La Voluntad de Defensa de una Sociedad.

Y la Estrategia, la Estrategia Operativa y la Táctica, como Niveles de su Actuación Militar.

El Concepto y su Alcance.

Llamamos “voluntad de defensa” de una nación a su capacidad para propiciar, crear, desarrollar y mantener unas fuerzas de defensa, que cuenten con el apoyo necesario y sinérgico de la economía del país y de la diplomacia del estado. La voluntad de defensa es una expresión de la voluntad de ser y de la capacidad vital, incluso biológica, de una sociedad.

Este concepto supera y perfecciona a la así llamada guerra híbrida o de V generación. Que implica y supone el empleo de todos sus “medios de intervención” ortodoxos y heterodoxos por el grupo social o nación beligerante.

Resultado de imagen de GUERRA V generación ALEGORÍA IMPRECISA DE LA GUERRA DE QUINTA GENERACIÓN.

Como tal expresión, será sana, normal y suficiente, cuando las fuerzas de defensa y el apoyo diplomático y de la economía nacional que se les brinde a aquéllas, sean adecuadas y proporcionales a los objetivos políticos de la sociedad. Y también, a las posibles amenazas que tenga que soportar, tanto desde el interior de su territorio como desde el exterior, bien de su región geopolítica como de otras.

Esta capacidad y su actuación en los diferentes casos brotan de una “moral nacional” correcta.

La voluntad de defensa se plasma normalmente en las fuerzas armadas, en su calidad de instrumentos específicos de la función de defensa. Las fuerzas armadas constan de unos medios humanos, de unos medios intelectuales y anímicos y de unos medios materiales. Imbricando todo y proporcionándolo, existe el apoyo de la retaguardia, o mejor, de la sociedad.

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Los medios humanos deben poseer el entrenamiento adecuado, la disposición combativa y un cierto espíritu de cuerpo. Ellos se conforman, mediante los medios intelectuales y anímicos, que son la doctrina y su empleo, la dirección o mandos y la moral militar, en los instrumentos capaces de realizar con éxito las operaciones militares, capaces de hacerles superar el esfuerzo y el desgaste que ellas requieren y de comprometerse con las misiones encomendadas.

Los medios materiales deben ser acordes con la teoría militar de las fuerzas armadas y adecuados al nivel tecnológico necesario y a los objetivos señalados. Comprenden los sistemas de armas y todo el soporte físico directo de las mismas.

Por último, el apoyo de la sociedad proporciona, sostiene y nutre todo.

¿Cuál es la operativa de este fenómeno natural de la capacidad de defensa social?

Resultado de imagen de misiles nucleares COHETES INTERCONTINENTALES  CHINOS DF-41.

En una sociedad moderna, la cadena de transmisión de la voluntad popular a las fuerzas armadas, pasa por una serie de engranajes sociológicos intermedios de autoridades e instituciones. En ellos se va cristalizando y cumpliendo la voluntad popular, con todos los matices, errores y desviaciones, que se derivan del grado de imperfección del sistema institucional de la sociedad y de determinadas autoridades.

Esto implica que el ataque militar directo a la población civil, no debilita la voluntad de defensa ya concretada en las fuerzas armadas. O sea, la acción militar sobre la voluntad de defensa del enemigo debe realizarse sobre lo que es expresión de ella, sus fuerzas armadas, y no primeramente sobre la fuente de la misma.

El primer objetivo serían las fuerzas armadas enemigas. Luego estarían los órganos de gobierno, sus objetivos políticos, sus planes y sus alianzas y las industrias de guerra y auxiliares. Por último estaría la población civil enemiga.

La población civil, sin organización intrínseca, dominada por el aparato ideológico e institucional del estado, es capaz de asimilar tremendos golpes militares. Ahí tenemos los bombardeos durante años de Alemania, el Japón y Vietnam del Norte. Sólo la invasión de aquélla obligó a su rendición. Sin reaccionar por ello el pueblo contra la institución política y sin que se alterase sustancialmente la expresión nacional de la voluntad de defensa, alcanzada previamente. El caso más radical sería el de una guerra nuclear, en la que, con grandes pérdidas civiles iniciales, unas fuerzas armadas relativamente intactas, por su despliegue y protección, y bien dotadas, podrían prolongar la defensa e incluso vencer.

Esto nos permite definir al tiempo como el medio en el que actúa la voluntad de defensa, cuyo factor eficaz es la “moral nacional”.

En efecto, la voluntad de defensa se construye en el tiempo. Y para demolerla es necesario actuar sobre ella durante un tiempo. Ésta es la forma de actuar de la insurrección, en una guerra prolongada dirigida a la fuente de aquélla, el pueblo, atacando su moral nacional.

La Moral Nacional, fuente de la Voluntad de Defensa.

La “moral nacional” es la convicción colectiva de estar viviendo y siguiendo las corrientes históricas correctas de paz, progreso, satisfacción propia, servicio y justicia. Dicha certeza debe ser asumida por la sociedad como un destino propio y más o menos claro de realización.

La falta de cualquiera de las características anteriores o su perversión, puede deteriorar la calidad de dicha moral nacional, que no debe pretender nunca alumbrar un mesianismo. Pero, sin ilusión y entusiasmo no se pueden emprender ni realizar empresas de provecho. El entusiasmo es una fuerza del espíritu, que vence a la entropía moral e ideológica (generada casi inevitablemente en las sociedades), iluminada por una “ilusión razonable”.

Resultado de imagen de lideres mundiales LA DOCTRINA DE XI JINPING «alumbrando» el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era.  FUE INCLUIDA EN LA CONSTITUCIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA CHINO.  SÓLO MAO Y DENG XIAOPING MERECIERON TAL HONOR.

Cuando los dirigentes, a su vez, toman conciencia de estar sirviendo a la corriente social justa, que su pueblo desea y pide, se establece entre ambos una comunión moral, que armoniza y potencia los sentimientos nacionales y sociales implicados. Este proceso es el origen y el creador de la moral nacional de cualquier sociedad y está a otro nivel cualitativo de los intereses puramente partidistas, étnicos y de grupos.

Se establece una creación ideológica desde el pueblo y hacia el pueblo, cuya razón es que sea a favor del pueblo. En este proceso se pueden generar también desviaciones y aún aberraciones históricas.

El proceso de creación de la moral nacional será positivo cuando los dirigentes actúen colectivamente con honradez e inspiren “caminos” correctos”, dentro de las posibles líneas de acción, bastante generales y aún ambiguas, que resuenan desde las masas populares. Esto implica y demanda un cierto dirigismo ideológico por parte de todo el sector dirigente, no sólo los políticos y funcionarios, y que es una función principal. Los abusos estarían representados por el Ministerio de Propaganda de Herr Joseph Goebbels. los comités de bolivarianos de Chávez, los comisarios políticos y la estructura del partido para la dictadura del proletariado con Stalin, etc.

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Pero los órganos naturales de formación y de transmisión de la “moral nacional” están muy lejos de las oficinas de propaganda oficiales. La razón es que ellos son también los núcleos de la actividad colectiva de la sociedad y de sus dirigentes naturales e institucionales. Es decir, lo son los hogares las escuelas, las iglesias, los partidos políticos, los sindicatos, los centros de trabajo, las asociaciones en general, etc.

Tras la batalla de Inglaterra, Churchill dijo que las generaciones futuras dirían que “aquélla fue nuestra hora más gloriosa”. Esto fue posible gracias a una inquebrantable disciplina social, que no resultaba del estudio de manuales de educación cívica, sino del seguimiento de un modelo propagado por infinidad de testimonios personales. La difusión del modelo moral del ciudadano se debió en gran medida a la labor educativa de la Iglesia anglicana.

El propio Montesquieu reconocía que las virtudes republicanas sólo existían en los relatos de la antigüedad. Así, resultaban atractivas para una minoría dirigente, pero su adopción por los ciudadanos no podía hacerse por mandato legal o constitucional. Los valores morales teóricamente propuestos, se veían como algo artificial y remoto, sin conexión real con un código moral práctico y conocido, resaltado con ejemplos vivos que pudieran seguirse.

Resultado de imagen de montesquieu EL BARÓN DE MONTESQUIEU.

Los Niveles de la Actuación Militar.

Al primer nivel de la actividad de la defensa de una sociedad organizada se le llama estrategia nacional o, también, algo anticuadamente, gran estrategia. En ella se deben considerar también los recursos económicos y diplomáticos del estado, como parte de los medios de una nación para conseguir sus grandes objetivos estratégicos en una guerra.

La estrategia militar o estrategia a secas trata, en un gran segundo nivel de actividad de la defensa nacional, de la definición de los grandes objetivos de una guerra, de un teatro de operaciones o de una campaña y de la asignación de los medios militares, generalmente escasos o muy escasos, para alcanzarlos.

La táctica se dedica a la realización óptima de los combates frente a un enemigo, que se opone por medios bélicos al logro de nuestros objetivos estratégicos.

(CONTINUARÁ)

RAZONES CONTRA UNA GUERRA CON COREA DEL NORTE.

Temiendo una agresión imperialista, las autoridades del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (o Choson Rodongdang) y de sus Fuerzas Armadas (o Inmun Gun), pueden percibir como única salida a sus males crónicos, el emprender una “guerra revolucionaria de unificación nacional”. ¿Qué posibilidades hay de que esto suceda? Examinamos seguidamente los parámetros del “problema norcoreano” y sus “vías de elaboración” de sus conflictos.

Introducción.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas de Kim il Sung invadieron Corea del Sur, con la aprobación de Stalin, para realizar por la fuerza la reunificación de la península de Corea. Que estaba dividida en dos países con regímenes ideológicos enfrentados desde el final de la II Guerra Mundial. Los Estados Unidos, sorprendidos en un primer momento, acudieron rápidamente a socorrer a los surcoreanos. El apoyo de la República Popular de China, que envió fuerzas entrenadas en su reciente guerra civil, y los sistemas y equipos militares entregados por la URSS a los comunistas, permitieron alcanzar unas “tablas” sin vencedores para 1953. En julio de ese año, se firmó en Panmunjong una tregua, que no un final de la guerra. Y estableció el paralelo 38 como la frontera entre ambas naciones. Un río de sangre fue derramado por todos los actores para mantener la situación prebélica.

Resultado de imagen de kim il sung IL SUNG, FUNDADOR DE LA DINASTÍA.

Para celebrar el sábado 15 de abril, el 105º aniversario del nacimiento de il Sung, el “Padre de la Patria”, Kim Jong-un preparó una gran tarta. Estaba luminosa, resplandeciente, con sus 105 “velas cohetes” encendidas. Jong-un no quiere desmerecer en nada a su dinastía y está jugando a Júpiter tronante, amenazando con sus armas atómicas y cohetes balísticos de primera generación. Con ellos se tendría que enfrentar desfavorablemente y sin posibilidades de victoria a los sistemas modernos de armas combinadas de los Estados Unidos. Podría dañar mucho a Corea del Sur. Pero eso no le daría la victoria y afectaría a todos los coreanos.

La ideología y su Praxis en Corea del Norte.

Para prever el comportamiento aparentemente caprichoso y errático de las élites norcoreanas, es necesario conocer los parámetro ideológicos y sicológicos de una sociedad tan catequizada, cerrada y jerarquizada. Y esos parámetros se derivan de los postulados marxistas leninistas. Según la interpretación y las aplicaciones realizadas durante el régimen estalinista en la URSS. Es posible que a primera vista, parezca forzado e inalcanzable, por ser extraño, inhumano o paradójico, entender a Kim Jong-un, el “Sol del Siglo XXI”, el “Supremísimo”. Por ello, sugerimos que se haga la prueba de entender a los suicidas yihadistas islamistas. Que también están ahí, pero más cerca de nosotros. Por último, la ideología comunista más rancia, puesta en escena por los norcoreanos, lleva les al uso de expresiones y giros lingüísticos, inusuales e inexplicables según nuestras formas de expresión y formación del pensamiento.

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La dirección norcoreana aspira a la unidad absoluta de sus estrategias, su doctrina, su organización y sus planes. En la terminología norcoreana, el “Monolitismo” representa una estructura político social como el granito, con absolutas homogeneidad interna y unidad de acción externa. Una “Estructuracarente de fisuras, a través de las cuales pueda penetrar el enemigo y dañarla. No existe una distinción significativa o radical entre la paz y la guerra en la estrategia nacional norcoreana. Ambas son “fases” de la política nacional, con diferentes participaciones del Inmun Gun. Éste es el nombre en coreano de las Fuerzas Armadas de Corea del Noerte. Así, las estrategias política, económica y militar son formas de la estrategia total norcoreana.

Los gobernantes de Corea del Norte consideran, derivándolo de la estrategia soviética estalinista, que la estrategia norcoreana posee una orientación y un estilo de planteamiento y elaboración para sus planes y decisiones. Su fundamento es el “supuestamente sensato y científico” cálculo de la “correlación de fuerzas” entre los norcoreanos y sus enemigos. Esa relación de fuerzas es un deliberado y calculado cotejo de las capacidades potenciales relativas entre ambos rivales, para las distintas situaciones de conflicto.

Los norcoreanos prefieren obtener sus objetivos por medios pacíficos. Pero el determinismo del materialismo dialéctico les lleva a considerar que las guerras son inevitables, mientras existan las clases sociales, las opresiones entre ellas y los países imperialistas. O, como en los últimos 65 años, estén ellos rodeado de estados capitalistas, sujetos a las fases sucesivas de crecimiento y decadencia en sus ciclos económicos. Las élites norcoreanas, con su sicología especial y distintiva como sustrato anímico vital y con su ideología y toda la parafernalia rimbombante donde se expresa, no se preguntan si tendrán o no un conflicto externo. Sino, ¿qué forma de conflicto es más ventajosa para nosotros para destruir al enemigo? Y, además, ¿quién puede triunfar sobre quién en cada caso?

Y consideran que, de acuerdo con las premisas y el desarrollo del materialismo dialéctico, que los sucesivos enfrentamientos de los opuestos sociales antagónicos (los que son incompatibles y/o no complementarios). Que van surgiendo progresiva y sucesivamente, tal como describe el materialismo histórico, finalmente les darán la razón. Y obtendrán la victoria sobre los estúpidos y decadentes imperialismos yanquis y japonés. Para facilitar las cosas y como aproximación somera y pálida, podemos decir que el materialismo histórico es así como una descripción marxista de los acontecimientos o Historia general y que el dialéctico es así como una teoría científica de la creación, desarrollo y solución de los conflictos sociales (o sea, todos).

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Entendemos que el arma nuclear no es más que una apuesta norcoreana por cubrir todas las “fisuras”, ante una hipotética amenaza imperialista (del extranjero hostil) contra su régimen.

Planteamiento y Desarrollo de la Situación.

Varias son las razones que desaconsejan a los norcoreanos el uso preventivo o inicial de un ataque militar.

En la práctica está primero la cercanía de China, su principal apoyo y mentor, que abraza toda la frontera norte del país. Aunque China no se vea afectada directamente por los escasos fuegos atómicos que se crucen en la península coreana, las nubes radioactivas pueden alcanzar su territorio. Y afectar a sus factorías industriales y a sus ventas externas e internas, tanto si se producen contaminaciones, como si corren rumores sobre ellas. También China, como única frontera terrestre, recibiría un flujo caótico e importante de refugiados coreanos.

China es hoy una democracia dirigida de industriales y mercaderes. China tiene un sistema político dictatorial moderno (de partido único); que está controlado y dirigido por una élite que supone un 10% de su población. China es una de las principales economías mundiales: tiene en su poder unos $4 billones (millones de millones) en deuda estadounidense, con lo que financia a su principal importador mundial. La clase media china es creciente, próspera y pujante y está afiliada abrumadoramente al Partido Comunista Chino. Muy expresivamente, estas élites de cualquier sistema económico, suman también unos 135 millones de chinos, del orden de un 10% de su población. No están lejos los tiempos del canibalismo y de las sucesivas hambrunas y penurias en las tierras del Reino del Medio. Pero, ya muchos chinos han conocido y disfrutado de los innumerables bienes que el capitalismo y el sistema industrial modernos producen. Y, aunque su distribución entre las capas de la población y las exportaciones es aun muy asimétrica y deficiente, los chinos no desean arriesgarse a perderlos.

Resultado de imagen de nivel de vida China DESARROLLO ECONÓMICO EN CHINA.

Y recordemos que, a pesar de la proliferación de las armas atómicas y termonucleares durante los 40 años de la guerra fría, ningún país de los llamados socialistas o democracias populares las usó nunca.

Una razón sicológica de fondo es que los marxistas leninistas buscan el paraíso en esta tierra. Que sólo les traerá una sociedad sin clases y sin estado opresor, al final de los tiempos, al cabo de muchas, muchas, muchas generaciones del “hombre nuevo”. Mao Ze Dong calculó que “serían necesarias más de noventa”. “Largo me lo fiáis, Sancho”. Y si pierden esa oportunidad de supervivencia por una guerra devastadora, pues han hecho un pan como unas tortas. Y se quedan listos.

A ninguna religión normal o delirante, incluso primitiva, se le ha ocurrido nunca ofrecer el paraíso aquí. Hay dos casos en los que el arma nuclear puede ser empleada sin obstáculos o prevenciones ideológicos. Los yihadistas islamistas ofrecen el paraíso a los mártires de la Yihad. Con lo cual les dan a sus creyentes la seguridad en el futuro y les resuelven sus problemas en este “valle de lágrimas”. Los israelitas se consideran el pueblo elegido por Yavé. Y esto no se les ha cambiado abierta y directamente por Él. Para ellos, el cristianismo es una desviación religiosa, un cisma blasfemo. Tienen la seguridad de las promesas de Yavé a Abraham, a Jacob y a Moisés. En esa exclusividad de los favores de Dios, se basa su nulo interés proselitista. Así, no les importa enfrentarse a un holocausto nuclear. Si la existencia de su nación, siempre amenazada por sus inquietos y no democráticos vecinos, se ve irreversiblemente amenazada. Por ejemplo, perdiendo una guerra convencional contra los musulmanes. Tanto chiíes (Irán, Hezbolá, Siria), como sunníes (todos los demás), que pueblan África del Norte y el Suroeste de Asia.

Resultado de imagen de Consejo Defensa Corea del Norte FALLAN MUCHO…

Una guerra total con cruzamiento de salvas nucleares con el enemigo, sería hiperasimétrica contra las élites de Corea del Norte. Que perderían todo lo que poseen y desean: la vida, el ejercicio del poder casi omnímodo y un nivel de vida superior, en calidad y en variedad, al de sus compatriotas. De vida futura, nada. Por tanto, Iría contra las pulsiones naturales existentes en todos los hombres el emprenderla en esas lamentables condiciones y con esas apocalípticas perspectivas. Ésta debería ser la razón principal para alejar del aventurerismo desviacionista, iniciando esa guerra, a los dirigentes de Corea del Norte.

El tiempo disponible de reacción y el alcance de las represalias de los aliados estarían limitados por: Los deseos universales de paz; los esfuerzos diplomáticos de numerosos países, desde Vietnam a Venezuela, pasando por China, Irán, Egipto, Rusia y Bolivia; las fuertes perturbaciones de los mercados y del comercio mundiales. En gran parte, la iniciativa, a su nivel y perspectiva, seguiría en manos del Líder Máximo de la Revolución de los Obreros y Campesinos Unidos. El Queridísimo Gordito” (Loved Fatty, en los ambientes) y su Consejo Nacional de Defensa.

Orografía del Conflicto convencional terrestre.

Corea es una península montañosa. Una cadena central la recorre de norte a sur, con alturas máximas superando los 2000 ms., configurando, especialmente en el norte, numerosos y estrechos valles. Éstos se orientan principalmente de norte o noreste a suroeste. Las llanuras se extienden al oeste de la península, hasta las costas del Mar Amarillo. Corea del Norte, por lo tanto, no presenta muchos terrenos favorables para las maniobras de las fuerzas mecanizadas. Éstas se ven fácilmente canalizadas por terrenos quebrados y de corto o medio dominio por la vista.

Resultado de imagen de Consejo Defensa Corea del Norte EL CONSEJO NACIONAL DE DEFENSA, EN SU MOMENTO..

Los obstáculos naturales pueden ser reforzados por abatis, cortaduras verticales, numerosos y pequeños campos de minas, etc. Son terrenos naturales para el empleo del rechazo antitanque, basados en los cohetes de carga hueca con variadas distancias eficaces de tiro, aderezado con una defensa móvil a cargo de unidades de infantería ligera. En apoyo, una artillería bien protegida y camuflada, con las avenidas de aproximación enemigas y los puntos importantes o singulares del terreno registrados previamente. Los flancos de las posiciones de defensa pueden apoyarse en los compartimentos del terreno que crean las líneas de alturas.

RUSIA, DE AYER A HOY…TERCERA PARTE

(CONTINUACIÓN)

Desde entonces, la oposición armada de la Novarussia (así autodenominan los separatistas prorrusos a su territorio de la cuenca del Donbass y zonas adyacentes), apoyada por los rusos con equipos militares (entremezclados con convoyes de supuesta ayuda humanitaria para la población civil de la región) y “grupos” de voluntarios internacionalistas, incluso veteranos chechenos prorrusos, y el gobierno central de Kiev, con el nuevo presidente Petró Poroshenko a la cabeza, han seguido una estrategia operativa del tira y afloja, del cachumbambé. Donde todo está bastante medido y razonablemente controlado, para ir avanzando cada parte por pasos medidos y contados, sin que se les desboque irreversiblemente el animal de la guerra abierta entre naciones y alianzas. Y así estamos y seguiremos por bastante tiempo.

Pero, no todas son bondades y ventajas en un régimen super presidencialista. El poder concentrado y decisivo tiene que ser administrado en pequeñas dosis, para no abusar, ni dañar, ni caer en la tentación de buscar su continuidad indefinida. El despotismo (que surge de la convicción podrida de los mandos de que han “salvado” a “su” patria), la corrupción y el clientelismo extendidos por los círculos del poder y sus aledaños, se vuelven manifiestos y consuetudinarios en la sociedad. La oposición política e ideológica, con sus críticas, actuaciones parlamentarias y protestas callejeras, puede volverse casi insoportable para quienes se concentran en planear, decidir y ejecutar en aras del pueblo, pero no con el pueblo. La cárcel y la confiscación de bienes son represalias de toda la vida, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, en la prehistoria, para los disidentes, díscolos y desobedientes y para todos los enemigos potenciales (imaginados o no) y reales del régimen. El magnate ruso Mijail Jodorkovski, de 50 años, surgido en la etapa de los capitalistas ventajistas y dueño de la petrolera Yukos, que tenía el monopolio de las ventas de crudo a China, fue detenido hace 10 años por financiar a la oposición política a Putin. Tras una dura condena en Siberia, acaba de ser indultado por el presidente.

Putin apuesta por la economia y la diplomacia en Hispanoamérica.

El presidente está utilizando todos los recursos y medios del mundo globalizado, para extender con sorpresa, habilidad, convencimiento y seguridad la influencia de Rusia por todo el mundo. Así, en agosto de 2.012 Rusia dejó de ser la única potencia fuera de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y se convirtió en el socio 156 de la institución, que media en los conflictos entre países y establece las normas básicas del comercio internacional. El equipo del presidente Putin apostó por la integración, para estar entre quienes formulan las reglas de juego y para tener instrumentos legales contra el proteccionismo, que frena las exportaciones rusas a la Unión Europea y a EE UU. El ministro de Desarrollo Económico, Andréi Beloúsov, declaró que la OMC da instrumentos contra los monopolios y los contratos desventajosos y facilita la participación en proyectos internacionales. Así, dijo, “da estabilidad al comercio exterior y hace previsibles las condiciones jurídicas de los operadores”.

El comercio moderno de armas y sistemas complejos rusos, su fabricación local en parte, la cesión temporal de equipos y repuestos mientras aquélla no está en marcha y la formación integral y continua de los usuarios es el camino decidido por Putin para aumentar la influencia y el arraigo de los rusos en Hispanoamérica. Una zona geopolítica que les está distante y es muy diferente de Rusia en civilización. Así, el viceministro de Defensa de Rusia Anatoly declaró que “Nuestra política externa, no es sólo para vender en el exterior productos y equipos terminados, sino ir a la producción conjunta y desarrollar la cooperación técnico-militar». Añadió que, “Estamos para ello ultimando varios documentos, incluyendo la protección de los derechos de propiedad intelectual. La preocupación es que compartiremos información reservada. Y la asociación estratégica implica un mayor volumen de la confianza, un mayor grado de cooperación, incluido el suministro de armas y equipos especiales sensibles, y esto requiere un cierto nivel de las relaciones entre los dos países «.

En esta línea, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cerró la compra de baterías antiaéreas rusas por valor de mil millones de dólares a mediados de octubre de 2013. Su ministro de Defensa, Celso Amorim, que se entrevistó en Brasilia con su colega ruso Sergei Shoigu, comunicó que nada impide la participación de Brasil en el “proyecto del Sukhoi T-50”, que servirá como modelo a un “caza de quinta generación local”, que sería producido fuera de Rusia conjuntamente con la India. En la oferta rusa hecha por Sergei Shoigu, Brasil recibiría en arriendo aviones Sukhoi-35, para sustituir a los Mirages 2000, a retirar este mismo año, hasta que el modelo T-50 no alcance su capacidad operacional, que sería hacia el año 2016. El nuevo caza sólo sería comercializado desde Rusia al final de esta década. Los EEUU sólo tienen un avión de este tipo, el F-22, que resulta invisible al radar. También, Brasil está interesado en comprar material de defensa antiaérea capaz de proporcionar más seguridad al país durante el Mundial de Fútbol de Brasil 2014. El costo de esta operación se estima en $1 mil millones.

La idea central de esta penetración comercial y sus perspectivas es que los EEUU jamás confiaron en los ejércitos hispanoamericanos, ni colaboraron en serio con ellos. El cliché aplicado, incluso después de la pomposa “Alianza para el Progreso” del presidente Kennedy, es que los ejércitos hispanoamericanos son «socios menores» del Pentágono. Y, esos ejércitos deben cumplir funciones policiales-militares locales: combatir la insurgencia, vigilar las fronteras, controlar el territorio. En la conferencia de ministros de Defensa de los países del Hemisferio Occidental celebrada en 2002 en Santiago de Chile, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de los EEUU, declaró: «Una de las principales amenazas para la seguridad nacional de los EEUU consiste en que los gobiernos “latinoamericanos” no pueden controlar su propio territorio, sobre todo los territorios alejados, fronterizos. De lo que se aprovechan los terroristas. Por eso, la tarea de cada país de América Latina radica en fortalecer el control de sus propias fronteras». Hasta ahora, el Pentágono ni siquiera se propone debatir con los militares hispanoamericanos la creación de un sistema de seguridad regional. El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca no funciona cuando sería más importante: en los conflictos de intereses entre las “altas partes contratantes”, supuestamente iguales y asociadas. Esto quedó evidenciado en la Guerra de las Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña. En aquella ocasión, los EEUU y Chile apoyaron a Gran Bretaña. Rusia encontró así un nicho comercial e ideológico, descuidado por sus competidores más serios y cercanos, donde está presentando una oferta amplia, interesante y permanente para una colaboración abierta con sus clientes por un tiempo indefinido.

A primeros de octubre del 2.013 se informó que El Perú busca modernizar sus carros T-55, comprados en la época del general populista Velasco Alvarado, y ha expresado su interés por adquirir 110 carros T-90 y vehículos blindados BTR-80A, como parte del proyecto Nina Qarpay (Sembrando el Fuego). Esas compras podrían ascender a $700 millones. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Lavrov, encabezará una delegación al Perú y Brasil para estrechar lazos en materia de cooperación técnico-militar. Los medios ruso señalaron que El Perú piensa invertir $2300 millones en la compra de equipo militar antes de que termine este año.

Casi todo esto supone un rearme normal, pues el material militar es muy anticuado en todos los principales países de Hispanoamérica. Fueron los EEUU los que iniciaron la competencia entre estados fronterizos con agravios: vendiendo sus armas obsoletas a precios simbólicos en la región suramericana tras la II guerra mundial. En los años 60, el proceso de equipamiento de esos ejércitos se escapaba a su control. Así, Argentina y Brasil crearon su propia industria militar y subían al poder regímenes militares nacionalistas y/o izquierdistas. Washington frenó entonces los suministros de armas modernas a Hispanoamérica, siendo sustituidos por fabricantes europeos. Por su parte, los EEUU entregan armas a Colombia, que mantiene un contencioso serio con Venezuela. Y lo hace en el Oriente Cercano que es un «punto muy caliente». Y en Georgia, donde existe un grave conflicto armado larvado. Rusia parece que reacciona más fríamente a los suministros estadounidenses en los países del espacio postsoviético, que como lo hacen los EEUU con los suministros rusos a Hispanoamérica. Esto parece deberse a dos causas cualitativamente diferentes: la primera es la omnipresencia de la Doctrina Monroe como parámetro de la política exterior estadounidense. La segunda sería puramente comercial: la pérdida de mercados ante competidores competentes y avispados.

El jefe del Ejército nicaragüense, Julio César Avilés, declaró a primeros de diciembre de 2013, que las autoridades visitaron varios astilleros en distintos países, incluyendo Rusia, para decidir la compra de los modernos navíos, necesarios para equipar a la pequeña Fuerza Naval de ese país. «Hay una necesidad real de comprar esos medios navales”, afirmó el alto jefe militar. Y agregó: «Estamos conociendo las diferentes embarcaciones existentes y viendo cuáles son las que más nos convienen». En efecto, 19 de noviembre pasado, la Corte Internacional de Justicia de La Haya le adjudicó a Nicaragua más de 90000 Kms2 en el mar Caribe, que antes estaban bajo la jurisdicción de Colombia. El gobierno colombiano no acata esa sentencia. Avilés explicó que la nueva zona marítima bajo soberanía nicaragüense, exige nuevos medios navales para asegurar su patrullaje. Para lo cual se necesitarían al menos cuatro embarcaciones de pequeño calado y otras cuatro de mayor calado. “Off the record” se ha informado que Rusia estaría preparando un primer envío a Nicaragua de cuatro patrulleras y dos lanchas equipadas con cañones antiaéreos, pero el dato no ha sido confirmado por Managua. Rusia y Nicaragua establecieron relaciones diplomáticas y comerciales a primeros de 2007, tras el retorno del presidente Daniel Ortega al poder.

Según se informó en la primera semana de diciembre de 2.013, Uruguay compró armamento ruso para sus fuerzas de seguridad por valor de $1 millón. Se trataba de fusiles y ametralladoras de última generación, además de otras armas pequeñas y livianas, sus municiones y tres vehículos blindados GAZ-2330 Tigre, con instrumentos de alta sofisticación. Llama la atención tanto el origen como el tipo de material elegidos por las autoridades policiales uruguayas en virtud, entre otros factores, de la función táctica de dicho armamento. Los vehículos Tigre son aptos para combates contra armas pesadas y ése no sería un escenario que enfrentaría la policía uruguaya en la actualidad. El crimen organizado de Uruguay no habría llegado a ese nivel de equipamiento. La empresa comercializadora de dicho material es Rosoboronexport y la estrella serían los 500 fusiles automáticos Kalashnikcov AK 103, utilizado en la actualidad por el ejército ruso. Uruguay ya había adquirido 48 vehículos blindados Vodnik y 60 camiones de trasporte militar de Rusia aprovechando una deuda comercial heredada por Montevideo de la entonces Unión Soviética. Uruguay fue el primer cliente de exportación del Vodnik. El acuerdo de cooperación militar ruso-uruguayo data de la Administración del Presidente Jorge Batlle y prevé la obtención de suministros de armamentos y cursos de formación y capacitación militar, que incluyen compartir información “cualificada”. El acuerdo bilateral permitiría también la eventual instalación de fábricas de armas rusas en el Uruguay. El presupuesto militar del Uruguay es del 2% del PBI y ocupa el octavo lugar en los gastos militares hispanoamericanos con un monto aproximado de 380 millones de dólares.

En 2.011, Moscú vendió material militar en Hispanoamérica por un valor de $11 mil millones. Los principales clientes fueron, en orden de importancia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Nicaragua, Cuba, Perú, Guatemala y Uruguay. Durante la última década, la exportación rusa de armamento y técnica militar se multiplicó por cuatro. Pero, la dirección de Rosoboronexport, la principal corporación rusa encargada de la exportación de armamento, cree que en 2.013 las ventas alcanzaron una “cresta”. Según los planes estratégicos de la corporación hasta el año 2.020, la exportación de armamento desde 2.013 hasta 2.016 al subcontinente se mantendrá al nivel de los $13000 millones al año. “El mercado mundial está cambiando, pero sin cambios drásticos. No contamos con que haya mejoras durante estos años. No esperamos que vaya a haber caídas, aunque tampoco podemos asegurar que podamos registrar subidas”, declaraba el secretario de prensa de Rosoboronexport.

El país con mayor volumen de compras es Venezuela que, en los últimos seis años ha gastado unos $11.000 millones. Además, Perú, Colombia y Brasil han adquirido helicópteros rusos. El 37% de las ventas de 2.012, que ascendieron a poco menos de $13000 millones, correspondieron a helicópteros, aviones y equipos aéreos. Además de las ventas de material, hay programas de formación en varios países y se prepara la creación de un centro para reparar helicópteros. En 2.013, se comercializaron unos 130 helicópteros militares, cifra muy lejana de las 12 unidades que se lograron en 2.001, con una cartera de pedidos de este segmento para varios años. Por otra parte, el volumen de exportación de armamento integral era hace sólo diez años de $5.000 millones. Así, el volumen total de ventas casi se ha triplicado en una década y, en estos momentos, Rusia es la segunda potencia vendedora en Hispanoamérica, por detrás de los EEUU.

Según Rosoboronexport, “uno de los principales objetivos del plan estratégico es ampliar la lista de servicios ofrecidos”. La corporación planea ampliar su participación en la cooperación internacional para el desarrollo, producción y venta de producción militar. Para ello se prevé otorgar a las principales organizaciones asociadas a Rosoboronexport el derecho a ofrecer un servicio directo postventa de la tecnología militar suministrada a clientes extranjeros. Entre los planes de la corporación se encuentra “reforzar los vínculos con empresas del sector industrial militar, así como estimular el trabajo de investigación científica y desarrollo para crear nuevos modelos de armamento, desarrollar programas de modernización y de reutilización del armamento ya suministrado”. Pero ésta no es una opinión unánime. El Instituto de Análisis Político y Militar opina que “con la ampliación de servicios en las ofertas, no se logrará aumentar el volumen de exportación en los próximos tres años: esto llevaría, al menos, 10 años”. Añadiendo que “Venezuela se volverá próximamente menos atractiva, porque en este país pronto podría tener lugar un colapso financiero y un posible cambio de gobierno”.

FINAL.

RUSIA, DE AYER A HOY…SEGUNDA PARTE

(CONTINUACIÓN)

La Guerra del Este constituyó una Gran Guerra aparte, étnica, cruel y tremenda dentro de la guerra mundial. Las bajas militares soviéticas fueron espantosas: cerca de 6’3 millones murieron en combate o de resultas de sus heridas; unos 4’5 millones fueron capturados o desaparecieron en acción; más de 500 mil murieron de enfermedad; los heridos y mutilados fueron 15’2 millones de personas y los enfermos, más de 3’1 millones. Y, al final de la guerra, los soviéticos mantenían activos, consistentemente en los últimos meses, a unos 6’5 millones de tropas. Las bajas alemanas permanentes, en forma de muertos, mutilados graves, prisioneros y desaparecidos alcanzaron los 9 millones de militares, a los que se añadirían otros 2 millones de heridos y enfermos. El esfuerzo material también fue desmesurado, increíble. Los soviéticos se privaron de casi todo para sobrevivir en esa guerra a muerte. No es de extrañar que, tras la guerra, la URSS se negase a pagar el resto de su deuda por el material militar y de apoyo recibido de los EEUU, en virtud de la Ley de Préstamo y Arriendo. Porque ellos pensaban que aquéllos ponían el armamento, los medios materiales, para ganar la guerra, pero que ellos ponían la sangre de sus hijos…

Al final de la guerra mundial en Europa, la URSS había invadido y ocupado toda la Europa Oriental, excepto Grecia. Y, en los años siguientes inmediatos se establecieron en Polonia, Alemania del Este, Hungría, Bulgaria, Rumanía, Albania y Yugoeslavia, distintos regímenes totalitarios subsidiarios de Moscú, titulados como “repúblicas populares socialistas” y sus variantes semánticas. Sólo Austria recuperó pronto su libertad, tras una corta ocupación simultánea por las potencias vencedoras. Todo esto lo logró la URSS con el empleo de sus fuerzas militares terrestres y su aviación de caza y de apoyo a tierra. Y a primeros de los años 50 adquirió sucesivamente la bomba atómica y la llamada bomba termonuclear. Los estados occidentales democráticos, que solían movilizarse para la guerra y que no mantenían ejércitos importantes permanentes, estaban literalmente conmocionados y abrumados por el desafío que esto suponía para su libertad y sus sistemas políticos liberales. La larga guerra mundial se había saldado estratégicamente para ellos con la aparición en sus fronteras del Este de una potencia hegemónica. Que estaba orientada para la “Defensa” en sus planes económicos y en sus esfuerzos sociales. Que era inmensamente más grande y poderosa que el periclitado III Reich, al que tanto “esfuerzo, sudor, sangre y lágrimas” y tiempo costó vencer. Y cuyas renovadas “divisiones motorizadas” habían aumentado sus unidades de infantería, creando otro “mix” de armas combinadas en su orden de batalla, para luchar en los terrenos urbanizados… como los de la Alemania del Oeste…

La Guerra Larvada se convierte en Fría.

Tras la muerte de Stalin, la jefatura del Gobierno soviético y la Secretaría general del PCUS, reunidas hasta entonces en una sola persona, pasaron por varios procesos de modificación y asentamiento. Incluso, y como reacción inmediata al régimen personalista total del Padrecito, se creó un efímero triunvirato de poder (dejando al margen la figura de Jefe del Estado) constituido por Malenkov, Molotov y Beria, que no prosperó por las desavenencias y desconfianzas comprensibles entre antiguos colegas “segundos en el mando”. Por fin, en la sesión del 27 de marzo de 1958 del Soviet Supremo de la URSS, Kruschev, que ya era Secretario general del Partido, sucedió al mariscal Bulganin, como Primer Ministro o Jefe del gobierno. El ciclo de ajustes fallidos en el poder soviético se había completado y el régimen personalista volvía a imponerse “a todo el Partido, a todas las FFAA y a todo el pueblo”, como rezaban las comunicaciones de acontecimientos importantes transmitidas desde la cúpula del Kemlin. En la sesión del 31 de marzo de 1958, el Soviet Supremo hizo una declaración trascendental e histórica, dirigidas a las Potencias con armamento nuclear, en la que afirmó la necesidad de poner fin a la producción de las armas nucleares (tanto atómicas o de liberación energía limitada y empleables como armas tácticas, como termonucleares o de liberación de energía catastrófica apocalíptica). También pedía, asegurando la fiscalización necesaria, destruir las reservas de dichas armas existentes en los arsenales. Evidentemente, si las potencias occidentales no adoptaban una actitud y unas acciones de contención y desarme similares, la URSS procedería como estimase oportuno para protegerse. Era la época en que los rusos eran capaces de poner un ICBM (el cohete balístico intercontinental) donde quisieran y los estadounidenses podían poner un avión de bombardeo estratégico donde quisieran.

Se trataba de una declaración de máximos, utópica e inalcanzable, tanto práctica como ideológicamente. Porque, una vez desarrollados los vectores para su transporte y las bombas explosivas para el “Gran Buum”, a lo largo de casi 3 lustros, esa tecnología militar, como ocurrió con todas sus antecesoras, llegaba para quedarse. Pero, ya indicaba cuánto gravaban a los recursos soviéticos, la investigación, el desarrollo y la producción del armamento nuclear integral y el mantenimiento del Arma de las “Fuerzas de Cohetes Estratégicos”. Años atrás, ya las discrepancias político económicas entre Georgi Malenkov y Kruschev acerca de la asignación de más recursos (producción de bienes y créditos personales) para aumentar el consumo privado de los soviéticos, produjeron la eliminación del primero y su nombramiento como director de una central hidroeléctrica en la URSS profunda. Kruschev defendió que, de momento, la URSS necesitaba la industria pesada y el armamento nuclear para su supervivencia. Más adelante, se dijo en los medios de información occidentales que la “estrategia” de desgaste contra la URSS del presidente Reagan, obligándola a gastar por encima de sus posibilidades para mantener actualizado el armamento nuclear cabal (bombas y vectores), había cogido con el pie cambiado a los dirigentes soviéticos. Y había provocado finalmente la implosión (hundimiento) de la URSS, junto con razones ideológicas. Pero, los mandos soviéticos estaban al tanto del despilfarro que el armamento nuclear suponía. Ya que no tenía aplicación real práctica, salvo la disuasión de un “conflicto no limitado” entre los Bloques. Pero la oportunidad histórica de su limitación a unos pocos cientos de cabezas efectivas (capaces de alcanzar al enemigo, en sus poblaciones y “centros fabriles y militares” decisivos), para cada Potencia Hegemónica en cada Bloque político ideológico, no surgió entonces.

Otro paso decisivo lo dio Kruschev cuando intentó recomponer y desarrollar las relaciones con Occidente. Que, hasta entonces estaban frenadas y condicionadas por las descalificaciones, las guerras de Liberación Nacional de los países colonizados en Asia y África apoyadas siempre por la URSS y los recelos mutuos. Su núcleo político estratégico fue la llamada “doctrina de la coexistencia pacífica”. Que no era más que definir “la competencia” entre ambos bloques antagónicos (ésta era una rivalidad entre dos civilizaciones pujantes y limítrofes), como una “lucha política, económica e ideológica”, pero nunca en el campo militar. Y que enfría las posibilidades de una guerra abierta y total entre los dos bloques mundiales. Dentro de ese esquema de amplias posibilidades, la política exterior de la URSS permaneció en sus términos simples y en su esencia hasta su implosión en agosto de 1991. Esto permitió durante lustros a los EEUU y la URSS, sostener guerras limitadas en otras zonas geopolíticas, actuando ambos bloques por terceros interpuestos apadrinados, para incrementar por pasos cortos y medidos sus zonas de influencia y poder político económico. Así, se dieron las guerras de Angola (el FNLA de Agostinho Neto y José Santos y los cubanos contra el MPLA de Jonás Savimbi y las incursiones profundas surafricanas); en Vietnam del Sur; en la Somalía de Siad Barre (anterior y abandonado aliado de la URSS), cuya caída tras la guerra sumió al país en la perdición, y los etíopes de Mengistu Hale Mariam y los cubanos, disputándose el desierto del Ogadén.

Rusia reaparece tras la Desmembración de la URRS.

La nueva Rusia de Putin, tras el paréntesis difícil e indiferenciado de Boris Yeltsin, está despertando de una transición traumática a una democracia formalista, no reflejada aún en sus estructuras de poder y de administración. Tras Yeltsin, las autoridades tuvieron que liberarse de la “oligarquía neocapitalista mafiosa”, que buscaba una “forma” política amorfa, específica y de amplia cúspide, que gobernara el país y controlara la alternancia de los partidos en elecciones más o menos libres. En esas estructuras catadas se está transmutando todo el aparato supervisor y burocrático de la URSS, creado a lo largo de 70 años de férrea dictadura del PC. Por lo que no es casual el origen profesional y las maneras presidencialistas de Vladimir Putin.

Pero que le dan a la nueva Rusia una creatividad y una flexibilidad operativa internacional, que no tienen los competidores más “asentados, protocolizados y super reglamentados”. Es lo que diríamos de un buen púgil estilista: “tiene mucha cintura”. Baste recordar la “jornada de oración y ayuno por la paz en Siria”, que proclamó el Papa Francisco para el 7 de septiembre pasado. Que se pasó aquél sábado acompañando unas 4 horas el rezo en la Pza. de San Pedro. A las pocas horas, Putin propuso a los Poderes internacionales (incluyendo a la inoperante ONU, que en los conflictos internacionales sólo sirve para dar un hipócrita sello de legalidad a las cosas) la destrucción “in situ” del arsenal químico de los sirios de Bashar al-Assad y no su bombardeo aéreo. Esto cogió a Francia y a los EEUU con el pie cambiado. Y al Nobel de la Paz Obama, que había pedido el apoyo del Congreso para su ataque aéreo (“necesario por la brutalidad del Gobierno sirio con su población”), buscando como loco apoyos entre los legisladores, porque veía que le rechazaban hasta sus planes de intervención más menguados.

Si desde hace dos años y medio Occidente amenaza, sin pasar a la acción, es porque en Washington y en París saben que una reedición de las operaciones aéreas que se produjeron en Serbia o en Libia no es posible en Siria, con el armamento antiaéreo ruso. La defensa compleja siria de radares y armas obliga a todo avión hostil a atacar su objetivo a más de 50 kms de distancia, para operar fuera del alcance de su DCA. El nivel de seguridad de las aeronaves ha pasado de los 3000 ms. de altura de hace 15 años en Kosovo, a los 10000 ms. en Siria. Sólo los carísimos cohetes de crucero como los Tomahawk estadounidenses y los Scalp franceses, diseñados como vectores de armas nucleares y de trayectoria autónoma y muy baja, podrían ser empleados con éxito.

La pérdida de sus “aliados controlados” del Pacto de Varsovia y del COMECON, tras la guerra fría, sólo le dejan a Rusia buscar geográficamente “nuevas influencias” hacia el Asia central, desde Siria a la India y Vietnam. Turquía es un enemigo proverbial de los rusos. China es un “socio, competidor y rival”, si vale esta definición polivalente, que hace que ninguna de las expresiones lo sea en plenitud. En Afganistán nunca han podido asentarse. También los rusos intentan ganar y mantener en su “esfera política y comercial” a las nuevas repúblicas centroasiáticas islámicas turcomanas y a las repúblicas ex soviéticas eslavas. Hasta ahora, la Unión Aduanera creada por Rusia incluye a la Rusia Blanca y a Kazajistán.

Siguiendo sus estilos directos, imperiosos y operantes, a mediados de diciembre de 2013, Putin lanzó un fuerte órdago a Ucrania, para que pasara a formar parte de esa “esfera de coprosperidad” ruso turcomana: le ofreció bajar un 33% el precio de cesión del gas ruso, del que Ucrania es receptor y revendedor y, para salvarle de la quiebra financiera y no tuviera que lanzarse para ello en manos de la Troika comunitaria, le cedería hasta $15 mil millones en créditos blandos. Así, en estos momentos, la Unión Europea está madurando una “oferta irresistible” para el presidente Viktor Yanukovich o su sucesor. Que consistiría en otorgar a Ucrania créditos cómodos y ventajas comerciales, para contrarrestar el envite ruso. Mientras, en Ucrania los problemas socio políticos recién surgidos han llevado a una fortísima polarización del país, formándose dos mitades casi antagónicas: donde la parte al oeste de Crimea, quiere alejarse de Moscú y la mitad al este de esa península busca estrechar los lazos con Rusia. Ucrania es por historia y por demografía parte de la Europa limitada al este por los Urales. Y Ucrania es por oportunidad política y momento histórico parte de la Europa democrática y liberal centro occidental. Que forma junto con los Estados Unidos, que actúa como el otro “polo vibrante” fundamental al otro lado del Atlántico, la “civilización occidental”. Un gran problema se plantea ahora, no sólo a Ucrania, sino a sus vecinos al Este y al Oeste. Y es conseguir que las fuerzas hoy antagonistas e irreconciliables, que se enfrentan en Ucrania, desgarrando su patria, se conviertan en fuerzas complementarias y necesarias entre sí. Y es una gran labor conjunta, desinteresada, con altura de miras y dirigida por estadistas, la que hay que desarrollar para conseguirlo y alejar los espantajos que se vislumbran en su horizontes socio político. De no conseguirse esa “fusión de intereses”, que esa es la misión de la Política, la alternativa sería mala para todos, nacionales y vecinos cercanos y lejanos. Y la herida sólo se cerraría en falso y por un tiempo imprevisible.

Para Rusia, Ucrania es algo más que un aliado estratégico. Como lo serían el Imperio japonés, la Europa Occidental o la Gran Bretaña para los EEUU. Ucrania es parte de la esencia nacional rusa. En Ucrania nació hace muchos cientos de años, el gérmen fuerte y prometedor de la nación rusa, la Rus. Desde la caida de la URSS en 1989, Rusia no se enfrentó a un mayor cataclismo disruptor, potencialmente rupturista, que la Revolución Naranja de 2004 de Julia Timoshenko, recién liberada tras un durísimo encierro político. Debía haberla digerido y neutralizado o asimilado, lenta y pacíficamente. Pero, hoy en día, los dirigentes tienen prisa. Siempre, la maldita prisa. Pero, los nacionales ucranianos y sus aliados rusos optaron por contenerla y apagarla. Fue lo más fácil, pero dejaron unas brasas potentes bajo la capa de cenizas. Y el problema latente ha resurgido ahora virulento y casi descontrolado. Rusia ha apostado fuerte. El lunes 17 de febrero de 2.014 se entrevistaron Yanukovich y Putin en Sochi. Las “ofertas irresistibles” de la Unión Europea a Ucrania no se concretan, ni, por supuesto, se materializan. Más allá de los informes y briefings de una burocracia europea, anquilosada, sin imaginación ni coraje moral, que se protege y autogestiona. Para el 19 o 20 de febrero se generalizó el uso de tiradores libres de la policía y de las fuerzas de seguridad especiales contra los manifestantes más díscolos o destacados de las revueltas populares, especialmente en Kiev. El cariz de la revuelta armada obligó a Yanukovich a ceder mucho e importante a la oposición rampante. Antes de que los acontecimientos se volvieran más graves e irreversibles. Y al presidente abandonó la capital rápidamente y se refugió en Kharkov, al este del país, junto a la frontera con Rusia. Pero esto es una retirada táctica. Rusia volverá por sus derechos, tradiciones e influencias. O se tendrá que contentar con convertirse en un “estado nación”, sin “esferas de coprosperidad” dependientes, participativas y ventajosas para todos. Esa “potencia regional o de segunda clase”, como le denominó Obama a los inicios de esta crisis.

(CONTINUARÁ)

RUSIA, DE AYER A HOY…

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró el jueves 12 de diciembre de 2013, en su discurso anual sobre el estado de la nación, la aspiración de convertir a Rusia en “líder mundial con valores conservadores tradicionales”. “Aspiramos a ser líderes”, proclamó Putin en la sala de San Jorge del Kremlin ante 1.100 personas, incluidos los miembros de las dos Cámaras del Parlamento estatal. Añadiendo que, en los últimos años la “regresión, la barbarie y la sangre” han sido el resultado de los intentos de “imponer a otros Estados unos modelos supuestamente progresistas”. Los acontecimientos que se dieron en África del Norte, en alusión a Libia, se han evitado por el momento en Siria, dijo Putin. Que consideró un “éxito común” internacional, la forma en que se ha tratado la crisis siria, donde “se consiguió evitar la injerencia militar y la difusión del conflicto”.

El Discurso Presidencial de 2013.

Putin mostró su preocupación ante los programas estadounidenses de fabricación de cohetes de crucero de largo alcance. Y declaró que la paridad estratégica puede descompensarse debido al “aumento del potencial de los sistemas estratégicos de alta tecnología no nucleares”, combinado con el incremento de las posibilidades de los sistemas antimisiles. “Nadie debe abrigar ilusiones sobre la posibilidad de lograr una superioridad militar sobre Rusia. Esto no lo permitiremos jamás”, dijo. El presidente afirmó que Rusia destina un total de 23 billones de rublos (más de 522 mil millones de euros) para el rearme del Ejército y la Armada y la modernización de la industria armamentista, y calificó estos recursos de “sin precedentes”. Esta cifra era algo superior al presupuesto del Pentágono, que, a diferencia del ruso está sufriendo recortes, que son especialmente importantes en el desarrollo de las modernas tecnologías. Un ejemplo son los cohetes de hipervelocidad (del orden de los 10 Match), que los chinos han lanzado con éxito desde un cohete, que actuaba de fase inicial de lanzamiento y que los estadounidenses, tras varios fallos empleando menores velocidades, han abandonado por ahora.

La novedad del discurso de este año fue la declaración de la “ideología del conservadurismo”, que Putin ha comenzado a propagar de forma cada vez más explícita y coincidente con el conservadurismo de la Iglesia Ortodoxa rusa. El presidente no mencionó a ninguna confesión en especial. Pero, al abordar los asuntos internacionales desde el punto de vista de la competencia internacional militar, política, económica y técnica, destacó la afirmación de los valores “para un país como Rusia”, con “experiencia de muchos siglos”. Opinó Putin que “en muchos países se reexaminan las normas de la moral, se difuminan las tradiciones nacionales y las diferencias entre naciones y culturas”. “De la sociedad ahora exigen … el reconocimiento obligatorio del valor equiparable del bien y del mal, conceptos de sentido opuesto, aunque parezca extraño”. La política de destrucción de los valores tiene “consecuencias negativas para la sociedad” y es “radicalmente antidemocrática. Ya que se pone en práctica a partir de ideas “abstractas” y “en contra de la voluntad de la mayoría popular, que no acepta los cambios que están sucediendo y la revisión propuesta”, dijo Putin. El líder ruso considera que en el mundo “hay cada vez más gente que apoya nuestra posición de defensa de los valores tradicionales, que durante milenios fueron la base espiritual y moral de la civilización de cada pueblo, valores de la familia tradicional, de la vida humana verdadera”. El dirigente ruso subrayó que se refería a los aspectos materiales, morales y religiosos. Y, admitió, “claro que esto es una posición conservadora”.

Estas ideas así expresadas coinciden con el contenido ideológico de nuestro reciente artículo “La Defensa flexible y móvil de las Posiciones Ideológicas”, publicado en WAR HEAT, que pueden y deben ser defendidas como lo son las posiciones físicas, geográficas, militares. Sólo que por otros medios personales y sociales, que defienden a los individuos y sus grupos sociales.

Los Orígenes de la Rusia.

Hace más de 1200 años, los vikingos de Suecia, una “combinación ad hoc e interconvertible”, según las conveniencias, de comerciantes, ventajistas y rapiñadores, comenzaron a descender desde el Báltico hacia Constantinopla, siguiendo los grandes ríos rusos. En el siglo IX, su caudillo Rurik estableció un principado en Novgorov y su linaje dinástico creó el reino de Kiev, que sería la semilla y el origen de la Rus. Uno de sus reyes, Vladimiro el Santo, que consolidó la unión de todas las regiones “ucranianas”, se casó con la princesa Ana, hermana del emperador bizantino Basilio II. Y, para contraer esas nupcias, Vladimiro se tuvo que bautizar en la fe católica. Así, Kiev comienza a convertirse poco a poco en un centro religioso autónomo de Constantinopla. Que es impulsado por la nueva y pujante civilización creada por la mezcla irradiante de escandinavos, eslavos y bizantinos y asentada en las tierras de Ucrania. Entre Vladimiro y su sucesor en el trono, Yaroslav el Sabio, eliminaron la influencia de los varegos, los hombres del Norte, en el reino. Y, los restos escandinavos existentes fueron sometidos. Surge así el primer estado ruso (eslavo) unitario de Kiev. Pero la efervescencia de los intereses y egoísmos de los nobles y jefes de armas eslavos no estaba apagada, ni canalizada. Y, tras la muerte de Yaroslav en el año 1054, el incipiente reino se desmembró en numerosos principados autónomos y recelosos entre sí.

Pero, en apenas algo más de siglo y medio, Rusia se vería también enfrentada externamente a una grave amenaza a su supervivencia, que provenía del Asia profunda e ignota. En efecto, en febrero de 1221 un cuerpo de ejército de 20 mil jinetes mongoles, iniciaron un reconocimiento en fuerza de dos años por las estepas occidentales rusas, buscando rutas de avance para sus ejércitos hacia Europa. Por fin, en el invierno de 1237, los mongoles cruzaron el helado Volga y penetraron en Rusia. El ejército invasor alcanzaba los 120 mil jinetes ligeros y pesados e impedimentas, medios de asedio y auxiliares. Durante los 3 años siguientes, los mongoles asolaron sistemáticamente los principados rusos del oeste. Los ríos helados les servían como anchas y largas vías sin obstáculos, para penetrar profundamente en aquéllos y para dislocar posicionalmente a las fuerzas defensoras enemigas. Con la toma de Kiev en diciembre de 1240, la resistencia rusa desapareció. Y los mongoles alcanzaban en fuerza los montes Cárpatos, el obstáculo natural que protegía a Hungría. Pero, a fines de 1241, Ogadai Kan moría en la ciudad de Karakorum. Los príncipes electores debían regresar a Mongolia para hacer valer sus derechos de sucesión y la invasión de Europa se suspendió “sine die”. El príncipe Batu regresó a su campo base de partida, en Sarai, cerca del Volga y a escasos 100 Km. al norte de Astrakán. Y allí estableció un imperio mongol subsidiario, una gran “marca fronteriza protectora” creada en las tierras del oeste de Rusia, el kanato conocido como la Horda de Oro. En su torno y dentro de Rusia, existieron también otros kanatos menores.

Sobrevino para Rusia una época difícil y oscura, dominados los rusos cristianos por una civilización incapaz de construir y avanzar por los caminos de la paz y el progreso. “Una civilización sin virtudes”, parafraseando el discurso de Putin. Y que estaba basada en el terror, el avasallamiento y la rapiña de los súbditos sojuzgados. Rusia quedó así separada de Europa por un largo tiempo. Pero, esto pudo ser hasta ventajoso para el futuro a largas vistas, para el futuro histórico de la Gran Rusia. Porque, por el Oriente europeo, sus competidoras eslavas, Polonia y, sobre todo, la entonces pujante y extensa Lituania, se hubieran repartido a Rusia. Y, como eran unas civilizaciones mucho más perdurables y similares, hubieran incorporado y asimilado a muchos principados rusos, aún inconexos como nación. Saltando al siglo XIV, la hegemonía rusa pasó a Moscú, en el reinado de Iván I Kalita y comenzó entonces un largo proceso de unificación de la nación, que culminaría con el zar Iván III el Grande, ya en el siglo XV.

De la Gran Guerra por la Patria y sus Consecuencias.

Cuando los alemanes invadieron la URSS el domingo 22 de junio de 1941, lo hicieron en uno de las etapas estratégicas más favorables para ellos. Tras la purga realizada por Stalin en 1937 de los altos mandos del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (RKKA, del ruso Рабоче-Крестьянская Красная Армия, Raboche-Krestianskaya Krasnaya Armia), éste estaba en plena reorganización moral, doctrinal y estructural. El miedo, la decepción y la desconfianza hacia sus iguales se habían extendido por los mandos de las FFAA soviéticas. De sus 75 a 80 mil oficiales, al menos 30 mil fueron ejecutados o detenidos y otros 10 mil fueron degradados y despedidos del servicio. Pero, esto fue demoledor para los altos mandos y jefes. Así, fueron purgados: 3 de los 5 mariscales; todos los 11 comisarios en funciones de Defensa; todos los jefes de los distritos militares del país; los jefes y sus jefes de EEMM de la Flota de la Aviación; 14 de los 16 jefes de ejército; 60 de los 67 jefes de cuerpo de ejército; 136 de los 139 jefes de división; 221 de los 397 brigadieres y la mitad de los jefes de regimientos. Según los historiadores, el criterio esencial para la eliminación de los jefes y mandos superiores fue que los depurados no debían sus puestos a Stalin y que podrían llegar a ser un desafío a su “autoridad”…

Además, las grandes unidades rusas estaban desplegadas a lo largo de sus fronteras del Oeste, formando un enorme e inerte muro protector. Pero esta aparente fortaleza seguía una doctrina anquilosada, recuperada malhadada y rápidamente tras la Purga. Y que era eficaz solamente para contrarrestar los movimientos a pie de grandes masas de enemigos por la zona táctica. Esas grandes unidades no tenían una capacidad suficiente para actuar en la profundidad operativa alemana (circa entre 20 y 80 Km. en esa época), ni contaban con unidades blindadas equipadas y entrenadas y con la doctrina para su conducción autónoma, que les permitiese enfrentar y batir las puntas de avance panzer. Éstas cortaban por las junturas libres del despliegue soviético, sin chocar y mellarse en hueso, y lo desarticulaban operativamente. El ataque de flanco y de revés terminaba en el cerco de los ejércitos y grupos de ejércitos soviéticos, que, aislados operativamente, sin órdenes claras y directas y desmoralizados, perdían su capacidad de combate eficaz, se volvían irrelevantes y se rendían por millones de hombres a los ejércitos de infantería e hipomóviles alemanes, que los rodeaban finalmente. Pero, la diversión operativa alemana de invadir los Balcanes en esa primavera, olvidando el objetivo principal que tenían enfrente, les hizo perder meses preciosos de buen tiempo para el movimiento de sus divisiones de carros y de granaderos blindados por las inmensas llanuras de Bielorrusia y Ucrania. Y este error lo pagarían muy caro después…

Los altos jerarcas del Partido y del Estado soviéticos quedaron conmocionados y anonadados por el golpe militar alemán. Que, no por “supuesto e inevitable”, no era percibido o no quería ser percibido como tal. Viajeslav Mijailovich Molotov, ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, apenas balbuceo en un mensaje a von Ribbentrob, su colega y aliado nazi, “no nos merecíamos esto…” En efecto, los jefes soviéticos hicieron lo posible por evitar en esos momentos difíciles la guerra con Alemania y dieron órdenes de no responder a sus provocaciones fronterizas. Que desde abril de 1941 se multiplicaban en: reconocimientos en fuerza, tiroteos esporádicos y vuelos de reconocimiento hasta la zona operativa.

La URSS tuvo que realizar entonces la reestructuración de sus FFAA; la creación y la aplicación de una doctrina moderna y propia de la estrategia operativa y de la conducción de las tropas blindadas, recogiendo para ello las ideas de la maniobra profunda del mariscal Mijail Tujachevski, uno de los principales purgados en 1937, y otros; la recuperación de los jefes y mandos supervivientes de la Gran Purga, rehabilitando a muchos de ellos; la movilización, el equipamiento y el entrenamiento de millones de nuevos reclutas movilizados. Y, mientras tanto, enfrentarse con lo que tenían al empuje arrollador de los alemanes en las vastas regiones de sus repúblicas europeas. En esta primera fase de la guerra, la URSS planteó una defensa rígida de las posiciones de rechazo ocupadas, pero utilizó también la cesión de terreno al enemigo en su profundidad, para agotarlo y alargar sus líneas de abastecimiento y de sustitución de unidades y hombres.

Para el verano del 42, esto comenzó a dar sus brotes verdes y un año después, en la batalla de Kursk, la URSS ganó la iniciativa estratégica y ya no la perdió en los casi dos años siguientes. Los altos jefes soviéticos sabían que, de igual a igual, sus hombres eran mucho peores soldados que los alemanes, especialmente en las operaciones ofensivas. Por tanto, tenían que ganar al menos, todas las batallas que resultasen trascendentales en su esfuerzo de guerra, primero para sobrevivir y, luego, para vencer a Alemania y extender su “orden político social” por la Europa del Este. El secreto residía en la explotación de la zona operativa enemiga. Que estaba mal defendida por una primera línea sin profundidad operativa suficiente, crónicamente escasa de armas anticarros y de reservas panzer y móviles, y, sobre todo, aherrojada a un rechazo rígido sin cesión de espacio por las miopes y desconfiadas directrices superiores nazis. Y el arma diseñada, a partir de la doctrina de la penetración profunda, fue el uso a tope de los selectos y escasos ejércitos de carros. Que en teoría podrían penetrar razonablemente varios cientos de Km. en la retaguardia enemiga.

En el resto de los grandes sectores del frente, los soviéticos, bien se mantenían a la defensiva y fueron maestros en el establecimiento y funcionamiento de áreas, zonas e incluso “regiones” fortificadas casi impenetrables. O bien sus divisiones de infantería, con el apoyo de sus carros orgánicos o asignados en subordinación táctica y reforzadas o no con alguna brigada de Katiuskas y algún regimiento de artillería pesada, realizaban ataques secundarios con objetivos limitados. Si la operación era más prometedora, el Stavka les podía asignar algún cuerpo mecanizado, la unidad móvil más importante, siempre controlada centralizadamente, o, al menos, un cuerpo de carros. Para 1944 existían hasta 26 cuerpos de carros y 11 cuerpos mecanizados en el ejército soviético, pero hasta enero de ese año no fue activado el 6º ejército de carros. A veces un ejército de carros tenía 2 cuerpos mecanizados, pero esto era muy raro, porque éstas eran las grandes unidades más necesarias y escasas de la estrategia operativa soviética. Por otra parte, para la lucha en los terrenos de mala o difícil transitabilidad (con más riqueza conceptual que el “bad ongoing” anglosajón), bosques, montañas y zonas nevadas o pantanosas, los soviéticos empleaban una combinación de un cuerpo mecanizado con otro de caballería. De estos ejércitos móviles hipo-mecanizados nunca hubo activados más de 2 o 3. Tanto éstos como los ejércitos de carros podían equivaler en potencia y capacidad de movimiento operativo a los cuerpos de ejército panzer alemanes. Pero éstos fueron siempre más numerosos; incluso en el año 1944, los alemanes contaban con entre 10 y 18 cuerpos panzer, cierto que de muy variable capacidad, según los medios disponibles.

(CONTINUARÁ)