desgarrados, fuerza, vigor y solidez como naciones.

Los actores nacionales.

Las contradicciones irreconciliables, que definían las relaciones de poder y creencias entre las etnias y los países del Suroeste de Asia antes de la última aparición de los yihadistas salafistas en los años 90, no están resueltas. Antes bien, el recurso a la violencia armada total para aniquilar al Estado Islámico, ha enconado algunas diferencias antagónicas. Y ha alentado los afanes separatistas de algunos actores de esta tragedia sin par: sunníes y kurdos sirios e iraquíes. Argumentando la discriminación político social que sufren en ambos estados, los méritos de guerra y los derechos a tener un estado nacional, basado en la soberanía sobre un territorio suficiente y defendible. Aunque dicha violencia total haya sido aplicada en las acciones coordinadas de unas coaliciones nacionales más o menos voluntarias e integradas.

El régimen alauí de al-Assad ha roto sus lazos políticos y sociales con su pueblo. Y ha perdido la legitimidad que otorgan los países musulmanes, como parte temporal de la Umma, a sus déspotas y gobernantes más o menos absolutos. Que surge de un equilibrio de cuidado, protección y bienestar del pueblo por parte de los gobernantes, con el acatamiento y el apoyo necesario (esfuerzo, impuestos, levas) que les brindan sus súbditos. Porque ha machacado y destrozado a su pueblo con el fuego pesado indiscriminado en los combates en terrenos urbanos. Que estaban atestados de innumerables civiles, aterrorizados, reducidos a la miseria y sin salida, muchas veces, de los cercos de las poblaciones. Y que tanto el Ejército Nacional de Siria como sus aliados foráneos emplearon sistemáticamente como arma de guerra: para ahorrar bajas propias y por la carencia de fuerzas propias entrenadas en el ataque a las poblaciones, se pulverizaban a las distancias lejanas y medias de combate las posiciones reales, alternativas o ficticias de los rebeldes y el habitat urbano que las cubría y envolvía. Los civiles y sus propiedades afectados eran “daños colaterales”, que asumían sin gran pesar, sobre todo las fuerzas aliadas extranjeras.

La política vacilante y huidiza de los EEUU en Oriente Medio y concretamente en Siria, creó un “vacío de poder” real, en forma de apoyo y patronazgo, que el presidente Putin se propuso ocupar. Esta vez, el autócrata ruso esperó, para asegurarse que los EEUU no estaban allí, ni se les esperaba. Con su intervención militar en Siria, Rusia buscaba acreditarse un papel mediador y relevante en el dámero maldito de las potencias regionales del Suroeste de Asia. También aquella intervención le iba a asegurar un patrocinio aumentado sobre Siria, con la elevación a “permanente” de sus bases naval (en Tartus, Latakia, en el Mediterráneo oriental) y terrestres en el país. Y ni la vida, ni las posesiones, ni los sufrimientos personales y familiares de los sirios le importaban. Si se convertían en un obstáculo a su estrategia político militar en defensa de Bashar al-Assad.

Resultado de imagen de putin ¿LO QUIERE MÁS QUE A LOS SIRIOS?

Los turcos están intentando aumentar su protagonismo y su influencia en esta zona geopolítica. Buscando convertirse en una gran potencia regional. A ello les llevan los sucesivos inconvenientes planteados por la Unión Europea durante lustros por la Unión Europea a su incorporación de derecho a Europa. Y, les empuja definitivamente el gobierno de Erdogan. Que juega sus bazas a largo plazo, por aproximaciones sucesivas, en envites cortos, intentando islamizar la república de Ataturk, sin que los militares, garantes constitucionales de ella, se le encabriten y lo derriben.

Sus renovadas preferencias estratégicas les llevan a mirar por bastante tiempo al Este. Turquía, con casi 80 millones de habitantes, puede intentar hacer un papel moderador sunní hacia la República de Irán. El gran problema operativo para Turquía es que fue la potencia dominante de la zona hasta hace menos de un siglo. El Imperio otomano extendido duró desde el siglo XV al inicio del XX. Y los turcos no son étnicamente árabes y su cultura es diferente.

Resultado de imagen de atatürk DIÓ DESTINO Y ORGULLO A SU PUEBLO, DERROTADO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. ADONDE LE LLEVARON LOS ERRORES DEL SULTANATO OSMANLÍ (CALIFATO).

El ministro de relaciones exteriores turco, Ahmet Davutglu, declaró categóricamente que “intervenir en el norte de Siria es un derecho natural de Turquía”. Y Erdogan remachó que “los que ataquen a Turquía, sentirán en su nuca su aliento”. Los turcos no permitirán que grupos terroristas como al-Qaeda o el PKK (reconocidos por la ONU) se establezcan allí. Pero Turquía sabe que el Kurdistán es largo en Kms. Y que sus rebeldes kurdos actúan desde el Kurdistán iraquí, con bases seguras en los montes Candil. Donde tienen cobertura en su contrapendiente sur y abastecimientos de sus habitantes kurdo iraquíes.

Las armas son instrumentos de mal agüero”; “No fomentéis el asesinato”; “La peor política consiste en atacar las ciudades”, son consejos del maestro Sun en los Trece Capítulos del Art de lac Guerra, del siglo IV a. C.

Los hermanos separados enfrentados.

Sigue planteado, si no se ha exacerbado más, el conflicto dentro del Islam entre chiíes y sunníes. Conflicto que es, en sí mismo, una aberración ideológica, una contradicción antagónica, desgarradora y esencial. Si ha habido una Revelación de Allah, destinada a todos los hombres, ésta debe ser clara y sencilla. Para que los hombres comunes y normales la entiendan y la acepten. Y esto fue más necesario tras la Hégira, en los inicios “iletrados, nómadas y pobres del siglo VII”. Porque Allah ama mucho al hombre común, ya que lo ha creado y crea en tan gran número.

El Corán, fuente religiosa común de los chiíes y sunníes, no es muy revelador acerca de las “disputas internas armadas” (DIA) dentro de la comunidad universal de creyentes o Umma. En la época del Profeta este problema ni se contemplaba. Y si aquéllas hubiesen existido, al juntarse con el acoso externo que sufrían los musulmanes, probablemente llevasen juntos a la dispersión y a la desaparición del grupo de los fieles. En la Sura (capítulo) 49, aleya (versículo) 9 se les ordena: “Cuando se hacen la guerra dos naciones de creyentes, procurad reconciliarlas… Los creyentes son tus hermanos (la máxima relación de consanguinidad). Arreglad, pues, las diferencias de vuestros hermanos y temed a Dios, a fin de que tenga piedad de vosotros.” Y en 4, 33: “Oh, creyentes,… no os matéis entre vosotros…(o, no os matéis a vosotros mismos)”. El inicio del versículo va dirigido contra la codicia y la apropiación ilícita. Y el Legislador ha podido extenderlo al asesinato (muerte del inocente) y sus variantes (por ejemplo, el suicidio).

Un problema fundamental para un acercamiento fraternal de los “hermanos separados enfrentados” lo constituyen los conceptos del legítimo origen del mando, del control y desarrollo del “dogma y la moral”. Y de las inmensas estructuras económico político religiosas, con vida e intereses propios, creadas por ambas expresiones del Islam, casi desde el inicio del mismo.

Otro grave origen de agravios y distanciamientos irreconciliables, sobre todo a nivel nacional, son las formas de luchas violentas entre ambas creencias. Cuando se atacan entre sí, se procura hacer el mayor daño posible, llegando hasta la intimidad del parentesco. Y así se buscan los objetivos en las mezquitas, mercados, peregrinaciones, concentraciones y en los tránsitos frecuentes o en masa de las gentes. Sitios siempre donde están varios miembros de una misma familia. Es la violencia incontrolada y llevada a sus extremos innecesarios, impúdicos, vesánicos y paradójicos (¿no profesan la misma religión?). Entre los clanes y tribus, hablando sólo étnicamente, esta ola de asesinatos, atropellos y daños en los bienes, genera siempre una cadena intergeneracional de vindicaciones ineludibles para los ataques, las represalias y los agravios de sangre sufridos. Este nudo gordiano esencial e indestructible, por lo que parece, sólo se puede cortar con la espada de la generosidad, del altruismo (buscando no lo que nos “falta”, sino mirando adelante) y del perdón, que debería ser más asequible entre hermanos de confesión.

Resultado de imagen de qassem soleimani con ali jamenei ALÍ JAMENEI LE LLAMÓ: «MARTIR VIVIENTE» DE LA REVOLUCIÓN IRANÍ.

Al extremo este de Asia del Suroeste está la teocracia chií de los ayatollahs. Éstos, cuando quieren resultados importantes y rápidos contra sus vecinos, emplean a comandos o a unidades de la Guardia Republicana, que pueden entrenar, equipar y apoyar a sus aliados de Siria y de Iraq. Y que son capaces de luchar a las distancias próximas y de asalto, como una infantería ligera especialmente entrenada. La Guardia Republicana está imbricada en el régimen, formando el brazo armado incondicional y eficaz de la República Islámica de Irán, actuando como los Inmortales de los Shas de Persia. El régimen está enraizado en un complejo de consejos y asambleas, ideados, creados y organizados para asegurar, mantener y perpetuar su funcionamiento oligarca socio religioso. Pero es incapaz, hasta ahora, de desarrollar moderna y económicamente a un país con los recursos y la exuberancia demográfica de los iraníes. Irán se galvaniza mejor, como casi todas las dictaduras absolutas, frente a los problemas exteriores, que para el trabajo diario, paciente y eficaz del desarrollo político, social y económico de un país. Que exige un ambiente de paz y serenidad que las tensiones sociales enajenan.

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Irán es una Gran Isla chií en un enorme Mar sunní. Que lo abraza, desde el oeste al este, por todo el sur, desde Turquía a Pakistán, pasando por Afganistán, Arabia, Jordania, Palestina. Sus “islas y cayos adyacentes” son El Líbano, Siria, Iraq y Bahrein; teniendo más pujanza Irak y El Líbano. Los resultados de la llamada “primavera árabe” no han sido favorables a los chiíes, que se mantienen inmersos en el “océano hostil” sunní.

Y la pérdida del régimen de los Assad de Siria no sólo les restará un aliado de conveniencia, que no de religión. Ya que los alauís sirios son considerados por los sunníes, “la herejía dentro de la herejía (chií)”. Sino que entorpecerá mucho toda la logística del inmenso y estratégico apoyo a Hezbolá y a Hamas, en la franja de Gaza. Esto se ve confirmado por la entrada en la guerra siria de las milicias regulares de Hezbolá y de voluntarios fatimíes afganos a favor del gobierno. Buscando recuperar el progresivo desgaste social del régimen, consiguiendo victorias militares.

Epílogo.

Las espadas seguirán en alto. El Estado Islámico es una infección contagiosa y grave, que afectó a una situación enrevesada y hasta explosiva, de una región geopolítica con demasiados intereses y problemas por resolver. La difícil y poco agradecida Asia del Suroeste. Como hemos descrito anteriormente.

Egipto será un competidor sunní potente de Turquía y de sus pretensiones. Y Arabia Saudí y los países de la gran meseta árabe lo apoyarán. Irán habrá mantenido a flote a los países con influencia chií, que ya existían. Y por el horizonte aparece Trump y sus golpes de timón. Que son más temibles por lo impredecibles que por lo rápidos. Putin quedará encajonado en la región en un país destrozado y derrotado socialmente. Se ha abrazado últimamente a Turquía; pero, ya no le servirá de nada. Cuando se extinga verdaderamente la guerra civil en Siria, entre Rusia y Turquía existirán desavenencias, porque no habrá qué repartir. Y las antiguas repúblicas soviéticas centroasiáticas, que forman una cadena ininterrumpida entre el mar Caspio y el mar Negro, son de etnia turcomana. Aunque Putin desea hacerlas socias de su «proyecto» de Unión Comercial.

EL ESTADO ISLÁMICO: UN CALIFATO FALLIDO Y ENCANALLADO. PARTE 3ª.

(CONTINUACIÓN)

La estrategia operativa de los grupos yihadistas se centra en nunca dejarse empeñar por el Ejército en combates perdidos por adelantado. Sus técnicas y tácticas son: La movilidad continua y previsora. La dispersión y la infiltración en la lucha urbana, adelantándose en una defensa flexible, desgastante, con cesión de espacio. Las acciones pequeñas, dispersas y más o menos simultáneas o secuenciales en un área. La huida escalonada. La lucha con objetivos limitados y en condiciones ventajosas temporales. El abandono de posiciones defensivas desfavorables, obligando al enemigo a desplegarse y prepararse para el ataque en el vacío. Ellas le ganaron al EISI un tiempo grande para sobrevivir hasta ahora en Irak.

Resultado de imagen de ejercito iraquí Mosul VEHÍCULO KURDO ENARBOLANDO SU ESTANDARTE.

En las ocupaciones temporales de poblaciones grandes, los yihadistas extienden sus posiciones defensivas más allá de lo necesario en la defensa convencional, cubriendo así una mayor superficie. Sus “puntos de retardo” son difusos y ocultos e imperceptibles para los extraños. Hay que entrar en las casas para detectar paredes perforadas y encontrar pasadizos bajo un mueble o una alfombra. La destrucción que genera el fuego pesado impreciso terrestre y aéreo, refuerza sus posiciones de combate, rodeándolas de cascotes que dividen y dificultan los accesos del enemigo. Salvo cuando son alcanzadas por un impacto directo o sufren un costoso bombardeo de zona del enemigo. Los nidos de resistencia tienen más importancia en esta forma de lucha, porque la ocupación de la zona de defensa es más tenue, las posiciones no pueden fortificarse demasiado, las vistas son más cortas y existen numerosas vías de aproximación. Ellos dependen de los puntos de retardo y a ellos se repliegan si son invadidos o destruidos. Existen numerosas posiciones alternativas o de recambio. Esta estructura permite engañar al enemigo invasor sobre el límite anterior de la posición de defensa, su verdadera extensión, los límites de los sectores que la forman, el interés del mando rebelde en la defensa real de la zona y dispersar el fuego pesado del atacante. Los obstáculos y trampas de los yihadistas al avance del enemigo en sus áreas controladas es numeroso y omnipresente: minas, trampas explosivas y aparición sorpresiva de vehículos y muyahidines explosivos, sirviéndose de túneles y desde vías camufladas inmediatas.

 

Las bases del Estado Islámico. Su destrucción.

Los terrenos de esta gran región geopolítica carecen en general de ocultamientos y cubiertas naturales, en forma de bosques, matorrales extensos y montañas. Esto hace que los únicos refugios y estancias temporales para los bandas rebeldes se formen en torno a las aldeas y poblaciones. Las cuales se suelen agrupar, formando alargadas hileras, que se aprecian luminosas en la noche desde el cielo, a lo largo de los ríos. En este medio hay ojos avizores por todas partes. Y los movimientos guerrilleros se realizan a la vista de todos. Además, no todas las poblaciones son defendibles de los poderosos medios militares, ni los insurrectos tienen la intención de hacerlo, en una defensa rígida.

Resultado de imagen de bases guerrilleras yihadistas POSICIONES URBANAS CONTROLADAS POR LOS DISTINTOS ENEMIGOS AL INICIO DEL CALIFATO, HOY DECADENTE Y ACORRALADO.

Esas bases son las localizaciones geográficas controladas indefinidamente por los yihadistas salafistas. Ellos se apoyan físicamente en las bases para reformar, consolidar, entrenar y aumentar sus fuerzas. Desde ellas, actuando como su principal “base de partida”, lanzan incursiones y sus ataques con objetivo limitado sobre su enemigo, buscando hostigarlo o expulsarlo del territorio inmediato que ocupa. La creación de esos núcleos semipermanentes yihadistas depende de la medida en que sea derrotado y expulsado de ellos, con consistencia y duración, el enemigo militar. Desde las bases se lleva a cabo la captación de simpatizantes y militantes del grupo revolucionario. Que no se efectúa apenas entre los pobladores, sino que, en su mayor parte, vienen ya motivados y decididos desde fuera. Y esto es así aunque una parte de su esfuerzo en el área de acción y propaganda se realice produciendo vídeos, entrevistas, gacetas y papeles por medios audiovisuales inalámbricos variados: la edición, la producción y la emisión se localiza en sus bases. En las bases, la acción socio política del EIS es tan intensa o más que la formación y el entrenamiento militar de los “muyahidines de Allah”. Ella es necesaria para establecer y asegurar la motivación y la lealtad de los combatientes a la causa yihadista en el medio hostil que les rodea y acosa.

Los grupos yihadistas salafistas han fracasado en incorporarse activa y firmemente a un grupo social amplio, que dé cobertura e impulso permanente a su “movimiento socio religioso imperialista”. Este alejamiento socio emocional de las masas locales hace indefectiblemente que el apoyo de los vecinos a los grupos terroristas sea involuntario, no atractivo, siempre interesado y desmotivado. Con ello las bases del EIS pierden su función de educación de las masas pobladoras, para captar, crear e incorporar nuevos voluntarios y simpatizantes activos a los grupos; para practicar y perfeccionar los métodos de acción, educación y propaganda. Y para asegurar a los grupos activos una retaguardia estratégica protectora y acogedora, en la que no necesiten estar también en guardia hacia los de dentro.

Las bases son formas socio militares con “estructura regular” de los yihadistas. Ellas presentan continuos y numerosos objetivos a la acción de los medios pesados de sus enemigos, la aviación y la artillería. Unos son “blancos de oportunidad”, como los movimientos de todas clases de los terroristas y el descubrimiento de nuevas posiciones, y otros son blancos “duros”, conocidos o explorables: infraestructuras viarias, almacenes, refugios, centros de reunión o de mando y de comunicaciones, posiciones de combate, de fuego de apoyo y de defensa contra aeronaves, observatorios, transporte de bienes de todas clases, destiladoras de petróleo crudo, etc.

Resultado de imagen de ejercito iraquí chií TANQUE IRAQUÍ CON BANDEROLA CHIÍ.

Tradicionalmente, las bases guerrilleras o rebeldes han estado protegidas del ataque de los militares por la distancia, como en China, la inaccesibilidad (montañas, selvas) o la dificultad de las formas de lucha (la lucha dentro de un poblado presenta inmensos islotes ocultos a las vistas y protegidos por paredes de todas clases, que se refuerzan con su destrucción parcial y la acumulación de cascotes). Y esas bases yihadistas son el único blanco sustancial, quieto y definido que ofrecen las bandas terroristas. Donde hacerles sentir toda la superior y disponible potencia del fuego y el choque militares. Donde se les puede aislar por sectores, para batirles por partes, sin que éstas puedan colaborar en el plan de defensa decidido. Ni pueden huir, si el cerco de la base es firme. El Estado Islámico de Irak y Siria, sin embargo, creó sus bases, desde el mismo principio de su existencia, al lado de sus enemigos y accesibles a ellos. Y no han sido atacadas en fuerza y perturbadas por las vergonzosas incapacidades terrestres de sus enemigos regionales. Y esto lo conocía y lo ha valorado muy bien al-Baghdadi, al decidirse a crearlas así, con un fino “sentido correcto del mando” conductor y de la estrategia de estado.

 

Resultado de imagen de ejercito iraquí chií UNA SECCIÓN DE BLINDADOS IRAQUÍES EXHIBE SUS INSIGNIAS CHIÍES…

Contra ellas comienzan a actuar, con un nuevo espíritu y otras motivaciones que no brindan los entrenamientos, las milicias de peshmergas, chiíes y sunníes y los ejércitos nacionales de Irak y Siria. Que han tardado más de dos años en comenzar a actuar contundente y  consistentemente contra las bases del Estado Islámico de Irak y Siria… El problema que algunos ya ven en lontananza, es que la «pacificación» de la provincia de Nínive se perjudique y corrompa por las represalias y la «reeducación» que impongan los chiíes a sus habitantes sunníes. Y que se vuelva al «bucle sin fin infernal» de abusos y venganzas sectarias en un país donde tienen que convivir y respetarse 3 etnias. Pero que «tradicionalmente se han odiado entre sí» y «reunirlas para formar una nación, es una invitación al desastre», como predijo el gobernador administrador británico de Irak, Arnold Wilson, tras la I Guerra Mundial.

(FINAL)

EL ESTADO ISLÁMICO: UN CALIFATO FALLIDO Y ENCANALLADO. PARTE 2ª.

(CONTINUACIÓN)

El Estado Islámico de Siria e Irak (suroeste de Asia)

En general, los grupos yihadistas han fracasado en incorporarse activa y firmemente a un grupo social amplio, que dé cobertura e impulso permanente a su “movimiento imperialista socio religioso”. Su “catequesis de la violencia” les permite a ellos prepararse anímicamente para la muerte gloriosa y en paz, e, incluso para al suicidio, en la realización de sus acciones puntuales. Pero esa prédica vesánica no es un arma para la conversión de grupos sociales. Y hay una razón fundamental para ello: su “credo” carece de posibilidades de aceptación, triunfo y permanencia, fuera de los avatares de una guerra. Los grupos yihadistas actúan con una brutalidad innecesaria e indiscriminada, que los descalifica ante el Islam, el Corán y la Sunna o tradición islámica, recogida en los hadises o “comentarios y hechos” recogidos y escritos de Mahoma. Esta falta de legitimidad religiosa, provoca la ausencia absoluta de ulemas y muftíes venerables, respetados y piadosos a su lado. Su supuesta “ideología islámica” se basa en unos pocos versículos favorables del Corán (éste tiene unos 4200), en algunos hechos históricos de otrora, cuando la Yihad menor (o violenta) fue aplicable y útil para la Umma, y no en la totalidad del mensaje del Islam. La Yihad mayor es el esfuerzo personal de acercamiento a Alá y a su mensaje: primero por la ascesis o purificación personal (neutralización del ego) y luego por la plena disposición anímica a sus mociones, transmitidas por vía intelectual o de entendimiento.

Las Complicaciones Operativas de los Yihadistas.

Al-Qaeda actuó en Siria en 2011 y 2012 a través del Frente al-Nusrah por la Liberación de los Pueblos de Oriente. Este nombre era y es de longitud inversamente proporcional a su capacidad real operativa. Al-Nusrah fue el responsable de los grandes atentados aislados e indiscriminados y con bombas en la capital y otras ciudades. Buscaban introducir un factor de caos y fractura social en los verdaderos parámetros de esta guerra. Que no lograron producir por la discontinuidad de los atentados y por saberse la autoría de esos ataques vesánicos. En la rebelión contra la ocupación de 2003 en Irak, al-Qaeda poseía líneas de abastecimientos y reclutamiento desde Siria, que actualmente son utilizadas en el otro sentido. Y desde Turquía también recibían “muyahidines internacionalistas”. Y en 2012, parte de los excarcelados en varios ataques a prisiones iraquíes se incorporaron al Frente al-Nusrah, que se fortalecía en número y capacidad operativa.

Las diferencias entre el EISI y el Frente Al Nusrah nacen de un enfrentamiento personal: la animadversión entre Abu Baker al-Bagdadi, jefe del Estado Islámico de Irak (hoy, el EISI), y Abu Mohamed al-Golani, fundador del Frente Al Nusrah. Al principio, los iraquíes ayudaron a los sirios a establecer su propia organización filial de la Base. Pero, en la primavera de 2013 al-Bagdadi anunció la creación del Estado Islámico de Siria, Irak y el Levante. Y pretendió fusionar su organización con la de al-Golani. Por supuesto, el Frente al-Nusrah rechazó de plano su absorción. El iraquí al-Baghdadi se considera un discípulo directo de Osama Ben Laden. Y ya en 2007, tomó el mando del AQI, que heredó del malogrado Musab al-Zarkawi, cambiándole luego el nombre por “Estado Islámico de Irak”.

El EISI es muy impopular en Siria, por su extremismo y por tener una mayoría cualificada de iraquíes y yihadistas de Europa y de otras partes del mundo en sus filas. Tras la reciente ocupación de Yarabulus, zona de asentamientos cristianosen el norte de Siria, decapitaron a una decena de hombres, y clavaron sus cabezas en estacas. Y los habitantes que pudieron, emigraron espantados a la localidad turca de Karkamis. El rechazo al EISI es tal que la Coalición Nacional Siria, la principal plataforma política opositora, asegura que la organización está apoyada por el régimen sirio, que teóricamente es enemigo de todos ellos. Así, en un comunicado de enero de 2014 afirmó: «La Coalición cree que el EISI está estrechamente vinculado con el régimen terrorista, y sirve directa o indirectamente, a los intereses del presidente al-Assad y su camarilla. El asesinato de sirios a manos de este grupo no deja dudas sobre las intenciones tras su creación, sus objetivos y las agendas a las que sirve, confirmados por la naturaleza de sus acciones terroristas hostiles a la Revolución siria».

Resultado de imagen de ejercito iraquí Mosul

Por otra parte, el Frente Islámico es una alianza creada en 2013 por siete grupos islamistas “radicales y moderados”, pero contrarios a la Red. Sus portavoces dicen que cuentan con unos 45 mil combatientes. Pero, no creemos que alcancen los 10 mil milicianos de “infantería ligera irregular”. Si el Frente se ha hecho fuerte en un punto clave como el puesto fronterizo con Turquía de Bab al Hawa, a la altura de la provincia de Hatay, el EISI es dueño desde hace cuatro meses de Azaz, villa de acceso a Alepo desde la frontera turca en Kilis. En el norte sirio actúan todos los grupos controlando trozos inconexos de terreno. El EISI mató a fines de diciembre de 2014 a Abu Rayan, un negociador de “Ahrar al-Sham”, un grupo del Frente Islámico. Al asesinato se unió el ataque del EISI a primeros de año a Kafranbel, en poder del ELS. Los enfrentamientos entre el Frente Islámico y el Estado Islámico de Siria, Irak y Levante se extendieron a barrios de Alepo y a las localidades Tel Rifat y Maskanah. El viernes 3 de febrero de 2015, una ofensiva de “Suqur al-Sham”, otro grupo del Frente, impidió al ISIS mandar refuerzos cerca de Azaz. Complicándolo todo, se formó el llamado “Ejército de los Muyahidines” sirios, donde se agrupan los adversarios del ISI y en el que se integra también el Frente al-Nusrah. Comprobamos que los terroristas islamistas están generalmente divididos ideológica, institucional y estratégicamente. Aunque las bandas rivales puedan ocasionalmente brindarse apoyo, refugio, información o suministros. Las razones son que los jefes de bandas principales suelen querer ser siempre “emires (príncipes) e intérpretes (doctores) del Islam.” Sus urgencias y preferencias organizativas y tácticas tienen bases muy mundanas y degeneradas. “Por sus acciones y frutos los conoceréis”.

Resultado de imagen de ejercito iraquí Mosul EL EJÉRCITO IRAQUÍ «LIBERANDO» MOSÚL, LLEVA EN SUS VEHÍCULOS ESTANDARTES CHIÍES…

Una estrategia confusa, difusa y esquizofrénica…

El mantener una estrategia similar en Siria e Irak por parte del EISI para la creación de su califato radical salifista independiente tiene varios errores importantes. Uno es luchar simultáneamente en dos países con planteamientos estratégicos objetivos diferentes. Otro es dividir sus magras fuerzas entrenadas operativas en dos frentes. En Siria, la estratégica válida para la heterogénea, múltiple y dividida oposición a al-Assad es mantener, al menos, la unidad en la estrategia militar. Para, así, hacer converger todos los esfuerzos bélicos en los distintos objetivos, simultáneos o sucesivos, que decida una jefatura superior militar, acatada por todos los grupos presentes y activos en Siria. Ya hemos visto como al-Assad suma medios y esfuerzos a su causa (milicias entrenadas de Hezbolá y de los chíies iraquíes, tropas de la Guardia Revolucionaria de Irán, reposición de armamento, equipos y municiones, apoyo político diplomático de Rusia, China e Irán), lo que le está permitiendo batir en combates diversos a los grupos de la oposición y expulsarlos de posiciones que ocupaban, algunas desde hacía cierto tiempo. La no observancia de esta estrategia, ya de supervivencia, llevará a la oposición en armas a su destrucción progresiva por el ENS.

Resultado de imagen de JEFES SUNÍES Irak QASSEM SULEIMANI, JEFE DE LAS BRIGADAS AL-QUDS (JERUSALÉN) DE LOS PASDARAN.

Resultado de imagen de haider al abadi HAIDER AL-ABADI.

En Irak, la estrategia de los sunníes no pretende ganar una guerra civil al régimen democrático imperfecto de Haider al-Abadi, Partido Islámico Dawa, de la mayoría chiíta. Tampoco pretende, ni podría, expulsarlos del país por agotamiento, al destacar su incapacidad para acabar con los rebeldes armados y obligándoles a asumirla. Éste fue el caso de muchas guerras de liberación nacional en los países coloniales a mediados del siglo XX. A muchos de los movimientos guerrilleros populares les bastó con resistir durante algunos años las crecidas y embestidas de los militares extranjeros. Y, así, resistiendo, cansaron a los pueblos de las metrópolis de sostener una guerra lejana, poco asumida y dañina y enervaron a sus fuerzas armadas, que fueron muchas veces incomprendidas y hasta infravaloradas en sus propios lares y solares. Los sunníes, ahora viendo venir los acontecimientos Y tras la derrota militar del EISI, lucharán por garantizar regionalmente el poder de sus tribus, basado en sus jefes aceptados, en sus “asambleas de iguales” entre los destacados de aquéllas y en el Pashtunwalli o código de honor para su comportamiento y sus derechos y deberes individuales y colectivos. Los sunníes pelearían por arrancarle a la mayoría chiíta los derechos y concesiones, que se les niegan demasiado tozudamente dentro de las reglas de la imperfecta democracia inorgánica existente en Irak.

Por ello, sus combates serían muy medidos. Y sus objetivos irán por pasos contados y sucesivos. Así, los sunníes han dejado cierta libertad de acción al Estado Islámico, con tal de que respeten su hegemonía y no pretendan establecer bases guerrilleras estratégicas en sus zonas tribales. Entonces, en casos concretos, les facilitan refugio, abastecimiento y ocultamiento temporales a sus “grupos de acción” en sus operaciones. Como fue el caso de la concentración previa de las compañías y batallones del Estado Islámico para el hostigamiento y la ocupación temporal de al-Ramadi y Faluya en diciembre de 2013.

(CONTINUARÁ)

El ESTADO ISLÁMICO: UN CALIFATO FALLIDO Y ENCANALLADO.

 

El Estado Islámico de Siria e Irak (suroeste de Asia)

 

Ayman al-Zawahiri desautorizó a primeros de febrero de 2013 el empleo de la “marca al-Qaeda” por el EISI. Esta organización usaba el marchamo como “garantía de terrorismo, rapiña y desenfreno anticristiano”, en sus correrías y asaltos por esos países, incluyendo El Líbano. El citado consejero delegado de la “Terror International Partners“, «La Base de datos” (al-Qaeda, en árabe) alcanzó su nivel de incompetencia al sustituir por muerte prematura e inesperada al fundador del “consorcio para el terror islamista cabal”. Carente del carisma y de la capacidad de actuación que desplegaba Osama Ben Laden, la dirección de al-Qaeda es hoy más un “think tank” ideológico, que un “mando conductor estratégico” respetable y respetado.

El Escenario Geográfico del Estado Islámico (EISI).

Esta organización actúa en una franja de unos 100 mil Km2., que se extiende por Irak y Siria y que forma un rectángulo de 800 Km. de largo por unos 125 Km. de ancho, desde Bagdad hasta Alepo y las montañas del centro oeste de Siria. El ancho varía a lo largo del recorrido. El territorio depredado comienza en Faluya, a unos 60 Km. al oeste de Bagdad, y engloba las cercanas ciudades de Habbaniya y al-Ramadi. Y, siguiendo el Eufrates hacia el noroeste, alcanza las ciudades ribereñas de Haditha y Âna, antes de internarse en Siria por la ciudad de Abu Kemal. En medio del desierto del sur y el este de Siria, sólo aliviado por el río, está la ciudad de Dayr al-Zawr. Y continuando por el río, llegamos primero a Raqqa, junto a la desembocadura del río Belikh en el Eufrates. Y luego al lago artificial al-Assad en el gran meandro del Eufrates, para continuar hasta Alepo y las montañas kurdas del centro oeste, en la frontera con Turquía.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi ABU BAKER AL-BAGDADI EN 2004.

No es fácil trasladarse por esas tierras, que son infecundas, más allá de los regadíos del Eufrates y del lago artificial al-Assad, sin dejar una “huella táctica de la marcha”. Aquí sí que están aconsejados y prescritos los drones de Obama y la recogida profusa de los datos y los análisis de sus agencias de espionaje. Que pueden llevar a cabo una labor de exploración y seguimiento continua sobre los movimientos humanos en toda la zona que tratamos. Esto, completado con la labor en tierra de colaboradores y fuerzas aliadas, permite crear una inteligencia suficiente y continua sobre los planes, despliegues, concentraciones y movimientos de las fuerzas del EISIL.

Resultado de imagen de abu bakr al-baghdadi AL-BAGDADI PROCLAMA EL CALIFATO EN JUNIO DE 2014.

Los terrenos de esta gran franja carecen de ocultamientos y cubiertas naturales, en forma de bosques, matorrales extensos y montañas. Esto hace que los únicos refugios y estancias para los grupos yihadistas sean las aldeas y poblaciones a lo largo de su eje central: el río Eufrates y sus riberas. Para su defensa y cobijo tienen que dispersarse por ellas, formando una o varias “cuadrillas de muyahidines” de no más de 35 o 40 hombres cada una. Este grupo irregular es el mayor que puede ser dirigido coherentemente por un “arráez” local, con irregular disciplina y formación militares.

Los Yihadistas en Siria y sus Contradicciones ideológicas y operativas.

La profunda crisis de la sociedad civil siria y el desgobierno producidos por una guerra civil “in crescendo”, que ya se prolonga por casi seis años, causando más 270 mil muertos, han permitido a los grupos yihadistas del Próximo Oriente asentarse en Siria. Sus zonas de refugio o sus áreas de influencia no son grandes, ni continuas. Ellas están más bien desperdigadas, cercanas entre sí , pero desunidas. Y ninguna de ellas resistiría el acoso serio del ENS (el ejército nacional sirio) o de las principales fuerzas rebeldes: el ESD (ejército sirio democrático), el Frente Islámico anti al-Qaeda, el Ejército de los Muyahidines sirios, el Ejército de la Conquista o los peshmergas o fuerzas kurdas sirias, que defienden su zona fronteriza con Turquía. Las zonas ocupadas forman como “manchas” amorfas y fluentes en evolución, de las que se repliegan si la presión militar enemiga es fuerte y continua. Para instalarse en posiciones alternativas lo más cercanas posible, que les permitan mantener una mínima conexión operativa con las otras posiciones temporales regionales.

Resultado de imagen de ejercito de la conquista ANAGRAMA DEL EJÉRCITO DE LA CONQUISTA SIRIO.

Como no tienen arraigo suficiente entre la población siria, el abandonar sus posiciones temporales no les supone dejar desamparados a sus habitantes frente al enemigo militar o rebelde. Los habitantes de las áreas ocupadas no están ganados para la guerra santa. Esos pobladores son atemorizados, amenazados y, al menos, neutralizados, para que les den cobijo, manutención y apoyo a las bandas yihadistas y no las estorben, ni importunen en sus actividades. Sólo los que cooperaron con los “enemigos de la Yihad” pueden estar en verdadero peligro ante ellas. Cuando ocupan una población, los yihadistas siempre preparan sus vías de evacuación hacia las afueras de ella, y de retirada, desde éstas a los puntos de encuentro establecidos cercanos. Para desde ellos dirigirse a posiciones de recibimiento y/o de ocupación regionales.

Resultado de imagen de BOMBARDEOS EN SIRIA BOMBARDEOS DE ZONA EN SIRIA.

Cuando son liberados de la presencia yihadista, muchos habitantes, especialmente en los pueblos pequeños, procuran huir temporalmente y refugiarse en las poblaciones cercanas mayores. La razón es que al despotismo imperioso, desconsiderado y percutiente de los yihadistas se unen los fuegos pesados de sus enemigos, empleados durante la captura de la población. Tanto los militares como los grupos rebeldes mayores prefieren evitar sus bajas y apresurar el desalojo de los yihadistas, usando la aviación (sólo el gobierno) y la artillería, si disponen de ella. Incluso, los cohetes de vuelo libre y carga hueca anticarros RPG-7V (una artillería de los pobres) lanzados en salvas dobles o triples, causan un efecto demoledor en los edificios de mampostería o de adobe. Esto ya serviría para hacer replegarse hacia el interior a las fuerzas yihadistas de seguridad de sus posiciones adelantadas y de observación, situadas en los límites de la población o en puntos adyacentes. Y ya por fin, los militares, muy ocupados ahora, suelen retirarse en poco tiempo, para realizar otras misiones; de ahí, el carácter continuo, fluido y hasta reversible de las operaciones; entonces, pueden regresar los yihadistas y depurar responsabilidades. Por eso, muchos civiles piensan: “una vez y no más”.

Resultado de imagen de el estado islamico califato EL CALIFATO PROMETIDO Y FALLIDO…

En Siria han proliferado los “conjuntos de partidarios” o bandas de al-Qaeda. Las razones de que no se hayan articulado en un único grupo terrorista sirio son varias. Una es la lejanía y la falta de control y ascendencia del “central core” de al-Qaeda. Ésta es la cruz de esa descentralización operativa de la que suele presumir la Base y con la que amenaza alcanzar a sus enemigos timoratos por medio planeta. Los partidos comunistas, especialistas comprobados en la toma del poder, siempre exhibieron una unidad ideológica, operativa y militar monolítica, propia de monjes guerreros entusiasmados, en sus luchas llamadas de “liberación nacional” por tres continentes. Otra razón es que estos “hermanos separados” se odian entre sí. El igualitarismo, derivado de la fraternidad en las doctrinas salafistas sunníes, origina pronto entre los “iguales”, una infección purulenta y contagiosa de envidia, desafecto y rencor. Y viceversa, la existencia de una jerarquía capaz, justa, respetada y aceptada en una organización, favorece la emulación y el ascenso de muchos de los más capaces. Una razón es también que la ambición, la osadía, la agresividad desbordante y la carencia de escrúpulos de sus jefes de armas, sheiks, arráeces locales y “caudillos” pelados, sólo son igualadas por su escasa formación, un pobre conocimiento interpretativo del Corán y de la Sunna y su tronado conocimiento militar. Su primer enemigo acérrimo no es el ejército, ni el ESD o las milicias de autodefensa de kurdos, alauitas, cristianos o drusos, según las regiones. Sus más odiados y temidos enemigos son los mandos de los otros grupos yihadistas de Siria. Porque son los más afines, con los que rivalizan por el mando, con los que tendrían que competir por la dirección del movimiento yihadista en Siria. Así, la necedad (falta de los conocimientos que se les supone y necesitan) de todos los grupos yihadistas les lleva a querer repartirse el botín de guerra, antes de haberse puesto siquiera en condiciones razonables para aspirar a conquistarlo.

Resultado de imagen de mohamed al golani ABU MOHAMED AL-GOLANI.

Por otra parte, tocando ya las estrategias de los 2 grupos pro al-Qaeda de Siria, el antiguo Frente al-Nusrah busca sólo establecer un “emirato islámico radical” en Siria. Éste grupo es la franquicia local de al-Qaeda, dirigida por Mohamed al-Golani. Por razones meramente de prestigio y encubrimiento ha cambiado hace unos meses su nombre por el de Jabhat Fatah al-Sham. Indicando con al-Sham, nombre árabe de la Gran Siria histórica, cuál es su ampliado campo de acción, prácticamente superpuesto al de el EStado Islámico. El EISI, nacido en las luchas de guerrillas de Irak después del 2003, quiere crear y mantener un califato salafista más extenso. E instalarlo, de momento, en Siria e Irak. Aunque ya ha hecho ataques de castigo a los chiítas libaneses, en respuesta al apoyo de Hezbolá a al-Assad. El primero responde y va en paralelo a la estrategia de al-Qaeda de favorecer la creación y el funcionamiento de “núcleos delegados” nacionales o regionales. Que desde su lejanía física y con la laxitud estructural de la Base, puedan ser controlados por ella, en cuanto a órdenes, estrategias y operaciones y el uso de la “marca al-Qaeda”. Pero, el EISI busca una independencia funcional y, quizás también ideológica, con el “central core” de la Base. Ya que actuaría como un “mando conductor operativo” en una zona supranacional, que podría incluir a todo el suroeste de Asia. Así, una jefatura superior administradora y ausente, le sobraría enseguida al EISI. Y, además, al-Bagdadi se considera el heredero ideológico de Ben Laden.

Resultado de imagen de ayman al zawahiri AYMAN Y OSAMA.

Ayman al-Zawahiri confirmó, como dijimos, la vinculación del Frente Al Nusrah con al-Qaeda y negó toda relación con el denominado EISI. Y ya tuvo que intervenir en otras ocasiones para desautorizar a al-Bagdadi. «El EISI debe ser abolido, mientras que el Estado Islámico de Irak debe seguir funcionando», declaró al-Zawahiri en noviembre de 2013. «Al-Bagdadi cometió un error al establecer el EISI sin pedirnos permiso o informarnos», y, continuó, el sirio al-Golani «se ha equivocado al anunciar su rechazo del EISI, sin nuestro permiso». Al-Zawahiri ordenó entonces que el Estado Islámico de Irak circunscriba sus operaciones a aquel país, mientras que el Frente Al Nusrah sea «una rama independiente de al-Qaeda que informa ante el mando general». Además, recriminó a ambos “grupos hermanos” por sus actos de violencia contra otros musulmanes. En respuesta, y pese a que el grupo original “al-Qaeda en Irak” (AQI) de Musab al-Zarkawi sí había jurado fidelidad al-Zawahiri, al-Baghdadi se declaró en rebeldía hacia él. Produciéndose una importante crisis de liderazgo en la Base, que intentaron paliar alejándose de al-Baghdadi. Esto no pudo menos que debilitar la lucha contra al-Assad, a medida que los grupos yihadistas se extendían en Siria y el ejército se concentraba hacia las grandes poblaciones. Y durante los enfrentamientos de 2014 entre los rebeldes, al-Golani ofreció a una mediación a los grupos, que no ha fructificado, a fin de dar prioridad a plantar cara contra al-Assad.

(CONTINUARÁ)

LA PSICOLOGÍA DE LOS TERRORISTAS ISLAMISTAS. SEGUNDA PARTE.

(CONTINUACIÓN)

 

La evolución personal.

La primera generación de emigrantes y parte de la segunda la formaron individuos dóciles, laboriosos y sufridos. Que consiguieron el respeto de sus vecinos franceses (cada vez tenían menos) y una prosperidad relativa. Practicaban tibiamente el Islam, agobiados como estaban en los afanes de este mundo. Y por su lejanía a dar-el-Islam, las tierras de dominio político de su religión. Ellos deseaban y procuraron para sus descendientes, un futuro sin tantas dificultades y penurias como tenían sus vidas.

Pero los descendientes recibieron lo peor de las dos civilizaciones separadas, para formar su “identidad personal”. Por una parte, recibieron “de nacimiento” la pertenencia a una cultura minoritaria y poco conocida en el país, el Islam. Con lo que su “exhibición” entre sus vecinos diferentes, no era atractiva, ni honrosa. Lo cual era una fuente de frustración, resquemor y venganza (relativos) personal y colectiva.

De la cultura anfitriona, esencialmente europea y occidental, recibieron una cultura laica, cuando no era laicista. Que minusvaloraba la religión y pretendía que se practicase privadamente. Cuando todas las religiones, y más el Islam, tienen un componente social principal. Encerrada en las mezquitas, panteones y sacristías, las religiones se sofocan y mueren. Tampoco los educaron en las virtudes de la civilización occidental: Valoración de los distintos deberes a cumplir, como contrapartida necesaria, vital y social de los varios derechos a recibir. Aprecio de la sobriedad, el esfuerzo, el ahorro, el compromiso, la demora de la recompensa, el estudio o la formación, la posible frustración y el trabajo, como factores y parámetros necesarios para la consecución progresiva y justa de los objetivos personales y colectivos humanos. En definitiva, formarlos en la afabilidad, la comunicación social y la resilencia, para poder superar los sucesivos avatares de la vida.

Y una gran mayoría carecieron de creencias y virtudes sólidas, provechosas e identificativas. Que les ayudasen significativamente, desde su origen mixto, a crear su necesaria identidad personal satisfactoria y respetada.

Se podría pensar que la insuficiencia de esa “aportación social” en la formación de la identidad individual, no justifica la aparición de una conducta asocial o enfermiza en ellos. Pero no tratamos de decir eso. Estamos exponiendo diferentes facetas del fenómeno, acercando las piezas para componer ese rompecabezas psicológico, intentando formar una matriz con los distintos factores que concurren. Para expresar un “panorama multicolor”, que nos permita recoger en él los parámetros de la situación. El fallo del humus social, del sustrato primigenio del individuo amplificará sus carencias y fallos. Y no le aportará base y riqueza para la creación de su resilencia (elaboración y superación de la adversidad, saliendo experimentado y fortalecido) y de sus parámetros de referencia para su equilibrio personal y social.

Las dispersas y compartimentadas agencias de inteligencia francesas, a pesar del mando único antiterrorista, calculan que en el país hay unos 8250 potenciales muyahidines. Que se asientan principalmente en la zona de París, la Provenza, los Alpes y la Costa Azul (centrados en Marsella y Niza). Pero, dada la masa de creyentes existentes, calculo que su número no bajaría de las 20 a 25 mil personas. Es de señalar que en un grupo social, los individuos capaces de actuar violentamente, sin que les afecte en su eficacia una emoción turbadora, son menos del 4%. Y esto no quiere decir que todos los así “dotados” vayan a ejercer en su vida la violencia contra su prójimo. En el colectivo musulmán francés serían más de 150 mil personas, de las que un 30-40% tendrían la edad idónea para realizar esa actividad.

El Islam militante, de ideología salafista yihadista, les ofrece a estos “desorientados” sociales una salida, una identidad musulmana, la incorporación a una religión simple, practicada en comunidad (la Umma). Y les da una misión y un propósito: la Yihad. Y los hace “grandones”, pero sólo ante ellos mismos, que se lo creen. A cambio del suicidio o la prisión, les ofrece la deseada identidad. La que nunca elaboraron bien. La identidad que no hemos sabido ayudar a darles, siendo partes de nuestras naciones centenarias.

La conversión en “atacante” suicida o no, se manifiesta y confirma cuando el individuo busca su separación de los “infieles” y su ideario se focaliza en las ramas radicales del Islam y en la Yihad. Algunos especialistas se asombran de que la transustanciación de la persona en un energúmeno se realice rápidamente. Sin necesidad de que sus conmilitones colaboren en el proceso, ni de que éste sea largo en el tiempo. Recordemos los famosos casos de “lavado de cerebro” contra religiosos y disidentes políticos. Pero, la mutación en “violento vesánico” del joven musulmán afgano de 17 años, refugiado en Alemania y acogido por una familia de Würzburg, una pequeña ciudad de Baviera, fue cuasi instantánea. El joven recibió la noticia de la muerte violenta de un amigo en Afganistán. Y reaccionó armándose con un hacha y un cuchillo y atacando a los pasajeros de un tren regional en las proximidades de su ciudad, el lunes 18 de julio pasado. Resultaron tres heridos graves y uno leve y el agresor fue abatido. Lo que es cierto es que ese joven ya había forjado su destino potencial, por su labilidad mental, la carencia de virtudes sociales, incluida la lejanía del Islam del Pueblo, y su desarraigo. Y la muerte del amigo fue sólo el “OK, adelante”. Porque la naturaleza no da saltos en el vacío.

La Degradación de la Violencia en las Sociedades.

La vulgarización de la violencia contra los demás es un fenómeno recurrente en las distintas civilizaciones y épocas. No en vano dice el adagio romano que “el hombre es un lobo para el hombre”. Dejando aparte los casos de marginados y perseguidos sociales, las sociedades desarrolladas modernas están perturbadas por una neurosis extendida. Que se concreta y produce en las neurosis personales. Esta afección no nos vuelve violentos directamente. Pero nos hace inestables y más proclives a ceder ante las tensiones externas e internas. La neurosis ataca nuestra resilencia.

Y una vía de escape ante esas “encerronas psicológicas” que padecemos, es la violencia ejercida contra los que consideramos culpables de nuestros “males” percibidos, que a veces es toda una vecindad. Y la gama de posibles actos violentas tiene una extensa gradación. Pero, esos “cofres de angustia” sufridos, se resuelven superándolos, no manteniendo un ciclo de acción y reacción.

El carácter depravado y siniestro del terrorismo islamista.

Este fenómeno tiene unos resultados específicos de muerte, desolación y desamparo. Distintos totalmente, en amplitud y potencia, con los que puede producir un asesino en serie. Y que se extienden, desde el “foco de acción” terrorista, formando ondas de conmoción concéntricas, por toda la sociedad atacada. No se trata solamente de los delirios asesinos de unos descarriados iluminados. No es cosa de los fallos de la sociedad multicultural en integrarse en una nación de razas, que estén hermanadas en las virtudes nacionales de la democracia y la libertad. Ni los producen “per se” los “ataques exteriores” que fomentan y reclaman los yihadistas, cuando comprenden que su estructura socio política es la de un califado acosado, fallido (y encanallado).

Ésta es una manifestación concreta y clara del “mysterium iniquitatis” en la Historia. Que, como tal, no suele presentarse. Ya que su repugnante naturaleza puede, en esos casos singulares, ser captada y comprendida por muchas personas. No es la tentación de un “bien temporal ilusorio” para los yihadistas. Es la aparición sin velos del Mal.

Algunas Soluciones en el tiempo.

La lucha contra los terroristas islamistas tiene distintos campos de actividad. Porque su manifestación es múltiple y sinérgica. Y así de integrada y eficaz deben ser las variadas respuestas.

La destrucción de las “bases” islamistas.

Sus “bases” son las localizaciones geográficas controladas indefinidamente por los yihadistas salafistas. Ellos se apoyan físicamente en las bases para reformar, consolidar, entrenar y aumentar sus fuerzas. Desde ellas, actuando como su principal “base de partida”, lanzan incursiones y sus ataques con objetivo limitado sobre su enemigo, buscando hostigarlo o expulsarlo del territorio inmediato que ocupa. La creación de esos núcleos permanentes yihadistas depende de la medida en que sea derrotado y expulsado de ellos, con consistencia y duración, el enemigo militar. Desde las bases se lleva a cabo la captación de simpatizantes y militantes del grupo revolucionario, que no se efectúa apenas entre los pobladores, sino que, en su mayor parte, vienen ya motivados y decididos desde fuera. Y esto es así aunque una parte de su esfuerzo en el área de acción y propaganda se realice produciendo vídeos, entrevistas, gacetas y papeles por medios audiovisuales inalámbricos variados: la edición, la producción y la emisión se localiza en sus bases. En las bases, la acción socio política salafista es tan intensa o más que la formación y el entrenamiento militar de los “muyaidines de Allah”. Ella es necesaria para establecer y asegurar la motivación y la lealtad de los combatientes a la causa yihadista en el medio hostil que les rodea y acosa.

Las bases son formas socio militares con “estructura regular” de los yihadistas. Ellas presentan continuos y numerosos objetivos a la acción de los medios pesados de sus enemigos, la aviación y la artillería. Unos son “blancos de oportunidad”, como los movimientos de todas clases de los terroristas y el descubrimiento de nuevas posiciones, y otros son blancos “duros”, conocidos o explorables: infraestructuras viarias, almacenes, refugios, centros de reunión o de mando y de comunicaciones, posiciones de combate, de fuego de apoyo y de defensa contra aeronaves, observatorios, transporte de bienes, destiladoras de petróleo crudo, etc.

Y esas bases yihadistas son el único blanco sustancial, quieto y definido que ofrecen las bandas terroristas. Donde hacerles sentir toda la superior y disponible potencia del fuego militar; donde se les puede aislar por sectores, para batirles por partes, sin que éstas puedan colaborar en el plan de defensa decidido, ni huir, si el cerco del poblado es firme. Y donde podrían actuar, con otro espíritu y otras motivaciones que no brindan los entrenamientos, las milicias de peshmergas, chiíes y sunníes y los ejércitos nacionales de Irak, Libia, Nigeria, Siria y Somalia.

El fracaso doctrinal de los terroristas yihadistas.

Los grupos yihadistas salafistas han fracasado en incorporarse activa y firmemente a un grupo social amplio, que dé cobertura e impulso permanente a su “movimiento socio religioso imperialista”. Su “catequesis de la violencia” les permite a ellos prepararse anímicamente para la muerte gloriosa y en paz, e, incluso para al suicidio, en la realización de sus acciones militares. Pero esa prédica vesánica no es un arma para la conversión de grupos sociales. Y hay una razón fundamental para ello: su “credo” radical carece de posibilidades de aceptación, triunfo y permanencia entre las masas, fuera de las necesidades en los avatares temporales de una guerra. Los grupos yihadistas actúan con una brutalidad innecesaria e indiscriminada, que los descalifica ante el Islam, el Corán y la Sunna o tradición islámica, recogida en los hadices o “comentarios y hechos” escritos de Mahoma. Esta falta de legitimidad religiosa, provoca la ausencia de ulemas y muftíes venerables, respetados y piadosos a su lado. Su supuesta “ideología islámica original” se basa en unos pocos versículos favorables del Corán (éste tiene unos 4.200) y en algunos hechos históricos favorables y no en la integridad y la intención del mensaje del Islam. Este alejamiento socio emocional de las masas locales hace indefectiblemente que el apoyo de los vecinos a los grupos terroristas sea involuntario, no atractivo, siempre interesado y desmotivado.

La localización de potenciales yihadistas en las tierras de dar-el-Amn.

Existen problemas en la localización y neutralización de los musulmanes residentes en nuestras países durante su proceso de radicalización violenta. Podemos identificar a potenciales yihadistas con cierta seguridad y tras un trabajo especializado y metódico. Pero no podemos detenerlos mientras no delincan: intentar armarse y entrenarse; conspirar con otros en sus actuaciones; crear estructuras de bandas para delinquir; propagar la exaltación y el uso de la violencia como arma ideológica; reclutamiento de militantes para su radicalización ideológica y armada; recolectar fondos para las organizaciones con ánimo de delinquir; colaborar en los movimientos de militantes y posibles militantes en sus viajes hacia la Yihad interior (países del Suroeste de Asia) o la exterior (países enemigos occidentales: los “cruzados”).

En cuanto a las labores de inteligencia, existe una gran dificultad en la penetración de las redes islamistas por agentes propios o colaboradores. En general, los muyahidines, los simpatizantes y colaboradores: suelen hablar árabe; no son de razas europeas, ni hispanoamericanas; los civiles musulmanes no colaboran en las tareas de espionaje y exploración contra las organizaciones armadas islamistas.

La redención de los yihadistas y de los individuos activistas y frustrados.

Cuando el individuo ha dado el paso psicológico y volitiva (la “decisión”): ya ha roto los suficientes lazos con su entorno vital, incluso el familiar; y su mente está engolfada y dirigida a su nueva “situación” y a la identidad ofrecida y asumida. Así, es casi irrecuperable para él, para su familia, para la sociedad.

Si el individuo es uno más de los “desorientados”, confusos emocionalmente y no integrados; que están asediados anímicamente por los resquemores producidos por los “agravios” sufridos o creídos como tales: es posible recobrarlo, es relativamente sencillo hacerlo y es enormemente laborioso conseguirlo.

El enorme trabajo necesario, prolongado en el tiempo, hace que no se pueda rehabilitar a todos. Es necesario luchar contra las desigualdades que hemos citado. El buscarles trabajos temporales es más rápido. El darles educación y una formación laboral es más lento. Pero es imprescindible a medio y largo plazo. Apartarles de los “suburbios podridos” y de la nefasta influencia de ambiente, amigos y familiares es muy complicado y largo. Porque de los “trozos” sacados de ellos, han creado la pobre y única identidad que tienen. Que les lleva al fallo personal y social y a la frustración.

La Comunidad integrada en sus miembros cabales.

Y ahora viene el resultado de que se integran en la nación. Hoy en día etnia no es sinónimo de nación. Muchas naciones de la Tierra son realmente “crisoles de razas”. Lo son los Estados Unidos de Norteamérica, las naciones hispanoamericanas, las grandes naciones africanas… Donde conviven en suficiente paz y armonía etnias y culturas diferentes. Que estén conformadas por creencias no excluyentes y virtudes y valores nacionales.

Una nación es una sociedad de individuos, dotada de una auto conciencia socio política. Colaboran a crearla y vertebrarla la historia, la tradición y las costumbres, y la lengua y el sentido moral propios. Y contribuyen en segundo lugar a ello las etnias y el territorio propios, que no siempre existen, especialmente las primeras. Así, el territorio de un país no es una nación. Ni lo es la población inarticulada de un territorio, bajo un único gobierno.

Cuando la nación es amada por sus componentes y existe en ellos el deseo de servirla y defenderla en comunidad, aparece el concepto de la patria. Ésa es la patria que amamos y defendemos. Ambas ideas están interrelacionadas esencialmente. Y, la ausencia del patriotismo o la vergüenza de profesarlo por miembros de una “comunidad socio política”, lleva a la indefensión y a la desmembración de su nación, en mayor o menor grado, formando “grupos de individuos asociados”.

Así, no es de extrañar que sean las Fuerzas de Defensa de una nación, como instituciones y en sus miembros, las que enarbolen, enseñen y profesen el patriotismo como una de sus virtudes esenciales. Las Fuerzas de Defensa de una nación son el conjunto especializado de los “nacionales o patriotas” para la Defensa beligerante y cabal de su “nación patria”.

FINAL.

 

LA PSICOLOGÍA DE LOS TERRORISTAS ISLAMISTAS.

Introducción e Índice temático.

La civilización y sus estructuras vital y social en sus interacciones con los individuos y su psicología.

El fallo de los yihadistas en integrarse en un «grupo con creencias y virtudes (los valores permanentes) compartidos». Que le den identidad, sentido y pertenencia a sus vidas.

¿Por qué se comportan así? ¿Cómo tratar a los recuperables? ¿Cómo combatir a los vitandos o recalcitrantes?

Antecedentes.

Estas “piezas” nuestras rescatan y actualizan un personaje siniestro que padecieron hace muchas décadas los aventureros, colonizadores y autoridades europeas en los países del Islam. Era cuando “el flujo y el reflujo” de las corrientes de la Historia entre la civilización europea y la islámica, fronterizas desde el siglo VIII, fue favorable a Occidente. Y distintos países del Oeste, Francia, Gran Bretaña, Rusia e incluso los EE. UU. (cuando a partir de 1898, tras la guerra con España y su ocupación del archipiélago de las Filipinas, se encontraron con los “moros”), dieron el salto geográfico, a veces incluso allende los mares. Y penetraron y se asentaron con más o menos oportunidad y derecho (aparte del “más fuerte”, vigente hasta finales de la Edad Moderna) en muchos países del Islam. Fue la era del imperialismo.

El “juramentado” era generalmente un hombre fornido y poco reflexivo. Que contaba entre sus parámetros mentales a las creecias islámicas básicas: los 5 “pilares del Islam”, a los que se añadía la Yihad contra el infiel o el kfar o apóstata. Estos hombres simples, fuertes y moldeables eran adoctrinados por el imán de la aldea o población y sus acólitos y por sus compañeros. Que los convencían que estaban destinado por al-Allah al Paraíso, “por seguir el sendero de Allah”, que para ellos era hacer la guerra al “extranjero infiel” y a los “apóstatas locales”, que colaboraban con él en la gobernanza del país. Este hombre o un pequeño grupo de ellos era lanzado literalmente contra el objetivo designado: autoridades civiles o militares, una reunión de civiles o militares en un cuartelillo, en una iglesia o en la plaza o el mercado, etc.

Resultado de imagen de juramentados filipinas EL MACHETE DE UN «JURAMENTADO» MORO.

Los juramentados, que tomaban su denominación vulgar, del último rito que realizaban antes de marchar a “su” combate, eran luchadores de un solo uso. No era necesario instruirles en las tácticas y técnicas del combate de infantería. No se esperaba que volviesen de su misión. Sólo debían dominar el uso de la cimitarra, alfanje o yagatán, común en su zona. Aparte de sus convicciones tan firmes como escasas, los juramentados eran drogados para aumentar su resistencia física y para poder asesinar con eficacia. Era común que recibiesen varios impactos de bala o heridas de armas blancas, antes de perder los ánimos, aflojarse y caer. Sólo la bayoneta bien clavada en pleno dorso, pecho, diafragma o abdomen, y las balas de gran calibre o expansivas tipo “dum dum”, por su “stopping power” o poder de detención y dirigidas al sistema nervioso, encéfalo, espina dorsal, conseguían despachar para el Jardín de las Huríes al juramentado herido.

Resultado de imagen de juramentados filipinas MOROS FILIPINOS DE FINALES SIGLO XIX.

También existieron formas elaboradas e institucionalizadas de los suicidas asesinos en nombre de Allah. A fines del siglo XI, Hassan-i-Sabbah fundó entre los ismaelitas chiítas y en el noreste de Persia, la secta de los “asesinos”. Estos buscaban matar en secreto a sus enemigos. Esta muerte con alevosía que realizaban, dió el nombre de “asesinos” a todos los que la practicasen en el futuro. Aunque el asesinato es realmente la muerte del inocente. Los “asesinos· actuaron en Persia, Mesopotamia y Siria y la montaña de Alamut fue su primer centro y refugio seguro. Hicieron un amplio uso del hachís para animarse en sus acciones. Desaparecieron en 1256, cuando los mongoles invaden Persia y fueron metódica y aisladamente destruyendo los distintos reductos montañosos donde se refugiaban los “asesinos”. La fortaleza de Alamut, su central operativa, que fue rendida sin resistencia por los “asesinos”, fue destruida hasta los cimientos, para que no pudiese ser usada de nuevo.

Concepto y estructura de las motivaciones externas (ambiente y grupo social) de la conducta. La identidad de los individuos.

El Origen y el Significado Sociocultural de las Civilizaciones.

La civilización es literalmente el arte de vivir en los grandes poblados o cívitas. Que eran originalmente los primeros poblados o asentamientos humanos. Donde el hombre primero se asentó y dejó de vagar como necesidad imperiosa y vital. Y pudo llegar a generar “beneficios sobrantes”, en forma de cereales, ganados y todos sus derivados. Que servirían como reservas y para el comercio con sus vecinos. Y que le brindaban seguridad, comodidad y supervivencia. Esto le permitió empezar a comportarse socialmente como persona. Estableciendo lazos firmes y extensos con sus semejantes cercanos, los allegados más allá de sus familias, su prójimo vital.

El resultado de toda esta actividad social fueron las primeras civilizaciones locales, estrechas, vulnerables y balbuceantes. Que comprendían: el desarrollo de los derechos y los deberes de los hombres como individuos y con sus colectividades; la aritmética, para medir y contratar las producciones y sus repartos; el lenguaje y su escritura, para comunicarse entre sí y con los poblados cercanos, dejando registro, al menos, de lo considerado importante, etc. Los inventos civilizadores, como los ladrillos, los regadíos, los abonos orgánicos, el arado, la escritura, etc., surgen en estas localizaciones humanas. Y no hubiesen sido necesarios, ni posibles, sin los poblados estables. Surgen en cuanto su desarrollo alcanza un “nivel de iniciación”, necesario para que broten y florezca la civilización. Nivel que supone e implica una perspectiva de futuro y de progreso relativos, la necesidad de vencer los obstáculos naturales a ellos, una coherencia social interna suficiente y la ausencia temporal de enemigos externos, demasiado poderosos, rapaces y excluyentes.

Las civilizaciones poseen un carácter bivalente, necesario y complementario en sus relaciones sociales globales. Esta doble cualidad es centrífuga, expansiva y dominadora hacia su exterior. Dentro de sus fronteras la civilización es centrípeta, emprendedora y desarrolladora. En ambos casos, es creadora, innovadora y civilizadora o transmisora de sus creencias y valores compartidos. Por eso destacan en ambas actividades diferentes y opuestas, pero no antagónicas. El equilibrio entre ambas tendencias, que canalizan sus mejores esfuerzos y medios, es imprescindible para su desarrollo e impulso continuos, protegidos y beneficiosos. Las civilizaciones meramente avasalladoras y expoliadoras, que caducan como todas, no dejan huellas permanentes y fructíferas a su paso por los países conquistados.

Las civilizaciones que consiguen conjugar ambas pulsiones vitales, sus diástoles y sus sístoles eferentes e impulsoras, consiguen perdurar más en el tiempo. Pero también impregnan de su estilo, su lengua y su cultura a los territorios sojuzgados sucesivamente. Con ello transmiten su esencia a la posteridad, mucho después de su decadencia, a través de los pueblos civilizados con su cultura, sus leyes y su idioma y sus trayectorias históricas. Ahí tenemos el caso de Roma, rapaz e imperialista como cualquier otra potencia. Que sólo con los fríos y el mal tiempo recluía a sus legiones en los cuarteles de invierno. Dispuestas durante la república y el imperio a salir de conquista, represión de las revueltas o aseguramiento de sus fronteras, en sus campañas militares anuales, en cuanto el buen tiempo lo permitiese. Pero que fue capaz también de transmitir su cultura, sus leyes, llegadas hasta hoy como el Derecho Romano, su latín vulgar y su sistema administrativo, a todas las regiones “extra Italia” que poco a poco se incorporaban a su imperio o “res publica”. Esta impregnación cultural, que diría Lorenz, fue sancionada, integrada y consagrada con la generosa, oportuna y prudente concesión de su ciudadanía a muchas de aquellas ciudades y regiones. El “ius civitatis” se otorgaba por conquista, dependiendo del grado de anexión, lealtad y asimilación de los pueblos sometidos. Cuando se convertían en provincias romanas, se les concedían los mismos derechos que a la metrópoli. Fue el caso de Hispania. Pero hasta que no alcanzaban ese honor y cualidad, los pueblos dominados tenían que pagar su tributo de conquista (ius belli) y carecían de muchos derechos. Palestina, por ejemplo, no llegó nunca a tener la condición de provincia.

Mecanismo socio ideológico del flujo y reflujo del devenir de las Civilizaciones.

En las sucesivas crecientes y resacas entre las civilizaciones occidentales y musulmanas, sólo una vez coincidieron los períodos de pujante civilización de ambas. Que ocurrieron: en los aproximadamente 125 años, entre las mitades de los siglos XV y XVI. Esta exuberancia doble en civilizaciones enfrentadas se plasmó en un largo período de invasiones, reconquistas, hostigamientos y enfrentamientos abiertos en Europa, el norte de África y todo el Mediterráneo.

Los hechos observables que definen la decadencia temporal de una civilización cuajada son: la energía vital nacional, que alimenta la “moral nacional” y una sana “voluntad de defensa”, se disipa; las artes y las letras se vuelven formalistas y estériles; los emplazamientos, colonias o socios periféricos se abandonan y la política exterior se vuelve cobarde, balbuceante y precavida. Este retroceso de una civilización crea un vacío existencial, que atrae y da impulso externamente a la otra. Formando un vaivén natural y cósmico, porque la Naturaleza reniega y huye de los “vacíos”.

Las rutas comerciales, los contactos habituales entre ambas civilizaciones son sus auténticas líneas de aprovisionamientos y comunicaciones exteriores. Y, cuando estas arterias son descuidadas en la periferia de la zona de influencia de una civilización, los expertos civiles, religiosos y militares de la otra acuden a repararla, ocuparla y vitalizarla. La “aspiración” absorbente, creada por la decadencia de la otra, creada por su “vacío” vital, atrae una corriente ajena de ideas, métodos, palabras, inventos y estilos. Aparecen primero en la zona debilitada y permeable ajena, los viajeros, agentes comerciales y secretos, representaciones culturales, misioneros, profesores y diplomáticos de la civilización pujante. Así, muchas veces la actuación militar no busca más que la confirmación política de una superioridad existente y manifiesta. Que emerge y aflora irresistible desde muchos campos de la actividad humana. Y las ganancias territoriales se consolidan con la llegada de los funcionarios y administradores y las profesiones de crecimiento y desarrollo, arquitectos, ingenieros, agrimensores, artistas y un enjambre de buscavidas, arribistas y aventureros. De este flujo humano, especialmente de los últimos citados, porque su futuro inmediato es una página por escribir, surgen siempre personajes decisivos para la nueva implantación.

Se podría pensar entonces que la sociedad y su civilización estabilizadas serían el culmen y el desideratum en su desarrollo. Ya que así serían seguras, beneficiosas y atractivas. Pues, no. Para una civilización, la penuria de desarrollo es un signo ya de decadencia. Si no fluye, se adapta, emprende y avanza, se irá estancando, perdiendo la vitalidad y pudriendo. Esto ocurre en períodos medidos en muchos años, que escapan a la percepción del hombre efímero. Y sería tal como le ocurriría a una corriente fresca de agua, cuyo discurrir quedase represado.

La Interacción entre los Individuos y su Sociedad.

La identidad de un hombre es su “tarjeta natural” de distinción y de afirmación personales. Y ésta se refiere siempre a una comparación en esencia y en accidentes con “algo” similar. Es decir, el hombre es y se siente y se distingue, como tal y en plenitud, en un “conjunto” social. Al que pertenece y que le acepta como miembro y partícipe plenos.

La persona consuma su identidad en su “grupo” social. Y existen unos “lazos o nexos”, que traban, integran, nutren y mantienen funcionando la “unión” social sana, activa y resistente. Y éstos son siempre los mutuos derechos y deberes de ambas “partes personal y colectiva”.

Que deben ser respetados y recíprocos, en equilibrio y paridad de uso y derecho, cumplidos y defendidos por el individuo y su grupo existencial.

Las experiencias como factores configuradores y actualizadores de los individuos.

Cuando un grupo social se asienta en el territorio de otro, se produce inevitablemente una interacción socio cultural entre ellos. Cuyos resultados serán función de sus características socioculturales y de la dialéctica que se plantee entre ambos actores. Así, por ejemplo, tenemos el caso más antiguo de las invasiones violentas. Impuestas por un grupo sobre su “anfitrión”, empleando una dialéctica de confrontación por las armas.

En el año 376 d.C., los godos cruzaron los “limes” del este del Imperio romano y se refugiaron en sus territorios orientales. Venían empujados por unos guerreros aún más fieros que ellos: los jinetes de las estepas asiáticas, los nómadas de las yurgas y el arco compuesto, los hunos y tambien “otros”, algunos pueblos turcomanos del Asia central. Apenas dos años después, el 9 de agosto, los godos derrotaron a las legiones del emperador Valente, que los querían expulsar de la Tracia, territorio que abarcaba aproximadamente la Bulgaria de hoy. En Adrianópolis murieron unos 20 mil de los 30 mil infantes romanos, incluyendo a Valente. Fue la mayor derrota de Roma desde hacia 369 años. Y los godos se asentaron definitivamente en esos territorios. Apenas 98 años después, en el 476, el ejército romano de Rómulo Augústulo fue aplastado por los ostrogodos. Que establecieron su reino en Italia, el sur de la Galia y aproximadamente Yugoeslavia. Esto trajo la caída inexorable del imperio romano y la expansión de las tribus godas por sus tierras occidentales, hacia Hispania, la Galia e Italia.

Ya modernamente se producen enormes movimientos migratorios, especialmente en África, en Asia del Suroeste y hacia Europa. Que están alentados y facilitados por el desarrollo de las comunicaciones de personas y bienes y por la revolución en las inalámbricas de información. Estas migraciones no suponen en su empeño el empleo colectivo de la violencia contra los anfitriones de paso o del final. Así, tanto en Francia como en Gran Bretaña, después de la II guerra mundial y tras el proceso de descolonización de los pueblos, se produjeron inmigraciones masivas de personas procedentes de sus antiguas colonias africanas y asiáticas, que se asentaron en esos países. Y que buscaban un nivel de vida mejor que el de sus países, incluyendo una educación de primera para sus hijos, una seguridad y paz sociales y un futuro asequible de mejora y prosperidad.

En Francia están asentados más de 4,5 millones de musulmanes, especialmente de origen argelino, marroquí y tunecino. Las metrópolis europeas practicaron un “multiculturalismo asimétrico”, para aceptar en su sociedad e integrar posteriormente a sus emigrantes. Pero, los movimientos sociales no se pueden dirigir y regular con el compás y la escuadra. Los grupos sociales emigrantes se fueron estableciendo en la periferia de las ciudades de acogida. Donde la habitabilidad era más barata. Se formaban así barrios, distritos o repartos, habitados principalmente por grupos arracimados de esas culturas foráneas. Que servían para su apoyo y protección y también para su aislamiento y compartimentación. El primer ministro Valls declaró que en Francia existen más de 450 de estos “suburbios apartados” y no integrados. Usando una denominación más amplia y laxa, el país cuenta con unas 750 Zonas Urbanas Sensibles.

(CONTINUARÁ)

LA GUERRA CONTRA LOS TERRORISTAS ISLAMISTAS.

La guerra global contra el terrorismo organizado, proclamada por el presidente Bush tras el 11 de septiembre de 2001, se ha desinflado. Y con ello, la estrategia militar de combatir el variopinto yihadismo islamista en sus nidos y en sus focos infestados, siempre amenazantes. Sin que existieran para aquél, ni bases, ni refugios seguros en el mundo. Buscando sofocar ese peligro cierto, acechante, velado y ya sufrido. Y alejarlo de casa, del territorio de los USA. Mr. Obama bajó cualitativa y sustancialmente en 2011 los objetivos antiterroristas en la política exterior estadounidense.

La nueva Estrategia Nacional de los EEUU.

Para ello, el plan estatégico fija unos objetivos más políticos que militares en el Asia Central islámica. “Esta ha sido una década difícil para nuestro país. (Ahora) podemos alegrarnos de saber que la presión de la guerra está cediendo”. Se admite que (los estadounidenses no son capaces de “dejar un Afganistán perfecto”. Tampoco la democracia occidental es perfecta. Pero es comparativamente el menos injusto de los sistemas políticos conocidos. Y, debidamente regulado por el juego de los poderes públicos y la probidad de sus agentes, fue el que permitió el advenimiento de las clases medias, numerosas, educadas, laboriosas y progresistas. Así, apuestan por la negociación política con los talibanes moderados, para bajar la actividad de los grupos armados. Acercando las posibilidades de paz y de reconciliación en Afganistán. Pero la premisa mayor falla. No existen los talibanes moderados. Esta denominación repugna a la lógica. Ya que es una contradicción en los términos empleados. Igual que el “crecimiento negativo”, del que nos hablan algunos políticos. Los talibanes aplican rigurosamente la sharia. Que son las leyes civiles y penales sociales derivadas de la aplicación literal y rígida del Corán, en los asuntos profanos. Y la imponen por la fuerza. Y con un enemigo extranjero claudicante, sin convicciones firmes, con contradicciones internas, ¿para qué van a negociar los talibanes, teniendo el triunfo ya oliéndoles como las aromáticas flores del jardín de Allah?

Proclama Obama, con unos deficits fiscal y exterior desbocados, la necesidad de ahorrar en recursos militares, para dedicarlos “a construir una nación aquí, en casa”. Así, baja cualitativamente el listón del terror exterior, poniendo a la Red (al-Qaida) como único enemigo violento no nacional de los EEUU. La “red” terrorista salafista internacionalista, sin territorio propio, con sus jefes operativos conocidos, huidos y no deseados como huéspedes en ningún país normal, es un objetivo más asequible y manejable para los esquemas, los presupuestos y las aspiraciones de la “defensa menguante estadounidense”. Y queda al alcance de las acciones de la CIA y de los flamantes espías del Pentágono, de los aparatos aéreos no tripulados (Unmanned Aerial Vehicles) de exploración y ataque puntual, de las acciones militares puntuales de las fuerzas de élite del Pentágono, de los ataques de pequeñas fuerzas expedicionarias y/o de asalto anfibio de los Marines, transportadas en “buques de mando y/o de transporte” con su escolta naval, de la penetración de los grupos terroristas o, al menos, el acercamiento, la observación y la información, por elementos locales afines, a sueldo del espionaje de los EEUU. Los despliegues de decenas de miles de militares y su complejo equipamiento y abastecimiento específicos durante varios años en un teatro de operaciones, son descartados indefinidamente por la nueva “doctrina”. El pueblo estadounidense, plagado con la adherente y compleja crisis económica, con la falta de mando político eficaz, con los costes de las guerras contra el terror (se habla de $1,6 billones -no millardos- gastados hasta ahora en Irak y Afganistán y unos $60 millones al mes en el despliegue de Libia, sin participar en acciones ofensivas), está cansado de las acciones exteriores y lo refleja continuamente en las encuestas. Como en los viejos tiempos, en otras crisis nacionales, un país que es casi un continente, se repliega parcialmente hacia él mismo.

Necesidad de un nuevo “Marco Legal” formal e internacional.

Las leyes dan carácter jurídico e institucionalizando lo que las necesidades, las costumbres y, por fin, las normas sociales han ido buscando y estableciendo en la evolución de las sociedades. No existe en la Historia un ejemplo similar al cuadro operativo, legal e institucional que que se plantean los EEUU y los rebeldes islamistas violentos en su dialéctica antagónica armada por todo un mundo global o unitario. Por lo tanto, casi todas las leyes de los países donde se desarrollen episodios de esa guerra, las leyes internacionales en boga y las normas sociales existentes, carecen de significado práctico y de capacidad para establecer un marco operativo suficiente para este conflicto bélico. Los dos grandes rivales enfrentados utilizan más o menos libremente toda la arena mundial, incluido el espacio, como “campos de acción” locales para realizar toda clase de operaciones contra su enemigo, sus aliados y sus medios y propiedades.

Los términos reales de aplicación de esa dialéctica violenta están cambiados, son nuevos o diferentes: internacionalización total del escenario bélico. Citaremos algunos de los significativos o más conocidos: las fronteras y las fajas o sectores de operaciones están diluidas o no son significativas en éstas; las operaciones preceden y marcan los combates o pequeñas batallas; acciones violentas dispersas, poco decisivas, inesperadas, discontinuas en el tiempo, que consiguen su trascendencia por acumulación, no por concatenación sucesiva o simultánea; se producen grandes movimientos de unidades o pequeñas unidades en muy corto tiempo; gran capacidad concentrada y rápida del poder de fuego empleado por los rivales, los vehículos bomba llegan a tener la capacidad de demolición de una bomba revienta manzanas; el empleo de esas unidades pequeñas, que no constituyen un “blanco útil”, les protege del fuego enemigo pesado de apoyo; las capacidades digitales sobradas de las comunicaciones inalámbricas y del tratamiento y custodia de la información son un arma nueva en el campo de la lucha por la información sensible; esto ha llevado al enemigo al empleo de viejos medios, que estaban arrinconados: estafetas, partes manuscritos o escritos a máquina, cabeceras de partes locales, que se entregan sucesivamente los encargos, etc.; aumento cualitativo de la importancia de la capacidad de disimulo, encubrimiento, disfraz, ocultamiento, despiste y desinformación del enemigo.

Esto exige la creación de un nuevo marco legal y normativo, que recoja y regule las nuevas condiciones bélicas que están apareciendo, van madurando y se están desarrollando desde hace varios lustros. Y todo, teniendo una suficiente visión de futuro para que la evolución de los rivales y de las circunstancias y los acontecimientos no invaliden los medios legales y morales a poco de ser definidos y aceptados por una mayoría de países y personas. Porque, los agentes y las unidades y los medios de exploración cruzan y cruzarán constantemente el espacio y/o el territorio de los rivales y de numerosos países ajenos a su conflicto. Porque, los contendientes enrabietados seguirán saltándose las fronteras para realizar sus acciones puntuales de hostigamiento. Son de hostigamiento porque suponen la destrucción y/o la abducción puntual de unidades y/o personas, sin que con ellas se altere significativamente la capacidad operativa en el teatro o área.

Los Aviones no Tripulados en la Guerra contra los Terroristas.

Los drones son empleados en la guerra irregular en tareas de exploración y seguimiento y en acciones de ataque contra objetivos pequeños. La US Air Force del Pentágono cuenta con más de 1300 pilotos de drones, trabajando en 13 bases aéreas de los EEUU. Y calcula que para 2015, tendrá unos 2000 pilotos de drones. Ya está entrenando más pilotos para aviones sin piloto que para los vuelos convencionales: unos 350 en 2011. Desde 2012 la formación es específica para ellos: los pilotos sólo pasan 40 horas a bordo de un Cessna, sin volar en cazas, para pasar a aprender a dirigir un drone. El equipo en la base aérea para el guiado y mando de los drones es muy simple y altamente elaborado: el mando o timón de los drones, varias pantallas de televisión, rodeadas de numerosos indicadores visuales y controles auxiliares y un pedal, todo dispuesto por parejas frente a las dos sillas ergonómicas de los pilotos. Los drones llevan cámaras que transmiten sus vistas en directo a sus pilotos. Una deliberada observación precede a un ataque. El piloto del drone y el controlador de la cámara, que forman un “killer team”, observan a su “objetivo designado” durante bastante tiempo, comprobando su entorno y sus actividades. El ataque se realizaría cuando, por ejemplo, la posibilidad de daños humanos no deseados (los “collateral damages”) fuese mínima. El avión es capaz de, una vez captado y autorizado por los pilotos un objetivo a batir, iniciar por su cuenta el ataque, pero esta función no se le ha permitido nunca.

La exploración del enemigo y su localización exacta, tanto unidades como jefes y jefecillos locales, y el reconocimiento del terreno de operaciones es un viejo sueño de los mandos de todos los tiempos, para librarse de parte de sus temores e incertidumbres. Porque las maniobras modernas, incluso a las distancias cercanas y próximas, son cambiantes y plásticas para los mandos rivales. Si le añadimos la posibilidad de un seguimiento continuo de aquél, esto es miel sobre hojuelas de cereal. En estas tareas, las capacidades de los drones permiten su inserción profunda en el territorio enemigo, sin peligro de ninguna clase para las fuerzas de exploración especializadas propias y una transmisión clara, fluida y eficaz de los resultados que captan. Se podría decir que son un arma diseñada con fortuna para cumplir las misiones oportunas, si su empleo es razonable, controlado y comedido.

Porque, el uso de “aviones no tripulados” en misiones de exploración del enemigo plantea en sí mismo un problema de difícil solución para las agencias de Inteligencia y el Pentágono estadounidenses. Se estima que sólo la CIA puede estar recibiendo cerca de 2000 fotografías y de 2000 horas de grabaciones de vídeo diarias de sus “drones” espías. Y toda esta farfolla informativa, esta plétora indebida de imágenes, sólo pueden conducir al atasco de los canales de transmisión, procesamiento y valoración de esa información. Y al hastío y la desorientación de los mandos intermedios. Todo ello, aunque se empleen ordenadores potentes e “imágenes y signos claves” para discriminarlas en el proceso de selección. Este resultado sólo puede conducir a unos análisis rutinarios y someros en “contenido con enjundia” y a una profusión de informes.

Que se tardarían años en convertir en verdadera inteligencia, porque aquí hay que pensar para ello. Aquélla es la información contrastada y valorada para los diferentes mandos operativos y estratégicos. Que les oriente clara y suficientemente de una situación, de sus probables evoluciones y cambios y de las posibilidades propias de actuación, de acuerdo con la estrategia militar y la operativa o la misión recibida. Con el abuso ya no se trata de “obtener información relevante y suficiente”. Sino que la información que se obtiene es desbordante, recrecida e indigerible. Y es una información que intoxica y desorienta a todos. El criterio esencial y decisivo, que permite discriminar la información recolectada con unidad de criterio y respetando el principio universal del ahorro de los medios, es que los esfuerzos se dirijan a los sectores y objetivos más sensibles e importantes del complicado proceso del espionaje masivo. Y que, siguiendo alogaritmos probados y eficaces, se elijan y criben con una periodicidad dada los otros objetivos y temas neutros.

La capacidad destructiva de las cargas explosivas que portan las aeronaves de ataque no tripuladas es limitada en su número y en su potencia total. La característica esencial de su uso es que está destinada a objetivos limitados, bien en su tamaño (un pequeño número de enemigos no muy desparramados) o en su protección (blancos no fortificados); sin embargo, son útiles para batir vehículos de combate blindados (VCB), incluidos los main battle tanks, con sus cohetes de carga hueca, que los atacan en sus partes más vulnerables. Los principales Unmanned Aerial Vehicles son el Predator y el Reaper. Y cuestan más de $13 millones de dólares por unidad. El Pentágono cuenta con unos 19000 para las tareas de espionaje y combate. La CIA dispone de su propia flota, con los datos de su número, clase y activación reservados. Los drones los fabrica la empresa General Atomics. Su arma más devastadora son los misiles AGM-114 Hellfire II (algo así como el “Fuego del Infierno” potenciado, concentrado y mejorado), de la Lockheed Martin. En octubre de 2012, los EEUU encargaron 24000 misiles para su uso y la venta a países aliados autorizados. Existen las variantes de carga hueca anticarro (HEAT), antipersonal o HE (con diversos tipos de explosión y fragmentación, reforzada o no) y de autoguiado (“fire and forget”). Cada uno pesa unos 47 Kgs., con el 20% de carga útil explosiva (warhead), es guiado por láser con diversas técnicas y tiene un alcance de hasta 8 Kms. El efecto de una salva de varios de ellos sobre una manzana de casas de adobe o de mampostería es demoledor. Pero garantiza la eliminación del blanco humano seleccionado y de sus “oficiales de escolta”.

El Uso de las Fuerzas de Incursión contra Objetivos limitados. Ejemplos.

Los Estados Unidos realizaron el primer fin de semana de octubre dos ataques sucesivos, casi simultáneos, empleando fuerzas de élite (Navy SEALS y Delta Force) para capturar a terroristas islamistas ubicados en Libia y en Somalia. “Nunca es demasiado tarde”, dijo el domingo día 6 John Kerry, secretario de Estado de los EEUU, en Indonesia, donde participó en la cumbre de la Alianza estratégica de los países del Asia y Pacífico (ASEAN). Al Qaida “puede correr, pero no se puede esconder” (de nosotros), apostilló orgulloso a sus oyentes.

El asalto de los Delta Force en Trípoli, realizado con el apoyo del FBI y la CIA, permitió la captura de Nazih al Ragye, de 49 años, buscado por los EEUU como el cerebro de los atentados con bombas contra las embajadas de los EEUU en Kenia y Tanzania. Estos ataques salvajes, realizados en 1998, produjeron 224 muertos e hirieron a un número no precisado de personas, demoliendo con ellos edificios modernos enteros. Su orden judicial de caza y captura data de entonces y se ofrecían 5 millones de dólares por su captura “vivo o muerto”. El jefe terrorista era conocido por el seudónimo de Abu Anas al-Libi, que, en la jerga primitiva y rural de estos elementos, quiere decir solamente “Padre de Anas y libio”. Vamos, como nuestros “el hijo de la parida o “Ricardo, el de Carmelina”. El tipo fue apresado por el destacamento de los Delta Force en las calles de Trípoli, cuando regresaba a su casa tras el rezo principal (con sermón incluido) de la mañana del viernes, siendo inmovilizado rápidamente, sin poder llegar a defenderse.

Por otra parte, un comando de los SEALS, llegó a la costa de Somalía en lanchas rápidas hacia el amanecer del día 5. Su misión era asaltar el reducto del puerto de Barawe, al sur de Mogadiscio, y capturar a un jefe de la milicia islamista somalí Al Shabab, asociada de al Qaida en el África Oriental. Ella reivindicó el ataque contra un centro comercial de Nairobi, capital de la fronteriza Kenia, realizado en agosto pasado por un comando suicida de Al Shabab (un pelotón reducido) entrenado militarmente y que se saldó con más de 60 muertos. El nombre del terrorista buscado no se ha hecho público, pero se supone que se trataba de Mujtar Abu Zubeyr, conocido como Ahmed Godane. Según una fuente oficial estadounidense el objetivo habría logrado escapar, pero otras fuentes aseguran que habría muerto en el ataque. Durante la misión, los Navy Seal sostuvieron un intenso tiroteo durante más de una hora con los islamistas, que sufrieron varias bajas. A su vez, ningún militar estadounidense resultó herido o muerto en ella.

Según el teniente coronel Rick Francona, consultado por la emisora estadounidense CNN, cada misión se podía haber desarrollado “independientemente de la otra”. “Pero el hecho de que se hayan producido las dos (así) pone de evidencia que los EEUU, no importa lo que se tarde, no ceja en sus objetivos”. La Casa Blanca dejó también saber, a través del secretario Kerry, que el presidente estaba “satisfecho con los resultados” de ambos asaltos. Recordemos que, cuando la intervención aérea de los EEUU en Libia en marzo de 2011, Obama prometió que en ningún momento habría soldados estadounidenses sobre el terreno en aquel país. Por ello, la decisión del presidente de dar luz verde a las misiones de grupos de comandos con objetivos limitados en Libia y en Somalía, afrontaba unos riesgos políticos claros. Según fuentes oficiales estadounidenses, los gobiernos de los países implicados fueron informados de las respectivas operaciones, siquiera a posteriori. Aunque los libios protestaron por su ejecución, quizás para justificar que al-Libi se pasease por Trípoli durante meses, sin que fuese molestado o capturado por las autoridades locales.

(Continuará)

ABU OMAR AL-SHISHANI

Operaciones o G-3 de la Oficina central de Defensa del Estado Islámico

Su nombre puede pasar como uno más entre los cerca de mil delegados o visires nacionales, gobernadores, asesores, consejeros de la Shura, jefes de las oficinas centrales y nacionales y jefes de “brigadas” o “kampfgruppen” o fuerzas de tareas del califato del tercer milenio de Abu Baker al-Bagdadi. Y con la rapidez en dar alguna reseña personal suya, con motivo de su “evaporación” en un ataque aéreo de la Coalición de los 65 países el pasado viernes 4 de marzo, junto a la ciudad siria de al-Shaddadi, se ha obviado comentar o citar su intervención en la concepción de la más importante operación del EISI.

El padre Omar el checheno, que eso quiere decir su nombre árabe Abu Omar al-Shishani, fue el “estratega operativo” que diseñó a primeros de 2014 la campaña de primavera/verano del Estado Islámico en Irak. Conocido también como Omar el checheno, nació en Georgia y luchó en sus fuerzas armadas durante su desigual guerra con Rusia de 2008. Parece ser que al-Shishani comenzó a luchar en Siria junto a los rebeldes en 2012, pocos meses después del estallido de la guerra civil. Y se estima que algo más de un año después se unió al Estado Islámico de Siria e Irak. Los EEUU ofrecían $5 millones de recompensa a quien aportara información fiable sobre el paradero de Al-Shisheni. Recordemos que ésta es la tercera vez en que se declara muerto en acción a Abú Omar…

La gran operación de acción, prestigio y propaganda.

El EISI tomó al asalto y sin encontrar apenas resistencia la ciudad de Mosúl durante la madrugada del lunes 9 de junio de 2014, consolidándola en su poder en un par de días más. Mosúl es la tercera mayor ciudad de Irak y cuenta con 2 millones de habitantes. Fue la segunda gran localidad del país ocupada en firme por el EISI. El efecto de atracción y prestigio para el EISI y el golpe de descrédito para los gobiernos kurdo y central de Irak fueron sorpresivos y grandes. La permanente disputa por la administración de Mosúl entre las autoridades iraquíes y las del Gobierno Regional Kurdo (el KRG) influyó en la falta de defensas adecuadas de la ciudad. La toma de Mosúl, a unos 390 kilómetros al norte de Bagdad, sacó a relucir la incapacidad para gobernar la urbe, generada por el enfrentamiento entre el gobierno autónomo kurdo de Erbil y la autoridad central de Bagdad. Los kurdos aguardan desde 2007 un referendo que apruebe la absorción de esta ciudad por parte del KRG.

En este ataque se produjo un avance al combate de varias columnas de camiones ligeros sin protección contra el fuego ligero de infantería (muchos, tipo “pick up” de techo abierto y todos de marca Toyota), transportando al aire a unos 800 milicianos irregulares ardorosos del EISI. Y los 30.000 policías y soldados nacionales que guarnecían la provincia de Niniveh, abandonaron sus equipos pesados colectivos, singularmente la artillería y los vehículos blindados y huyeron, formando racimos de hombres aterrorizados, hacia Bagdad, a medida que avanzaban los “barbudos de Allah”.

Así, a primeros de junio de 2014, el ISSI lanzó una ofensiva estratégica en Irak, destinada a consolidar sus dispersos enclaves iraquíes (al-Ramadi, Faluya, etc.) de las provincias del norte y centro en una unidad territorial única y extensa. Que fuera capaz de unirse geográficamente, sin solución de continuidad, con las tierras sirias del Califato, con sede en Raqqa, en el alto Eufrates. Después de asaltar la ciudad de Samarra, irrumpieron en Mosúl y lanzaron una “acción de área” en las provincias de Saladino y Diyala, en la que los terroristas recurrieron también a sus “juramentados suicidas”. El asalto del ISSI a Mosúl se sumó a los ocurridos sucesivamente en varias poblaciones de la provincia de Niniveh. Confirmando con todo ello las capacidades militar y organizativa y la agresividad cada día más claras del grupo fundamentalista salafista y la gobernanza y el caudillaje de su líder, Abu Baker al-Baghdadi. La expansión del territorio que controla el ISSI, tanto en Irak como en Siria, son la realización de la intención de al-Baghdadi de desplazar al egipcio Ayman al-Zawahiri, no como jefe de al-Qaeda, sino como el auténtico sucesor de Osama Ben Laden.

Los avances de los yihadistas se producían a las velocidades de marcha de sus columnas, según la transitabilidad de los terrenos y la capacidad de las vías recorridas. Porque, antes de que llegaran a la distancia eficaz de influencia, de constituir una amenaza real sobre su objetivo, los funcionarios del gobierno y las fuerzas de seguridad abandonaban sus puestos administrativos y de defensa en aquél. Sin embargo, estos grupos móviles carecían de cualquier de cualquier apoyo externo a ellos, de conexión táctica a ningún grueso o masa de apoyo, y sus flancos son sectores expuestos. Esto es una de las delicias tácticas para cualquier ejército moderno medianamente experimentado y motivado.

Los grupos rebeldes pueden ser cercados funcionalmente y atacados desde sectores convergentes por los batallones de un par de brigadas de infantería mecanizada, reforzados cada uno por varias secciones o una compañía de sus batallones de carros. Y así, batidos y deshechos sucesivamente. Si no ha ocurrido así, es que no existía allí tal ejército. Lo que tenían los iraquíes era un proyecto, una apariencia, una entelequia, una imagen virtual y escandalosa de ello. Sabemos que la sorpresa es a veces inevitable: porque es hija del ingenio propio, de la oportunidad neutral y de la incertidumbre y de la rutina enemigas. Pero un ejército cabal es capaz de superar las crisis, de rehacerse y de vapulear al osado irregular rebelde, que se le enfrenta a campo abierto. Si no ocurre así es porque el ejército iraquí no existe como expresión cabal y cuajada de la voluntad de defensa de la sociedad y del gobierno iraquíes.

El diseño y la planificación de estas operaciones de acción y prestigio en Irak fueron obra de Abu Omar al-Shishani, un jefe entonces del ISSI en las montañas kurdas de Siria. Ya que las fronteras nacionales son para los yihadistas salafistas una abominación, que atenta contra la comunidad universal del Islam, plasmada políticamente en el califato. Creando así un “totun revolutum” de sufrimiento, desconcierto y sangre, donde medrar e imponer ese califato delirante. El Frente al-Nusrah para la Liberación de los Pueblos de Oriente, la franquicia regional de al-Qaeda, empezó a actuar en Siria en 2012, cometiendo los “grandes atentados indiscriminados y aislados” con grandes bombas en la capital y otras ciudades, al principio de la guerra. Los yihadistas avanzan políticamente y medran cuando existen una fractura y un caos sociales en un país. Éste es su humus primigenio, su caldo de cultivo, su medio ambiente propicio e ideal.

El enemigo contra el que planificó Abu Omar su “golpe de guadaña”.

El nuevo primer ministro iraquí, el chií Haidar al-Abadi, acometió a mediados de noviembre de 2014 la compleja reestructuración y adecuación del ejército nacional. Es de recordar, que los EEUU se gastaron durante su ocupación de Irak unos $25.000 millones en el entrenamiento y el equipamiento del actual ejército de Irak, que no parecen haber servido para mucho. Y los “drones” de espionaje y observación de los estadounidenses, tampoco han sido de utilidad. Y todas las escuchas telefónicas y de comunicaciones inalámbricas digitalizadas o no de la NSA (la agencia central de seguridad estadounidense, con inmensos almacenes para el archivo de datos inútiles, porque lo son si no son de provecho), la CIA y otras agencias especializadas en la exploración y observación de la información fueron nulas o erradas, para detectar el cáncer purulento del ISSI. Que se gestó desde casi dos año atrás, y su explosiva metástasis por el noroeste de Irak a mediados de 2014.

  EL PRIMER MINISTRO HAIDAR AL-ABADI

El miércoles 15 de noviembre el “premier” firmó, como comandante en jefe de las fuerzas de seguridad, la destitución de 26 comandantes y jubiló anticipadamente a otros 10. La medida atend a la necesidad de «consolidar la labor de una institución militar, basada en la profesionalidad y en la lucha contra la corrupción en cualquiera de sus formas». Al-Abadi nombró a otras 18 personas como relevo parcial. El premier buscaba también «depurar el aparato de seguridad de los generales y jefes leales a al-Maliki», cuyas políticas miopes y sectarias alienaron de nuevo a la población suncontra el gobierno iraquí. Y dieron alas a los yihadistas, que ya controlan difusamente un tercio del país. Pero, el jefe del Ejecutivo ha evitado ampliar la depuración al ministerio de Interior, controlado por la milicia chií de al-Sadr. «Las milicias chiíes operan en Bagdad (desde su centro en el barrio al este del Tigris, llamado Ciudad al-Sard) con total impunidad, ignorando la presencia de las fuerzas de seguridad gubernamentales«.

La purga coincid con el envío de 1.500 soldados estadounidenses adicionales a Irak, anunciado por Obama la semana anterior y con las primeras victorias logradas en combate por el ejército, con el apoyo de los ataques aéreos lanzados por la coalición internacional sobre las posiciones y concentraciones del ISSI. El general de 4 estrellas James Terry declaró a primeros de diciembre que su principal tarea es el reentrenamiento del nuevo ejército nacional. Se espera que la cifra de militares desplegados por los EEUU en Irak sea de unos 3.100 efectivos en poco tiempo. Y espantado por la enorme incapacidad del ejército iraquí, el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de los EEUU, el general Martin Dempsey, reconoció el jueves día 16 de diciembre que se necesitarán unos 80.000 miembros «competentes» de las fuerzas de seguridad iraquíes, para recuperar el territorio arrebatado por el ISSI, liberar la ciudad de Mosúl y restablecer la integridad de la frontera con Siria. ¡Qué fácil se entrenaron y motivaron los barbudos de Alá y cuanto les cuesta hacerlo a los “militares” iraquíes…!

GENERAL JAMES TERRY

El objetivo de la formación del ejército iraquí es alistar o reestructurar y entrenar a un colectivo de más 200 mil iraquíes, para formar el nuevo Ejército Nacional de Irak. Aparte están las fuerzas de policía y orden público civiles. Los reclutas son contratados tras pasar un superficial examen físico, estar comprendidos en un intervalo amplio de edad y pasar por un filtro “político” local, que avale su no “pertenencia evidente” a los grupos díscolos o insurrectos. Al no existir la tradición de un ejército moderno de reclutamiento universal, se ha optado por adquirir un ejército de voluntarios, intentando profesionalizarlo. Los reclutas del ejército pasan por “temporadas” una serie de jornadas de formación en técnicas elementales de lucha; de endurecimiento físico; de disciplina militar, basada en formaciones cerradas y sus movimientos, para imprimirles carácter; de cumplimiento de las labores cotidianas de vida en común y de convivencia como colectivos uniformados. Las principales tareas son formar someramente a los hombres, que se acostumbren a integrar colectivos permanentes disciplinados y prepararlos básicamente para su formación específica en las unidades de destino. Este período inicial se extiende entre los 60 y los 120 días. Y éste es un tiempo considerado insuficiente. Las unidades de formación del ejército iraquí, sitos en multitud de campos desperdigados por numerosas provincias del centro y del sur de Irak, serán fundamentalmente dirigidas por suboficiales y oficiales estadounidenses.

GENERAL MARTIN DEMPSEY, LUEGO JEFE DEL PENTÁGONO

Delirante, el viceprimer ministro iraquí Saleh al-Mutlaq (un sunní) recomendó reintegrar a los soldados de Sadam en el novísimo ejército en reconstrucción. «De esa manera se podrá derrotar al Estado Islámico en un plazo muy breve de tiempo». Pero, ¿aún siguen vivos y capaces, desde 2.003, los vapuleados y perseguidos restos del ejército de Sadam Hussein al-Tikriti? ¿No será éste el “tentetieso argumental” de los gobiernos iraquíes, al que achacan todos sus fallos, desventuras e incapacidades propias? A sus 68 años, el vicepremier es un veterano en la política del país, donde ha resurgido varias veces. Y se mueve a sus anchas en el gobierno de Bagdad, amedrentado por los yihadistas del Estado Islámico de Siria e Irak.

VICE PRIMER MINISTRO IRAQUÍ SALEH AL-MUTLAQ

Y la corrupción por sí misma no es razón suficiente para rehuir defender y ayudar al régimen iraquí. La corrupción es general, tradicional, arraigada y omnipresente en toda la región geopolítica árabe: desde el norte de África a las fronteras de la India. Sadam Hussein, el partido Baaz y su régimen estaban asentados en el clientelismo, el copago y el terror selectivo contra los enemigos internos, tanto reales como potenciales o estimados. Con la religión (variedad sunní) y los comunes orígenes tribales como criterios de selección, para comenzar a medrar en las estructuras estatales. Y sobrevivieron a dos guerras exteriores, una larga y otra contra una coalición aplastante de países modernos en 1991, y a varios intentos armados de rebeliones internas étnicas y religiosas.

INVASIONES DE EUROPA.

En el año 376, los godos cruzaron los limes del este del Imperio romano y se refugiaron en sus territorios orientales. Venían empujados por unos guerreros aún más fieros que ellos: los jinetes de las estepas asiáticas, los nómadas de las yurgas y el arco compuesto, los hunos y tambien los otros, algunos pueblos turcomanos del Asia central. Apenas dos años después, el 9 de agosto, los godos derrotaron a las legiones del emperador Valente, que los querían expulsar de la Tracia, territorio que abarcaba aproximadamente la Bulgaria de hoy. En Adrianópolis murieron unos 20 mil de los 30 mil infantes romanos, incluyendo a Valente. Fue la mayor derrota de Roma desde hacia 369 años. Y los godos se asentaron definitivamente en esos territorios.

LAS LEGIONES, ACOSADAS EN ADRIANÓPOLIS…

Apenas 98 años después, enel 476, el ejército romano de Rómulo Augústulo fue aplastado por los ostrogodos. Que establecieron su reino en Italia, el sur de la Galia y aproximadamente Yugoeslavia. El bárbaro le perdonó la vida a Rómulo Augústulo, tanta era la incapacidad que transmitía. Lo de Augústulo era el peyorativo “pequeño augusto”. Esto trajo la caída inexorable del imperio romano y la expansión de las tribus godas por sus tierras occidentales, hacia Hispania, la Galia e Italia.

Hoy, otro ejército de fieras empuja hacia nuestras tierras, desde el Oriente Medio, a unas tribus árabes de “refugiados”. Al ser perseguidos y acosados por las guerras civiles en los países donde viven, nuestras leyes le dan ese generoso “status político”. Que fue pensado en su origen para proteger y acoger a individuos y grupos selectos de los países del mundo con dictaduras, que llamasen a nuestras puertas. Pero ocurre que estos emigrantes no están tan amenazados, ni desesperados como para buscar acogimiento y protección en los países musulmanes limítrofes con los suyos: Arabia Saudí, Irán, los países del Golfo Pérsico.


En 2015, Europa recibió generosamente a un millón doscientas cincuenta mil refugiados, según los datos aportados por ACNUR y otras fuentes generalmente bien informados. Los últimos países europeos que han tenido que establecer unas mínimas condiciones de entrada para canalizar y represar este flujo anegante de personas anónimas, deseosas de entrar en íntimo contacto con nosotros, han sido Suecia y Dinamarca. El protocolo de Dublín, que determina que un refugiado debe ser registrado administrativamente en el país de la Unión Europea donde primero entre y solicite este “status”, está siendo de nuevo respetado en parte, para asegurar y preservar el espacio Schengen intraeuropeo. Una de los derechos fundamentales de esa Unión.


Esta recepción masiva, desbordante y recrecida de “refugiados políticos”, fue vendida a los europeos con el sentimentalismo, con un sin fin de imágenes de cadáveres desperdigados por algunas playas, de nuestras costas mediterráneos. Y no es que nuestros políticos pensaran más que nosotros en la solidaridad humana. Sino en la salvaguardia de las normas supranacionales de asilo, que ellos habían aprobado. Y que en la primera prueba que sufrían, saltaban por inaplicables por los aires. Ya hacia el siglo V de nuestra era, se hablaba de los cristópteros. Aquellos pícaros de la Alta Edad Media que vivían abusando de la cáritas, que caracteriza al cristianismo en su acción social.

En este año de la Misericordia para los católicos, algunos clérigos europeos han pedido la recepción generosa y casi indiscriminada de los emigrantes del Este. Pero el mensaje evangélico debe ser tomado y asumido en su totalidad. Y no como hacen los yihadistas salafistas con el Corán, esgrimiendo, solamente y con gran vehemencia, las aleyas o versículos que les son favorables. Así, también fue dicho: “No déis vuestras perlas a los cerdos, no sea que, pisoteándolas, se revuelvan contra vosotros y os destrocen”. Por mucho estilo literario oriental y vetusto empleado, la frase de Mateo 7, 6, parece un versículo apropiado para citarlo ahora. Y, en cuanto a los clérigos mudos, que no han leído un libro desde su ordenación: “el insensato (o necio) busca en vano la sabiduría” Proverbios, 14, 7.

Veamos lo que acaba de decir un comentarista indio a fines de 2015: “Tenemos (en la India) unos 13 millones de musulmanes. Han llegado a la India hace diez siglos. Desde entonces, ninguno se ha convertido al hinduismo”. La mayoría de los musulmanes indios viven ahora en Pakistán y Bangladesh (ex-Pakistán del Este). Hay que recordar que el panteón hindú es politeísta. Pero lo dicho es una aseveración y una evidencia de terceros, de que los musulmanes son, en general, refractarios a las conversiones a otras religiones. Y esta apostasía está castigada con la muerte en el Islam.

Curiosamente, Abu Baker al-Bagdadi nos amenazó hace unos meses, diciendo: “Europa será invadida por una ola de emigrantes…” No quiso aclarar más. Formaba parte de su puesta en escena histriónica e indefinida. ¿Hablaba de los emigrantes políticos, empujados por sus muyahidines, que buscan refugio aquí? ¿Era de los yihadistas europeos alucinados por el Estado Islámico, que retornaban a sus países? Para actuar como «escuadras de juramentados» sobre los casi infinitos que ofrecen las sociedades modernas y libres al capricho vesánico de unas fieras irrecuperables: centros comerciales, escuelas, institutos, universidades, iglesias infieles, tiendas, parques públicos, etc.

Estos «refugiados comunes», como siglos antes hicieron los godos, buscan la comodidad, la feracidad y el solaz de nuestras tierras. Y ellos buscan implícitamente enseñorearse de ellas, en un tiempo. Porque su civilización es diferente radicalmente a la nuestra. Y porque anhelan nuestras tierras, mercados y graneros. Y no desean en modo alguno asumir nuestras creencias y nuestros valores permanentes. Que son los que conforman nuestra civilización occidental cristiana.

EL YIHADISMO SALAFISTA

IDEOLOGÍA, HISTORIA, MÉTODOS, FRACASOS

Orígenes del Islam y su Expansión.

El concepto de la Yihad menor, como esfuerzo de sangre en el “camino de Allah” no existe en el Noble Corán. Sin embargo, sí existen cerca de 50 aleyas en las que se anima a los musulmanes a la defensa de la comunidad, a la lucha contra los infieles y a la propagación armada del Islam. Establecidas las líneas maestras, rápidamente los jefes políticos de la Umma, incluyendo al Profeta, echaron mano del instrumento que tan claramente se les ofrecía y que necesitaban a vida o muerte. En el principio del Islam, cuando reinaba la jahiliyya (la barbarie anterior a éste) en los árabes, en los tiempos de Mahoma, la Yihad fue imprescindible e inevitable para la defensa de la nueva religión. Que surgía en medio de un mar proceloso de tribus y clanes paganos e idólatras y más o menos nómadas, que poblaban Arabia. Y los grupos de musulmanes podían ser fácilmente eliminados por sus enemigos.

Pero la Marcha (la Hégira) de aquél con un puñado de seguidores, de La Meca a Medina en el año 622, inauguró una nueva era de transformación en el mundo y de expansión de la teocracia árabe islámica. En esa época, el poder en todo el Medio Oriente o, mejor, el Asia del Suroeste se repartía entre el Imperio persa de los Sasánidas y el Imperio de Bizancio. Unos pocos años más tarde, los árabes se habían apoderado del Imperio de los Sasánidas (año 644). Y habían constreñido las tierras de Bizancio en Asia, al centro y oeste de Asia Menor (la Anatolia). Paralelamente, van controlando el norte de África: en el 641 ocupan Egipto y se extendían rápidamente hasta Trípoli y las costas atlánticas del Magreb y de Ifrikia (en el 697). Por último, en el 711 invaden el reino visigodo de Hispania y en el 732 penetran en el reino de los francos.

Como en toda comunidad religiosa primitiva, la Umma fue el centro de los mandatos y las bendiciones de Allah. Viviéndose colectivamente y con entusiasmo el cumplimiento de una doctrina monoteísta y sencilla. Por el lado de los intereses mundanos, la extensión de las conquistas árabes, en su avance incontenible durante más de un siglo, trajo el control sobre los bienes y haciendas de los nuevos y numerosos súbditos y el poder político y militar sobre ellos. El dominio musulmán se establecía por la presencia de un gobernador con su guarnición militar, en cada ciudad o región conquistada. La relación de los nuevos súbditos con el régimen islámico se establecía y regulaba por el pago al gobernador de los tributos periódicos por el vasallaje impuesto y por profesar, de momento, una religión diferente. La tercera razón para esta expansión vertiginosa del Islam, era asequible a los nobles, jefes y más destacados musulmanes. Y fue el reparto de las cuotas de poder que engendraban el dominio, la defensa y la gobernanza de los nuevos territorios de dar-el-Islam, las tierras donde el Islam regía y gobernaba.

El sunnismo, que siguen cerca del 90% de los musulmanes, acepta también como revelación divina la Tradición o Sunna del Profeta. La tradición la forman los hechos y los comentarios de Mahoma. El mayor o menor rigor en la selección por la pureza de su origen y en la aceptación de esta tradición, que fue recogida y transmitida por sus seguidores más inmediatos, caracterizan a las cuatro “escuelas ideológicas” sunníes, fundadas a caballo entre los siglos VIII y IX. La escuela más abierta y flexible, la chafií, fundada por el palestino al-Chafii, muerto en El Cairo en el 820 a la edad de 53 años, abrió una puerta esperanzadora a la evolución pacífica del Islam. Ella acepta también el “consenso de los sabios” de la comunidad o Umma y el razonamiento analógico o qiijas, como vías correctas para la adaptación del Islam a todos los tiempos y lugares. Partiendo de su “origen rural, analfabeto, pobre, medieval y rodeado de hostiles y barbarie”.

Tras la muerte del Profeta en el 632 surgen tiempos en que la autoridad de un jefe nuevo y las rivalidades entre La Meca y Medina amenazaban la unidad y el desarrollo del Islam. El primer califa o sucesor Abu Baker al-Siddique (632-634) afirmó su autoridad en la comunidad y consolidó el califato como los “sucesores político religiosos del Profeta”. Y para ello utilizó la Yihad, en la guerra llamada de las riddas, estableciendo un ejército permanente, sin paga. Omar, llamado el Señor de los Creyentes, fue el segundo califa (634-644). Organiza la administración y el sistema teocrático, donde el jefe militar de la tierra conquistada es el delegado del califa para los asuntos civiles, la cabeza del Islam y el juez secular. Otmán, el tercer califa (644-656), de la familia de los Omeyas, prosiguió la expansión armada, pero fue asesinado por preterir a la casta militar. Alí fue el cuarto califa (656-661), primo, yerno y compañero eximio del Profeta. Pero, Muhawiya se sublevó para vengar a su primo Otmán y Alí resultó asesinado. Muhawiya (661-680) fue entonces proclamado califa, inició la dinastía Omeya y trasladó la capital del califato a Damasco. Su hijo Yazid (680-683) venció a los partidarios de Hussein (hijo de Alí) en el combate de Kerbala (72 bajas), el 10 de octubre de 680. Y surgió entonces el cisma político religioso en el Islam.

  HUSSEIN, NIETO DE MAHOMA E HIJO DE ALÍ Y DE FÁTIMA

Los 4 primeros califas son llamados por los sunníes los Rashidun, los “rectamente guiados (por Dios)”. En esta etapa histórica primigenia, los musulmanes realizan sus primeras conquistas, partiendo de su núcleo inicial La Meca-Medina, hacia el norte, el este y el oeste del mismo. La transmisión del califato entraría pronto en conflicto irreconciliable con los chiíes.

El chiismo, en minoría demográfica siempre, asume históricamente una actitud fatalista, pasiva, incluso de sufrimiento físico por ello. Están a la espera del retorno del (califa) XII imán desaparecido (en el 874), que vendrá como al-Mahdi (el guiado por Alá) en un momento dado de la Historia, para hacer triunfar a la Umma ortodoxa (los chiitas). Y habrá un tiempo de paz en la tierra, dominando los chiíes en él, como premio a sus desvelos, antes de que ocurra el Resurgimiento o resurrección final y el Juicio de los hombres por Allah.

La Ideología salafista.

Salafismo de «salaf», predecesor o ancestro. Como salaf, los musulmanes llaman a Mahoma y a sus discípulos: los cuatro primeros califas y a las dos generaciones que les siguen. La expansión del islam en el siglo VII se atribuye a la pureza de su fe. Desde entonces, cada vez que las sociedades musulmanas se encuentran frente a una crisis económica, política o social, surgirán personajes que preconizarán un retorno al Islam de los Salaf. Ibn Hanbal, en el siglo IX, da una interpretación literal del islam, basada en recuperar a los ancestros y en la condenación a las innovaciones teológicas. Ibn Taymiyya recurrió igualmente a ella en el siglo XIV, cuando el Próximo Oriente sufría las invasiones mongolas.

  IBN HANBAL

  TAYMIYYA

Los salafistas modernos comienzan con la predicación del ulema árabe Mohamed Ibn Abdul Wahhab (1703-1792) para el que el declive de los países musulmanes frente a Occidente, resulta del olvido del mensaje original del Islam. Ibn Abdul Wahhab predica la lectura literal y puritana del Islam, inscribiéndose en la tradición hanbalista y en Ibn Taymiyya. Buscando «la forma correcta de actuar en las enseñanzas de píos predecesores». Sus prédicas no fueron bien recibidas y lo expulsaron de su localidad natal, en la región del Nejd. Se mudó a la ciudad de Diriyah y formó una alianza con el jeque Mohamed ibn Saud, iniciador de la Casa de Saud. Ibn Saud promulgó la idea del Islam «wahhabí» como la manera de practicar el Islam de forma oficial en el país. Por su parte, al-Wahhab le dio a Ibn Saud la legitimidad religiosa en su conquista de Arabia.

  MOHAMED IBN ABDUL WAHHAB.

Por fin, en 1902, el emir Abdul Aziz ibn Saud reconquistó Riad, en 1924 ocupó La Meca y Medina y en 1932, la Arabia Saudí. Esto les daba el control sobre el Hajj, el peregrinaje anual a los lugares sagrados y la oportunidad de predicar el wahhabismo entre los peregrinos. Pero, el wahhabismo fue una corriente menor del Islam hasta 1938, cuando se descubrieron los yacimientos de petróleo en la zona. Los inmensos ingresos provenientes de esta nueva riqueza dieron un gran ímpetu a su expansión ideológica.

Las corrientes salafistas son movimientos de renacimiento del islam, a través del retorno a la fe original, la de los «piadosos predecesores». Rechazan todo lo que identifican como “interpretaciones humanas posteriores a la revelación del Profeta”. Son movimientos reformistas que condenan las prácticas del Islam popular (acusadas de ser supersticiones) y gran parte del pensamiento ideológico musulmán, considerado como portador de «innovaciones», es decir, “creaciones de la razón humana”, que se alejan del mensaje divino. Los salafistas rechazan a su vez la influencia de la civilización occidental, particularmente la democracia, el relativismo y el laicismo, que «corrompen la fe musulmana». Los salafistas se emancipan de la tradición fundada por las 4 escuelas sunnies e inventan otro Islam, que afirman se funda en el Coran y la Sunna. También buscan imitar a Mahoma en todos los actos de la vida cotidiana, incluidos la forma de comer o de vestirse.

Los imanes próximos al régimen saudí, rechazan la vía yihadista, que pretende imponer un régimen musulmán mediante la acción violenta y revolucionaria, al considerarla condenada al fracaso. Una de sus grandes figuras, desde los años 60 hasta su muerte en 1999, el jeque Mohamed Nasiruddin al-Alabani, declaraba que «forma actualmente parte de la política buena, el abandonar la política». Para al-Albani era necesario seguir una estrategia de purificación de la educación: por un lado, regenerar la fe, depurándola de «innovaciones» ideológicas que la alejan de sus orígenes; y educar a los musulmanes en esta fe regenerada, para que abandonen sus prácticas religiosas “corruptas”.

El «salafismo yihadista» o Qutbismo.

Esta corriente hace de la Yihad un centro de su actividad. El yihadismo buscan acelerar la liberación de los países musulmanes de toda ocupación extranjera. Se basa en las ideas de Sayyid Qutb, un teórico y revolucionario nacido de los Hermanos Musulmanes. Estaba convencido de que la sociedad occidental estaba enferma de individualismo e impiedad. Y los países musulmanes sufrirían lo mismo, si eran influenciados por Occidente. Y afirmaba que los regímenes musulmanes actuales eran apóstatas, al aplicar leyes laicas, en vez de la sharia.

  SAYYID QUTB, EN PRISIÓN…

El pensamiento de Qutb fue una de las principales influencias de las sectas Sociedad de Musulmanes o Excomunion (takfir) y Hégira (Emigración), surgida en 1969 en el seno de los Hermanos Musulmanes en Egipto, y al-Qaeda, y de sus líderes, Aymán al-Zawahiri y Osama Ben Laden. El líder de los Hermanos Musulmanes, Sayid Qutb, fue detenido, juzgado y ejecutado por el 29 de agosto de 1966, por planear el asesinato del presidente Nasser. Tras su muerte, los Hermanos evolucionaron hacia formas de organización y de lucha dentro del sistema político imperante. El salafismo yihadista actual nace en los años 80, durante la guerra de Afganistán contra la ocupación soviética. Los salafistas llegados de Arabia Saudita se encontraron con los Hermanos Musulmanes. Ello los condujo a adoptar el discurso político de los Hermanos Musulmanes y a reintegrar en él la predicación salafista de Sayyid Qutb.

Los Hermanos Musulmanes:

La organización de los Hermanos Musulmanes, una de las fuentes de los islamistas modernos, ha sufrido a lo largo de los 85 años vividos desde su fundación por Hassan al-Banna, toda clase de avatares, sinsabores y persecuciones. Él y sus seguidores pretendieron crear una red islámica, que sirviera de contrapeso nada menos que al estado egipcio. En 1948, contando los Hermanos con cerca de 3 millones de miembros y simpatizantes activos, comenzó una persecución estatal contra ellos. Al-Banna murió en un atentado callejero a primeros de 1949, transformándose en el “Imán Mártir”. La trayectoria de la cofradía se ha ocultado de las vistas ajenas durante largos e intermitentes períodos. Uno de los tics o mantras políticos de los Hermanos dice: “Nasser nos mató, Sadat nos amnistió, Mubarak nos silenció”. Y ahora pueden añadir “Abdul Fatah al-Sisi nos desilusionó”.

  HASSAN AL-BANNA Y EL ESCUDO DE LOS HERMANOS MUSULMANES.

La ideología, la organización y su actuación cohesionan a la comunidad sunní en una “unidad de acción general” motivada, eficaz y resistente. Que es de muy difícil repetición o réplica por los laicos, los ateos no comunistas, los demócratas y otros enemigos potenciales.

Los islamistas no reconocen a los estados, ni a las naciones. Ni, por supuesto, aceptan la democracia liberal occidental. Sólo Allah es Legislador de los hombres. La esgrimida por las cancillerías occidentales “legitimación democrática del presidente elegido Mursi” es una blasfemia para ellos. Teocracia y democracia se excluyen esencialmente y se rechazan activamente en las ideas fundamentalistas islámicas. El Islam no admite una modernidad política, ni mucho menos religiosa. Todo está ya legislado y entregado a los hombres, a través de Mahoma, para su “cumplimiento sumiso” personal y en la Comunidad de los Creyentes. El partido Libertad y Justicia egipcio es una “apariencia” política, para alimento de la galería internacional, creada por los Hermanos Musulmanes.

(CONTINUARÁ)

LA DEFENSA ARMADA DEL ESTADO ISLÁMICO O DAESH.

Introducción

El Estado Islámico tiene la ventaja estratégica de su unidad territorial, que le permite sostener las luchas siguiendo sus líneas interiores de comunicación. Sus enemigos están desperdigados por sus extensas y discontinuas fronteras y operan en multitud de sectores o fajas diferentes. Esta ventaja puede emplearla para fijar y mantener a sus enemigos, dispersos e inconexos operativamente por los distintos países y zonas. Impidiéndoles así cualquier concentración eficaz para atacarle.

Así, en su centro operativo de Mosúl, con unos 2 millones de habitantes, la mayor ciudad en su poder y la tercera ciudad de Irak, los yihadistas salafistas del DAESH mantienen fijados a los peshmergas de Erbil, capital del Kurdistan iraquí autónomo. Estos no son capaces de lanzar una ofensiva individual, para ir arrebatándoles enclaves y zonas y se mantienen a la defensiva. La razón es que son kurdos sunníes, que no quieren coordinarse con el ejército de Irak y las milicias sectarias chiíes.

ABU BAKER AL-BAGDADI.

En la provincia de Anbar, el EI ocupó al-Ramadi, su capital, en mayo. Aquí el ejército iraquí salió también a la desbandada, en una marcha retrógrada imprevista y acelerada. Los iraquíes culparon de sus desventuras operativas a una gran tormenta de arena, que facilitó la “marcha al combate” de los muyahidines del DAESH. Y está amenazando el flanco occidental de Bagdad. Que dice estar entrenando y concentrando efectivos para recuperarla, partiendo de la nueva base en Taqaddum, donde hay destacados 450 militares estadounidenses. Ella está a unos 25 Km. de al-Ramadi y actúa de cerrojo contra el avance del EI, guarnecida por los nuevos soldados estadounidenses del general de cuiatro estrellas James Terry.

El Estado Islámico tiene ahora tres grandes áreas de operaciones:

Una primera gran zona abarca todo el sur del Emirato, desde el sureste de Alepo hasta al-Ramadi, siguiendo el curso del alto Eufrates. En ella, el EISIL está extendiéndose y consolidándose, ocupando la ciudad de Palmira, terminando de expulsar al ejército sirio de la provincia de Deir-ez-Zour (sus últimas tropas en ella fueron cercadas al oeste de su capital) y a los soldados iraquíes y las milicias chiíes de la provincia de Anbar. Al oeste de Palmira están Tiyas y los aeropuertos militares del Shayrat, ocupados por el ENS, que son objetivos vulnerables al EI, que es capaz de atacarlos desde dos direcciones. Con ello, podría establecer un flanco occidental defensivo dirigido hacia Damasco, ocupando una ciudad intermedia.

En el norte de Irak, el EISIL mantiene sus posiciones en la provincia de Nínive y parte de la provincia de Saladino, consolidándose también en el alto Tigris.

En Siria, al norte y noreste de Alepo, a lo largo de unos 400 Kms. de la frontera con Turquía, hasta la provincia fronteriza de Hasaka, el EI mantiene un juego estratégico basado en pequeñas ofensivas y retiradas tácticas, en una zona de gran labilidad operativa. Intentando debilitar al Frente al-Nusrah (cerca de la fronteriza Azaz), a los peshmergas sirios (en Kobane) y a otros grupos opositores. Y mantener abiertos los estrechos sectores fronterizos, Ras al-Ayn, entre otros, por donde realiza sus intercambios de petróleo, derivados y bienes incautados, armamentos y partidarios. También el EI desea detener la ofensiva de la oposición en Alepo, ya que no tiene capacidad libre para explotar de la desestabilización en Alepo. Y ocupar territorios en una zona muy disputada, que constituye un frente bastante estable y de costosas ofensivas. Pero en la provincia nororiental de Hasaka quiere consolidarse, para aumentar su continuidad geográfica, proteger sus pasos fronterizos con Irak y Turquía, aquí está Tel Abyad, y aumentar su retaguardia estratégica, reforzando así el saliente proyectado desde Palmira.

UNA EJECUCIÓN EN PALMIRA…

Turquía, que quiere mantener en su frontera sur un difícil equilibrio político militar, recela tanto de los kurdos del YPG (sirios), como del EI, acercándose a su territorio en fuerza. Y Erdogan está considerando establecer una zona de seguridad de 10 Km. de profundidad en territorio sirio desde la frontera común, ocupándola con unos 12 mil soldados turcos. Desde ella, los turcos podrían también controlar parcialmente otros 25 o 30 Km. de profundidad más, empleando su artillería pesada. Es un tema espinoso y controvertido, de trascendencia internacional indefinida, por lo que el jefe de las FF.AA. le ha pedido a Erdogan una orden formal por escrito, que el mandatario aún no ha otorgado.

Los bombardeos aéreos de la Coalición de las 60 naciones, adscritos a la Operación “Inherent Resolve”, erosionan y causan bajas al Estado Islámico desde hace casi un año. Pero no detienen sus operaciones militares principales de fijación de sus enemigos y de aumento del territorio del Estado Islámico. Mientras los países occidentales, incluyendo los EEUU, la OTAN y la Unión Europea, en cualquier grado y combinación práctica necesaria, no estén dispuestos a poner sobre el territorio sirio y/o iraquí una inversión suficiente de combatientes propios, en forma de fuerzas interarmas terrestres, distribuidas en la combinación apropiada para las tareas que se les atribuyan, el EI no será batido por sus enemigos de esos países árabes infestados. Y parece que se podrá defender indefinidamente de sus enemigos fronterizos. En los ataques aéreos en Siria participan Arabia, los EEUU, Bahrein, Canadá, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania. En Irak, solicitando permiso operativo a su gobierno, bombardean Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, los EEUU y Gran Bretaña.

El Escenario Geográfico del Estado Islámico (EIIL).

Esta organización actúa en una franja difusa, no ocupada, sino controlada, de unos 300 mil Km2., que se extiende por Irak y Siria, desde Bagdad hasta Alepo y las montañas del centro oeste de Siria. El ancho varía a lo largo del recorrido. El territorio depredado comienza en Faluya, a unos 60 Km. al oeste de Bagdad, y engloba las cercanas ciudades de Habbaniya y al-Ramadi y la extensa y desértica provincia de Anbar. Y, siguiendo el Eufrates hacia el noroeste, alcanza las ciudades ribereñas de Haditha y Âna, antes de internarse en Siria por la ciudad de Abu Kemal, dejando atrás la provincia de Nínive y parte de la de Saladino. En medio del desierto del sur y el este de Siria, sólo aliviado por el río, está la ciudad de Dayr al-Zawr. Y continuando por el río, llegamos primero a Raqqa, junto a la desembocadura del río Belikh en el Eufrates. Y luego al lago artificial al-Assad en el gran meandro del Eufrates, para continuar hasta Alepo y las montañas kurdas del centro oeste, en la frontera con Turquía. Hasta unos 10 millones de personas podrían estar controladas por el EIIL en este territorio.

EJECUCIONES DE ENEMIGOS DEL DAESH

No es fácil trasladarse por esas tierras, que son infecundas, más allá de los regadíos del Eufrates y del lago artificial al-Assad, sin dejar una “huella táctica” de la marcha. Los terrenos de esta gran franja carecen de ocultamientos y cubiertas naturales, en forma de bosques, matorrales extensos y montañas. Esto hace que los más frecuentes refugios y estancias para los grupos yihadistas sean las aldeas y poblaciones a lo largo de su eje central: el río Eufrates, sus aluentes, como el Jaipur en la provincia de Hanaka, y sus riberas. Para su defensa y cobijo más duraderos tienen que dispersarse por ellos, formando una o varias “cuadrillas de muyahidines” de no más de 40 hombres cada una.

Posibilidades operativas decisivas.

En cualquier caso, la lucha en los territorios ocupados por el Estado Islámico es una lucha urbana. No es terreno para una guerra de movimientos. Lo fue en junio de 2014, cuando el Estado Islámico se desparramó, incontrolable y avasallador, por el norte y noreste de Irak. Y los 30 mil soldados iraquíes de las provincias de Nínive y Saladino salieron, acongojados y de estampida, hacia Bagdad. Buscando amparo y refugio entre los muros de la gigantesca urbe y su barrio chií al-Sadr, al este del Tigris. Y ello ante la simple “marcha al combate” de varios cientos de muyahidines, montados en Toyotas pck-ups, semidescubiertos y artillados con cañones ligeros y ametralladoras pesadas. Por cierto, ¿quién les facilita los siempre presentes vehículos Toyota a los muyahidines? ¿Algún concesionario neoconverso a al-Bagdadi?

La estrategia operativa de las bandas irregulares del Estado Islámico se centra en nunca dejarse empeñar por el Ejército u otras fuerzas superiores en combates “posiblemente perdidos por adelantado”. Sus técnicas y tácticas son la movilidad continua y previsora; la dispersión y la infiltración en la lucha urbana, adelantándose en una defensa flexible, desgastante, con cesión de espacio; las acciones pequeñas, dispersas y más o menos simultáneas o secuenciales en un área; la huida escalonada; la lucha con objetivos limitados y en condiciones ventajosas temporales; el abandono sistemático de posiciones, obligando al enemigo superior a desplegarse y prepararse cada vez. Ellas pueden ganarle al EIIL el tiempo necesario para sobrevivir.

ADORAN LOS TOYOTAS. ¿QUIÉN LOS PAGA?

En las ocupaciones temporales de poblaciones grandes, extienden sus posiciones defensivas más allá de lo necesario en la defensa convencional, cubriendo una mayor superficie. Sus “puntos de retardo” son difusos y ocultos e imperceptibles para los extraños. Hay que entrar en las casas para detectar paredes perforadas y encontrar pasadizos bajo un mueble o una alfombra. La destrucción que genera el fuego pesado impreciso, refuerza sus posiciones de combate, rodeándolas de cascotes que dividen y dificultan los accesos del enemigo, salvo cuando son alcanzadas por un impacto directo. Los nidos de resistencia tienen más importancia en esta forma de lucha. Porque la ocupación de la zona de defensa es más tenue, las posiciones no pueden fortificarse demasiado, las vistas son más cortas y existen numerosas vías de aproximación. Ellos dependen de los puntos de retardo y a ellos se repliegan si son invadidos o destruidos. Existen numerosas posiciones alternativas o de recambio. Esta estructura de rechazo permite engañar al enemigo que ataca e irrumpe sobre: el límite anterior de la posición de defensa, su verdadera extensión, los límites de los sectores que la forman y el interés del mando rebelde en la defensa de la zona; y consigue dispersar el fuego pesado del atacante.

LOS ESTADOS UNIDOS Y RUSIA, EN EL CONFLICTO DE ORIENTE MEDIO II.

(CONTINUACIÓN)

ANTECEDENTES REGIONALES

La Estructura Orgánica de Poder Social en los Países Árabes.

Las relaciones internas de las familias y los grupos de familias locales y clanes, se caracterizan por incorporar a ellas ciertos ritos, preceptos, actitudes y tabúes. Este conjunto de “normas sociales” recogen, valoran y cuantifican sus necesidades vitales, sus emociones primarias y sus creencias. La religión musulmana es seguida en la amplia zona geopolítica que tratamos. Casi todos son de la rama sunní. Ésta acepta al Corán y a la Sunna del Profeta, sus hechos y dichos (hadices), debidamente recogidos por los discípulos, como las fuentes ortodoxas de la revelación de Allah a los hombres. Las diferencias entre ellos residen en el rigor con el que se examinan y aceptan las fuentes de la Sunna. Y esta asunción del Islam forma parte de la inculturación, afirmación y cohesión sociales de estos grupos.

El código social, que recibe diferentes nombres según los países, establece ciertos derechos para el individuo y exige de él ciertos deberes sociales, hacia la familia, el clan y la tribu. Las disputas sobre mujeres, oro o dinero válido y tierras están en el origen de las enemistades sostenidas entre las tribus. Y deben ser mantenidas hasta vengar la afrenta percibida. La propia fragilidad y debilidad de la sociedad exige la aparición de los valores protectores. Éstos podrían ser la hospitalidad, la lealtad, la amistad, el desprecio a los foráneos, la venganza de ultrajes y daños, el honor individual y colectivo. Cada uno de ellos protege y engrandece en alguna medida o matiz al conjunto humano. Las relaciones son interpersonales, en los ámbitos de la familia, el clan y la región. Se proyectan por la oportunidad, la cercanía, el intercambio de bienes y la relación. Y se afianzan con la lealtad, el respeto a las normas aceptadas y el tiempo de trato. Y en función de la acumulación de estos actos elementales sucesivos.

La hospitalidad lleva implícita la reciprocidad, cuando uno viaja, está solo y no es agresivo. Esto a veces se perfecciona con la dotación de una escolta al viajero por zonas inseguras. La violación de esta “escolta” por un ataque supone una grave afrenta para el clan que la proveyó. La lealtad entre los miembros del colectivo, por muy lábil que sea a veces, cohesiona al grupo. El honor infla la autoestima y la apariencia ante propios y extraños. La venganza, en ausencia de una verdadera justicia institucional, busca castigo y luego reparación de los daños y afrentas reales o percibidos. El desprecio a los foráneos, no adornados de buenas cualidades o amenazadores para el grupo, busca impedirles a priori su integración en él, como una forma de defensa pasiva. La amistad estrecha los lazos con los iguales y el grupo. Si alguien se integra en estos grupos elementales, es objeto de lealtad y amistad a título personal. Esos valores se incrementarían por su actuación, maneras y comportamiento personal.

La autoridad natural tribal es orgánica, nacida de sí misma, estructurada en sus unidades familiares o células sociales. Cuanto más pequeño y aislado sea el grupo social, el poder de su autoridad natural será más moderadora e integradora, actuando como un primero entre los “iguales”. En estos casos, la reunión de los miembros activos (hombres, cazadores) del clan en asambleas, jurgas, etc., tienen el valor supremo y decisorio. Y es sancionador de las conductas desviadas o disolventes para el grupo. Los jefes locales son como negociadores privilegiados con los distintos gobiernos regionales y nacionales. Ellos gozan de una autoridad personal más que institucional. Y, a veces, sus decisiones pueden ser ignoradas por los varones adultos, si no están revalidadas por esas asambleas. Cuanto más se perfeccione y avance hacia el exterior la sociedad, modernizándose y complicándose, el poder de esta autoridad se afianzará y crecerá y se extenderá en ámbitos de actuación económicos y políticos.

Esta estructura natural tribal da el verdadero valor y sentido prácticos a las lealtades y los intereses mundanos, siempre relativos y aún oportunistas, de los árabes. Gráfica, paradójica (por ir de frente contra las enseñanzas del Islam) y aún exageradamente, podríamos expresarlo así: “Mi tribu y yo, contra el mundo; mi clan y yo contra la tribu; mi familia y yo, contra el clan; mi hermano y yo, contra la familia; yo, contra mi hermano”.

El Desarrollo acelerado de la Guerra civil siria.

Desde las manifestaciones pacíficas multitudinarias por casi todo el país que se realizaban a primeros de 2011, la revuelta social ha dado un importante paso cualitativo en su desarrollo y extensión. Se ha radicalizado y ha “tomado las armas” contra el régimen. Extendiendo sus “ondas de conmoción social” por todo el país, a todos los participantes, por los países vecinos y hasta las potencias extranjeras globales. Lejos están ya las manifestaciones de los jóvenes opositores, que no veían a la violencia como una opción aceptable de liberación nacional. Sin embargo, algunos analistas defienden que las ejecuciones ilegales de soldados, policías y civiles afectos al régimen comenzaron casi desde el inicio de las protestas generalizadas. Y otros atribuye esa radicalización rápida de posturas a la represión selectiva y progresiva del régimen.

A esto se une la islamización creciente de la oposición armada. Al principio las manifestaciones partían desde mezquitas o locales céntricos. Y luego, se comenzó a dar culto a los “mártires” y a emplear la retórica islamistas en las comunicaciones y declaraciones y en la denominación de los grupos irregulares. Del grito en los primeros videos colgados en la Red o enviados al exterior del país, “el pueblo quiere la caída del régimen”, han pasado a “el pueblo quiere la proclamación de la Yihad por los ulemas y muftíes”.

Este levantamiento no es laico. Es un levantamiento protagonizado por musulmanes más o menos practicantes del Islam. Laico es el régimen corrupto y rapaz de los Assad, donde las confesiones no islámicas eran respetadas y acogidas. Y que ha perdido la capacidad de defender y de representar al pueblo. Ésta es la «justificación social» de mantener y respetar a una dictadura exclusivista, casi siempre dinástica, a cambio de sus privilegios de clase.

El gobierno de los Assad y su aparamenta política han dejado de formar hace mucho tiempo un régimen nacional y «socialista». Ya que no representan, ni defienden, ni integran los intereses particulares y colectivos de su nación. Ahora sólo abanderan y protegen a los miembros de la amplia oligarquía socio religiosa, que acapara y distribuye en distintos grados el poder institucional, social y económico de Siria. El régimen sirio está cristalizado, sin fluidez, tanto social, como ideológica y administrativamente. Y se ha convertido en la cáscara de un “fruto socio político”, agostado, estéril y vacío.

Para los esquemas de los televidentes foráneos, tranquilos en sus casas a muchos Km. de los hechos violentos, los combates en Siria son feroces. Pero ello reside en que al enemigo que pretende matarte o mutilarte desde posiciones cubiertas y reforzadas, pues se le ablanda por el fuego directo pesado, se le corta la retirada ocupando un cruce de calles más allá y se le asalta su posición defensiva desde el techo o desde el suelo, por saltos asegurados sucesivos, si es que ha conseguido aguantar la presión tanto (muy extraño). Desgraciadamente aquí no valen los recursos románticos de “disparen Uds. primero, señores rebeldes”. Para conseguir la decisión y llegar al fin, lo mejor suele ser enseñar los dientes desde el principio y actuar con determinación. Aunque ni los militares ni los rebeldes tengan la doctrina o la experiencia de la lucha urbana…

LA INTERVENCIÓN DE LAS POTENCIAS

Iniciativas estadounidenses contra el EI.

En septiembre de 1914, los EEUU concertaron una alianza global de naciones occidentales y árabes para detener militarmente el avance arrollador del Estado Islámico, ante la petición urgente de socorro de Irak. Para ello, los aliados no desplegarían unidades terrestres de combate. Ha pasado un año de dedicación diaria al bombardeo aéreo selectivo, produciéndose más de 7 mil ataques a blancos individuales en Irak y Siria (posiciones de combate y de fuego pesado, edificios de mando y comunicación, vehículos, centros de entrenamiento) y un número impreciso de bajas efectivas, cifrado entre 5 y 8 mil militantes del EI, con diversos grados de entrenamiento e implicación. Pero, la trabazón conceptual e operativa de la acción aérea aliada, no ha conseguido “ni debilitar, ni degradar, y no ya, destruir”, parafraseando al presidente Obama, al Estado Islámico con sus acciones. El cual ha contraatacado últimamente en Ramadi, capital de Anbar, desalojando, por culpa de una tormenta de arena, a las gloriosas fuerzas armadas de Irak; en Palmira, estableciendo un saliente hacia Damasco; en Deir ez Zour, ocupando la capital y cercando a las fuerzas militares sirias desplegadas al oeste; en Hanaka, disputando la gran provincia fronteriza nororiental a los peshmergas del YPG y aliviando la presión que recibe el EI al este de Alepo y sobre Raqqa.

La artillería, la aviación, con sus fuegos pesados y precisos, permiten cegar, perturbar, neutralizar y aún destruir al enemigo terrestre, en orden creciente de daños y de efectos. Los fuegos pesados sirven para apoyar a las fuerzas terrestres, en un empleo de armas combinadas. Y para destruir las fortificaciones, las posiciones de combate, de fuego pesado y de anticarros, batir los cerrojos enemigos perpendicularmente establecidos al avance propio, y a las reservas enemigas en los distintos niveles de actuación y realizar la lucha contrabaterías. Son las fuerzas de tierra las que ocupan, limpian, despejan y mantienen en las manos propias a las posiciones enemigas atacadas. Frustrando las reapariciones del enemigo de entre los cascotes o los matorrales cercanos y rechazando contundente y definitivamente sus contrachoques locales y sus contraataques más deliberados.

En el verano de 2014, los Estados Unidos comenzaron a entrenar a voluntarios sirios sunníes jóvenes para integrarlos, en un principio, en el depauperado y desmoralizado Ejército Libre Sirio (ELS). Sus tareas eran combatir tanto a las fuerzas militares de Bashar al-Assad, el Ejército Nacional de Siria (ENS), como a los yihadistas salafistas del Estado Islámico de Irak y Levante, en las zonas sirias donde los desplegasen. Reforzando, así, el orden de batalla del ELS. Los campos de entrenamiento de esta infantería ligera irregular se situaban en el centro oriental de Jordania. Previo a la aceptación de reclutas, se estableció un filtro político ideológico, encaminado a detectar a posibles voluntarios yihadistas o gubernamentales y que resultó un fiasco, por sus resultados. En este entrenamiento de varias semanas participaron también, según las fuentes, Francia y Gran Bretaña, e incluso, al parecer, comandos israelíes. El plan inicial era llegar a entrenar hasta unos 5 mil hombres, empleando varias tandas o “batches” de reclutas. Pero el intento quedó reducido a egresar de los “camp boots” a unos 3 mil hombres, de los cuales, la mayoría desertó simplemente. Y el resto de los mediocremente formados se unió a distintos grupos rebeldes radicales armados en Siria.

El otro intento de formar combatientes sirios de ideología laica o moderada se basó en un plan de entrenamiento de “hasta 15 mil sirios voluntarios” en Turquía. Otras fuentes hablan de formar a 5 mil combatientes. Pero ambas cifras resultan ridículas para la magnitud y complejidad de las tareas que se les encomendarían y para su pobre “capacidad específica de combate”, que diría el estudioso coronel Trevor N. Dupuy. La fecha de finalización de su “plan” nunca fue aventurada por los responsables estadounidenses. A la vista de las “deficiencias” detectadas anteriormente, se estableció un muy elevado nivel de exigencia en la selección de los hombres a formar. Como consecuencia de ello, sólo unas decenas de voluntarios han sido entrenados desde entonces. Y opinamos que poseen una convicción y una motivación, cuando mucho, flácida y borrosa. Es de señalar el caso de la así llamada (“so called”) 30ª división del ELS, formada por menos de 80 soldados y que entró en la zona de Alepo en julio de 2015. En menos de una semana de “operaciones”, 12 fueron secuestrados y 18 resultaron heridos, por los irregulares del Frente al-Nusrah. Era el primer grupo o batch de rebeldes sirios que Washington instru en la vecina Turquía. También resultó prisionero de los yihadistas, el jefe de la 30ª división, Naim Hassan. Al-Nusrah atacó también su cuartel al norte de Alepo, y el resto de la fuerza divisionaria, apenas 30 soldados aterrorizados, corrió a refugiarse en Afrín, un enclave kurdo al norte de la provincia. Creemos, simplemente, que los rebeldes entrenados por los EEUU rehusaron enfrentarse con los yihadistas salafistas de la franquicia de al-Qaeda y se dispersaron.

Así, las fuerzas terrestres con las que cuentan los EEUU y su Coalición en esa zona geopolítica, para combatir al EI en su territorio controlado, son: el ejército iraquí, que en la primavera de 2014, antes del Gran Descalabro, contaba con 200 mil hombres teóricos en su orden de batalla; los peshmergas del YPG sirio y del gobierno autónomo kurdo de Irak y las milicias sectarias chiíes iraquíes, obedientes teóricamente al gobierno de Bagdad, pero entrenadas y guiadas por los iraníes. Los peshmergas iraquíes recibieron permiso de Turquía para cruzar su territorio y atacar desde el norte el poblado fronterizo de Kobane, ocupado por el EI. Logrando liberarlo en un esfuerzo conjunto, incluyendo a la aviación aliada. Pero, en febrero de 2015, ellos mismos fueron incapaces de hostigar siquiera a las “cuadrillas escoltadas de demoledores” del Estado Islámico, que derruían el yacimiento arqueológico de Nimrud, provncia de Nínive, situado a medio camino entre Mosúl y Erbil, su capital.

Las milicias chiíes fueron activadas desde el verano de 2014 por el general Qassem Suleimani, enviado urgentemente por Teherán, en apoyo del gobierno chií de al-Maliki. Para componer un rápido dique de contención al avance de los sunníes del EI, tras la toma de Mosúl y su aparición en fuerza por todo el norte y centro de Irak en junio y julio de 2014. Y para realizar la ingente tarea de darles a esas milicias, apoyadas por unidades de la Guardia Revolucionaria de Irán (los pashdarán: el ejército de los guardianes de la revolución islámica) una unidad de acción y una motivación combativa suficientes. E intentar, por pasos medidos, cortos y sucesivos, ir derrotando y desplazando a los yihadistas del EI, en duros combates, que serán fundamentalmente urbanos.

Rusia toma una iniciativa en Oriente Medio.

Desde alrededor de primeros de julio de 2015, los rusos han estado incrementando su presencia militar directa en Siria. Sus fuerzas armadas se han instalado principalmente en la Latakia, cubriendo los alrededores de Tarsus, su única base naval en el Mediterráneo. Incluyen cazabombarderos, helicópteros de ataque y de movimiento tropas y rescate, aeronaves no tripuladas de exploración y bombardeo y las unidades terrestres correspondientes de apoyo y de seguridad de los mismos. Y ahora, desde finales de septiembre, están bombardeando las posiciones de los rebeldes armados al régimen de al-Assad, al suroeste de Alepo; en la Latakia; junto a Hama, Homs y Damasco, en la cuenca del Orontes; en Raqqa y otros enclaves del EI, en el noreste del país y en el gran desierto del este. Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso declaró que “no operarían allí indefinidamente” y que calculaban que necesitarían “unos 100 días” de ataques. Los peshmerrgas kurdos del YPG, los aliados nacionales de los EEUU, desplegados por toda la frontera centro oriental con Turquía, no han sido molestados. Entre los que han sufrido sus inesperados ataques están las fuerzas irregulares del Frente al-Nusrah para la Liberación de los Pueblos de Oriente, la filial nacional de al-Qaeda. Tan peligrosos e ideológicamente radicales como los muyahidines del Estado Islámico, pero menos crueles y menos capaces militarmente.

A los reproches de algunos países occidentales contra esa intervención, Putin y Lavrov arguyeron que la “Coalición multinacional de loa 60 aliados” venía bombardeando a los yihadistas salafistas desde septiembre de 2014, sin tener para ello un mandato de la ONU. Claro que la coalición de Obama atacaba en Irak, con el “permiso previo diario” y teórico del gobierno iraquí. De hecho, el general de cuatro estrellas James Terry, que es el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak desde noviembre de 2014, actúa como un interlocutor inmerecido por su alta graduación, con el gobierno y las desprestigiadas fuerzas armadas y milicias iraquíes. Pero los ataques sobre Siria de los aliados no contaban con la aquiescencia de su régimen y se dirigían operativamente a apoyar a los peshmergas y debilitar al EI. Destaquemos que los rusos, según se han justificado los citados gobernantes, “son muy educados y están operando en Siria por invitación de su gobierno”.

Es de recordar que Siria fue durante décadas la aliada en el Oriente Medio de la URSS, y hoy Rusia. Y que Siria fue también considerada durante décadas un estado terrorista antioccidental. Del estilo de Corea del Norte. Que inundó literalmente toda la región geopolítica islámica de los fusiles dfe asalto AK y de los lanzagranadas de carga hueca RPG, para los grupos guerrilleros de “liberación popular”.

Rusia quiere recuperar su protagonismo y el respeto internacionales. A pesar de sus menguadas capacidades demográficas, económicas y estructurales y su desprestigio democrático y político ganado con el conflicto de Crimea y Ucrania. Con la intervención militar en Siria, Putin ataca la raíz del problema de los huidos sirios: que es la presión de una guerra civil cruel y larga sobre ellos. Y le permite tranquilizar a los europeos con la contención a corto plazo de la invasión masiva y continua de aquéllos. Buscando una atenuación de las sanciones económicas de la Unión Europea al gobierno de Putin por sus actuaciones descaradas en Ucrania desde hace más de año y medio.

Rusia también apuntala y da un fuerte espaldarazo al régimen sirio con su intervención. Tras 4 años y medio de guerra, el ENS está agotado y depauperado por una sangría de más de 60 mil muertos, sufrir continuas deserciones hacia los distintos grupos rebeldes (desde el ELS a los grupos yihadistas) y tener grandes dificultades para movilizar nuevos reclutas. Los soldados en filas en abril de 2011, si aún están aptos, no han sido licenciados del servicio. Las milicias enviadas por los chiíes de Hezbolá en el 2014 para apoyarlos no han sido suficientes para cambiar el rumbo de la guerra contra al-Assad. El gobierno ya no tenía hombres suficientes para realizar unas eficaces operaciones de contrainsurgencia, contra los rebeldes armados que le acosaban desde numerosas y fraccionadas “fajas de ataque” en toda la geografía siria.

Obama dijo: “el liderazgo moral es un arma mucho más poderosa que la fuerza bruta”. Esto es cierto, cuando los interlocutores atañidos poseen y exhiben las mismas virtudes ciudadanas que un demócrata. Pero, cuando se trata de fieras, de abusones, de energúmenos, de ventajistas arribistas, de gentes que aún perciben la fuerza como el instrumento del más fuerte, esto no vale. No importa en el nivel social en el que se encuentren. El liderazgo es convencer, dirigir con el ejemplo, atraer a las personas hacia sí, por puro placer y afinidad. Para realizar una labor conjunta en beneficio del grupo social al que se pertenece.

Y ese rol social lo ha abandonado Obama. Y también hace tiempo que lo ignora, por dejadez o incapacidad, la Unión Europea. A la que no se la espera en estas lides por estos lares. Pero, la cosa política tiene horror y abomina de los “vacíos”, de las “ausencias”. Y, así, ha sido atraido por la succión de ambos, el aprovechado de Putin, deseoso de protagonizar otro episodio internacional más. Para los que su pueblo, desde primeros de 2014, lo respalda orgullosamente. Para compensar su depauperada renta nacional y su menguante demografía.

La intervención de Irán en el conflicto del suroeste de Asia.

Al extremo este del Oriente Medio está la teocracia chií de los ayatollahs. Éstos, cuando quieren resultados importantes y rápidos contra sus vecinos, emplean a comandos o a unidades de la Guardia Republicana. La cual está entrenando, equipando y apoyando de diversas maneras a sus aliados correligionarios de Siria y de Irak. La Guardia Republicana está imbricada en el régimen iraní, formando el brazo armado incondicional y eficaz de la República Islámica de Irán. Ella, al igual que los militares egipcios, cuentan con un respaldo económico propio muy amplio. Que les garantiza la independencia operativa y que premia generosamente su dedicación y lealtad en el cumplimiento de sus tareas y misiones. Las brigadas al-Quds son un grupo de élite especial de la Guardia Republicana. Se dedica al espionaje y a realizar acciones militares como fuerzas de incursión. Y exhiben toda una panoplia de capacidades para la guerra subrepticia o sucia entre naciones enemigas. Su comandante en jefe, el general de división Qassem Suleimani, de 58 años, está incluido en la lista de los terroristas más buscados por los EEUU. Un detalle: el Líder Supremo de la Revolución iraní, Alí Jamenei, le considera un «mártir viviente de la revolución». A la que se incorporó en 1980, cuando tenia 23 años, en la incipiente Guardia Republicana.

Tras el avance del Estado Islámico por el norte y centro de Irak y el llamamiento del ayatollah chií iraquí Alí Sistani a la lucha contra él, Suleimani fue enviado por Teherán para activar las milicias chiíes, dispersadas tras la guerra sectaria. Y Suleimani ha conseguido en unos meses la vertebración de todas las milicias iraquíes contra el EI. Ha sido el EI el que ha sacado de las “sombras del estado” al general Suleimani. A fines de agosto de 2014 apareció en Amerli, provincia de Saladino, donde obligó a los yihadistas a retroceder. Irán distribuyó inmediatamente fotos de su general operando. Pero, tras el retroceso del EIIL, las milicias chiíes arrasaron decenas de aldeas sunníes de la zona, como colaboradoras o simpatizantes del enemigo. Lo cual no es un buen presagio para una evolución sin sectarismos del conflicto en Irak.

Asimismo, unidades combinadas de los pashdarán están operando ya también en Siria contra los enemigos sunníes de Bashar al-Assad. Reforzando al ENS y a las desgastadas e insuficientes fuerzas irregulares de sus correligionarios del Partido de Dios (Hezbolá) libanés.

 

Los Estados Unidos y Rusia, en el Conflicto de Oriente Medio

ANTECEDENTES

Rusia reaparece tras la Desmembración de la URRS.

La nueva Rusia de Putin, tras el paréntesis difícil e indiferenciado de Boris Yeltsin, está despertando de una transición traumática a una democracia formalista, no reflejada aún en sus estructuras de poder y de administración. Tras Yeltsin, las autoridades tuvieron que liberarse de una “oligarquía neocapitalista mafiosa”. Que buscaba una “forma” política amorfa, específica y de amplia cúspide, que gobernara el país y controlara la alternancia de los partidos en elecciones más o menos libres. En esas estructuras lábiles y en evolución se está transmutando todo el aparato supervisor y burocrático de la URSS, creado a lo largo de 70 años de férrea dictadura del PC. Por lo que no es casual el origen profesional y las maneras “presidencialistas” de Vladimir Putin.

PENÍNSULA DE CRIMEA

Pero que le dan a la nueva Rusia una creatividad y una flexibilidad operativa internacional, que no tienen sus competidores exteriores, más “asentados, protocolizados y super reglamentados”. Es lo que diríamos de un buen púgil estilista: “tiene mucha cintura”. Baste recordar la “jornada de oración y ayuno por la paz en Siria”, que proclamó el Papa Francisco para el 7 de septiembre de 2013. Que se pasó aquél sábado acompañando unas 4 horas el rezo del pueblo en la Pza. de San Pedro. A las pocas horas, Putin propuso a los Poderes internacionales (incluyendo a la inoperante ONU, que en los conflictos internacionales sólo sirve para dar un hipócrita sello de legalidad a las cosas y los hechos) la destrucción “in situ” del arsenal químico de los sirios de Bashar al-Assad y no su bombardeo aéreo. Esto cogió a Francia y a los EEUU con el pie cambiado. Y al Nobel de la Paz Obama, que había pedido el apoyo del Congreso para su ataque aéreo (“necesario por la brutalidad del Gobierno sirio con su población”), buscando como loco apoyos entre sus legisladores. Porque veía que le rechazaban hasta sus planes de intervención más menguados.

TROPAS RUSAS EN CRIMEA

Si desde hace tres años y medio Occidente amenaza, sin pasar a la acción, es porque en Washington y en París saben que una reedición de las operaciones aéreas que se produjeron en Serbia o en Libia no es posible en Siria, con el armamento antiaéreo ruso desplegado. La defensa compleja siria de radares y armas obliga a todo avión hostil a atacar su objetivo a más de 50 kms de distancia, para operar fuera del alcance de su DCA. El nivel de seguridad de las aeronaves ha pasado de los 3000 ms. de altura de hace 16 años en Kosovo, a los 10000 ms. en Siria. Sólo los carísimos cohetes de crucero como los Tomahawk estadounidenses y los Scalp franceses, diseñados como vectores de armas nucleares y de trayectoria autónoma y muy baja, podrían ser empleados con éxito en ataques de apoyo a tierra.

APOYO POPULAR A PUTIN

La pérdida de sus “aliados controlados” del Pacto de Varsovia y del COMECON, tras la guerra fría, sólo le dejan a Rusia buscar geográficamente “nuevas influencias” hacia el Asia central, desde Siria a la India y Vietnam. Turquía es un enemigo proverbial de los rusos. China es un “socio, competidor y rival”, si vale esta definición polivalente, que hace que ninguna de esas expresiones lo sea en plenitud. En Afganistán nunca han podido asentarse. También los rusos intentan ganar y mantener en su “esfera política y comercial” a las nuevas repúblicas centroasiáticas islámicas turcomanas y a las repúblicas ex soviéticas eslavas. Hasta ahora, la Unión Aduanera creada por Rusia incluye sólo a la Rusia Blanca o Bielorrusia y a Kazajistán.

Siguiendo sus estilos directos, imperiosos y operantes, a mediados de diciembre de 2013, Putin lanzó un primer órdago a Ucrania, para que pasara a formar parte de esa “esfera de coprosperidad” ruso turcomana: le ofreció bajar un 33% el precio de cesión del gas ruso, del que Ucrania es receptor y revendedor y, para salvarle de la quiebra financiera y no tuviera que lanzarse para ello en manos de la Troika comunitaria, le cedería hasta $15 mil millones en créditos blandos. Las “ofertas irresistibles” de la Unión Europea a Ucrania no se concretan, ni, por supuesto, se materializan. Más allá de los informes y briefings de una burocracia europea, anquilosada, sin imaginación ni coraje moral, que se protege y autogestiona. Pero, los problemas socio políticos surgidos en Ucrania han llevado a una fortísima polarización del país, formándose dos mitades casi “antagónicas irreconciliables”. Como las apelaría el materialismo dialéctico. Donde la parte al noroeste de Crimea, quiere alejarse de Moscú y la mitad al norte y el este de esa península busca estrechar los lazos con Rusia. Ucrania es por historia y por demografía parte de la Europa limitada al este por los Urales. Y Ucrania es por oportunidad política y momento histórico, parte de la Europa centro occidental, democrática y liberal. Que forma junto con los Estados Unidos, que actúa como el otro “polo vibrante” fundamental, al otro lado del Atlántico, la inmensa “civilización occidental”.

Un gran problema se plantea ahora, no sólo a Ucrania, sino a sus vecinos al Este y al Oeste. Y es conseguir que las fuerzas sociales que se enfrentan en Ucrania, desgarrando su patria, se conviertan en fuerzas complementarias y necesarias entre sí. Y es una gran labor conjunta, desinteresada, con altura de miras y dirigida por estadistas, la que hay que desarrollar para conseguirlo y alejar los espantajos que se vislumbran en su horizontes socio político. De no conseguirse esa “fusión de intereses”, que ésa es la alta misión de la Política, la alternativa sería mala para todos, nacionales y vecinos cercanos y lejanos. Y la herida sólo se cerraría en falso y por un tiempo imprevisible. Aunque se alcancen ceses del fuego y acuerdos operativos entre los rivales, como los de Minsk. Que solamente tendrían una función táctica y puntual…

TROPAS UCRANIANAS EN OPERACIONES

Para Rusia, Ucrania es algo más que un aliado estratégico. Como lo serían el Imperio japonés, la Europa Occidental o la Gran Bretaña para los EEUU. Ucrania es parte de la esencia nacional rusa. En Ucrania nació hace muchos cientos de años, el gérmen fuerte y prometedor de la nación rusa, la Rus. Pero, el problema latente, como unas brasas furentes cubiertas de ceniza, ha resurgido ahora virulento y casi descontrolado. Rusia está apostado fuerte. O se tendrá que contentar con convertirse en un “estado nación”, sin “esferas de coprosperidad” dependientes, participativas y ventajosas para todos. Esa “potencia regional o de segunda clase”, como la denominó despectiva e inoportunamente Obama en los inicios de esta crisis.

Desde entonces, la oposición armada de la Novarussia (así autodenominan los separatistas prorrusos a su territorio de la cuenca del Donbass y zonas adyacentes), es apoyada por los rusos. Que les envían equipos militares (entremezclados o no con convoyes de supuesta ayuda humanitaria para la población civil de la región), “grupos” de voluntarios internacionalistas, incluso veteranos chechenos prorrusos, y “asesores militares”. Y se enfrenta al gobierno central de Kiev, del presidente Petró Poroshenko. Ambos rivales armados han seguido una estrategia operativa del tira y afloja, del cachumbambé. Donde todo está bastante calculado y razonablemente controlado, para ir avanzando cada parte por pasos medidos y contados, sin que se les desboque irreversiblemente el animal de la guerra abierta entre naciones y alianzas. Y así estamos y seguiremos por bastante tiempo…

AVIÓN RUSO CON MATERIAL BÉLICO PARA SIRIA…

Pero, no todas son bondades y ventajas en un régimen super presidencialista. El tejido nacional ruso y sus componentes sociales, familiares y personales, sólo tienen sus deberes y derechos garantizados en un régimen político participativo. Aunque la popularidad y el respaldo al presidente Putin, por su estrategia de defensa exterior de las virtudes y derechos nacionales es alto, consistente y permanente entre la población rusa. El poder concentrado y decisivo tiene que ser administrado en pequeñas dosis, para no abusar, ni dañar, ni caer en la tentación de buscar su continuidad indefinida. El despotismo (que surge de la convicción podrida de los mandos de que han “salvado” a “su” patria), la corrupción y el clientelismo extendidos por los círculos del poder y sus aledaños, se vuelven manifiestos y consuetudinarios en la sociedad. La oposición política e ideológica, con sus críticas, actuaciones parlamentarias y protestas callejeras, puede volverse casi insoportable para quienes se concentran en planear, decidir y ejecutar en aras del pueblo, pero no con el pueblo. La cárcel y la confiscación de bienes son represalias de toda la vida, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, en la prehistoria, para los disidentes, díscolos y desobedientes y para todos los enemigos potenciales (imaginados o no) y reales del régimen.

El desarrollo de la ocupación estadounidense y aliada en Irak.

La guerra de 2003, iniciada el 20 de marzo, fue corta, precisa y muy asimétrica. Era un ejército de masas, fuertemente centralizado, aunque estuviera dotado de material y equipo modernos, el que se enfrentaba a un ejército de tercera generación, altamente tecnificado. Tras la guerra, ganada el 15 de abril, los EEUU, con más de 250 mil tropas sobre el terreno, no saben qué hacer. Y se convierten bastante bruscamente de “liberadores” en fuerzas “infieles de ocupación”. Y es en los primeros 4 años de ocupación, cuando se producen la mayor parte de las bajas de civiles y de combatientes irregulares iraquíes y de los aliados en esta guerra.

SEGUIDORES DE MUQTAD AL-SADR.

Los insurrectos iraquíes llegaron a constituir para primeros de 2007 una miscelánea extraña y no miscible. Que sólo permitía las colaboraciones espasmódicas, principalmente logísticas, entre ellos. Las facciones o grupos existentes eran: a) Grupos de al-Qaeda con carácter cuasi autónomo, coordinados por Abu Ayyub al-Masri, hasta junio de 2006. b) Baazistas (el partido tenía milicias que Saddam activó militarmente poco antes del ataque) y antiguos miembros leales de su ejército y administración. c) La red de resistencia nacional sunní, llamada “ahl al-thiga”, de la que se conocía muy poco, integrada principalmente por ex-miembros de la administración y del ejército anteriores y contrarios al ex-presidente. Que fueron despedidos con sabiduría excesiva por el estadounidense tecnócrata, metido a político, el cuestionable Paul Bremer. Sin mediar para ello ningún cargo o proceso penal contra los depurados tan abruptamente. A la que se unieron después patriotas y religiosos iraquíes y jóvenes desempleados, todos irritados ante la prolongación de la ocupación y el buen hacer de las fuerzas de la coalición. d) Las milicias socio religiosas locales y regionales de sunníes y chiíes. Una de las más renombradas era el Ejército del Mahdi, con menos de ocho mil hombres armados de muy variada y pobre formación militar, del clérigo chií Muqtad al-Sadr, sobrino de un importante opositor a Saddam. e) Voluntarios islámicos de varios países, que formaron la principal cantera de los terroristas suicidas voluntarios, generalmente sunníes. f) Grupos locales de jefes de clanes y señores de la guerra, haciendo valer sus derechos político económicos. Por ejemplo, en la primavera del 2004, el gobernador iraquí de al-Qadisiya, más extensa que Extremadura y con unos 800 mil habitantes, donde estaban nuestras bases de Diwaniya, su capital, desertó y formó una banda de unos 40 seguidores, para hacer valer sus derechos. g) Miembros activos de las agencias de inteligencia de, al menos, Siria e Irán. h) También se detectaron bandas de criminales comunes.

LLEGAN A BAGDAD…

A primeros de 2007, el general de 4 estrellas David Petraeus, con su cambio de estrategia político militar, comienza a pacificar el país. Se acerca a los insurrectos sunníes, mencionados en los apartados B, C y D y a sus tribus. Éstas eran ignoradas hasta entonces, por constituir “reliquias sociales superadas por la democracia inorgánica”, que no las necesitaba. Y los incorpora, en un gran esfuerzo social, a la vida del país. Las bandas de insurrectos son convertidas en “milicias de auto defensa” tribales regionales, patrocinadas por los EEUU, saltándose la cadena de mando política y militar iraquí, en manos de los chiíes. Su misión será principalmente controlar y sofocar en sus áreas demográficas, las acciones de los insurrectos citados en A y E, es decir, al-Qaida y sus recidivas terroristas. Y los sunníes, que habían rehuido siempre su participación en la política nacional, son convencidos de las ventajas de también hacerlo. Es el famoso “Despertar Sunní”, el Sahwa, el “Sunni Dawn”. Y desde 2008, los muertos militares y civiles de la guerra irregular caen en picado y se mantienen controlados durante otros 4 años.

LA GUERRA SECTARIA…

Este giro fundamental le brindó un respiro profundo a Obama. Y le permitió “maquillar” su retirada militar del país ante su opinión pública. La situación social está relativamente tranquila y el poder político queda en manos de un régimen “bastante” representativo del pueblo. Pero, como dijo el secretario de Defensa Leon Panetta en la ceremonia de retirada en Bagdad, “Irak va a ser puesto a prueba (ahora) por el terrorismo y por las dificultades económicas y sociales no resueltas”.

UN ANIVERSARIO…

El jueves 15 de diciembre de 2011 tuvo lugar en Bagdad la ceremonia de arriada y recogida de una bandera de los EEUU. Con ello se cerraban los fastos de la marcha oficial de las fuerzas militares de ese país en Irak. Tras cerca de 9 años de presencia allí, que costaron la muerte de más de 4800 militares aliados (casi 4500 eran estadounidenses), los EEUU dejaron un Irak algo mejor de como lo encontraron. Pero también puede decirse que no dejaron ninguna impronta, marchamo o huella permanentes en ese país. Que marcase o modelase la identidad sociocultural de Irak y que justificase tanta sangre (añadir a los datos, unos 120 mil iraquíes muertos) y tanto tiempo y esfuerzo económico empeñado (estimado en más de un billón -un millar de millardos- de dólares) en la posguerra. El país no asimiló, ni siquiera captó, las bondades de un régimen político, moderno y democrático que se le superponía, a su estructura político social, asentada en el Islam, las tribus y sus jefes naturales casi siempre incuestionables. Es de recordar ahora, que el general Petraeus no quería como primer ministro iraquí al chií Nuri al-Maliki, al que consideraba profundamente sectario e incapaz para la gobernanza de un país de convivencia tan difícil. Y que fue el vicepresidente Richard Cheney el que impuso su criterio y apoyó a al-Maliki.

La idiosincrasia estadounidense, en la guerra interna de Irak.

Para los EEUU, el dinero es una cuestión estratégica secundaria y fácil de dar. Y siempre ha sido así. En la II guerra mundial sufragaron en parte los esfuerzos de guerra de las otras naciones aliadas. En Irak compraron desde 2007 a clanes sunníes, con soldadas y contribuciones a fondo perdido. Para alejarlos de Al-Qaeda y de la rebelión promovida por el Partido Baaz y por los funcionarios y militares iraquíes. En Vietnam apuntalaron durante años el régimen del Sur, incapaz de entusiasmar y arrastrar a su pueblo a la defensa firme y comprometida de un “régimen libre nacionalista democrático” (con todos sus defectos de gestación y parto). Sobre el que pesó inexorablemente la incapacidad y la falta de probidad de sus políticos, hasta romperlo e incapacitarlo para su defensa. Pero con dinero se compran voluntades, mientras fluye la liquidez. Pero nunca se adquieren lealtades, ni amistades, ni simpatizantes. Y ahora, el pueblo estadounidense, plagado con la falta de mando político exterior eficaz, con los costes de las guerras contra el terror (se habla de más $1,6 billones gastados hasta ahora en Irak y Afganistán), está cansado de las acciones exteriores y lo refleja continuamente en las encuestas. Como en los viejos tiempos, en otras crisis, un país que es casi un continente, se repliega hacia él mismo.

El primer ministro iraquí saluda a líderes tribales en Bagdad. | Efe NURI AL-MALIKI SALUDA A JEFES TRIBALES…

Uno de los problemas estratégicos estadounidenses es su repugnancia civil y militar a pagar el “precio de sangre” necesario para actuar militarmente, con contundencia, decisión y eficacia en los niveles de sección, pelotón, equipo o team y hombre, en una guerra irregular. Precio de sangre que es inevitable en cualquier guerra. Y que es menor de lo que la “percepción sesgada por el temor” vaticina y amenaza. Porque tratándose de una “guerra de guerrillas” (le llaman ahora pomposamente de “cuarta generación” o asimétrica), contra rebeldes armados, el “precio de sangre” nunca será tan alto como en una guerra de tercera generación, contra un ejército moderno, tecnificado y mecanizado, que maneje bien la estrategia operativa. Un corolario de esa repugnancia es su aversión al riesgo militar. Lo que deja en manos de las unidades de élite, en operaciones de “muerde y huye” sobre objetivos concretos y puntuales y en acciones de destrucción o de captura y extracción de rehenes, las acciones de contra insurgencia militares. Y es lo que explica el uso extensivo y frecuente, para la exploración, el seguimiento de objetivos y la acción violenta sobre éstos, de los “drones” o aviones no tripulados, cada vez más mortíferos, protegidos, capaces y de mayor alcance útil. Lo que le viene de perlas a su conglomerado industrial militar nacional. Drones, como el RQ-70 Sentinel, de la Lockheed Martin, que se les caen cuando falla su electrónica o cuando ésta es atacada con contramedidas y pulsiones electromagnéticas (contra estas últimas, ni el flamante Eurofighter está totalmente preparado) o interferencias inesperadas.

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Tampoco los estadounidenses tuvieron un compromiso permanente e indefinido, el marchamo del buen aliado, con el régimen político iraquí. Que es conglomerado de intereses religiosos, tribales y personales, aglutinado por el poder que hoy detentan y se reparten. Tampoco se puede “impregnar” en su totalidad y sin más, una democracia inorgánica occidental en un país musulmán con una estructura social antigua y firme. Sin principios y formas liberales en su idiosincrasia (esto no se adquiere con unas inyecciones de “liberalismo forte”), los dirigentes y jefes populares utilizarán los nuevos mecanismos de poder que se les ofrezcan para aumentar su influencia y beneficio, en una sociedad supuestamente moderna y libre. Aquí, el principio de fondo es que una democracia islámica, basada en la Umma, el Corán, la sunna del Profeta y la Sharia, no es igual a una democracia liberal. Un corolario importante de esto es la falta de cercanía y de compromiso de los EEUU con el pueblo iraquí. Que percibe a losextranjeros infieles armadosen su territorio, como algo temporal, relativo, ajeno, dañino y superpuesto a sus intereses y necesidades cotidianas, familiares, tribales, culturales y religiosas, por este orden.

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¿Por qué no han intentado interpretar y encausar una “democracia islámica”, basada en el “Islam popular”, las distintas etnias y la cultura enraizada en los clanes y las tribus regionales? Porque quieren resultados a corto. Y el ritmo atemporal y firme de la vida de las tribus, los desconcierta y enerva. Les falta el celo por la labor anónima, firme y prolongada. De servicio a los demás, esos que siempre distinguen entre el mercenario advenedizo y el amigo. Tareas abnegadas, tanto militares como socio económicas, que sólo pueden ser promovidas y animadas por el que posee una sana “moral nacional”. Capaz ésta de desarrollar, desde su fortaleza interior, aquélla “amistad cívica” de la que hablaba Aristóteles en su “Ética”. Al menos, con sus adelantos, dineros y medios académicos, podían haber estudiado y señalado un “camino sociológico” a seguir por el pueblo. Y, aunque no hubiesen llegado a recoger fruto alguno, se hubiesen podido marchar con dignidad y el respeto ajeno, dejando una impronta de amigo confiable. Han hurgado en las heridas sociales, han lastimado más y han curado poco. Por fin, se van, dejando a los iraquíes frente a un destino difícil, que ellos han ayudado a pergeñar. Y que se muestra cada vez más enmarañado, difícil y peligroso para toda el Asia del Suroeste.

Los objetivos de la estrategia nacional estadounidenses son ahora más políticos que militares en el Oriente Medio islámico. Admitamos que los estadounidenses no fueron capaces de “dejar un Afganistán o un Irak perfecto”. Pero, tampoco la democracia occidental es perfecta. Recordemos a todos los corruptos e ineptos que participan en la “res pública”. Pero es comparativamente el menos injusto de los sistemas políticos conocidos. Y, debidamente regulado por el juego de los poderes públicos y la probidad de sus agentes, fue el que permitió el advenimiento de las clases medias, numerosas, educadas, laboriosas y progresistas. Que son el “humus primigenio” de las sociedades adelantadas modernas, que desarrollan y utilizan todos sus recursos y materiales en la seguridad, la prosperidad y el desarrollo humanos.

Un gran problema de la gran estrategia de los estadounidenses es que carecen de un “liderazgo socio militar proyectado”, de una figura dirigente que les ofrezca iniciativa, esfuerzo, sudor y lágrimas para defender por unos años decisivos, una causa que sea aceptada por la mayoría del pueblo estadounidense. Se actuó en Irak para derrocar al régimen tiránico de Saddam y para traer una verdadera democracia inorgánica al país. Y la doctrina Bush estableció, quizás sin ser explicada ni aceptada, que esas “asymmetrical wars” (irregulares y con bajo nivel de equipamiento militar) se sostenían y eran necesarias, para alejar de los territorios estadounidense y de sus aliados, las amenazas del terrorismo foráneo fundamentalista de cualquier origen, religión o ideología.

(CONTINUARÁ)